El escándalo de corrupción del 'cartel de la toga' tuvo este martes dos episodios muy interesantes que, sin duda, van a generar gran polémica de aquí en adelante.
El origen de este nuevo choque político y judicial tiene como origen la petición que hizo el representante a la Cámara Edward Rodríguez para que el expresidente de la Corte Suprema de Justicia Leonidas Bustos, sea acusado por tres delitos, entre ellos concierto para delinquir, por ser el presunto cabecilla de esta red de corrupción.
Según Rodríguez, el testimonio del corrupto exfiscal anticorrupción Gustavo Moreno y otras pruebas como un reloj de lujo de 43 millones de pesos que no pudo justificar, son elementos incontrovertibles de la existencia de una red de magistrados, abogados y particulares que se dedicaron a cobrar millonarias cifras a cambio de “torcer” decisiones judiciales o simplemente para “engavetar” procesos.
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Pero lo más controversial de esta decisión es la compulsa de copias, para que la misma Comisión, eminentemente de carácter político y no judicial, investigue al actual presidente de la Sala Penal de la Corte Suprema Eyder Patiño, al exfiscal Eduardo Montealegre y al exvicefiscal Jorge Perdomo, por pertenecer presuntamente al “cartel de la toga”.
Patiño, quien recientemente estuvo en el 'ojo del huracán' por ser uno de los magistrados a los que Estados Unidos les retiró la visa, anoche negó cualquier vínculo con actuaciones ilegales y dijo que espera que pronto se resuelva su situación ante sus investigadores en la Cámara.
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El nombre de Patiño no es nuevo en este caso, ya había rendido declaración en 2017 y se menciona en casos como el de la investigación al exsenador Luis Alfredo Ramos por “parapolítica”, caso que estuvo aparentemente durante varios meses en su despacho pendiente de proyecto de fallo sin que lo presentara a sus compañeros.
Además se le menciona como persona cercana al exvicefiscal Jorge Perdomo, luego de que Gustavo Moreno, de oídas, contara a la justicia que el exsenador Alvaro Ashton le había contado que Perdomo incidiría con Patiño para solucionar uno de los casos que tenía ante la Corte.
Pero sin duda la carga de profundidad de esta decisión tiene que ver con Eduardo Montealegre y Jorge Fernando Perdomo: sobre Montealegre dice que se pide investigarlo por haber supuestamente llevado a Gustavo Moreno a la Fiscalía como asesor a petición de Leonidas Bustos y Francisco Ricaurte.
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En el caso de Perdomo, además del caso de Alvaro Ashton mencionado anteriormente, también se le vincula por haber intentado incidir en casos ante la Corte Suprema contra el representante Nilton Córdoba Manyoma, que estarían en el despacho de Eyder Patiño.
La reacción del exfiscal Montealegre y del exvicefiscal Jorge Perdomo fue muy dura: no solamente dijeron que esta es una obra de un 'títere' de Alvaro Uribe en la Cámara de Representantes sino que además afirma que Uribe “está acorralado por su pasado y por el fantasma de los crímenes internacionales que cometió”.
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Además de negar vínculos con el “cartel de la toga”, Montealegre y Perdomo, en un comunicado de diez puntos, afirman que llevarán ante la Corte Penal Internacional y ante la justicia de Bélgica y España, un informe que según ellos, demostraría que Alvaro Uribe sí tuvo responsabilidad en las masacres de El Aro y La Granja, en Ituango, cometidas por paramilitares mientras Uribe fue gobernador de Antioquia.
Más allá del escenario de profunda polarización que en lugar de ceder, parece acrecentarse en el país, lo que corresponde es que la justicia actúe de forma rápida e imparcial en todo este proceso, para conocer la verdad sobre crímenes graves, relacionados con corrupción y con violaciones a los Derechos Humanos.
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