
Estar alerta a los detalles para poder enfrentar los problemas: reflexión de Linero
Nos hemos acostumbrado a vivir en la negación, creyendo que todo se solucionará solo o que podemos seguir adelante sin hacer cambios.

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Mi tío Álvaro siempre insistía en la importancia de estar atento a los detalles, a esas alertas que la vida nos envía. Me decía: “Ten la certeza de que nada sucede de la noche a la mañana, todo se va gestando. Si estás atento, podrás enfrentarlo a tiempo y tendrás más posibilidades de solucionarlo”.
Ayer, cuando leí a la doctora Iris Marín, defensora del pueblo, decir: “A veces minimizan las alertas, las desconocen”, pensé en lo frecuente que es esto en todas las dimensiones de la vida. Ocurre en las relaciones de pareja que comienzan a fracturarse, en los síntomas físicos o mentales que ignoramos por miedo a enfrentarlos, en las incomodidades laborales que revelan conflictos no resueltos.
De alguna manera, nos hemos acostumbrado a vivir en la negación, creyendo que todo se solucionará solo o que podemos seguir adelante sin hacer cambios. Pero las alertas no desaparecen por arte de magia; al contrario, se intensifican si no las atendemos. Un malestar ignorado puede convertirse en una enfermedad, un conflicto no resuelto puede romper una relación , una crisis emocional desatendida puede llevarnos al límite.
Responder adecuadamente a las alertas de la vida es un acto de responsabilidad con nosotros mismos. Es aprender a escucharnos, a reconocer cuando algo no está bien. No significa reaccionar de manera impulsiva ni dejarnos llevar por el miedo, sino analizar, reflexionar y actuar con sabiduría .
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Si aprendemos a escuchar y responder a las señales que la vida nos da, evitaremos muchas crisis y sufrimientos innecesarios. Atender las alertas es un acto de autocuidado , amor propio y crecimiento, pero también una responsabilidad con quienes nos rodean. La vida siempre nos habla. ¿Estamos dispuestos a escucharla?
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