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Es inaceptable fomentar la prostitución: subyuga mujeres y menores en un ciclo perpetuo de violencia

¿Qué dice de nosotros como sociedad cuando permitimos que seres humanos y menores sean convertidos en máquinas de placer para otros?

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Alberto Linero
Foto: Instagram @PLinero

Ya los sumerios en el 2.400 a. C hablaban de ella. Se cuenta que exisitía un burdel en la ciudad de Uruk. En el Antiguo Testamento (Génesis 38,14; Jeremías 3,2; Ezequiel 16, 25; Proverbios 7,11-12) hay muchas menciones sobre la prostitución, de hecho, se usa como una imagen de la actitud del pueblo bíblico con Dios. En principio, normalmente se habla de la prostitución femenina, pero tanto las culturas cananeas como las fenicias, dejan constancia de algunas prácticas de prostitución masculina. No se conoce mucho de esta práctica en el pueblo bíblico, pero en Deuteronomio 23,17-18 se prohíbe. Todo esto indica, por supuesto, que la prostitución no es una situación de hace pocos siglos, sino que ha acompañado la historia de la humanidad.

En muchos de los lugares turísticos del mundo, la prostitución está inmersa en las dinámicas económicas y sociales, por eso no es de extrañar que hoy de nuevo se ponga sobre la mesa tras la afirmación del alcalde de Cartagena William Dau: “La prostitución es la profesión más antigua del mundo, no la podemos acabar" contrarrestando parte de las críticas que manifestó Rijam Shaikh, vocera de 'Somos Centro Histórico': "Venden a Cartagena como una ciudad donde puede hacerse lo que se quiera. Confunden la libertad con el libertinaje. Ofrecen menores de edad".

Empezaría por separar el trabajo sexual y la trata de personas, el primero como un ejercicio voluntario y la segunda basado en la explotación de las mujeres que por lo general está ligada a la esclavitud y al menosprecio de su dignidad. Si bien entiendo que algunas personas la defienden como una opción libre, yo por mi formación y mis opciones éticas considero inaceptable fomentar la práctica que aún en este siglo subyuga, en su mayoría a mujeres y menores, en un ciclo que perpetúa la violencia y la vulneración de sus derechos.

El problema supera lo meramente sexual, la prostitución no elegida, es la despersonalización de mujeres que son obligadas a exponer sus cuerpos, su propia salud y bienestar a cambio de un pago que, si lo hay, no necesariamente cubre sus necesidades básicas.

Si ya esta práctica me es totalmente cuestionable, lo es aún más abominable cuando se configura como un flagelo que golpea a la niñez. ninguna niña o niño debe transitar por un escenario tan violento, la explotación sexual infantil no es un trabajo, es una violación.

¿Qué dice de nosotros como sociedad cuando permitimos que seres humanos y menores sean convertidos en máquinas de placer para otros?

Escuche la reflexión de Alberto Linero en Mañanas BLU:

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