Lo primero que hay que decir es que el caso en el CNE está muy lejos de llegar a un escenario como el que plantea el presidente, que es un eventual juicio político de destitución en su contra: apenas la próxima semana comenzaría el análisis de una ponencia que pide que se formulen cargos contra Petro y contra el gerente de su campañaRicardo Roa . Si la mayoría de los 8 magistrados votan a favor, darían vía libre para que comience la etapa de investigación formal, que es la oportunidad formal de defensa del Presidente y de su campaña, etapa que podría demorarse meses, incluso con la posibilidad de prescripción de los actos investigados.
Pero en el hipotético caso de que el CNE, varios meses después, decida imponer una sanción por las irregularidades cometidas en la financiación de la campaña Petro Presidente, dicha sanción implicaría una multa a las personas naturales y eventuales sanciones a los partidos políticos a los que pertenece el candidato, y en ningún caso implicaría un juicio político o judicial contra el presidente.
Si llegáramos a ese escenario, eventualmente el Consejo Nacional Electoral tendría que compulsar copias a la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes, para que determine si hay lugar a una eventual investigación disciplinaria y penal contra el jefe de Estado. En ese momento comenzará un nuevo proceso investigativo que puede tardar meses y debemos recordar que hoy al gobierno del presidente Petro le quedan 23 meses.
Si llegara a pasar ese filtro, algo muy poco probable teniendo en cuenta los apoyos que tiene el Presidente en esa comisión, el caso tendría que pasar a la plenaria de la Cámara, luego a la Plenaria del Senado, en donde hoy hay muy poco ambiente para aprobar un eventual juicio político contra Petro.
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En medio de su discurso, el presidente Gustavo Petro aseguró que hay una orden para asesinarlo en los próximos tres meses: el país debe conocer las pruebas que dice tener el jefe de Estado para sustentar una información de ese calibre.
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La inmensa mayoría del país quiere que Petro termine su mandato y sobre todo, los colombianos quieren que Petro gobierne, que se ocupe de los temas realmente graves como la crisis que tiene a la Costa Caribe ad portas de un apagón, el posible desabastecimiento de gas a finales de año, el presupuesto desfinanciado para el año entrante y la crisis de la paz total, en lugar de ver fantasmas y golpes de Estado inexistentes.