Uno de los principales debates que propuso el presidente Gustavo Petro luego de su intervención en Naciones Unidas, tiene que ver con la necesidad de un nuevo enfoque de la lucha antidrogas y frente a la necesidad de una transición energética global.
Aunque anoche el presidente Petro en entrevista con CM& matizó sus afirmaciones , afirmando que su propuesta al mundo no es legalizar las drogas, sino regularizarlas y cambiar el enfoque militar hacia un enfoque de salud pública, las preguntas surgen sobre qué tan eficaz puede ser su discurso para persuadir a la comunidad internacional en ese sentido.
Petro no es el primer presidente que pide ante la comunidad internacional que cambie el enfoque antidrogas, ya lo habían hecho entre otros César Gaviria y Juan Manuel Santos, pero sí es el primero que responsabiliza exclusivamente a los que llama “países del norte”.
Desde hace varios años, un grupo de expresidentes y de intelectuales ha venido impulsando la idea de cambiar el enfoque de la lucha contra las drogas, hasta ahora sin éxito, por eso no es claro si el tono agresivo del presidente Petro, puede llegar a mover a la comunidad internacional.
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Sobre la provocadora pregunta que volvió a plantear sobre si es más veneno la cocaína que el carbón y el petróleo, hay voces a favor y en contra, pero la mayoría coinciden en señalar que puede no ser una comparación afortunada, toda vez que aunque es necesaria la transición hacia las energías limpias, debe hacerse de manera gradual.
Frente al tema medioambiental, varias precisiones al discurso del presidente Gustavo Petro: desde el 2015 no se utiliza el glifosato en Colombia para la aspersión de cultivos de hoja de coca y según el Ideam, los cultivos de uso ilícito son la tercera causa de deforestación de la Amazonia, superada ampliamente por la tala para expansión de tierras y por la tala de bosques para construcción de vías en la selva.
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