Practicó el ayuno intermitente, es decir, dejó de comer por un determinado tiempo cada día, en mi caso 14 horas, buscando que mi metabolismo funcione de la mejor manera posible. A pesar de que me gusta comer mucho y bien, no ha sido un problema para mí gracias a la formación espiritual que recibí, donde se me enseñó la importancia de esta práctica. Hoy quiero hablarles del ayuno en general, porque creo que es un buen ejercicio para tomar el control de nuestra propia existencia.
Se ayuna de lo que nos gusta, porque nos da placer o simplemente nos satisface una necesidad. Es decir, se ayuna de aquello que tiende a tener control sobre uno. Por eso entiendo el ayuno como un ejercicio de voluntad, un entendimiento de que no somos esclavos de ninguno de nuestros deseos, que somos nosotros quienes dirigimos nuestra vida. El ayuno es el que nos demuestra si es verdad esa expresión que decimos frente a algunas realidades para ocultar nuestra dependencia: ¡Cuando quiera lo dejo! Pues hazlo.
Por esto creo que se trata de una práctica que abarca toda la existencia. Para que haya un buen ayuno se necesitan por lo menos cuatro actitudes:
- Libertad, nadie ni nada puede imponerte este sacrificio, es tu decisión consciente de los beneficios que te trae para tu vida. No se trata de despreciar el placer o el bienestar, se trata de generar condiciones para vivirlo más plenamente.
- Evitar la culpa, el placer no es malo y no tenemos que generar complejos por disfrutar, lo que necesitamos es ser dueños de nuestros estímulos y dirigir nuestra vida. Aquellas tradiciones que hacen creer que el dolor y el sacrificio son un medio y no un fin distorsionan las comprensiones espirituales.
- Solidaridad, evitar gastar en algunas cosas que nos gustan puede generar la posibilidad de ayudar a otras personas. Sentir la necesidad de algo que nos gusta mucho es una oportunidad para pensar en aquellos a quienes se les imponen necesidades por injusticias.
- Espiritualidad, tratar de trascender y encontrarle sentido a toda la vida, sabiendo que siempre somos más de lo que tenemos hoy.
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