Las noticias para la economía colombiana son agridulces, luego de conocerse la proyección del Fondo Monetario Internacional, que concluye que hay altas probabilidades de que la economía global entre en recesión.
Para nuestro país, el organismo multilateral mejoró la perspectiva de crecimiento económico para este año hasta el 7,6 por ciento, una cifra muy positiva frente a otros países que tienen mayores dificultades, pero, y aquí están los nubarrones que se avecinan, el crecimiento de nuestra economía se iría a pique hasta el 2,2 por ciento en el año 2023.
Según la proyección del Fondo Monetario Internacional, la desaceleración de la economía colombiana el año entrante sería la más fuerte de la región, aunque en todo caso, sigue siendo mucho más optimista frente a los cálculos del Banco de la República.
El escenario para la economía global es complejo para el año entrante, teniendo en cuenta entre otros, algunos factores que están ocasionando serios problemas, como la guerra entre Rusia y Ucrania, que no solamente ha encarecido insumos cruciales para los cultivos en todo el mundo, como la urea, sino que también mantiene a Europa en vilo frente a la posibilidad de quedarse sin gas para la calefacción en invierno.
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En Colombia, las turbulencias económica globales la encuentran en medio de discusiones por las profundas reformas que emprendió el gobierno del presidente Gustavo Petro, por ejemplo, siguen las discusiones sobre la reforma tributaria, al punto que Ecopetrol advirtió que si el proyecto se aprueba como salió de comisiones, le costaría 12 billones de pesos anuales a partir de 2026, mientras que la ANDI insistió en que en su concepto, la Tributaria puede tener efectos negativos en cuanto a “crecimiento, inversión y empleo”.
En una economía tan volátil, resulta llamativo el aparente cruce de cables entre el presidente Gustavo Petro y su ministro de Hacienda José Antonio Ocampo, quien pareciera dedicado a “apagar incendios” que pudieran afectar más severamente nuestra economía: los casos más recientes, frente a un trino del jefe de Estado en el que sugirió la posibilidad de imponer un control a los capitales golondrina, algo que según expertos, incidió en el aumento del precio del dólar en los últimos días, y en el caso de la obtención de los recursos para comprar 3 millones de hectáreas de tierra: según el presidente, ese dinero, cerca de 60 billones de pesos, podrían venir de bonos de deuda pública, a lo que rápidamente le salió al paso el ministro Ocampo, recordando que eso en la práctica, no es posible.
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