Las disidencias de las Farc, cuyo cabecilla es alias 'Iván Mordisco' , no tienen una genuina voluntad de paz, porque aunque de “dientes para afuera” pretenden asumir la vieja agenda guerrillera para cubrirse de un “ropaje” de grupo subversivo, en la práctica, pareciera que su única intención es continuar lucrándose del narcotráfico, de la minería ilegal y de otras actividades criminales, en lugar de querer buscar una ruta real para la entrega de armas.
El doloroso episodio de Timba, Cauca , en donde un atentado terrorista con carro bomba cometido por miembros de ese grupo dejó dos personas asesinadas y otras 5 heridas, sumado a la escalada terrorista en Suárez, en la vía Panamericana y cerca de Jamundí, pocas horas después de haber anunciado con “bombos y platillos” el inicio de diálogos con cese del fuego incluido, el próximo 8 de octubre, con el alto Comisionado de Paz y organismos internacionales a bordo, demuestra que a los cabecillas de las disidencias no les interesa aparecer como terroristas ante la comunidad internacional ni ante el Gobierno colombiano.
La demostración de que la supuesta lucha por reales cambios sociales de las disidencias no es más que una “fachada”, la confirmó el presidente Gustavo Petro , quien en Twitter atribuyó la escalada terrorista en el Cauca, a una retaliación emprendida por ese grupo, a raíz de una importante operación contra el narcotráfico que está en cabeza del Ministerio de Defensa y de todas las Fuerzas Militares y de Policía en el cañón del río Micay, en Cauca, lo que evidentemente está afectando, como debe ser, las finanzas de las disidencias en relación con su estrecho vínculo con la producción y venta de cocaína.
Es tan evidente la desidia de las disidencias con el proceso de paz que en teoría comienza el próximo 8 de octubre en el Catatumbo, que la vicepresidenta Francia Márquez , nacida en la zona del Cauca víctima de la arremetida de las últimas horas, no solamente dijo por redes sociales que esto demuestra la falta de voluntad de paz de la gente de 'Iván Mordisco', sino que dejó entrever una molestia con el ministro de Defensa Iván Velásquez, a quien instó a atender la grave situación en su departamento.
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Ese último punto también es clave, porque mientras el presidente Gustavo Petro sigue actuando como un activista de redes sociales convocando a la gente del Cauca, hastiada de la violencia, a una marcha el próximo 27 de octubre, su gobierno ha brillado por su ausencia directamente en el territorio tras la arremetida violenta de las disidencias de 'Mordisco': más de 24 horas después, ni Iván Velásquez, ni la cúpula militar y de policía, ni una delegación ministerial, se ha hecho presente para acompañar a los caucanos.
Hoy, a pesar de que el Estado confía en el éxito del venidero proceso de paz, es el momento de que el Gobierno alce la voz y les exija de frente a las disidencias, verdaderos gestos que permitan recobrar la confianza en la negociación y también es el momento de que el Gobierno acompañe con hechos reales a los habitantes del Cauca, que hoy parecieran estar a merced de la violencia.
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