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Día Mundial de las ONG: nadie se puede quedar sin servir

No creo que se trate de asistencialismo ni limosnas, sino del compromiso de ayudar, desde lo que somos y tenemos, a que todos podamos tener una vida digna y feliz.

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Alberto Linero
Foto: Alberto Linero

Aprendí en el Minuto de Dios que “nadie se puede quedar sin servir”, que todos podemos poner nuestras habilidades, riquezas y talentos solidariamente en favor de aquellos que, por algún motivo, se encuentran en situaciones desfavorables en cualquier dimensión de su existencia. Pasé la mayor parte de mi vida allí viendo cómo constantemente se generaban proyectos para tratar de propiciar el desarrollo humano y social de hombres y mujeres que necesitaban una ayuda.

Muchas veces no teníamos cómo hacerlo, pero si podíamos servir de medio para que otros lo hicieran, o generar las redes que permitían respuestas a problemas más complejos de los que individualmente podíamos resolver.

Hoy cuando se celebra mundialmente el día de las ONG, pienso en todas esas organizaciones que sin ningún interés lucrativo buscan aportar al desarrollo de la humanidad, brindar ayuda humanitaria, favorecer los derechos humanos de todos y la libertad de expresión como un derecho fundamental, amparar causas ambientales, entre muchas otras labores. Hoy celebro su existencia.

Tengo claro que ellas no deben desplazar la labor del Estado, ni tienen que ser una ocasión para que él se comporte de manera irresponsable, pero también que el desarrollo integral del ser humano que vive en sociedad debe darse desde la sinergia de todos. Es en la complementariedad, en el ejercicio solidario y en el servicio intenso al otro como podemos alcanzar el desarrollo. No creo que se trate de asistencialismo ni limosnas, sino del compromiso de ayudar, desde lo que somos y tenemos, a que todos podamos tener una vida digna y feliz.

Esta jornada debe ser una oportunidad para que destaquemos y valoremos el trabajo que hacen estas organizaciones, pero también para que ellas evalúen su labor y se comprometan en cumplir la misión para la que fueron creadas.

Algunas veces cuando voy a algunas regiones apartadas del país veo tantos chalecos de ONG y me alegro porque imagino toda la labor que hacen pero también me cuestiono que esto pueda significar desorden, desarticulación y hasta corrupción. Creo en la labor que hacen las ONG y estoy convencido de que todos individual y empresarialmente debemos apoyarlas.

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