Desmovilizar al ELN, uno de los principales retos de la paz total del Gobierno Petro

Uno de los principales retos del Gobierno del presidente Gustavo Petro en materia de ‘paz total’ será llevar a la desmovilización del ELN, una de las últimas guerrillas que quedan en el mundo.

Es un desafío complejo, no solo por el nivel de radicalización de sus jefes, sino también porque se trata de un grupo descentralizado que se ha fortalecido militarmente en los últimos años y porque ha migrado hasta convertirse en una guerrilla binacional, con amplia presencia en Venezuela.

De las primeras declaraciones de alias ‘Antonio García’, quien tuvo ayer su primer acto como máximo cabecilla del ELN tras la jubilación de ‘Gabino’, quedan muchas dudas, que ojalá se logren esclarecer con el avance de la negociación:

‘Antonio García’ no considera que sea un problema que el ELN sea un grupo armado, pero además cuando se le preguntó por el momento del desarme, habló también de una posible corresponsabilidad del Estado.

Además, el máximo cabecilla del ELN dejó claro que ese grupo no aceptará el acuerdo de paz con las Farc como punto de partida para sus negociaciones con el gobierno del presidente Petro, lo que deja preguntas sobre cuáles serán las pretensiones de esa guerrilla por ejemplo, en materia de justicia, ya que no les sirve la JEP.

Hay ventajas en esta oportunidad de negociación y es que hay coincidencia entre algunos ideales que ha defendido el ELN y el plan de gobierno del presidente Gustavo Petro, primer presidente de izquierda que llega a la Casa de Nariño. Eso, en teoría, debería llevar a un mayor entendimiento en la mesa de negociaciones.

No hay claridad todavía sobre el mecanismo de verificación del cese del fuego, en caso de que se llegue a un acuerdo en ese sentido, sin embargo, se sabe que tanto la ONU como la Iglesia Católica, que ayer estuvieron presentes en el acto en Caracas, están listos para prestar sus servicios a esa tarea.

Sobre el fondo de la negociación, no se conoce todavía la metodología, ni el equipo de paz del gobierno y sobre todo, no se sabe cuáles serán las líneas rojas que debería trazar el presidente Gustavo Petro.