Decálogo de acciones para dejar de un lado todo prejuicio: reflexión de Alberto Linero

La condena de 17 meses de cárcel a la señora Fabiola Rubiano, la mujer que le dijo “simio” a la vicepresidenta Francia Márquez, tiene que ser una oportunidad para que le permita a cada ciudadano asumir una actitud de respeto por el otro, entender que creerse bueno debe notarse en comportamientos bondadosos y que ninguna diferencia será razón suficiente para pisotear la dignidad del otro.

Pero eso será una bella expresión si no hay un proceso de transformación interior que se expresa en un cambio de paradigma mental y un lenguaje crítico, constructivo y respetuoso. Por eso hoy quiero plantear un decálogo de acciones para dejar todo prejuicio:

1. Evitar que la soberbia te haga superar tus emociones de inferioridad con actitudes y palabras de desprecio por el otro.

2. Descubrir las características particulares de las personas esforzándote por sin generalizar y sacar conclusiones a priori.

3. Dejar a un lado esas expresiones que camuflan tu discriminación : “tengo amigos negros, no soy homofóbico, pero…”

4. Ser empático.

5. Asumir tus propias limitaciones y defectos. Sé humilde.

6. Cuestionar esas expresiones a través de las cuales se manifiesta tu dogmatismo.

7. Reconoce la riqueza de las diferencias.

8. Sal de tu zona de confort.

9. Amplía tu mirada con lecturas que te reten a comprender las diferencias.

10. Viaja y reconoce el mundo de los otros.

Se trata de ser críticos, pero respetuoso, claros pero amables, justos pero misericordiosos, libres pero responsables.

Capaz de señalar los errores, pero desde una valoración de las cualidades que los otros tienen. Para ello se requiere tener una autoestima sólida que permita saber que las capacidades de los demás no son verdaderas amenazas para nuestra realización personal. Tratar bien es una obligación para los buenos seres humanos.