Rubem Fonseca insistía en que la realidad es más creativa que la ficción, porque no tiene el límite de lo inverosímil. Eso queda demostrado cotidianamente con acontecimientos que no hubiéramos imaginado que podrían suceder. Por eso, una actitud sana ante la realidad es estar abierto a dejarse sorprender por ella; siempre hay la posibilidad de la fantasía en la vida.
Eso experimenté ayer en el partido de fútbol de la Champions Ligue entre el Sheriff, un equipo fundado en 1.997 y que representa a Transnistria, un país que declaró su independencia en 1990 y que no es reconocido internacionalmente, en el cual juegan los colombianos Hansel Zapata, Frank Castañeda y Danilo Arboleda, contra el poderoso Real Madrid, ganador 13 veces de Champions y que jugó de local.
El debate estaba, por supuesto, en el triunfo avasallador del equipo español, que es superior en todos los ítems al equipo contrario, pero volvió a suceder: la realidad nos sorprendió y el Sheriff derrotó dos goles por uno al equipo blanco. Claro, las redes estallaron de memes burlándose del equipo de Carlo Ancelotti, pero a mí me quedan de nuevo lecciones de vida para resaltar:
- Tenemos que enfrentar la realidad, previendo su rebelde libertad al dominio de la lógica, porque muchas veces gambetea lo que hemos preconcebido y nos lleva a la repentización como manera de adaptarnos, lo cual implica una preparación especial.
- No hincar rodilla en señal de derrota sin dejar la última gota de esfuerzo, porque es este el que nos puede posibilitar alcanzar los objetivos que tenemos. Nosotros, los colombianos, que estamos acostumbrados a resignarnos con las pocas posibilidades que tenemos para la realización de nuestros proyectos y nos damos por vencidos antes de intentarlo, debemos tenerlo claro.
- La complejidad de la condición humana, que es capaz de correr por caminos aparentemente ilógicos, pero posibles, verdaderos, legítimos y válidos. Tal vez, esto es lo que nos enseñan las fabulas de la liebre y la tortuga o la epopeya de David y Goliat.
A mí me gusta mucho que pierda el Real Madrid y disfruté también ‘mamándole gallo’ a sus hinchas, pero lo mejor, son las lecciones que quedaron.
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Escuche la opinión de Alberto Linero en el audio adjunto:
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