
"Daniela Álvarez es ejemplo de valentía de mostrarnos tal cual somos": reflexión de Linero
Ella nos enseña que la verdadera fortaleza no está en pretender que nunca nos rompemos, sino en tener la valentía de mostrarnos tal cual somos.

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Hoy sigo pensando en una de mis vivencias más auténticas del pasado Carnaval de Barranquilla : en medio de la música, los abrazos con viejos amigos con quienes hacía tiempo no compartía, y las típicas mamaderas de gallo del Caribe, me encuentro inesperadamente con Daniela Álvarez, alguien a quien siempre he admirado. Voy, la saludo con afecto y al regresar le digo a Alcy que Daniela encarna exactamente lo que estoy tratando de explicar en mi próximo libro, el que presentaré en la Feria del Libro de Bogotá: “romperme fue solo un comienzo”.
Daniela es una mujer valiente, que después de afrontar una situación difícil, encontró en ella no solo fortaleza, sino también motivos renovados para seguir aportando algo valioso al mundo .
Mientras la veo bailar en medio de la fiesta, alegre, genuina y sin esperar la lástima o la condescendencia de nadie, comprendo lo profundamente revolucionario que es aceptar nuestras heridas, no para lucirlas con victimismo, sino para bailar con ellas desde la libertad más auténtica. Creo que Daniela no quiere compasión; quiere complicidad, respeto y risas sinceras. Ella nos enseña que la verdadera fortaleza no está en pretender que nunca nos rompemos, sino en tener la valentía de mostrarnos tal cual somos , a veces incompletos, muchas veces limitados, pero siempre profundamente vivos.
Esa escena me lleva a reflexionar en cuántos de nosotros vivimos esclavos del miedo al rechazo o al fracaso, ocultando nuestras cicatrices como si fueran vergonzosas, cuando en realidad son testimonio de nuestra capacidad para sanar y reconstruirnos.
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En medio del carnaval, con sus ritmos alegres y su caos hermoso, la vida nos recuerda que es en la aceptación de lo que somos, -frágiles y fuertes al mismo tiempo-, donde reside nuestra mayor fuente de felicidad y significado.
Daniela baila desde su cuerpo perfectamente imperfecto , aunque le falte una parte de su pierna, y precisamente por eso, su baile adquiere una belleza especial, una belleza que se nutre de su valentía.
Pienso entonces en todos aquellos que aún buscan aprobación mendigando atención y cariño, creyendo que solo la perfección o la lástima pueden hacerlos visibles. Pero Daniela baila desde otro lugar, desde la seguridad profunda que solo brinda haber estado rota emocionalmente frente a una adversidad que le cambió la vida, pero luego haberse levantado y haber elegido seguir viviendo plenamente. Es allí, en ese acto de valentía cotidiana, donde reside la clave de una existencia plena.
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