A seis semanas del receso legislativo, siguen “empantanadas” en el Congreso, las reformas sociales que representan la “columna vertebral” del paquete de cambios propuestos por el gobierno del presidente Gustavo Petro.
Este martes está previsto que se retome la discusión de la reforma a la salud en la plenaria de laCámara de Representantes, que ni siquiera ha cumplido la totalidad del segundo de cuatro debates en el Congreso para convertirse en ley, con más inquietudes que certezas.
A pesar del apoyo de algunos congresistas del Partido de la U y del Partido Liberal en la plenaria de la Cámara, en medio de rumores sobre posible entrega de burocracia a cambio de votos favorables, la reforma a la salud propuesta por el Presidente Petro está en riesgo de fracasar en el Senado, en donde todavía le faltan dos debates, porque definitivamente el gobierno no está buscando consensos con los partidos políticos independientes y opositores.
En ese punto, es clave recordar que el gobierno del presidente Gustavo Petro pareciera haber abandonado la idea de reconfigurar una coalición sólida que le permita sacar adelante sus reformas en el Congreso y aprovechando las recientes elecciones regionales, todo indica que lo que busca es profundizar la cohesión de los partidos y movimientos políticos de izquierda en lo que él llama el Gran Frente Amplio, con el que confía sacar adelante las reformas en el Congreso, sumándole de nuevo un ingrediente controvertido pero con un éxito incierto, como es el llamado a la “movilización popular” para presionar el trámite de esas reformas, movilizaciones que en otras oportunidades recientes han sido lánguidas.
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Resulta llamativo que el presidente Gustavo Petro insista en enviar un mensaje de polarización y de confrontación contra los medios de comunicación, acusándolos de ser simples voceros de los intereses económicos de sus dueños, a una semana de un acto que se realizará en Cartagena, con la presencia de los principales líderes empresariales del país, en el que se protocolizaría su respaldo a lo que el Gobierno llama “Acuerdo Nacional”.
En ese turbulento escenario, en el que no pareciera haber ambiente en el Congreso para las reformas del Gobierno, falta mencionar dos que son clave y para las que también está corriendo el tiempo en el Congreso: la reforma laboral y la reforma pensional.
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Ante este panorama y teniendo en cuenta que el tiempo corre y ya se ha cumplido casi una tercera parte del mandato de Gustavo Petro, desde diferentes sectores del espectro político le están pidiendo que envíe un mensaje conciliador y trabaje sin favoritismos con los nuevos alcaldes y gobernadores, para enfrentar grandes desafíos como el avance de la inseguridad urbana en Colombia. El balón está en la cancha del presidente.