
Sigue siendo crítica la situación de orden público en varias regiones del país, como consecuencia de los graves problemas que viene afrontando la política de paz total del presidente Gustavo Petro.
La explosión esta madrugada de un carro bomba en el corregimiento de El Plateado , en Argelia, Cauca, que causó heridas a varias personas, nos recuerda que la guerra en el suroccidente del país sigue latente, con una ofensiva de la Fuerza Pública en el Cañón del Micay contra las disidencias de alias 'Iván Mordisco'.
Ese atentado terrorista pareciera una retaliación por la muerte en las últimas horas de dos de los cabecillas de ese grupo criminal, alias 'Mocho' y alias 'Paisa', mientras intentaban cometer un acto violento en las últimas horas en esa misma zona.
En Antioquia también hay centenares de desplazados por la guerra que desde hace varias semanas se libra en el norte del departamento, entre el Clan del Golfo, las disidencias de las Farc y el ELN, situación similar a la que se presenta en Córdoba y en el sur de Bolívar.
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Mientras tanto, en el Catatumbo no cesa la violencia: ya son 48 mil personas desplazadas por la violencia y cerca de 100 personas asesinadas en menos de dos semanas: en las últimas horas fueron encontrados los cuerpos de 13 guerrilleros de las disidencias del frente 33 de las Farc.
Por eso, a pesar de la urgencia que tiene la catástrofe humanitaria en el Catatumbo, el gobierno del presidente Gustavo Petro sigue sin revelar los decretos que desarrollen en la práctica la declaratoria de conmoción interior, que en teoría busca recaudar nuevos impuestos y reforzar las operaciones militares para recuperar el control en la zona.
Hablando de conmoción interior, hoy pasan al tablero los ministros de Defensa, de Hacienda y del Interior en el Senado de la República, que hoy regresa a sesionar, precisamente para comenzar el análisis del estado de excepción activado por el Gobierno para afrontar la crisis del Catatumbo.