Crece la preocupación por la brutal, feroz y voraz carestía que, según el daño de inflación anual a septiembre, fue del 11.44%, la más alta en los últimos 23 años, jalonada, por alimentos y bebidas, los dos reyes indestronables del aumento en el costo de vida, devorándose al aumento del salario mínimo en los primeros nueve meses del año con brutales impactos para 50 millones de colombianos, pero particularmente, para el bolsillo de los habitantes de Cúcuta, Armenia, Ibagué y Popayán, las ciudades del país donde más han subido los precios en el último año.
Inflación, que se ha convertido en Florero de Llorente, de un particular rifirrafe entre el presidente y el Banco de la República, sacando a la carestía de la arena estrictamente económica y arrojándola al mar turbulento de la política. Aguas turbias que ayer vivieron un inusual episodio luego de que el presidente Petro arremetiera contra las medidas del banco para frenar el costo de vida como la de subir las tasas de interés, lo que según el presidente, va en contra del crecimiento económico y por ello, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, habría votado en contra del incremento de las mismas.
Petro añadió que la intención real de subir los intereses internos, es evitar la salida de capitales por el ascenso de la tasa de interés en los Estados Unidos, por lo que dijo que se podía evitar con un impuesto transitorio de remesas a capitales golondrinas.
Arremetida del presidente Petro en contra del Banco de la República, cuya Junta Directiva no tardó en reaccionar al ataque presidencial y en un hilo en Twitter explicó los motivos que llevaron a la junta del emisor a aumentar las tasas de interés de intervención, en un punto completo en su última reunión de septiembre, elevándola de nuevo al 10%.
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Motivos entre los que están el elevado crecimiento del consumo de los hogares, los incrementos de las tasas de interés externas y la volatilidad de los mercados financieros internacionales, y aunque Petro dijo que su ministro José Antonio Ocampo se opuso al aumento de las tasas el Banco de la República, refutó esa afirmación, ya que la decisión subirlas fue unánime, es decir, que Ocampo también avaló la medida, contrario a lo que dijo el presidente.
No obstante, era partidario de un momento de 50 puntos básicos y no decían cómo terminó corriendo.
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