Ella ha decido entender que una de las razones de ser de su vida es ayudar a los niños y adolescentes víctimas de violencia, trata y explotación sexual; ha escuchado las historias más tristes de dolor y desesperanza de estos seres humanos vulnerables que buscan un refugio, un espacio en donde encontrar alguna seguridad que les permita restablecer su estructura emocional y tratar de realizar su proyecto de vida.
Por eso, ella tiene una casa hogar, la fundación Renacer, un equipo de profesionales de la psicología, de trabajo social y de la salud, para ayudar a todos estos niños y niñas que requieren apoyo. Estoy hablando de Mayerlín Vergara Pérez, que este lunes a las 11:00 de la mañana recibirá el Premio Nansen para refugiados, de ACNUR 2020, que fue establecido por las naciones unidas en 1954 para honrar a individuos, grupos y organizaciones que van más allá del llamado del deber para proteger a las personas refugiadas, desplazadas y apátridas.
Maye, como la llaman, vive y trabaja en Riohacha, cerca de la frontera noreste de nuestro país con Venezuela, allí dirige un centro de rehabilitación para decenas de niños, niñas y adolescentes sobrevivientes de violencia sexual, trata y explotación. Sabemos que por todo el flujo migratorio desde Venezuela, esta área ha experimentado un aumento en la explotación sexual de jóvenes, incluidos refugiados y migrantes que huyen de la actual crisis política, de derechos humanos y socioeconómica del vecino país. De hecho, en todo el territorio colombiano son muchos los casos de abuso contra menores, según el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, entre enero y Mayo del 2020 se realizaron 6.479 exámenes médicos legales a menores por presunto delito sexual.
Conocer su historia no sólo nos hace sentir orgullosos de colombianos que entienden sus vidas desde el servicio y la solidaridad con los menos favorecidos, sino que nos inspira a ayudar a que este tipo de proyectos puedan mantenerse y crezcan para que se pueda ayudar a muchas personas.
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He estado cerca del trabajo que hace ACNUR para proteger a las personas que se ven obligadas a huir de sus hogares, incluidas las víctimas reales o potenciales de la trata de personas. Conozco cómo brindan alojamiento de emergencia, alimentos, medicinas, agua potable y atención psicosocial a las personas desplazadas cuando abandonan sus hogares.
Ojalá todos podamos tener esos sentimientos en favor de los necesitados y colaboremos con estas organizaciones que les brindan mejores posibilidades.
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Escuche la reflexión y la opinión de Alberto Linero en Mañanas BLU: