Es un pretexto válido usar como excusa el fin del año para ponerle punto final a experiencias, proyectos y relaciones que por distintas circunstancias son muy improbables de realizar. O por el contrario, diseñar planes emocionantes para aquellos vínculos, propósitos y empresas que nos hacen soñar y vibrar.
Hay que saber soltar para poderse renovar y hay que desear para poder crecer. Te propongo que me acompañes en estos últimos editoriales del año; que los dediquemos a encontrar claves para ir cerrando este año 2021 y forjando 2022.
Te presento el evaluar como el primer paso de este proceso. Es decir, revisar uno a uno los proyectos, las relaciones afectivas, las experiencias laborales y la manera como estamos llevando la vida. Se trata de hacerlo del modo más objetivo posible. Mi invitación hoy es a dejar de lado las emociones y tasar cómo van estas áreas de nuestra existencia a partir de datos e indicadores claros. No basta con decir estoy bien o mal, es necesario revisar hacia dónde vamos, cómo estamos en términos concretos y qué está funcionando y qué no.
Evaluar no es acumular sentimientos de culpa por los errores cometidos ni creer que usando el dedo índice de señalar culpables se solucionan los problemas. Evaluar nos constata que algunas dimensiones de nuestra vida necesitan cambios, opciones, énfasis ya sea para dejarlas o para renovar nuestras ganas de lograrlo.
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Puntualizar en lo productivo, realizador y feliz que estamos viviendo, así como lo que nos ocasiona dolor, sufrimiento constante y errores. Es perentorio entender las causas de los dos fenómenos entendiendo por qué se producen de esa manera. Los motivos de todo lo bueno que estamos viviendo para potencializarlo y de lo malo, para tratar de trabajar en ello mejorando y cambiando lo necesario.
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Estoy seguro de que tu evaluación global será positiva, que hay muchas grandes experiencias y que eres una persona con futuro y posibilidades las cuales puedes realizar tú mismo si eres capaz de encontrar dónde estás fallando y las vías de mejora.
Evaluemos responsabilizándonos de la vida sin complejos, ni miedos, sabiendo que el destino está en nuestras manos y que podemos hacer que sea el mejor posible.
Escuche la reflexión de Alberto Linero en Mañanas BLU: