Una de las preocupaciones de los padres de familia y de los educadores, es el tema de la educación sexual de los niños y jóvenes . Durante mucho tiempo, subordinados por una moral que desprecia el cuerpo y ve con sospecha el placer, se creyó que lo mejor era cercenar esa dimensión del proceso de enseñanza-aprendizaje. Luego se entendió que era necesario y fundamental un reconocimiento de la sexualidad como un dato humano que se requiere articular con todo el proyecto de vida para que se pueda ser feliz.
La pregunta siempre ha sido cuál es la mejor metodología para educar sobre este tema, una que genere seres humanos que desempeñen y vivan sanamente su sexualidad. En este contexto, me encontré con el resultado de la investigación que realizaron desde “el proyecto Placer” y el Departamento de Salud Sexual y Reproductiva e Investigación de la Organización Mundial de la Salud , en el cual analizaron 33 intervenciones de salud sexual llevadas a cabo entre 2005 y 2020 en distintos países del mundo.
Ellos encontraron en su investigación que se hace necesario tener presente el placer y el deseo en los procesos educativos y no centrarse solamente en la prevención de enfermedades: “El placer se ha pasado por alto y se ha estigmatizado en la promoción de la salud y la educación sexual, a pesar de su evidente conexión con la salud y el bienestar sexua l” cierro cita.
Es que la vida no se puede vivir desde el miedo, desde los fracasos y los errores, sino que es necesario entender que lo que más motiva al ser humano es el placer, el bienestar, y la felicidad. No podemos educar desde el “no”, sino desde el argumento, la comprensión de las dinámicas fundamentales de la vida, desde la responsabilidad y la realización de los sueños y deseos que se tienen.
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Es necesario romper esos paradigmas que desprecian el placer y suponen que la felicidad es resultado de no-vivir como consecuencia de la culpa, y hacer del dolor y el sacrificio el tótem ante el cual se tiene que existir arrodillado.
Asumir con serenidad y tranquilidad la educación sexual es fundamental para formar personas sanas y felices.
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