Me contó mi mamá que cuando fui bebé, me amantó durante un año. Era su primer hijo y estaba concentrada en que mi desarrollo fuera el mejor. Eran épocas en las que ese era el alimento fundamental en la crianza de un recién nacido. Tengo que agradecerle, porque como Manfred Max Neef, creo que la lactancia materna es un satisfactor sinérgico, en cuánto llena varias necesidades fundamentales, ya que no sólo satisface la subsistencia sino también la protección, el afecto y la identidad.
Por eso celebro que el Gobierno busque incentivar el teletrabajo para impulsar la lactancia materna hasta los dos años de vida. Porque estoy seguro de que todo lo que permita impulsar este tipo de alimentación, es necesario. Sin duda tenemos que acabar algunos mitos sobre ella; por ejemplo, Unicef recuerda que no es cierto que se debe separar al recién nacido de su madre para que ella descanse, o que ellas solo puedan comer cosas sencillas; que el ejercicio afecta el sabor de la leche o que las mamás no pueden amamantar si no lo hacen de inmediato.
Se requiere tenerinformación idónea y planteada por los profesionales de la salud, más exactamente por los pediatras, que son aquellos que conocen a profundidad el proceso de desarrollo de los niños.
También hay que decir que, en relación con la manera como el teletrabajo influye, hay que tener presente que en Colombia en este momento la madre tiene que volver de su licencia a las 18 semanas, edad en la que los pequeños no pueden todavía comer todos los alimentos sólidos y por eso requieren de sus madres para que acompañen ese proceso tan importante para los menores.
Publicidad
Según las cifras, por lo menos en Bogotá, en el 2021, tiempo en el que aún el teletrabajo era casi una necesidad por la pandemia, el 69% de los menores de seis meses, recibían exclusivamente lactancia materna, una cifra que es más alta que el promedio. Así que el que ellas puedan estar en casa, da la oportunidad de que los niños no tengan que truncar su desarrollo.
Publicidad