La barbarie de la guerra en el Catatumbo
y en el Cauca no le ha permitido a la opinión pública en Colombia, dimensionar la tragedia humanitaria que también se vive en el departamento de Arauca.
En las últimas horas, el ELN se atribuyó el secuestro de cinco ganaderos que completan casi una semana desaparecidos en Puerto Rondón, en límites entre Arauca y Casanare, a quienes acusa de ser colaboradores de las disidencias de las Farc
, al mando de alias Medina y alias Pescado.
Este episodio criminal refleja la agudización del conflicto en el oriente del país en las últimas dos semanas, en donde se vive una guerra entre por lo menos tres grupos criminales: el ELN, las disidencias de las Farc cuyo máximo cabecilla es alias 'Iván Mordisco' y una facción de la Segunda Marquetalia que se disputan el territorio, los negocios ilegales y la ruta para el transporte de droga y armas rumbo a Venezuela.
Desde diferentes organizaciones humanitarias denuncian la degradación del conflicto en Arauca, situación plasmada en el uso de francotiradores para aterrorizar a la población civil y para matar a los integrantes de la Fuerza Pública, el reclutamiento de niños en los colegios y la creciente presencia de cadáveres abandonados en campos y carreteras.
Pero a pesar de que la situación de violencia se agudizó en las últimas dos semanas en Arauca, el agravamiento del conflicto cumple ya varios años, incluso, según fuentes humanitarias, el número de personas desaparecidas forzosamente en el departamento entre 2024 y lo corrido de 2025, sobrepasa las 100.
Ante ese panorama tan complicado, el país no puede olvidar a Arauca, que adicionalmente ha sido uno de los fortines de los delincuentes del ELN, que ya notificaron que no firmarán la paz con Gustavo Petro y que según dijo el jefe de Estado, están en fase de preparar una nueva arremetida violenta.