
Aprender a escuchar y saber cuando callar: reflexión de Linero
A nosotros, en nuestra sociedad, nos hace falta aprender a hacer silencio. Creo que diríamos menos frases vacías, dañinas, ofensivas.

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Desde niño hablo mucho. Me es fácil tener palabras en la boca para tratar de comunicar lo que estoy sintiendo y viviendo. Eso me hace decir a veces lo que no es prudente o simplemente no tiene el efecto que esperaba; por eso, en la medida en que voy volviéndome mayor, he tratado de aprender a ser silencio, a entender que no todo espacio tiene que ser llenado por sonidos. Estoy seguro de que en estos días, a nosotros, en nuestra sociedad, nos hace falta aprender a hacer silencio . Creo que diríamos menos frases vacías, dañinas, ofensivas.
Pero hacer silencio no es solo callar: es un acto consciente de escucha, de respeto y de reflexión. No se trata de renunciar a la voz, sino de usarla mejor.
Desde mi experiencia hay tres beneficios de hacer silencio:
Te invito a valorar el poder del silencio. Tal vez no siempre sea necesario decir algo, pero siempre es importante escuchar, pensar y sentir en profundidad. Ahí, en el silencio, puede estar la clave para comunicarnos mejor y vivir con más sabiduría.
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