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Apertura de frontera con Venezuela: más allá de la política

A partir de ahora se normalizará de manera paulatina la situación para cerca de tres millones de personas que viven cerca de la frontera entre Colombia y Venezuela, entre Norte de Santander y el Estado Táchira.

Ricardo Ospina / Foto: BLU Radio
BLU Radio. Ricardo Ospina / Foto: BLU Radio

Las tensiones políticas y diplomáticas entre Bogotá y Caracas habían ocasionado problemas serios a los habitantes de la frontera desde el año 2015 y se habían agudizado con la llegada del presidente Iván Duque a la Casa de Nariño en el 2018.

Luego de un trabajo silencioso de funcionarios de la gobernación de Norte de Santander que se propusieron como meta la estabilización de la frontera avanzando en mesas de trabajo con autoridades locales de Venezuela, finalmente el régimen de Nicolás Maduro retiró los contenedores cargados de escombros que mantenían bloqueado el paso por los puentes fronterizos desde febrero de 2019, cuando la oposición venezolana intentó ingresar a territorio de ese país con decenas de camiones cargados con alimentos.

Colombia había dado el primer paso en junio de este año, cuando reactivó de manera unilateral los pasos terrestres y fluviales entre los dos países, por motivos humanitarios y para promover la reactivación económica, decisión que fue rechazada por el régimen de Maduro.

Finalmente, cuatro meses después, las autoridades venezolanas decidieron la normalización paulatina del paso entre los dos países y el restablecimiento de las relaciones comerciales con el Estado Táchira, prácticamente inexistentes desde el 2015.

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El telón de fondo de la decisión venezolana es la necesidad de encontrar salidas a la crisis económica y humanitaria de los habitantes de la frontera, quienes tienen en la práctica su economía funcionando en pesos colombianos en el Estado Táchira.

Pero adicionalmente, hoy, millones de personas colombianas y venezolanas que en la práctica no tienen distinción alguna en la frontera, porque incluso son familias binacionales, son víctimas de las redes delincuenciales que controlan el paso por las trochas por medio de extorsiones, cada paso diario cuesta 15 mil pesos, además de muchos otros delitos, incluyendo violaciones a mujeres y desapariciones forzosas.

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Hay un elemento clave en esta reapertura de fronteras que tiene que ver con el tema comercial, puesto que, a partir de ahora, debería permitirse el paso de camiones con mercancía, lo que significa un elemento fundamental para los dos países: las empresas colombianas podrán vender de manera legal sus productos en el mercado venezolano, que hoy en la práctica está inundado por esos elementos

El presidente Iván Duque anunció ayer que la reapertura se adelantara de forma paulatina y ordenada y en principio se verificará la condición actual de los puentes, antes de dar vía libre a los vehículos de carga, además de que habrá controles estrictos del ICA, de Migración Colombia y del Ministerio de Salud, para garantizar las medidas de bioseguridad.

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