Desde niño hablo mucho. Me es fácil tener palabras en la boca para tratar de comunicar lo que estoy sintiendo y viviendo. Eso me hace decir a veces lo que no es prudente o simplemente no tiene el efecto que esperaba; por eso, en la medida en que voy volviéndome mayor, he tratado de aprender a ser silencio, a entender que no todo espacio tiene que ser llenado por sonidos. Estoy seguro de que en estos días, a nosotros, en nuestra sociedad, nos hace falta aprender a hacer silencio. Creo que diríamos menos frases vacías, dañinas, ofensivas.Pero hacer silencio no es solo callar: es un acto consciente de escucha, de respeto y de reflexión. No se trata de renunciar a la voz, sino de usarla mejor. Desde mi experiencia hay tres beneficios de hacer silencio:Nos ayuda a escuchar de verdad: muchas veces, mientras alguien habla, en lugar de escuchar estamos pensando en lo que vamos a responder. Pero cuando hacemos silencio, aprendemos a escuchar con atención y empatía. Nos abrimos a comprender al otro en profundidad, sin la necesidad inmediata de reaccionar. Esto fortalece nuestras relaciones y nos permite conectar de manera más auténtica.Nos permite reflexionar antes de hablar: el silencio nos da la oportunidad de procesar lo que sentimos y pensamos antes de expresarlo. Así evitamos palabras impulsivas que pueden herir, confundir o perder su verdadero propósito. Decir menos, pero con más sentido, es una habilidad que nos hace más sabios y prudentes.Nos da paz interior: en un mundo ruidoso, donde hay voces y opiniones en todas partes, el silencio es un refugio. Nos permite mirar hacia dentro, encontrar claridad y recargar energías. El silencio bien aprovechado no es vacío, es plenitud, nos ayuda a calmar la mente y a tomar mejores decisiones.Te invito a valorar el poder del silencio. Tal vez no siempre sea necesario decir algo, pero siempre es importante escuchar, pensar y sentir en profundidad. Ahí, en el silencio, puede estar la clave para comunicarnos mejor y vivir con más sabiduría.
Henos aquí en los tiempos en que la polarización política se ha convertido en un espectáculo constante. Nos bombardean con discursos simplistas, nos dividen en bandos irreconciliables y nos manipulan con emociones intensas para que reaccionemos sin pensar. La política, que debería ser un ejercicio de construcción colectiva, se ha vuelto un campo de batalla donde importa más destruir al otro que construir soluciones reales, insultar de la peor manera que dialogar.A lo largo de mi vida, he visto cómo esta manipulación funciona. Se nos presentan narrativas reduccionistas: “Si no estás conmigo, estás contra mí”; “los buenos contra los malos”; “nosotros o ellos”. Nos invitan a consumir información superficial, a compartir eslóganes vacíos y a reaccionar con furia en redes sociales, en lugar de detenernos a pensar con profundidad. Pero la vida no es blanco o negro; la realidad es compleja, y si queremos una sociedad mejor, necesitamos escapar de esta trampa.¿Cómo nos defendemos de la manipulación política? Aquí te comparto tres claves que me han servido:Pensar antes de reaccionar: no permitas que te usen como un peón en un juego de intereses. Antes de compartir una noticia o reaccionar con enojo, pregúntate: ¿Quién se beneficia de esta información?, ¿hay otra perspectiva que no estoy viendo?, ¿esto aporta algo al diálogo o solo genera más división?.Buscar información más allá de las redes: la política manipuladora se alimenta de la desinformación. No te conformes con titulares llamativos o con lo que dice tu círculo más cercano. Lee, compara fuentes, escucha a personas con opiniones distintas a la tuya. El pensamiento crítico es nuestra mejor defensa contra la manipulación.No dejarse arrastrar por el miedo o el odio: los discursos políticos extremistas suelen alimentarse de estas emociones. Nos quieren asustados o indignados porque así somos más fáciles de controlar. Pero la política no debería basarse en el miedo, sino en la esperanza, en la construcción de un futuro mejor para todos.Se trata de pensar críticamente, de construir desde nuestros propios valores. Por eso no permitas que nadie te use como herramienta de odio. La verdadera fuerza de una sociedad no está en la división, sino en la capacidad de dialogar y buscar juntos caminos de cambio y desarrollo.
Hoy sigo pensando en una de mis vivencias más auténticas del pasado Carnaval de Barranquilla: en medio de la música, los abrazos con viejos amigos con quienes hacía tiempo no compartía, y las típicas mamaderas de gallo del Caribe, me encuentro inesperadamente con Daniela Álvarez, alguien a quien siempre he admirado. Voy, la saludo con afecto y al regresar le digo a Alcy que Daniela encarna exactamente lo que estoy tratando de explicar en mi próximo libro, el que presentaré en la Feria del Libro de Bogotá: “romperme fue solo un comienzo”. Daniela es una mujer valiente, que después de afrontar una situación difícil, encontró en ella no solo fortaleza, sino también motivos renovados para seguir aportando algo valioso al mundo.Mientras la veo bailar en medio de la fiesta, alegre, genuina y sin esperar la lástima o la condescendencia de nadie, comprendo lo profundamente revolucionario que es aceptar nuestras heridas, no para lucirlas con victimismo, sino para bailar con ellas desde la libertad más auténtica. Creo que Daniela no quiere compasión; quiere complicidad, respeto y risas sinceras. Ella nos enseña que la verdadera fortaleza no está en pretender que nunca nos rompemos, sino en tener la valentía de mostrarnos tal cual somos, a veces incompletos, muchas veces limitados, pero siempre profundamente vivos.Esa escena me lleva a reflexionar en cuántos de nosotros vivimos esclavos del miedo al rechazo o al fracaso, ocultando nuestras cicatrices como si fueran vergonzosas, cuando en realidad son testimonio de nuestra capacidad para sanar y reconstruirnos. En medio del carnaval, con sus ritmos alegres y su caos hermoso, la vida nos recuerda que es en la aceptación de lo que somos, -frágiles y fuertes al mismo tiempo-, donde reside nuestra mayor fuente de felicidad y significado.Daniela baila desde su cuerpo perfectamente imperfecto, aunque le falte una parte de su pierna, y precisamente por eso, su baile adquiere una belleza especial, una belleza que se nutre de su valentía. Pienso entonces en todos aquellos que aún buscan aprobación mendigando atención y cariño, creyendo que solo la perfección o la lástima pueden hacerlos visibles. Pero Daniela baila desde otro lugar, desde la seguridad profunda que solo brinda haber estado rota emocionalmente frente a una adversidad que le cambió la vida, pero luego haberse levantado y haber elegido seguir viviendo plenamente. Es allí, en ese acto de valentía cotidiana, donde reside la clave de una existencia plena.
He conocido muchos líderes en mi vida, algunos han sido fuente de inspiración, guías que han sabido sacar lo mejor de los demás. Otros en cambio, han convertido su liderazgo en un pedestal, creyendo que su poder los hace superiores y que su papel es recibir, no entregar. Pero con el tiempo he entendido algo esencial: un verdadero líder no es el que manda, sino el que sirve; no es el que se impone, sino el que inspira; no es el que acumula, sino el que comparte.La grandeza de un líder no se mide por su éxito personal, sino por su capacidad de hacer crecer a los que están a su alrededor. No se trata de acaparar el reconocimiento, sino de tener la generosidad de construir caminos para que otros también brillen.El problema es que, muchas veces, el liderazgo se convierte en una lucha de egos. Se olvida que el poder es una responsabilidad, no un privilegio, que quien lidera está llamado a pensar más en su equipo que en sí mismo, a empoderar en lugar de controlar, a inspirar en lugar de imponer.Un líder con grandeza no tiene miedo de rodearse de gente talentosa, no necesita demostrar que es el más fuerte, ni vive comparándose con los demás. Por el contrario, comprende que su labor es hacer que cada persona alcance su mejor versión, que su trabajo no es ser el centro, sino ser un facilitador del crecimiento colectivo.Y aquí es donde entra la generosidad, porque el liderazgo no es un título, es un acto de entrega. Se necesita generosidad para escuchar, para dar oportunidades, para corregir sin humillar, para confiar en los otros y dejarlos brillar. No es grande quien solo piensa en su propio beneficio, sino quien es capaz de mirar más allá de sí mismo y trabajar por un propósito mayor.Lo que más necesitamos en este momento de la vida es líderes con grandeza y generosidad, personas que entiendan que su misión no es tener seguidores, sino formar nuevos líderes, que su éxito no es acumular poder, sino transformar vidas. Porque solo así, con liderazgo auténtico, podemos construir un mundo más justo, más humano y más esperanzador.
En sus más de 70 años de historia, Atlético Nacional ha contado con futbolistas de alto nivel y ha aportado grandes nombres en la historia de la Selección Colombia, sean activos o con pasado con la 'casaca' verdolaga. Pero en la actualidad dos se destacan en el equipo: Davinson Sánchez y Daniel Muñoz, que se volvieron esas piezas claves de Néstor Lorenzo.Pero ambos pasaron por Atlético Nacional y, pese a hacerlo en años diferentes, ambos fueron dirigidos por Juan Carlos Osorio, histórico técnico de la institución, quien fue el encargado de ponerlos a debutar en el estadio Atanasio Girardot; en diálogo con Blog Deportivo, el entrenador aseguró que "no le sorprende" el gran nivel y es que por ese tipo de virtudes que funcionan en la Selección Colombia es por la que fueron llevados al cuadro verdolaga.Así fue el paso de Daniel Muñoz y Davinson Sánchez en Atlético NacionalEl técnico dijo que "no lo captaron" y su llegada se da por un análisis de oferta que convenció para ser fichado por el conjunto verdolaga para sumarse a la defensa antioqueña. Fue el entrenamiento lo que lo ayudó a potenciar como carrilero para salir desde atrás con la pelota y apoyar desde la línea de 3, como en línea de 4."Era un todo campista. En el juego aéreo era muy competente, muy sobresaliente. Eso le ayuda al momento de jugar en una defensa de 4, no solo para ser una herramienta positiva en el juego ofensiva, sino para esa pelota cruzada al segundo palo que pocos laterales la defienden. La verdad interioriza eficientemente, es decir, polifuncional, jugar de afuera hacia dentro y es capaz de hacer superioridad numérica en el tercio medio, en el carril central", explicó.Por otro lado, se ha dicho que él fue encargado de llevar a Davinson Sánchez de manera personal club y, en diálogo en Blog, aseguró que sí fue totalmente de su equipo y lo captaron en un partido en Cali. Hablaron con la madre y aceptaron viajar a Medellín y lo hicieron debutar que terminó disparando su talento en poco tiempo para volverse en figura en Atlético Nacional en Copa Libertadores y luego en Europa.
El nivel del río Cauca descendió de 9.93 metros a 9.64 metros, en el oriente de Cali, sin embargo, se mantiene la alerta naranja, ya que, si continúa lloviendo, el nivel podría dispararse y ocasionar nuevas afectaciones.Actualmente, hay 135 familias damnificadas que ya han recibido ayuda humanitaria por parte de los organismos de socorro que atienden la emergencia en cinco puntos de Cali a su paso por el afluente."El nivel del río Cauca comenzó a descender después de haber alcanzado los 9,93 metros. Entre las 5:00 de la tarde del 19 de marzo y las 9:00 de la mañana del 20 de marzo, el nivel bajó a 9,64 metros, lo que ha contribuido a una ligera disminución del impacto de inundación por contraflujo", dijo María Alexandra Pacheco, secretaria de gestión del riesgo de Cali.En total, se han identificado 135 hogares afectados, a quienes las autoridades les entregaron las ayudas humanitarias. El sector de mayores afectaciones es Playa Renaciente."La atención se ha focalizado en sectores clave, el primero el Corregimiento de Navarro con 6 hogares afectados, luego Puerto Nuevo con 15 hogares afectados, Brisas del Cauca: con 17 hogares afectados, y Playa Renaciente, el sector más afectado, con 97 hogares afectados", explicó la funcionaria.Igualmente, hay alerta en diez municipios del Valle del Cauca, donde también sus ríos han presentado crecimientos acelerados e, incluso, algunos ya se han desbordado, por lo que las atenciones se priorizan en Yumbo, Vijes, Tuluá y varios ubicados en el norte del departamento.
La Corte Constitucional rechazó dos recusaciones presentadas contra el presidente de ese alto tribunal, Jorge Enrique Ibáñez, quien está a cargo de la ponencia sobre la demanda interpuesta por la senadora Paloma Valencia contra la reforma pensional.Las recusaciones fueron presentadas por dos ciudadanos, quienes argumentaban que el magistrado Ibáñez tenía un posible conflicto de interés debido a su trayectoria política y su elección con el respaldo de sectores opositores al Gobierno actual.Sin embargo, la Corte Constitucional determinó que las solicitudes carecían de pertinencia, ya que los peticionarios no acreditaron legitimación dentro del proceso.El auto 282 de 2025, emitido por la Sala Plena, precisó que la sola presentación de una recusación no suspende los términos procesales, salvo que se determine su pertinencia y en este caso al no cumplirse los requisitos, se rechazaron las solicitudes y se reafirmó que el proceso seguirá su curso sin interrupciones.Al alto tribunal, han llegado varias recusaciones, no solo contra el magistrado Ibáñez, sino también contra la sala plena en su totalidad.El presidente de la Corte Constitucional es quien lleva la ponencia sobre la demanda de inconstitucionalidad que interpuso la senadora de oposición Paloma Valencia."Rechazar, por falta de pertinencia, las recusaciones presentadas por los señores Edwin More y William Estrada en contra del Magistrado Jorge Enrique Ibáñez Najar en el Expediente D-15.989, por las razones expuestas en la parte motiva", expresa la decisión de la Corte.Hay gran expectativa por la decisión que pueda adoptar la sala plena de la corte en tal vez una de sus decisiones más importantes de este año determinar si es o no constitucional la reforma pensional del gobierno del presidente Gustavo Petro.
La ruptura de un tubo del Acueducto de Bogotá en una zona aledaña al colegio CEDID Guillermo Cano Isaza, en la localidad de Tunjuelito en el sur de la ciudad, llevó a que las autoridades tuvieran que evacuar a los estudiantes de la institución educativa, ante la difícil emergencia."Gracias a la rápida intervención del acueducto, la red fue cerrada, el daño ha cesado y la situación está controlada. Actualmente, se realizan trabajos de drenaje en la zona”, reportó la Secretaría de Educación.Además recalcaron que si bien el colegio no resultó afectado directamente, como medida preventiva evacuaron los estudiantes de la jornada de la"De acuerdo con lo reportado por el rector, a lo estudiantes de la jornada de la tarde se les prestó el servicio de alimentación escolar - PAE y regresaron a sus casas de manera preventiva", añadieron.La situación ya fue atendida por el Acueducto de Bogotá y los estudiantes tendrán clases normales en la jornada de este viernes.
La vida de José Sebastián Cabarcas cambió radicalmente el 8 de febrero de 2024, cuando un disparo en Barrancabermeja lo dejó al borde de la muerte. Para su madre, María Alejandra Rincón, recibir la noticia fue devastador, pues los médicos en su ciudad le advirtieron que las posibilidades de que su hijo sobreviviera eran mínimas, incluso, durante su traslado a Bucaramanga.Contra todo pronóstico, Sebastián llegó con vida al Hospital Internacional de Colombia (HIC), donde se inició una batalla médica de más de ocho meses que incluyó 20 cirugías y el apoyo de un equipo multidisciplinario de especialistas.“Llegó sin signos vitales y con una grave afectación en el sistema intestinal, con perforaciones en el páncreas y el intestino delgado. Las hemorragias y fístulas que desarrolló requirieron cirugías constantes para estabilizarlo”, recuerda Jonathan Cáceres Prada, director médico del HIC.A lo largo del tratamiento, Sebastián pasó por unidades de cuidados intensivos y recibió atención de especialistas en traumatología, anestesiología, neumología, psiquiatría, rehabilitación y nutrición, entre otras disciplinas.Tras un proceso largo y desafiante, Sebastián logró recuperarse y meses después de recibir el alta médica, regresó al quinto piso del hospital, el mismo lugar donde pasó los momentos más críticos de su vida. Con emoción, expresó su gratitud.“Agradezco a los médicos, enfermeras y todo el equipo que me dio una segunda oportunidad de vivir, en especial a los doctores Cáceres y Navas”, dijo.El doctor Cáceres destaca la importancia de contar con un hospital de cuarto nivel para enfrentar casos tan complejos: “Predecir la evolución de un paciente con heridas por arma de fuego es complicado, pero la tecnología y el talento humano han sido fundamentales en este caso”.María Alejandra Rincón, madre de Sebastián, jugó un papel crucial en su recuperación. Durante meses, dejó todo de lado para acompañarlo en cada paso del proceso, brindándole la fuerza necesaria para salir adelante. Ahora, madre e hijo se enfocan en reconstruir sus vidas, con la certeza de que su historia es un testimonio de lucha, resiliencia y fe.
Si hay algo que nos cuesta, es mirarnos con honestidad y reconocer que nos equivocamos. Nos resulta más fácil señalar al otro, justificar nuestras fallas con las circunstancias o buscar culpables afuera. Poner un retrovisor que explique nuestros errores como acciones de otros o escondernos en los errores de los otros, es que ellos también lo hicieron. Pero vivir así es condenarnos a la inmadurez, a repetir los mismos errores sin aprender nada.Durante mucho tiempo creí que tener la razón era lo más importante. Me costaba aceptar que podía fallar, que mis decisiones no siempre eran acertadas, que mis palabras podían herir o que mis acciones podían tener consecuencias que no había previsto. Pero la vida, con su paciencia y su dureza, me enseñó que la madurez no está en evitar los errores, sino en asumirlos con valentía.Cuando culpamos a los demás por lo que nos pasa, nos negamos la oportunidad de crecer. Dejamos que nuestra felicidad dependa de factores externos, cuando en realidad el verdadero cambio solo ocurre cuando miramos hacia adentro. Sí, la vida es compleja y muchas veces nos toca enfrentar injusticias o situaciones difíciles, pero quedarnos en la queja no nos lleva a ninguna parte.Aprender a decir “Me equivoqué” sin miedo ni vergüenza es un signo de fortaleza, no de debilidad. Nos permite corregir, reconstruir y evolucionar. Porque quien no asume sus errores está condenado a tropezar con la misma piedra una y otra vez.He cometido errores, algunos pequeños y otros que han cambiado el rumbo de mi vida. Pero si algo he aprendido es que cada fallo trae consigo una lección, una posibilidad de ser mejor. No se trata de castigarnos, sino de aprender con humildad, pedir perdón cuando sea necesario y seguir adelante con más sabiduría.Así que hoy te invito a hacer un ejercicio de honestidad. ¿Cuántas veces has culpado a los demás por lo que te pasa? ¿Cuántas veces has evitado asumir tu parte de responsabilidad? Tal vez sea hora de soltar excusas, de aprender de lo vivido y de caminar con más verdad. Porque al final, la vida no se trata de no equivocarnos, sino de cómo elegimos levantarnos después de cada caída.
La crisis de orden público no solamente ocurre en El Plateado, zona rural de Argelia, Cauca, donde a pesar de la liberación de los 29 policías y militares que permanecieron secuestrados durante dos días en la zona de La Hacienda, en las últimas horas integrantes de la comunidad volvieron a agredir a la Fuerza Pública, buscando su salida de la zona por presión de las disidencias de las Farc.La situación de orden público se agrava en el Catatumbo, en Antioquia, en Huila y en el sur de Bolívar, en donde se registraron en las últimas horas combates contra el Ejército y entre grupos criminales, ataques terroristas y asesinato de integrantes de la Policía.En Anorí, Antioquia, hubo combates entre la Fuerza Pública y el Clan del Golfo que dejaron dos delincuentes abatidos. En Santa Rosa, Sur de Bolívar, hubo toque de queda hasta las 4 de la mañana de hoy tras el asesinato de dos policías, mientras que en los últimos días hubo fuertes enfrentamientos entre el Ejército y las disidencias de las Farc en Algeciras, Huila que dejaron un militar asesinado. A esto se suma el asesinato en Segovia, Antioquia, de Jaime Gallego, líder minero asesinado por el Clan del Golfo.Capítulo aparte merece la situación de orden público en el Catatumbo, región fronteriza con Venezuela que sigue sin una intervención estatal de fondo luego de más de 40 días de decretado el Estado de Conmoción Interior por parte del Gobierno del presidente Gustavo Petro: en las últimas horas hubo combates entre las disidencias de las Farc y el ELN en Tibú.Hablando del ELN, llama la atención la amenaza de guerra total que hizo ese grupo criminal contra el Estado colombiano en una entrevista de dos de sus cabecillas presentes en la zona del Catatumbo. Digo que llama la atención porque a pesar de que el Presidente Gustavo Petro decidió usar un discurso fuerte contra esa guerrilla, la postura del equipo negociador del gobierno sigue con la puerta abierta para un eventual regreso a la mesa de diálogos con esa guerrilla, a pesar de que la única respuesta de ese grupo ha sido una burla a la mano tendida, con atentados, amenazas y muchos otros delitos.Hoy por hoy, la única posibilidad de que la política de paz total del Presidente Gustavo Petro muestre algún resultado exitoso, es la eventual firma de un acuerdo con las disidencias del Frente 33 de las Farc en Catatumbo, tras haber sido diezmados y amenazados por el ELN.Así mismo, hay dos mensajes que el presidente Petro ha enviado y que deben ser explicados de manera suficiente por el Gobierno Nacional: por una parte, el Presidente aseguró que el departamento del Cauca está en riesgo de quedar en manos de poderes militares extranjeros, incluso comenzando a hablar de una posible declaratoria de Conmoción Interior en la zona. De otro lado, todavía no es suficientemente claro por qué el Presidente considera que la crisis en el Catatumbo amenaza la soberanía nacional y al mismo tiempo, amenaza con crear en compañía de Nicolás Maduro una zona económica especial binacional, en una zona que es conocida por ser un santuario de grupos criminales y uno de los principales corredores del narcotráfico para sacar la cocaína vía Venezuela.
El obispo, vestido con su sotana blanca, una faja morada y una sencilla mitra, me saluda con una venia desde la esquina donde está rodeado por muchas mujeres vestidas de negro. Me aproximo con respeto y rapidez; él me da la bendición, pero al final hace un gesto que solemos usar, aquí en el Caribe colombiano, como burla sexual. Me sorprendo, pero al detenerme a mirarlos con atención, noto que es alguien disfrazado de obispo y de que las mujeres que lo rodean son en realidad hombres, toscamente pintados y vestidos de mujer, exhibiendo partes de su cuerpo de manera que provoca risa. Todos me hacen señas de que están rezando y hacen unos indescifrables murmullos como si estuvieran diciendo oraciones mientras sostienen en sus manos unas camándulas hechas con imágenes burlescas y grotescas. Me río a carcajadas y sigo de largo.Es que en el carnaval nos burlamos de todo y, claro, no podía faltar la irreverencia hacia las manifestaciones hieráticas de la Iglesia católica. No hay institución que no sea objeto de parodia en esta fiesta cultural. No creo que se trate de una simple crítica o rechazo, sino de una manera de acercar lo lejano, de volver cotidiano eso que se percibe como trascendente.El jolgorio parece subir de volumen, con distintas melodías que invaden nuestros oídos:Reguetón, cumbia, mapalé y las canciones típicas del carnaval, como ‘Te olvidé’ y ‘El Torito’, suenan mientras avanzo en busca de la carrera 44, por donde voy a participar en la gran Parada Carlos Franco con las marimondas de la CUC. En la siguiente esquina, unos hombres disfrazados con atuendos similares a los que yo mismo usaba cuando era eclesiástico me rodean y comienzan a entonar letanías en tono jocoso. Son composiciones que satirizan la realidad política y social, inspiradas, sin duda, en las letanías litúrgicas, pero en clave popular y burlona:El padre Linero colgó la sotana...🎶 ¡Ajá, sí es verdad!Pero sigue dando misa en la pantalla...🎶 ¡Ajá, sí es verdad!Que ya no es cura, él lo ha dejado claro...🎶 ¡Ajá, sí es verdad!Pero predica más que el mismo párroco...🎶 ¡Ajá, sí es verdad!Sigo avanzando por esas abarrotadas calles de Barranquilla cuando dos monjas embarazadas se zangolotean frente a mí, invitándome a bailar. Me muevo, intentando mostrar el sabor que corre por mis venas. Los golpes del tambor me confirman que esta calle hoy es una pista de baile donde el mestizaje que somos vibra con fuerza.Me abrazo con ellas y continúo mi camino hasta toparme con una Danza del Garabato, quizá la expresión más simbólica del componente religioso del carnaval. En ella se representa la lucha entre la vida y la muerte, el bien y el mal: el personaje de la Muerte intenta llevarse a los danzantes, pero uno de ellos, el caporal, con el poder del garabato, logra vencerla. Me emociona ver esta representación de la vida cotidiana, esta metáfora de la resistencia ante lo que encarna la muerte como derrota y final.Ya estoy en el parque Olaya, rodeado de las marimondas de la CUC. Todo es alegría y disposición para recorrer las calles repartiendo gozo y júbilo a quienes, desde el bordillo, nos verán pasar y nos invitarán a bailar. En ese camino de celebración, paso frente a dos templos católicos donde alguna vez presidí los sacramentos: San Felipe y San Clemente. Están cerrados, pero siguen siendo testigos de esta serpiente multicolor de 150 grupos folclóricos que van esparciendo alegría. Es que llenamos todo el territorio que compartimos de esos colores vivos y estruendosos que caracterizan el gozo del carnaval. Terminamos en la 21 con Cordialidad, cansados, fatigados y con la constatación de la presencia de lo religioso en el Carnaval de Barranquilla.Pensé que ahí terminaba mi encuentro con lo sagrado en medio de la fiesta, pero en la noche, en el Metroconcierto, me topo con otro signo inesperado: en el escenario, alguien con la apariencia de un viejo basquetbolista desgarbado, la afinación perfecta, el fraseo sencillo de los hombres de la calle y unos versos profundos que suenan así:Oh Señor Jesús, con tu grandeza (Oh Señor)Hiciste los cielos y la tierra (Oh Señor)Los ríos, los mares, las estrellas (Oh Señor)Eres verbo y tu palabra es fuerza, todo lo puedesCierro los ojos y doy gracias, no solo por la vida, sino por la posibilidad de abrazarla con alegría, incluso en medio de las adversidades. Porque si algo nos enseña el carnaval es que la risa, la música y la fe son parte de la misma resistencia.
Al ingresar al canal, uno de los señores de seguridad me preguntó si hoy había que hacer vigilia. Le expliqué rápidamente el sentido de esta antiquísima práctica religiosa en este tiempo de cuaresma. La vigilia es un acto de purificación para los creyentes y una forma de honrar la travesía del Señor en el desierto.El origen de esta práctica se remonta al Concilio de Nicea del año 325 d. C., y aunque ha sufrido variaciones a lo largo de la historia, su simbolismo se ha mantenido intacto. Tradicionalmente, consiste en no comer carne los viernes, porque en aquel tiempo era un alimento costoso, mientras que el pescado era considerado el alimento de los pobres. Lo que se ahorraba con esta abstinencia se destinaba como ayuda a los necesitados.Hoy en día, el sentido de la vigilia se ha ampliado. Más que dejar de comer carne, se propone realizar un sacrificio consciente que nos permita generar un espacio de crecimiento personal. Se trata de ayunar de algo que nos gusta mucho, que tiene poder sobre nosotros, para tomar conciencia de nuestra fragilidad y dependencia. Saber que no somos absolutos, que necesitamos de los demás y de Dios, nos lleva a vivir con mayor humildad.La experiencia del ayuno nos debe llevar a una mayor autonomía interior. Nada debería dominarnos al punto de quitarnos libertad. Es un ejercicio de voluntad que nos recuerda que somos dueños de nuestras decisiones y que ninguna costumbre, placer o apego debería gobernarnos. En un mundo lleno de distracciones y excesos, renunciar a algo nos ayuda a valorar lo esencial y fortalecer nuestra capacidad de autodominio.La vigilia nos invita a la solidaridad con aquellos que pasan necesidad, no por decisión, sino por circunstancias de la vida. No se trata solo de privarse de algo, sino de transformar ese sacrificio en un acto de amor concreto hacia quienes sufren. La Cuaresma nos llama a revisar nuestro corazón y preguntarnos: ¿Estoy siendo sensible a la realidad de los demás? ¿Cómo puedo convertir mi renuncia en una oportunidad para ayudar?Más que un simple acto religioso, la Vigilia es una oportunidad para crecer en conciencia, libertad y compasión. Porque al final, lo que realmente importa no es lo que dejamos de comer, sino cómo nos transforma y nos acerca a los demás y a Dios.
El cartel de la toga es el escándalo de corrupción más grande en la historia de la rama judicial que consistió en la compra y venta de condenas y absoluciones por parte de una red delincuencial conformada por magistrados de la Corte Suprema de Justicia, altos funcionarios de la Fiscalía y de otras entidades estatales, abogados y dirigentes políticos.En el caso del cartel de la toga, no solamente estuvieron involucrados los exmagistrados Francisco Ricaurte y Gustavo Malo, también participaron otras personas como los expresidentes de la Corte Suprema Leonidas Bustos y Camilo Tarquino, el exjefe anticorrupción de la Fiscalía, Luis Gustavo Moreno, el exgobernador de Córdoba Alejandro Lyons, el excongresista Musa Besaile y otro largo listado de excongresistas: los primeros cobrando millones de pesos a políticos para archivar o engavetar procesos en su contra en la Corte Suprema y los segundos, cediendo a la presión y pagando ese dinero.Ocho años después de haber estallado ese escándalo, se siguen conociendo sentencias relacionadas con el caso: en las últimas horas la Sala Penal de la Corte Suprema dejó en firme la condena de 16 años y medio de cárcel contra el expresidente de ese alto tribunal, el cartagenero Francisco Ricaurte por los delitos de concierto para delinquir agravado, cohecho y utilización indebida de información privilegiada.De igual forma, la Sala Penal de la Corte confirmó la condena de 9 años de cárcel contra el exmagistrado Gustavo Malo por los delitos de concierto para delinquir agravado, cohecho y prevaricato por omisión.En el caso del magistrado Gustavo Malo, la Corte Suprema tomó dos decisiones importantes: le pidió a la Fiscalía que extinga dominio de los dineros y de los bienes adquiridos con los dineros producto de la compra y venta de decisiones judiciales y además, se tendrá que publicar un resumen de la condena en un medio de circulación nacional, cuyo costo tendrá que asumir directamente Malo Fernández.En la sentencia que hoy será leída a las 8 de la mañana contra el exmagistrado Francisco Ricaurte, la Corte Suprema hace una profunda reflexión lamentando que uno de sus integrantes haya concebido y ejecutado la secuencia criminal del cartel de la Toga pero advierte que destaca que pese a que el condenado fue presidente de ese Alto tribunal, la justicia terminó actuando y “el Estado ha dado muestra de su fortaleza institucional: la Constitución y la ley vinculan a todos, indistintamente de la jerarquía institucional que lleguen a ostentar”. Dice que este caso es quizás el más reprochable en la historia republicana de nuestro país y alienta a que no se repita nunca más.
Ayer fui a visitar a una pareja de amigos. El esposo está enfermo y estos son los momentos en los que los amigos debemos hacernos sentir. Los pronósticos no son buenos y, en algún momento de la conversación, él me compartió su mayor preocupación: su esposa. Según él, ella quedará sola, ya que, aunque quisieron, no pudieron tener hijos y solo se tienen el uno al otro. Lo escuché con atención y traté de animarlos, pero cuando regresé a casa me quedé muy pensativo.Alcy y yo, por una decisión personal, elegimos no tener hijos. Y, aunque es una elección que seguimos sosteniendo con convicción, no puedo negar que situaciones como la de mis amigos me llevan a reflexionar. Es inevitable preguntarse qué pasará cuando lleguen los años en los que la fuerza disminuye y la compañía se hace más necesaria. Pensé en la soledad de los padres que envejecen sin el apoyo de hijos y me pregunté qué hacer ante esa realidad. Creo que hay tres cosas fundamentales:1. Aceptar la realidad. Nada le hace más daño a uno que resistirse a lo que ya no va a cambiar. Amargarse o renegar de lo que pudo ser y no fue es una forma segura de convertir la vida en un infierno. La paz comienza cuando aceptamos con serenidad lo que nos toca vivir.2. Planear con inteligencia y realismo el futuro. No podemos dejarlo todo al azar. Es importante preguntarnos desde ahora cómo queremos vivir cuando seamos mayores. Hay que construir redes de apoyo, organizar la vida con autonomía y prever qué necesitamos para asegurarnos una vejez digna y tranquila. Somos dueños de nuestra vida y debemos asumir la responsabilidad de gestionarla con sabiduría.3. Confiar en que siempre pasa lo mejor. La experiencia espiritual me ha enseñado que la confianza es clave. Confiar en uno mismo, en las personas que han demostrado ser confiables, en la vida y, para quienes tienen fe, en Dios mismo. No vivo con el miedo de que el futuro será lo peor, porque eso solo genera ansiedad y nos llena de emociones destructivas.Es importante entender que la soledad no es sinónimo de abandono. Existen muchas maneras de construir lazos que nos sostengan en el camino. Amigos, comunidades, proyectos compartidos, espacios de crecimiento y fraternidad pueden ser el mejor refugio en los años de madurez. No se trata solo de quién nos cuida, sino de con quién elegimos compartir la vida.
Presidí, al menos, 25 Miércoles de Ceniza en distintas capillas de Colombia. Esto es, tomé la ceniza que queda de quemar los ramos del Domingo de Ramos del año anterior y la utilicé como signo de reconocimiento de la fragilidad, la contingencia y la vulnerabilidad humana. Este es uno de los símbolos que más me gusta, porque nos recuerda que no somos absolutos, que necesitamos de los demás y que la vida debe vivirse con humildad. No es solo un gesto externo; debe ir acompañado de una experiencia interior de comprensión y aceptación de nuestra propia condición.No se requiere ser religioso para entender que no somos el centro del planeta y que la felicidad está en aprender a vivir con inteligencia y responsabilidad. Lo entendí con claridad cuando fui a recibir las cenizas del cuerpo de mi papá. Todo lo que fue físicamente quedó reducido a un pequeño puñado de polvo. Y así nos pasará a todos. Por eso, la soberbia es un pésimo camino, porque nos aleja de la realidad y nos hace olvidar lo esencial.El problema es que a veces vivimos como si fuéramos eternos, como si el tiempo no se nos fuera a agotar. Nos enredamos en luchas de ego, en afanes sin sentido, en rencores inútiles. Pero el polvo en el que terminamos nos grita otra verdad: lo que realmente importa es cómo vivimos, cómo amamos y cómo dejamos huella en los demás.Este signo de la ceniza nos invita a reflexionar sobre nuestras prioridades. ¿Estamos construyendo relaciones basadas en el respeto y la gratitud? ¿Estamos invirtiendo nuestro tiempo en lo que verdaderamente vale la pena? ¿Estamos aprendiendo a soltar el orgullo y a reconocer nuestras limitaciones?La ceniza nos recuerda que la vida es pasajera, pero también nos lanza un desafío: aprovechar el tiempo que tenemos para hacer el bien, para crecer y para dejar un legado de amor y humanidad. No se trata de cuánto acumulamos ni de cuánto poder tuvimos, sino de cuánto aprendimos a vivir con sentido.
Todo lo vivido en estos días por el presidente Zelenski en su conversación en la Casa Blanca me recordó un episodio que viví hace años en Chile. Fui a dictar una conferencia y, antes de comenzar, el presentador, tras leer apartes de mi currículum, lanzó un comentario a manera de chiste: "¿Y trajo coca?". El público estalló en risas. Yo, en cambio, me sentí humillado. No supe cómo reaccionar de inmediato. Guardé silencio por un momento y traté de hacerles entender que aquella broma me ofendía profundamente. La sala se sumió en un silencio incómodo, y por un instante creí que el presentador se disculparía. Pero no lo hizo. Fue una experiencia humillante.Cuento esta historia porque sé que todos, en algún momento, podemos ser víctimas de situaciones similares. Y la gran pregunta es: ¿cómo reaccionar ante la humillación sin dejarnos arrastrar por el dolor o el rencor?Lo primero es entender que la humillación dice más del que humilla que del humillado. Nadie en paz consigo mismo necesita rebajar a otro para sentirse más grande. Por eso, cuando alguien te humille, respira y pregúntate: ¿esto realmente me define?, no le des poder a palabras o acciones que no construyen.Lo segundo es nunca responder con la misma moneda. La vida no se trata de humillar al que humilla, sino de romper con esa cadena de agresión. La mejor respuesta es seguir adelante con dignidad, sin perder la esencia ni la alegría.Lo tercero es responder con asertividad, con firmeza y con argumentos. No siempre se logra cambiar la actitud de quien humilla, pero sí se puede poner límites y dejar claro que la dignidad no se negocia.La humillación duele, pero también puede ser una oportunidad para fortalecer el carácter. No es fácil, pero cada vez que decides no quedarte en la herida y sigues adelante con la frente en alto, demuestras que la grandeza no está en nunca caer, sino en saber levantarse con más fuerza, más amor propio y más humanidad.El respeto propio es la clave. No es arrogancia ni orgullo mal entendido, sino la certeza de que tu valor no depende de la aprobación de otros. En lugar de obsesionarte con la ofensa, concéntrate en seguir creciendo, en demostrar con tu vida que nadie tiene derecho a pisotear tu dignidad.
Un complicado panorama de violencia en varias regiones del país recibe el nuevo ministro de Defensa, el general en retiro Pedro Sánchez, quien anoche durante el consejo de ministros recibió la instrucción del presidente Gustavo Petro de proteger las fronteras, hablando en particular de la situación en el Catatumbo.Y es que a pesar de que el presidente se declaró optimista frente a los posibles avances del proceso de paz con las disidencias de las Farc que se autodenominan Frente 33 tras la entrega a las autoridades de más de 100 de sus integrantes en Norte de Santander, la situación de orden público está lejos de solucionarse en esa región.En las últimas horas fue asesinado el soldado profesional José De la Cruz Berrío Palacios en zona rural de Teorama, Norte de Santander, tras ser atacado por un dron cargado con explosivos por delincuentes del ELN.Mientras eso sucedía en Teorama, una exitosa gestión humanitaria de la Defensoría del Pueblo logró la liberación de 22 personas, entre ellos tres menores de edad que habían sido secuestradas desde hace más de 45 días por el Ejército de Liberación Nacional.Simultáneamente, se intensifican los combates entre el Ejército y las disidencias de las Farc, específicamente contra la estructura Carlos Patiño en el corregimiento de La Hacienda, sur del Cauca, uno de los puntos clave para el control del cañón del Micay que es ruta privilegiada para el tráfico de cocaína.La amenaza de las disidencias de las Farc llega al punto de que hoy ocho corregimientos de la ciudad de Popayán están bajo amenaza de la Columna Jaime Martínez de las disidencias de las Farc.El complejo panorama de violencia en el país se suma a las cifras reveladas por Medicina Legal, según las cuales en 2023 se cometieron en el país 14.260 homicidios, 321 asesinatos más de los reportados en Colombia en 2022.