Desde el pasado 1° de febrero hasta el próximo 23 de marzo, la Universidad de los Andes presentará la exposición ‘Virgilio Barco Vargas: una vida dedicada al servicio público’, con motivo de la conmemoración del centenario de nacimiento del expresidente que gobernó Colombia entre 1986 y 1990.“Los jueves, entre cinco y siete, cinco de la tarde y siete de la noche, vamos a tener una agenda académica en donde vamos a tener a personas que trabajaron con el presidente Barco o que han sido estudiosas de asuntos particulares del gobierno del presidente Barco [...] El presidente Barco es el primero en separarse de la lógica con la que veníamos del Frente Nacional y de hablar del modelo ‘gobierno - oposición’”, señaló María Margarita ‘Paca’ Zuleta, directora de la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes.Bajo la coordinación de la Escuela de Gobierno Alberto Lleras Camargo, el centro educativo contactó a la familia Barco y al Ministerio de Cultura para exhibir esta cronología que destaca la vida y obra de este político y resalta sus 7 legados a la nación: la paz, economía social, predio Putumayo: derecho ancestral, memoria y archivo, corresponsabilidad y lucha contra las drogas, una nueva democracia y legado construido; siendo esta una exposición de interés general para reflexionar sobre el trabajo de este político, promotor de políticas públicas y líder de la gestión pública.“Una de las herencias que tenemos importantes del presidente Barco tiene que ver con la conciencia de la diversidad, el reconocimiento a las poblaciones indígenas y la protección de nuestros bosques. Y vamos a tener a Martín Von Hildebrand conversando con Daniel Cadena, el decano de ciencias de la Universidad de los Andes, hablando justamente de esa figura que fue muy muy importante”, agregó la profesora Zuleta.La iniciativa liderada por la dirección de patrimonio y memoria del Ministerio de Cultura, fue presentada por primera vez en la Biblioteca Pública Julio Pérez Ferrero de Cúcuta, el 17 de septiembre de 2021, día del natalicio del expresidente. En 2022, como parte de la conmemoración, se lanzó el libro ‘Virgilio Barco Homenaje’ de Villegas Editores, editado por Fernando Cepeda Ulloa y Marino Tadeo Henao.“Yo creo que nuestros jóvenes no saben el papel fundamental que jugó el presidente Barco en la Constitución del año 1991 y los mecanismos de participación ciudadana, e incluso la importancia del presidente Barco como alcalde de Bogotá. Si usted va a ver la exposición, va a darse cuenta cómo la mirada del presidente Barco sobre Bogotá sigue siendo crucial para el desarrollo de la ciudad. Lo que él pensó de la ciudad de Bogotá lo tenemos hoy dibujado en la Carrera 30, en la Avenida 68, en el Parque Simón Bolívar. Es impresionante cómo esa visión del presidente Barco se conserva en la ciudad hoy en día” finalizó Paca Zuleta.Esta selección fotográfica se presenta en la sala colpatria del centro cívico de la Universidad de los Andes (carrera 1 No. 19-20), acompañada de una agenda académica con la participación de colaboradores del expresidente y académicos, la cual puede ser consultada en este enlace: https://evento.uniandes.edu.co/es/virgiliobarcovargas/La-exposicion/
A finales de los años ochentas, el narcotráfico estaba en furor en todo un país a raíz del cartel de Medellín. Virgilio Barco Vargas, quien fue expresidente de Colombia, entre los años 1986 y 1990, afrontó una época complicada.En diálogo con El Radar estuvo la hija del expresidente y excanciller Carolina Barco Isakson, quien habló acerca del próximo documental “Barco, historia de un legado” de Caracol Televisión, que narra por todo lo que el expresidente tuvo que afrontar.“Mi padre fue un hombre que nació con el interés por la política desde que tenía 22 años, a pesar de ser hijo de un empresario siempre mantuvo claro que quería hacer, desde esa edad fue concejal, estuvo en obras públicas, fue embajador, congresista y senador, toda la vida estuvo al servicio del país, esa era su pasión”, agregó.La excanciller habló sobre cómo se marcó el entorno del expresidente entre la división de un país entre liberales y conservadores."Aunque el país se dividía mucho entre estos dos partido políticos, en ese tiempo de entrega y demás, mi padre estaba estudiando en Estados Unidos y es muy interesante cómo hablaban tanto de lo que pasaba allí y en Colombia y aquí se hizo embajador”, añadió. Asimismo, comentó acerca del camino que el exmandatario decidió tomar.“Es una historia interesante porque mi abuelo fue gobernador, y su tío era un liberal radical desde su pensamiento, su interés en lo social y en creer que todos tenemos los mismos derechos, era un liberal profundo, de aquí él le presenta a mi Padre Virgilio los estatutos del partido liberal, para que sepa que este es su camino y este es su legado", comentó.Carolina Barco, también habló y recordó el momento en el que Virgilio Barco llegó a ser presidente de Colombia, quien abrió la puerta a una nueva constitución y terminó haciendo grandes transformaciones por la violencia.“Inicialmente en los Andes hicimos un seminario para mirar lo que había sido esa presidencia y hay un conversatorio entre el presidente Gaviria que fue ministro de Hacienda y de gobierno en la presidencia, fue un momento que marcó una diferencia con lo que venía anteriormente que fue el frente nacional, que le trajo a Colombia años de intercambio (…) se consideraba fundamental en ese entonces que no fuera una repartición de gobierno si no, la sociedad estar eligiendo al gobierno por sus ideas y cambios que se querían ver, por eso Virgilio propone una propuesta de gobierno y oposición, esto marcó una política grande en el gobierno de Barco”, indicó.La excanciller indicó uno de los momentos más difíciles que atravesó su padre en su momento de mandato."En el tiempo que el narcotraficante Pablo Escobar quería entrar a la política, para tomar el poder, lo hizo callando voces matando a los políticos, en este momento Virgilio Barco decide que se necesitan fortalecer las instituciones y el plebiscito genera cambios, claramente Virgilio cambió la política respondiendo a la violencia con más democracia”, agregó.
En medio de las heridas que nuevamente se han abierto para esclarecer la sistematicidad de homicidios de los miembros de la U.P, de nuevo salió a la luz un testimonio rendido como prueba procesal ante la Notaría Tercera de Bogotá, por parte de Carlos Ossa Escobar.El hombre durante su vida denunció el exterminio de la Unión Patriótica, en el que relató cómo la fuerza pública habría participado de esos hechos que fueron considerados como el peor crimen político masivo en Colombia.Quien fuera alto consejero presidencial para la reconciliación, normalización y rehabilitación del gobierno de Virgilio Barco, que a su vez tenía la cercanía dialógica con los grupos al margen de la ley, contó inicialmente la importancia de los diálogos de paz en La Uribe, y el rol que tenían los expresidentes del país.“La creación de la Unión Patriótica, en mi concepto, era el elemento fundamental del proceso de paz, y tanto el gobierno de Betancourt como el de Barco lo ratificaron en todas las intervenciones realizadas con el proceso de paz”, dijo.En la continuación de su relato, aseveró que empezaron las complicaciones y dificultades, recordando que la lucha contra la subversión desde los sesentas, era el “Letv motiv”, de las fuerzas armadas colombianas, enmarcadas dentro de la estrategia de seguridad nacional, impulsada y contralada desde el gobierno de los Estados Unidos, con el ánimo de erradicar el comunismo ya fuere desde las vías legales o por medio de la represión, y eliminación física tanto de quienes hacían parte de las Farc o quienes hacían política con esa bandera.“Desde el puro comienzo de la Unión Patriótica se inició por parte de quienes lo consideraban como el brazo político de las Farc una persecución en contra de los militantes de la Unión Patriótica que muy pronto se convirtió en una evidente estrategia de eliminación de los militantes de ese partido político”, dijo.“La preconcepción ideológica de nuestras fuerzas armadas y la desconfianza de algunos sectores del establecimiento político y económico, crearon entonces las condiciones para que se concretara lo que hoy todo el mundo acepta como el genocidio del partido político de la Unión Patriótica. En aquella época el país cayó en una especie de esquizofrenia”, declaró.Sin embargo, manifestó que el gobierno civil hacía todo lo posible para que se garantizara la vida de los integrantes del entonces partido político, pero fue enfático en señalar que, en algunos sectores de las fuerzas armadas, asociados con paramilitares y narcotraficantes, se instrumentalizaba la estrategia de eliminación de los miembros del movimiento U. P.Al cuestionar a Ossa Escobar sobre cómo percibía la participación significativa de las Fuerzas Armadas en el genocidio, explicó que no se podía hablar de una estrategia directa del estado o una política de estado, y que desde más altas esferas del ejecutivo y el judicial, se compartía la idea de paz de Virgilio Barco, pero que la postura de las fuerzas armadas era ambigua, pues mientras frente a los gobernantes se presentaba un rostro obediente, en terreno no cesaban las denuncias de irregularidades.“En sus manifestaciones hacia el presidente y el consejero presidencial, se acataba la política del gobierno por parte de los altos mandos; sin embargo, en el terreno yo recogía quejas en gran cantidad y denuncias por escrito que involucraban a mandos medios de las fuerzas armadas en crímenes de integrantes de la Unión Patriótica”, insistió.“Yo le daba curso a todas estas denuncias tanto a las Fuerzas Armadas como a la dirección de instrucción criminal fueron muy escasos los resultados de estas investigaciones por lo menos los conocidos por mí”, expresó.Contó también que cada vez que mataban a un dirigente de la U. P., se citaba a los líderes de la colectividad desde el gobierno, y los altos mandos militares para revisar la situación y pensar en estrategias de seguridad.De forma particular, tras el homicidio de uno de los integrantes del partido político, asistió a una de esas reuniones mencionadas, y antes de arrancar, empezó a conversar con el entonces ministro de Defensa Rafael Samudio, a quien hoy los sobrevivientes de la U. P., le piden cuente la verdad, y de ese diálogo, resultó lo siguiente:“Llegué temprano antes del ministro César Gaviria y al poco tiempo llegó el general –Zamudio-, ministro de Defensa. Comenzamos a comentar sobre la situación recurrente que tiene que ver con tantos asesinatos de miembros de la Unión Patriótica y en algún momento yo le comenté que estaba muy preocupado con lo que estaba sucediendo, a lo cual él me respondió -¿qué es lo que te preocupa Carlos? yo le dije –general, me preocupa que todos los días matan a un integrante de la Unión Patriótica. Él se me quedó mirando y me dijo: Carlos, a ese ritmo no van a acabar nunca. -Sobran los comentarios- ”, dijo.Entre otras, al cuestionarlo sobre si funcionarios del Consejo Electoral tuvieran responsabilidad en el genocidio, no se atrevió a endilgarles culpa alguna, pero sí hizo el llamado a que se investigue a fondo lo sucedido, así como dejó en la mesa, la posibilidad de que se tomaran en cuenta evidencias que pudieran surgir de testimonios de paramilitares que se encuentran en Justicia y Paz, para esclarecer lo que calificó como una “amarga época”.Esta declaración fue tomada el 2 de junio de 2011, mientras que Carlos Ossa Escobar, falleció en marzo de 2019.
El exfiscal, exprocurador y exministro de Justicia Alfonso Gómez Méndez, habló en Mañanas BLU 10:30 sobre la columna del periodista Alberto Donadío, en la que se asegura que el expresidente Virgilio Barco se reunió con el espía israelí Rafi Eitan, quien supuestamente le aconsejó exterminar a los miembros del partido Unión Patriótica (UP). "Me sorprendió que un periodista serio como Alberto Donadío, a quien el país le ha reconocido en el pasado importantes investigaciones que han logrado develar muchos casos, sobre todo de corrupción, se haya embarcado en una tesis tan estrafalaria", declaró. "Desde el punto de vista periodístico hay unas fallas estructurales muy grandes", agregó. Gómez Méndez reprochó que la versión se conozca después de los fallecimientos de estrechos colaboradores de Virgilio Barco, como Germán Montoya y Carlos Ossa Escobar. "Barco fue el que hizo el proceso de paz con el M-19. Hay que recordar que Virgilio Barco se 'dio la pela' en la lucha contra el paramilitarismo. El presidente Barco fue el que derogó una norma de la administración de Guillermo León Valencia que permitía las autodefensas y creó como delito el paramilitarismo", recalcó el exfuncionario. "Esa tesis, que para acabar con las Farc había que acabar con la Unión Patriótica, cómo entender que me nombrara a mí primero por decreto como procurador, ¿a alguien que había salido como representante en alianza con los votos de la Unión Patriótica?", cuestionó adicionalmente. Escuche a Alfonso Gómez Méndez en entrevista con Mañanas BLU 10:30, cuando Colombia está al aire:
El periodista Felipe Zuleta, quien se desempeñó como consejero de Comunicaciones de la Presidencia durante el mandato de Virgilio Barco, rechazó la columna del periodista Alberto Donadío en la que se acusa al fallecido exmandatario de reunirse secretamente con el espía israelí Rafi Eitan, quien le habría aconsejado exterminar a miembros del partido Unión Patriótica. El escrito de Donadío, titulado 'Virgilio Barco y el exterminio de la UP', fue publicado este domingo por el portal "Los Danieles", creado por los periodistas Daniel Coronell y Daniel Samper Ospina "Yo respeto mucho a Donadío, me leí la columna diez veces porque no podía creerlo. La columna me parece una canallada con el expresidente Virgilio Barco. Usted no puede acusar de genocida a nadie sin tener pruebas, simplemente reservándose una fuente, que no se sabe quién es y quien supuestamente, el señor Eitan, fue pagado con un contrato que tampoco existió. No es verosímil. No hay rigor periodístico", agregó. De acuerdo con Zuleta, el expresidente Virgilio Barco sufría por cada muerto que dejaba el conflicto y él mismo tuvo que salir del país asediado por la violencia. "Yo vi a Barco sufrir cuando mataron a Jaime Pardo Leal. Barco era el último liberal radical que quedaba en este país. Fue víctima de la violencia, él personalmente tuvo que salir de Colombia hacia los Estados Unidos donde hizo sus estudios de Economía en MIT y en Boston. A Barco le dolía cada muerto", añadió. Escuche el análisis de esta noticia en Mañanas BLU:
El exministro de Defensa general (r) Rafael Samudio Molina, dijo a BLU Radio que detrás de las acusaciones en contra del fallecido expresidente Virgilio Barco, por su supuesto conocimiento de un plan de exterminio contra miembros del partido Unión Patriótica, podría haber intereses electorales de cara a las campañas de 2022."No voy a entrar a referirme en detalle, interrogan primero a otras fuentes de más alto valor que deben también sentirse con una responsabilidad de decir quién fue el presidente Barco, un hombre al que el país le debe muchísimo, un gran patriota", indicó el ministro. "Hay otras personas y otras entidades que deben guardar la memoria histórica de un expresidente de la República tan destacado, como Barco, que no lo pueden descalificar de una manera tan ligera", añadió. Según el general (r) Samudio Molina, los señalamientos, 35 años después, generan suspicacias. "Empiezan ahora a divagar, a hacer memorias históricas por todas partes y conjeturas", reprochó el general (r) Samudio. "Aquí ya inició una campaña de la extrema izquierda y la reelección, no sé, de algún senador o aspiraciones para candidatos presidenciales", añadió el oficial en retiro. Según el exministro de Defensa, al expresidente Virgilio Barco, fallecido en 1997 no se le debería cuestionar de una manera "tan ligera" y es sospechoso que se difundan versiones sobre su actuación tanto tiempo después. "Después de 35 años, hasta ahora vienen a descubrir, entre comillas, estas situaciones", cuestionó. "Es contenido eminentemente político, interesado, mezquino, todos los calificativos caben, después de 35 años de ocurridos estos hechos, como parece pues que se hubiese podido dar alguna situación con el partido de la UP", declaró el alto oficial retirado. La columnaEste domingo, el periodista Alberto Donadío publicó una columna en el portal 'Los Danieles', en la que citó a una fuente de alta credibilidad que le contó que el expresidente Virgilio Barco, fallecido en 1997, tuvo contacto con un mercenario israelí llamado Rafi Eitan, quien le recomendó "eliminar a los miembros de la Unión Patriótica". Donadio, en su escrito, asegura que una de sus fuentes le dijo que "Barco no cuestionó la recomendación ni formuló objeciones éticas, morales, legales o políticas".La Unión Patriótica se creó en 1985 como parte de un intento de acuerdo de paz del entonces presidente Belisario Betancur con las FARC, pero en los años siguientes ese partido fue víctima de un exterminio en el que fueron asesinados más de 5.000 de sus militantes, incluidos los candidatos presidenciales Jaime Pardo Leal (1987) y Bernardo Jaramillo Ossa (1990).Según la columna, Barco conoció a Eitan cuando fue embajador de Colombia en Washington (1977-1980), tiempo en el cual hicieron "buena amistad"."Barco se interesó en el tipo de trabajos que desarrollaba Eitan y el contacto se convirtió en una operación secreta" cuando, en 1986 fue elegido presidente, dice el artículo.Eitan, que nació en 1926 y falleció en Tel Aviv en 2019, participó en el "secuestro del criminal de guerra nazi" Adolf Eichmann en Buenos Aires, realizado por el Mossad, y en "la cacería y eliminación de los palestinos que asesinaron en Múnich a los atletas israelíes durante los Juegos Olímpicos de 1972.Escuche al general (r) Rafael Samudio en entrevista con BLU Radio: