Aunque Colombia no es un país vinícola, durante la temporada de Navidad y Año Nuevo el vino se convierte en la bebida estrella para brindar por la felicidad, la unión y el reencuentro. Cada vez más colombianos eligen el vino como una opción versátil y especial para acompañar sus celebraciones.Desde 2019, los vinos portugueses conquistaron el paladar colombiano en variedades blanco y tinto, ha sido diseñado para ser accesible y fácil de disfrutar, gracias a su tapa rosca y opciones de presentación como el formato Bag in Box (BIB) de tres litros, equivalente a cuatro botellas estándar.Blu Radio habló con Pedro Oliveira, export manager de la viña portuguesa AdegaMãe, quien entregó detalles de una de las bebidas más apetecidas por estas épocas.Además, se atrevió Pinta Negra se distribuye principalmente a través de tiendas D1, donde ha registrado un notable éxito. Entre enero y octubre de 2024, la marca colocó 956.000 unidades de botellas y BIB, equivalentes a 967.000 litros de vino.Además, AdegaMãe está ampliando su alcance en el mercado colombiano a través de Inverleoka, un distribuidor especializado que opera en restaurantes de alta gama en la Zona K de Bogotá. Con ellos, la viña ha introducido otros productos de su portafolio con planes de ampliar su oferta en restaurantes, hoteles, bares y cadenas de supermercados.La riqueza de los vinos portuguesesPortugal, reconocido por su tradición vitivinícola, ofrece cepas únicas gracias a su geografía privilegiada y la riqueza de sus tierras. Este pequeño país lidera el consumo per cápita de vinos en el mundo, con 67,5 litros anuales por persona, según datos de 2022.La apuesta de AdegaMãe es conquistar el mercado colombiano destacando la alta calidad y el sabor único de sus vinos, resultado de procesos que respetan la tradición y exaltan las características organolépticas de sus uvas.¿Cómo escoger un buen vino para las fiestas de fin de año?Elegir un buen vino para estas festividades implica buscar una opción que equilibre calidad y precio, y este se presenta como una alternativa destacada en el mercado colombiano. Tanto para brindar en familia como para acompañar cenas especiales, los vinos portugueses están ganando terreno como aliados indispensables en las celebraciones de fin de año.
La producción de vinos en Colombia ha sido un tema rodeado de mitos y desinformación. Tradicionalmente, los colombianos han creído que su país no reúne las condiciones necesarias para la viticultura, un concepto que se originó en la época de los monjes capuchinos. En diálogo con Travesía Blu, Carlos Bravo, fundador de Viña Sicilia, un viñedo ubicado en el municipio de Olaya, Antioquia. Durante un reciente encuentro, Bravo reveló cómo la geografía y el clima de la región han permitido el desarrollo de vinos de alta calidad. El mito de la baja calidad del vino colombiano Los monjes capuchinos, al llegar a Colombia, encontraron que las vides europeas, es decir, la planta en la que crecen las uvas, no prosperaban adecuadamente en el terreno colombiano, lo que llevó a muchísimos mitos sobre la incapacidad de producir buenos vinos. Según Carlos Bravo, "llevamos cinco siglos de oscurantismo heredado de ese pensamiento". Sin embargo, las condiciones han cambiado gracias a la tecnología y la comprensión moderna de la viticultura, permitiendo la producción de vinos de nivel internacional. Viña Sicilia se encuentra a aproximadamente 400 metros sobre el nivel del mar y goza de un microclima que favorece el cultivo de vides. Bravo explicó: "Los suelos francos arenosos de origen aluvial son perfectos para la viticultura". Además, la cercanía al río Cauca aporta minerales esenciales que nutren a las vides. Este entorno natural, junto a la luminosidad de la zona, contribuye a la producción de uvas de calidad superior. Reconocimiento internacionalCarlos Bravo compartió que Viña Sicilia cuenta con veintiuna etiquetas, muchas de las cuales han sido galardonadas en competiciones internacionales. "Nuestros vinos han participado en catas a ciegas junto a los vinos más reconocidos del mundo, y han sido premiados", afirmó. Este reconocimiento contrarresta la visión negativa de la producción vinícola en Colombia, evidenciando que el país tiene mucho que ofrecer en este ámbito. El futuro de la producción de vino en Colombia es prometedor. Como Carlos Bravo resaltó, es crucial que los colombianos y el mundo reconozcan que el país tiene la capacidad de producir vinos de calidad. "Ya es hora de que evaluemos el concepto de vino colombiano", concluyó Bravo.Escuche la entrevista completa aquí:
La ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación, Yesenia Olaya, se vio envuelta en una polémica tras unas declaraciones en Mañanas Blu, con Néstor Morales, sobre el origen del vino que dieron lugar a confusión y críticas.Tras la entrevista, en la que la ministra explicó el proyecto de una nube de datos propia para Colombia, se difundió un fragmento de sus comentarios que fue rápidamente cuestionado por varias figuras públicas, entre ellas la senadora María Fernanda Cabal, quien acusó a la ministra de ignorar la historia milenaria del vino.“Se ha visto por ahí rodando un fragmento de mi entrevista en Blu Radio que no refleja lo que realmente expresé sobre el vino. Es curioso cómo un simple corte de audio puede tergiversar una conversación. Quiero aclarar que lo que dije fue cortado y descontextualizado. Aquí pueden ver el fragmento completo y sacar sus propias conclusiones”, escribió la ministra en sus redes sociales, buscando calmar la controversia.En el fragmento completo de la entrevista, la ministra comentaba sobre el desarrollo de la industria vitivinícola en América Latina, particularmente en Chile y Argentina, y afirmó que dicho proceso había sido impulsado por la transferencia de tecnologías.“¿Cómo inició la industria del vino? A partir de un conocimiento tradicional en los viñedos de Chile y Argentina. Ese conocimiento se fortaleció por medio de la transferencia de tecnologías”, explicó la ministra.El periodista Néstor Morales le refutó su argumento y le recordó que el vino tiene siglos de historia y tradición en otras regiones del mundo, como Europa y Medio Oriente. La ministra aclaró que sus palabras se referían específicamente al proceso de industrialización moderno en Sudamérica, y no a los orígenes históricos del vino en su totalidad.Entre los críticos, la senadora María Fernanda Cabal fue una de las voces más severas. En su cuenta de X (anteriormente Twitter), la congresista expresó: “¡No hagan más el ridículo! Los registros sobre el vino datan de la Edad de Bronce, entre el 6000 al 5000 a.C. La Ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación refleja la crisis de funcionarios en el gobierno Petro”.A pesar de los señalamientos, la ministra insistió en que sus palabras habían sido sacadas de contexto y que sus declaraciones se referían exclusivamente al proceso de industrialización en América Latina.Vea la entrevista completa de la ministra de Ciencia en Mañanas Bñlu
El vino es una de las bebidas más consumidas en todo el mundo al ser ideal para acompañar reuniones o cenas, incluso, algunos países lo adoptaron como parte de su alimentación para estar siempre presente en cualquier plato a consumir.Sin embargo, muchas personas que desconocen de esta bebida terminan cometiendo errores al elegir el correcto en la comida. Por eso, según Catalina Rugeles de Sommelier de Pinta Negra, una empresa de este producto, el error más común es no verificar ante que tipo de sabores se probarán.“Eso quiere decir que, por ejemplo, si voy a estar en el asado, vamos de atrás hacia adelante, en el asado, donde normalmente vamos a tener carne, carne de cerdo, carne de res, más vegetales asados, más chorizo, tal vez morcillas, todo esto va a tener sabores fuertes porque pues aparte de que esas carnes en sí pues son fuertes para, o impactan más el paladar por el tono graso, por ejemplo, o por los condimentos, también el sabor de humo que le va a aportar la parrilla”, dijo.Ante eso, dijo que lo ideal será un vino tinto que suele caer bien ese tipo de sabores de humo al no ser tan fuerte y permiten que el paladar deguste mejor este tipo de carnes.“Si voy a tener carne, o si voy a tener un pescado como un salmón, pues ya podríamos jugar con un vino tinto. Entonces, ¿qué es lo importante? Saber qué es lo que voy a tener de comida, para más o menos, con sabores, definir si quiero un vino más fresco y ligero, pues un vino blanco. Si quiero un vino más contundente y que no vaya a ser tapado por el sabor de la comida, entonces voy a preferir un vino tinto”, puntualizó.En ese orden de ideas, el error más común termina siendo el desconocimiento del producto a la hora de aportar en una comida, dependiendo su sabor.
La industria de los vinos en Colombia ha estado creciendo, actualmente existen empresas que se están dedicando a este negocio. Tradicionalmente, Colombia no ha sido conocida por su producción de vino, en parte debido a su clima tropical y su ubicación geográfica.Actualmente, en Colombia, industrias como Vinos Colombia, la cual es una iniciativa privada, sin ánimo de lucro, trabajan en investigación científica de variedades de uvas nobles, y busca estudiar su adaptación en el clima tropical para elaborar vinos de clase mundial.En Orgullo país, John Edward Franco, enólogo de vinos de Colombia, comentó cómo ha ido en avance este proyecto y en qué se encuentran trabajando para lograr sus objetivos en temas de producción de vinos.“El proyecto surgió cuando me recibí de enólogo, hace 20 años y llegué a Colombia y no había nada, no había genética, materiales vegetales, entonces decidí importar todos esos materiales. 150 variedades de todo el mundo de las cuales nos dedicamos a investigar y como resultado obtuvimos un viñedo funcional”, señaló John Edward Franco.Esta empresa, además, es un proyecto que ha permitido poner la viticultura colombiana en el ámbito internacional; al mostrar los resultados de nuestras investigaciones en congresos mundiales y latinoamericanos de la OIV, Organización Internacional de la Viña y el Vino.La meta de este negocio es ser un amante del vino nacional. Para cuando llegue un extranjero a un restaurante en Colombia y se le ofrezcan vinos, no le ofrezcan chilenos, argentinos o españoles, sino un vino colombiano de calidad internacional.Escuche información completa:
La producción mundial de vino cayó un 10 % en 2023 hasta los 237,3 millones de hectolitros, la cifra más baja desde 1961, debido a las condiciones de clima extremo, con sequías, lluvias torrenciales y heladas en amplias regiones.Y el avance de la vendimia de los primeros meses de este año en el hemisferio sur apunta también a un descenso de aproximadamente un 5 % respecto al año pasado, según los datos presentados este jueves por la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV).Se prevén caídas previstas en Chile (-10 %, 9,9 millones de Hl) y Brasil (-5 % (3,4 millones), aunque con subidas en Argentina (27 %, 11,2 millones), Australia (21 %, 11,7 millones) y Sudáfrica (1 %, 9,4 millones de Hl).Francia fue el mayor productor mundial en 2023, con 48 millones de Hl y una subida del 4 %, seguida de Italia (38,3 millones, -23 %) y de España (28,3 millones, y una caída del 21%).Estos países suponen casi la mitad de la producción mundial, destacó el secretario general de la OIV, el neozelandés John Barker, al presentar a la prensa el informe anual de la organización.La demanda mundial bajó un 2,6 % en 2023, hasta 221 millones de hectolitros, el dato más bajo desde 1996, y la OIV atribuye la caída al aumento de la inflación, que causó un aumento de los costes de producción y del precio de venta mientras se reducía el poder adquisitivo de los consumidores.Pero, además de estos factores, el consumo global de vino registra una tendencia descendente, aunque con altibajos, desde el máximo registrado de unos 250 millones de hectolitros en 2007.El cambio climático "es el mayor reto"Barker consideró que actualmente el mayor reto para el sector vitivinícola a nivel mundial es "el cambio climático", ya que "es difícil determinar si la reducción de la demanda es una tendencia a largo plazo".El 68 % del consumo mundial se concentra en diez países y el 51 % en los cinco mercados principales: Estados Unidos, Francia, Italia, Alemania y Reino Unido, y en todos ellos bajó ligeramente (un 2-3 %) el año pasado.China registró fuertes caídas de producción (-33 %) y de consumo (-25), debido en este último caso a las situación económica tras la salida de las restricciones por la pandemia.Con estas cifras, la OIV contabiliza un exceso de producción respecto al consumo de 16,1 millones de hectolitro.Pero como cada año entre 25 y 35 millones de destinan a usos industriales (como producción de vinagre, destilados u otros productos), la organización considera que la baja producción del año pasado "se espera que traiga equilibrio al mercado mundial" al reducir existencias.El consumo de vino tinto seguirá bajando en 2024, mientras que subirá el de blanco y espumosos.La superficie de viñedos continúa su lento declive, con 7,2 millones de hectáreas en 2022, un 0,5 % menos, desde los algo más de 7,8 millones contabilizados en 2003.España sigue siendo el país con mayor superficie de viñedo 813 % del total), seguida de Francia y China (ambas con el 11 %) e Italia (10 %).Ante el poco dinamismo del mercado, el comercio internacional de vino también se vio afectado, y las exportaciones bajaron un 6,3 % anual en volumen (hasta los 99 millones de hectolitros) y un 4,7 % en valor (36.000 millones de euros).Sin embargo, el premio medio del vino con comercialización internacional subió un 2 % respecto a 2022 para situarse en 3,62 euros por litro.Los principales exportadores por volumen son Italia (21,4 millones de Hl), España (20,9) y Francia (12,7 millones), aunque el orden cambia radicalmente por el valor de las ventas.Francia fue el país con mayores exportaciones, que totalizaron 11.900 millones de euros, por 7.700 de las italianas y 2.900 millones de las españolas.El valor de las exportaciones españolas se ve perjudicado porque el 57 % del vino que se envía al exterior es a granel, el mayor porcentaje entre los 12 mayores exportaciones mundiales.Chile fue el cuarto exportador mundial por volumen (6,4 millones de Hl) y por valor (1.400 millones de euros).
Sentia, una bebida espirituosa que imita los efectos del alcohol pero, lo más importante, no contiene alcohol, fue lanzada el año pasado por GABA Labs, con sede en Hertfordshire. El equipo detrás de las bebidas, encabezado por el ex zar gubernamental de las drogas, el profesor David Nutt, ha revelado ahora planes para reforzar su gama de productos en 2024, que incluirá cerveza sin alcohol y vino espumoso.Mientras que otras bebidas no alcohólicas simplemente intentan replicar el sabor de las bebidas reales, los productos de GABA Labs contienen una mezcla secreta de ingredientes botánicos que engañan efectivamente a la química interna del cerebro haciéndole creer que está borracho.Una botella de Sentia, que cuesta poco menos de £30, muestra que incluye alrededor de una docena de ingredientes más que una bebida normal: magnolia, salvia, cáscara de naranja, anís estrellado, ginseng, cardamomo negro, tomillo, canela, centella, romero, jengibre nigeriano. , ginkgo, ajenjo y más. La etiqueta también presenta una advertencia común a muchas de las bebidas que busca emular: no consumir si está embarazada o amamantando."Tenemos una serie de productos que nos gustaría llevar al mercado durante 2024 y estamos muy, muy entusiasmados", dijo el cofundador David Orren."Será además una cerveza o una variedad de cervezas, y también vino espumoso; es una bebida muy parecida al champán, que ha funcionado muy bien con las pruebas limitadas que hemos realizado", agregó.Los productos de GABA Labs que ya están disponibles vienen en dos sabores: rojo y negro. Para servirlo recomiendan tomarlo solo o mezclarlo con un refresco o ginger ale.¿Qué causa la resaca?Si alguna vez ha tenido resaca, sabrá algunos de los efectos desagradables que puede provocar el alcohol. Desde dolores de cabeza, náuseas y mareos hasta sensación de agotamiento, la resaca puede arruinar el día. Todos sabemos que el alcohol es el culpable.En primer lugar, el alcohol es tóxico y cada vez que lo bebe, su hígado trabaja para deshacerse de él. Las sustancias creadas como subproductos de la eliminación del alcohol por parte del cuerpo podrían crear síntomas de resaca al causar inflamación y cambios temporales en el sistema inmunológico.Una de estas sustancias es el acetaldehído, un subproducto tóxico que produce el cuerpo cuando bebe alcohol y que es en parte responsable de esa sensación de aturdimiento. La deshidratación es otra gran causa de resaca. Porque el alcohol hace orinar más y puede provocar mareos, aturdimiento y cansancio si no se repone este líquido.Por otra parte, el ingrediente milagroso que emula al alcohol es un secreto muy bien guardado. Pero cómo funciona está en el nombre del fabricante. El potente brebaje de Sentia activa un neurotransmisor en el cerebro conocido científicamente como ácido gamma-aminobutírico (Gaba), del mismo modo que unos tragos de tequila, copas de vino o botellas de cerveza. Si bien es posible que no sepa el nombre, reconocerá el efecto, ya que los receptores Gaba ayudan a relajar el cerebro.Por eso, es posible que se sienta más sociable, ligero y alegre después de unas cuantas copas. Pero a diferencia del alcohol, los efectos de Sentia desaparecen después de dos o tres tragos, lo que significa que la gente no puede "emborracharse" demasiado. Además, no provoca la acumulación de otras sustancias químicas en el cuerpo que provoca el alcohol y que están detrás de la resaca.Tampoco conlleva ninguno de los problemas de salud a largo plazo que puede provocar el consumo regular y excesivo de alcohol, como cáncer, problemas hepáticos y obesidad.
Por bueno que sea, a algunas personas beber vino tinto, incluso en pequeñas cantidades, les provoca dolor de cabeza, un dolor que aparece entre media hora y tres horas después de beber una copa de vino. Desde hace décadas, la ciencia intenta saber por qué.Ahora, según un estudio publicado este lunes en la revista Scientific Reports y liderado por científicos de la Universidad de California (UC) en Davis, una sustancia natural del propio vino tinto podría ser la culpable.Los científicos hicieron un estudio, incluso en personas que no sufren dolor de cabeza al beber pequeñas cantidades de otras bebidas alcohólicas, y descubrieron que la quercetina, un flavanol del vino tinto, podría interferir en el correcto metabolismo del alcohol y provocar dolor de cabeza.La quercetina, que se encuentra en todo tipo de frutas y verduras, incluidas las uvas, es un antioxidante saludable que también se vende como suplemento. Pero cuando se metaboliza con alcohol, puede dar problemas."Cuando entra en el torrente sanguíneo, el organismo la convierte en una forma diferente denominada glucurónido de quercetina", explica Andrew Waterhouse, químico, autor correspondiente, y profesor emérito de la Universidad de California en Davis.Como resultado, las personas pueden acabar acumulando acetaldehído, que es una toxina irritante e inflamatoria que en niveles altos puede causar rubor facial, dolor de cabeza y náuseas", explica la autora principal Apramita Devi, investigadora postdoctoral de la UC Davis.El medicamento disulfiram que se receta a los alcohólicos para evitar que beban provoca estos mismos síntomas porque, según Waterhouse, el fármaco también hace que la toxina se acumule en el organismo cuando normalmente una enzima del cuerpo se encargaría de descomponerla.Cerca del 40% de la población de Asia oriental también tiene una enzima que no funciona muy bien, lo que permite que el acetaldehído se acumule en su organismo."Creemos que cuando las personas susceptibles consumen vino con cantidades incluso modestas de quercetina, sufren dolores de cabeza, sobre todo si sufren de migrañas o de otras afecciones primarias de dolor de cabeza", defiende el coautor Morris Levin, de la Universidad de California en San Francisco."Creemos que por fin estamos en el buen camino para explicar este misterio milenario. El siguiente paso será probarlo científicamente en personas que desarrollan estos dolores de cabeza", concluye.
En un insólito incidente que dejó a todos boquiabiertos, dos millones de litros de vino tinto se desbordaron por las calles de Levira, una pequeña localidad en la ciudad portuguesa de Anadia. Este inusual hecho fue el resultado de la explosión de dos depósitos de una destilería local, según informaron medios portugueses.Las imágenes de las calles anegadas de vino tinto son impactantes. Nadie podía haber anticipado un incidente de esta magnitud. El líquido carmesí fluía como ríos por las calles adoquinadas, inundando casas y comercios¿Cómo pudo ocurrir algo así en una comunidad tranquila como Levira?Todo comenzó con la explosión de dos almacenes pertenecientes a la empresa Destilaria Levira. Las causas de esta explosión aún no han sido determinadas por las autoridades. Sin embargo, este trágico suceso tuvo un impacto devastador en la comunidad.La compañía Destilaria Levira emitió un comunicado oficial en el que asumió la responsabilidad por los costos asociados a la limpieza y reparación de daños causados por el derrame de vino tinto. Aunque milagrosamente no hubo heridos, la preocupación por los daños generales en Levira y las viviendas particulares es comprensible.Según el comunicado de la compañía, la explosión de los depósitos de vino tinto fue el resultado de una extraordinaria medida de apoyo del gobierno a productores y bodegas debido a la crisis de destilación de 2023, que se originó por el exceso de vino en el país.Destilaria Levira en Facebook prometió resolver esta situación lo antes posible y ha movilizado equipos para limpiar y reparar los daños de manera inmediata. La compañía insta a los afectados a mantener registros fotográficos de los daños y perjuicios y a ponerse en contacto a través de los datos de contacto proporcionados para coordinar los trámites necesarios.