La colombiana Mariana Pajón afronta desde el jueves la competición olímpica de BMX en Tokio-2020, con la intención de sumar un tercer oro tras los de Londres-2012 y Rio-2016, y afirma que "es una gran responsabilidad tener a un país sobre tus hombros", a un día de comenzar la prueba."Estos cinco años han sido una montaña rusa de emociones para mí. Han sido cinco años de lesiones, de altos y bajos y al final estoy montando en la bicicleta de nuevo, representando a mi país, haciendo de nuevo lo que me gusta", afirmó Pajón."Me siento bien, confiada y divirtiéndome. Hay una enorme responsabilidad, teniendo a todo mi país sobre mis hombros. Voy a intentar dar lo mejor", señaló.Escuche y siga El Camerino en Spotify:El aplazamiento de los Juegos un año debido al COVID fue una ventaja para la colombiana."El aplazamiento fue oportunidad para mí. El año pasado no estaba preparada. Estaba lesionada. Sabía que podía ir e intentar dar lo mejor de mí misma, pero no estaba preparada, no estaba al 100%. Por lo que me venía bien tener un año más para estar mejor preparada, recuperarme de una lesión y regresar a mi nivel", explicó."Es una gran oportunidad poder tener los Juegos. Yo era pesimista. Pensaba que iban a ser cancelados por lo que estoy realmente feliz de estar aquí, todos juntos, en la Villa Olímpica, viviendo nuestro sueño olímpico aquí, de nuevo", explicó.Respecto al trazado que se encontrará, la colombiana piensa que será exigente."Es un diferente tipo de trazado. Es más largo y es técnico, por lo que habrá cortes en el grupo. Hacer tres veces el trazado mañana (jueves) y dos el viernes va a ser todo un desafío", concluyó.
La Villa Olímpica alberga a más de 11.000 atletas para los Juegos de Tokio 2020, quienes ingresan, en principio, cinco días antes de competir y la abandonan dos días después de que terminen las pruebas de sus disciplinas.La Villa, que tiene instalaciones de última generación, comedores, un gimnasio y un centro de control de dopaje, contará también con una clínica para gestionar los potenciales casos de COVID-19, además de unas instalaciones médicas para atender otro tipo de contingencias sanitarias.El comedero, que está abierto las 24 horas, los siete días de la semana, tiene aproximadamente 700 opciones de comida en Tokio 2020, para todos los gustos.El Parque del Puerto de Harumi es el lugar para que los atletas se desestresen, pues cuenta con sillas de masaje en la ‘Casa de la Relajación’ y una zona de juegos en forma de barco pirata.Los cuartos se caracterizan por tener camas hechas con cartón, que se reciclarán el final de las olimpiadas y que resisten 200 kilogramos. También están unas cortinas especiales que permite a los atletas dormir a cualquier hora del día.Si se habla de invocación, los buses de transporte interno en una de ellas, pues son autónomos y cuentan con nueve paradas alrededor de las instalaciones principales.Un día normal en la Villa Olímpica de TokioAsí podría ser un día normal de un residente de la Villa Olímpica, concebida para acoger a 18.000 personas, 11.000 son atletas, pero donde los deportistas solo pueden instalarse cinco días antes de iniciar sus pruebas y que deben abandonar en las 48 horas posteriores al fin de las mismas.06H30Despertador. He dormido bien, gracias a la cortina opaca de mi ventana. Un detalle importante, ya que el sol sale a las 04H40 en este momento en Tokio.Cuando descubrí mi habitación de 9m2, me sorprendió la estructura de cartón reciclado de mi cama, pero es sorprendentemente sólido: puede soportar 200 kg.Las paredes interiores de mi habitación son también de cartón reciclado, ya que son provisionales: la Villa se convertirá en apartamentos de lujo después de los Juegos. Mientras tanto, es mejor no tener vecinos que ronquen...07H00Entrego a un responsable de nuestra delegación el test de antígeno de saliva que me acabo de hacer yo mismo. Será entregado más tarde a un operador privado, como todos los test de los residentes de la Villa.En caso de resultado positivo, me pedirán pasar un test PCR, más fiable. Y si éste sigue siendo positivo, me dirigiré a la 'clínica de la fiebre', en el corazón de la Villa.Allí, los casos sospechosos pasan un tercer test y son aislados, a la espera del veredicto que pueda conducir a una cuarentena en un hotel o a una hospitalización. ¡Es verdaderamente el lugar de la Villa que quiero evitar!07H30Antes de abandonar mi habitación, me pongo mi mascarilla, que es obligatoria en toda la Villa.De camino a la cantina, consulto la aplicación para ver en directo la tasa de ocupación de los espacios públicos en la Villa. El comedor es muy grande, con 3.000 plazas repartidas en dos plantas.08H00En la cantina te puedes quitar la mascarilla en la mesa, pero se está rodeado por una pantalla de plexiglás. Las opciones de los menús es inmensa, entre cocina japonesa, "asiática" o "del mundo", platos dietéticos, vegetarianos y sin gluten... Además, los valores nutricionales se indican sistemáticamente.09H00Voy a calentar en el gran gimnasio de la Villa, que tiene 600 máquinas, incluidas cintas de correr, bicicletas estáticas y aparatos de musculación. Aquí también hay pantallas de plexiglás y la mascarilla es obligatoria. El personal limpia las máquinas frecuentemente, pero es recomendable también pasar uno mismo el desinfectante.11H00Voy para mi centro de entrenamiento, situado en otra parte de Tokio. Me dirijo a la terminal de transportes de la Villa, donde hay autobuses que conectan con cada lugar o instalación olímpica.17H00Antes de volver, me dirijo al 'Villa Plaza', un complejo de madera de estilo japonés tradicional al lado de la Villa. Es un espacio de convivencia para los residentes, con servicios de proximidad. Compro algunos recuerdos de Japón para mi familia, que no ha podido acompañarme a los Juegos.19H00El sol se esconde ya. Cansado, tomo una de las 17 lanzaderas autónomas que circulan las 24 horas del día en el interior de la Villa para regresar a mi edificio. Los asientos están dotados de un revestimiento anti-virus, y hay un operador humano a bordo en caso de problemas.20H00Después de la cena, voy al centro de ocio de la Villa. Las pocas videoconsolas que hay ya están ocupadas... Prefiero darme un paseo por el parque, cerca del agua.Compré dos cervezas en el 'Villa Plaza' esta tarde, pero como está prohibido beber alcohol en grupo y en los espacios públicos, esto no es buena idea. ¡No quiero arriesgarme a una descalificación por saltarme las medidas sanitarias!22H00Antes de acostarme, escribo por el teléfono a familiares y amigos que se han quedado en mi país. Esta burbuja es bastante pesada, pero hay que seguir las normas, estos Juegos son la oportunidad de mi vida.
Una explosión se registró en la madrugada de este viernes en la Villa Olímpica de Bogotá, lugar donde pasarán la cuarentena los evacuados de China por coronavirus. Según Bomberos, la emergencia se debió a una caldera. El Ministerio de Salud comunicó que el hecho se registró pasadas las 3 de la mañana por la la rotura de un tubo de agua caliente entre el segundo y tercer piso de la Villa Deportiva. "Fue activado el plan de contingencia y los protocolos de aislamiento no se vieron alterados", se difundió en Twitter.Tres máquinas del cuerpo de Bomberos de Bogotá hicieron presencia en el lugar para atender la emergencia.Escuche el reporte en Mañanas BLU:
Ante esta situación Nelson Crispín, nadador profesional, manifestó su preocupación por la falta de modernización del complejo acuático, “la villa olímpica de Bucaramanga no se parece en nada a los lugares, que hemos ido a competir mundialmente”. Asimismo, Moisés Fuentes, medallista paralímpico, lamentó el mal estado de la villa, “es un complejo que lleva más de 40 años sin ser modernizado o cuando lo hacen no piensan en los nadadores”. BLU Radio Bucaramanga 960 AM