Cazadores furtivos mataron este lunes a tiros a un guardabosques de Uganda mientras patrullaba una reserva poco conocida del noreste del país, informaron este martes las autoridades medioambientales ugandesas."Con mucho pesar, la Autoridad para la Vida Salvaje de Uganda (UWA, por sus siglas en inglés) anuncia la muerte prematura de Jonathan Olara", señaló en un comunicado Bashir Hangi, el portavoz de esta institución estatal, encargada de la gestión de los espacios naturales protegidos del país."Olara recibió un disparo mortal el 4 de noviembre de 2024 durante un encuentro con cazadores furtivos mientras patrullaba la Reserva de Vida Salvaje de la Comunidad de Karenga (noreste)", añadió.La UWA está investigando el suceso con otras agencias gubernamentales.Además, el organismo se ha comprometido a dar a los familiares del guardabosques fallecido "el apoyo que necesiten" y a "intensificar" sus "esfuerzos para combatir la caza furtiva y otras actividades ilegales que amenazan la vida salvaje y los ecosistemas de Uganda".Para Hangi, este ataque mortal es "un duro recordatorio de los peligros que implican los trabajos de conservación y del coraje de los hombres y mujeres que defienden el patrimonio natural".La Reserva de Vida Salvaje de la Comunidad de Karenga es aledaña del parque nacional de Kidepo y está cerca de las fronteras porosas de Uganda con los vecinos Sudán del Sur y Kenia.Esa zona es de vital importancia para muchas especies amenazadas, como las jirafas nubianas, los leones y los elefantes africanos, y es el hogar de una de las mayores poblaciones de búfalos cafres de todo el país, entre otros animales.
Cientos de personas despidieron este sábado a la atleta ugandesa Rebecca Cheptegei, que murió el pasado día 5 en Kenia después de que su exnovio, presuntamente, le prendiera fuego, en un funeral con honores militares oficiado en Uganda.El sepelio de Cheptegei, de 33 años y sargenta del Ejército de Uganda, se ofició en el distrito de Bukwo (este), hogar de sus ancestros en el este de Uganda, cerca de la frontera con Kenia.Soldados portaron el féretro de la deportista, cubierto con la bandera ugandesa, colocado bajo una carpa junto a su foto y dos coronas de flores. Entre otras autoridades estuvieron presentes el ministro keniano de Deportes, Onesimus Kipchumba Murkomen, y el viceministro ugandés del ramo, Peter Ogwang."Su muerte, que sacudió no sólo a Uganda y a la comunidad atlética sino a toda la región de África oriental, debería sacudir nuestra conciencia para hacer más para poner fin a la violencia de género en el deporte, y lo haremos", afirmó Murkomen.También asistieron deportistas como el ugandés Joshua Cheptegei, campeón olímpico de 10.000 metros en los pasados Juegos de París, donde la difunta participó en la prueba de maratón, en la que acabó en el cuadragésimo cuarto puesto.El atleta lució un polo negro en el que se veía una fotografía de Rebecca Cheptegei y el mensaje "Di no a la violencia de género".Acudieron igualmente dirigentes de la Federación de Atletismo de Uganda, que donó a la familia de la maratoniana 10.259.000 chelines ugandeses (cerca de 2.500 euros).La atleta recibió sepultura después de que el presunto autor de su muerte, el keniano Dickson Ndiema Maranganch, muriera este lunes en el hospital de Eldoret (oeste de Kenia) en el que estaba ingresado desde la semana pasada tras, presuntamente, quemar viva a la maratoniana y sufrir él mismo graves quemaduras. Maranganch, con quien Cheptegei mantuvo una relación sentimental y del que llevaba tiempo distanciada, falleció en el mismo lugar en el que murió la deportista, el Hospital Universitario y de Referencia Moi de Eldoret, meca del atletismo en el este de África.Según las investigaciones preliminares de la Policía, Maranganch, que estaba internado en la unidad de cuidados intensivos (UCI), roció a Cheptegei con cinco litros de gasolina y le prendió fuego tras una disputa en la casa de la deportista en el condado de Trans-Nzoia, en el oeste de Kenia.Al parecer, entró en la casa el domingo, 1 de septiembre, cuando la atleta estaba con sus dos hijos -fruto del matrimonio con otro hombre- en la iglesia y la atacó a su regreso.Cheptegei sufrió quemaduras en el 80 % de su cuerpo que afectaron sus órganos vitales y Maranganch en el 30 %, según el hospital.De acuerdo con su familia, este es un caso de violencia machista que podría haberse evitado si la Policía hubiera actuado a tiempo contra el presunto maltratador de la deportista."Las agencias gubernamentales nos han fallado porque informamos con suficiente antelación sobre su seguridad, ya que este hombre solía seguirla incluso hasta Uganda, pero no actuaron con rapidez. Era evidente que su vida estaba en peligro", aseguró el padre de la corredora, Joseph Cheptegei.La última denuncia la habían puesto apenas dos días antes del presunto ataque de Maranganch, dijo el padre.Según la familia, Rebecca Chepetgei y su antigua pareja sentimental habían discutido en el pasado en relación con la propiedad de la casa de Trans-Nzoia, de la que Maranganch había intentado expulsar a la corredora. Su muerte causó una gran consternación y provocó manifestaciones de condena en Kenia y Uganda, especialmente, pero también en el resto del mundo.Al menos otras dos atletas, Agnes Tirop y Damaris Mutua, han perdido la vida en incidentes de violencia machista en Kenia desde 2021.
La Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos se declaró hoy "horrorizada" ante la aprobación hoy de una nueva ley contra la homosexualidad en Uganda que incluye largas penas de cárcel y la pena de muerte ante determinados delitos."Nos horroriza que este proyecto de legislación draconiana, discriminatoria y antihomosexual se haya convertido en ley", indicó en su cuenta oficial de la red social Twitter la oficina dirigida por el alto comisionado de Naciones Unidas, Volker Türk."Es una receta para futuras violaciones sistemáticas de las personas LGBTIQ y para la población en general, creando un conflicto con la constitución y los tratados internacionales, por lo que debería llevarse a cabo una revisión judicial urgente", añadió la oficina, que ya había condenado con anterioridad el proyecto de ley.La nueva legislación también fue condenada por el Programa Conjunto de la ONU contra el VIH/sida (ONUSIDA), que en un comunicado conjunto con otras organizaciones sanitarias internacionales mostró su profunda preocupación por las consecuencias que pueda tener la nueva legislación.La ley "obstaculizará la educación en salud y el compromiso necesarios para acabar con el sida como una amenaza sanitaria pública", señaló el comunicado, en el que denunció que el colectivo LGBTIQ ya ha sufrido estigmatización durante los meses de debate en torno a la ley que ha limitado su acceso a cuidados y tratamientos."El colectivo en Uganda teme cada vez más por su seguridad, y un número cada vez mayor de personas son desalentadas para que no acudan a servicios sanitarios, ante el temor a que sean atacados, castigados o marginados aún más", lamentó el comunicado conjunto.El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, aprobó hoy una ley que mantiene la pena de muerte por "homosexualidad agravada" (término amplio usado para referirse al hecho de mantener relaciones íntimas con un menor de edad u otros grupos vulnerables).Además, cualquier persona que "promueva la homosexualidad a sabiendas" puede ser condenada hasta a veinte años de cárcel, una disposición que no se modificó con respecto al proyecto de ley original.El texto legislativo ha sido duramente criticado también por la Unión Europea y Estados Unidos, así como por distintas organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional.En la actualidad, en Uganda prevalece una ley de 1950 -el país se independizó del Reino Unido en 1962- que penaliza hasta con cadena perpetua las relaciones íntimas entre personas del mismo sexo, si bien no suele aplicarse.Le puede interesar:
El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, promulgó este lunes una controvertida ley contra la comunidad LGBT que incluye duras penas por las relaciones entre personas del mismo sexo, una norma muy criticada por oenegés y gobiernos occidentales."El presidente aprobó el proyecto de ley contra la homosexualidad 2023", anunció la presidencia de Uganda en un breve comunicado en su cuenta de Twitter.La ley, fustigada por la ONU y países como Estados Unidos, se aprobó el 21 de marzo en el Parlamento.A finales de abril, el presidente Museveni pidió a los parlamentarios que volvieran a examinar el texto, instándolos a precisar que no es un crimen "ser homosexual", pero que sí están penalizadas las relaciones entre personas del mismo sexo.La enmienda clarificó que no será delito la orientación sexual, pero sí los "actos", que pueden ser castigados incluso con cadena perpetua.Pese a que Museveni aconsejó a los legisladores que eliminaran una disposición que penaliza la "homosexualidad agravada", los parlamentarios mantuvieron este artículo que implica que personas reincidentes puedan ser incluso condenadas a la pena capital.Durante su tramitación, esta ley fue criticada por Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk. Sin embargo, la medida cuenta con un amplio apoyo de la opinión pública en Uganda.Le puede interesar: ¿Problemas con el pie izquierdo al pasar de carro mecánico a automático?
Kenia y Uganda se encuentran en alerta máxima y han intensificado la vigilancia sanitaria en sus puntos fronterizos tras confirmarse esta semana un brote de la enfermedad del virus de Marburgo, similar al del ébola, en la vecina Tanzania.En un comunicado publicado hoy en su cuenta de la red social Twitter, el director general interino de salud del Ministerio de Sanidad de Kenia, doctor Patrick Amoth, afirmó que ese departamento "ha activado sus mecanismos de vigilancia y respuesta".Amoth subrayó que se ha reforzado la inspección en "todos los puntos fronterizos entre Kenia, Tanzania y Uganda", al tiempo que los condados de Kenia tienen orden de "estar vigilantes para identificar y aislar casos sospechosos para una gestión apropiada y oportuna".El Ministerio de Sanidad keniano instó a la población a permanecer en "alerta máxima e informar de cualquier aumento inusual de personas que presenten fiebre alta de causa desconocida, y especialmente aquellas con antecedentes de viajes a Tanzania".Por su parte, la vecina Uganda ha adoptado medidas similares para evitar la propagación transfronteriza de la enfermedad."El Ministerio de Salud está preparado en alerta máxima. Se están realizando evaluaciones de riesgo", afirmó el portavoz del Ministerio de Sanidad de Uganda, Emmanuel Ainebyoona, en declaraciones recogidas por medios locales.Ainebyoona señaló que las autoridades usarán el equipo de prueba móvil empleado para detectar el ébola durante la última epidemia de esa enfermedad registrada en territorio ugandés, cuyo fin se declaró el pasado enero tras causar 55 muertos.Las autoridades sanitarias de Tanzania confirmaron el pasado martes un brote de la enfermedad del virus de Marburgo, el primero en el país, con al menos ocho casos confirmados en el noroeste del territorio nacional y cinco muertos.Los casos confirmados por los laboratorios se detectaron en las localidades de Bulinda y Butayaibega, ambas en la región de Kagera, fronteriza con Uganda, Ruanda y Burundi.La de Marburgo es una fiebre hemorrágica viral altamente infecciosa de la misma familia que la más conocida enfermedad del virus del Ébola.En la actualidad, existe otro brote activo desde el pasado 13 de febrero en Guinea Ecuatorial, que acumula ya nueve casos confirmados y veinte probables, incluyendo entre ambos al menos 27 muertos, informó hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).Antes la enfermedad se detectó en Ghana en 2022 (tres infecciones confirmadas), Guinea-Conakri (2021), Uganda (2017, 2014, 2012 y 2007), Angola (2004-2005), la República Democrática del Congo (RDC) (1998 y 2000), Kenia (1990, 1987 y 1980) y Sudáfrica (1975).Es tan mortífera como la del ébola y se estima que en África ha causado la muerte de más de 3.500 personas.Al igual que el ébola, provoca hemorragias repentinas y puede producir la muerte en pocos días, con un período de incubación de 2 a 21 días y una tasa de mortalidad de hasta el 88 %.La enfermedad, para la que no hay vacuna ni tratamiento específico, fue detectada en 1967 en la ciudad alemana de Marburgo -origen de su nombre- por técnicos de laboratorio que resultaron infectados cuando investigaban a monos traídos de Uganda.Le puede interesar:
"Al principio era una broma [...] pero ahora son problemas" afirma Musa Hasahya Kesera, un ugandés padre de 102 hijos que reconoce que cada día le cuesta más satisfacer sus necesidades o incluso recordar sus nombres.A sus 68 años, está al frente de una familia de 12 mujeres, 102 hijos -el menor de 10 años y el mayor de 50- y 578 nietos.Se ha convertido en toda una atracción en su aldea, Bugisa, en el este de Uganda. Pero asegura que quiere detenerse y no tener más. "Ya he aprendido [la lección] de mi actitud irresponsable, de haber tenido tantos hijos de los que no puedo ocuparme", confiesa.Su gran familia vive en una casa muy deteriorada con tejado de chapa y una veintena de cabañas de adobe situadas cerca."Con mi débil salud y menos de una hectárea de tierra para una familia tan grande, dos de mis esposas se han ido porque no podía satisfacerlas en lo más esencial, como la comida, la educación o la ropa", cuenta el padre de familia, desempleado.Para evitar que la familia crezca aún más, sus esposas toman anticonceptivos. Él no se cuida, dice.Reuniones de familia mensuales La poligamia está autorizada en Uganda. Musa Hasahya Kesera se casó por primera vez en 1972, cuando tenia 17 años, mediante una ceremonia tradicional. Su primer hijo nació un año después."Como solo éramos dos hijos (en su familia), mi hermano, mis padres y mis amigos me aconsejaron que me casara con varias mujeres para tener muchos hijos y aumentar nuestro patrimonio familiar", explica.Atraídos por su estatus de vendedor de ganado y carnicero, varios lugareños le ofrecieron la mano de sus hijas, algunas de ellas todavía menores (una práctica prohibida desde 1995).Con los años, ya no puede ni identificar a sus propios hijos."Solo me acuerdo de los nombres del primero que nació y del último, no me acuerdo de la mayoría de los otros", confiesa, revisando entre montones de viejos cuadernos para encontrar detalles sobre sus nacimientos. "Son sus madres las que me ayudan a identificarlos", señala.El hombre admite que también le cuesta recordar el nombre de algunas de sus esposas. Tiene que pedirle a uno de sus hijos, Shaban Magino, un maestro de 30 años, que le ayude a gestionar los asuntos de la familia. Es uno de sus pocos hijos que fueron a la escuela.Para resolver las disputas, que no faltan en la familia, se organiza una reunión cada mes.Una comida diariaEl pueblo de Bugisa vive en gran parte de la agricultura, con pequeños cultivos de arroz, mandioca y café, y de la ganadería.En la familia de Musa Hasahya Kesera, algunos intentan ganar dinero o comida haciendo tareas domésticas para sus vecinos o se pasan el día buscando leña y agua, para lo que muchas veces tienen que recorrer largas distancias a pie.Otros se quedan en casa. Las mujeres tejen esteras o hacen trenzas en el pelo, mientras que los hombres juegan a las cartas a la sombra de un árbol.Cuando está listo el almuerzo -la mayoría de las veces, mandioca hervida-, el padre de familia sale de su cabaña y llama a gritos a sus familiares para que se pongan en fila para comer."Pero apenas tenemos comida suficiente. Estamos obligados a dar de comer a los hijos una vez, o dos en los días buenos", explica Zabina, la tercera esposa de Musa Hasahya Kesera, quien asegura que nunca se hubiera casado de haber sabido que su marido tenía otras mujeres."Trajo a la cuarta, luego a la quinta, y así hasta llegar a doce", dice, suspirando.Solo siete siguen viviendo con él en Bugisa. Dos lo dejaron y tres se fueron a otra localidad, a dos kilómetros de distancia, porque con lo que da la granja familiar no alcanza para que coman todos.
Once personas, niños en su mayoría, murieron en un incendio ocurrido en una residencia estudiantil de una escuela para ciegos de Uganda, este martes de madrugada, mientras los alumnos dormían."Se desconoce la causa del incendio, pero hasta el momento se han confirmado 11 muertos (...) mientras que seis se encuentran en estado crítico", señaló la policía en Twitter.La tragedia ocurrió el martes hacia la 01H00 de la madrugada (22H00 GMT del lunes) en la escuela Salama para invidentes, en el distrito de Mukono, en el este de la capital, Kampala.La policía dijo que hay una investigación en curso para encontrar la causa del incendio y que darían más detalles."La mayoría de los fallecidos son niños", dijo a la AFP el general Kahinda Otafiire, ministro de Asuntos Internos."Nuestro más sentido pésame a las familias de los difuntos (...), investigaremos las causas del incendio y, si hay culpables, serán detenidos", añadió.El director del centro, Francis Kirube, afirmó que las llamas se propagaron hasta los dormitorios mientras los niños dormían.Imágenes captadas por la televisión ugandesa mostraban el edificio, carbonizado pero en gran parte todavía en pie.Un equipo de expertos forenses, ataviados con equipos de protección, llegaron a la escuela. Los padres, en tanto, se congregaron en las inmediaciones.- "Está muerto" -"No tengo palabras para describir el dolor que estoy viviendo", afirmó a la AFP Richard Muhimba, padre de un niño fallecido que vive en Mukono."Fui a visitarlo el sábado, tenía buena salud, y tres días después está muerto", declaró al teléfono antes de colgar, desconsolado.Un amigo dijo a la AFP que el chico tenía 15 años y que tenía cuatro hermanos.La escuela fue construida en abril de 1999 y atiende a varias decenas de niños y jóvenes de entre 6 y 25 años.La princesa Ana, hermana del rey Carlos III, tenía previsto visitar la escuela el viernes, en el marco de un viaje con motivo del 60º aniversario de la independencia de Uganda del Reino Unido.Este país de África del este registró varios incendios en escuelas en los últimos años.En noviembre de 2018, 11 niños murieron y otros 20 sufrieron graves quemaduras en un incendio supuestamente provocado en un internado en el sur del país.En abril de 2008, 18 alumnas y un adulto murieron en otro incendio ocurrido en el dormitorio de su escuela, en una localidad situada a unos 30 km de la capital.En marzo de 2006, al menos 13 niños murieron y varios resultaron heridos en otro incendio declarado en una escuela islámica del oeste del país. En julio de ese mismo año, seis niños fallecieron en un incendio similar, en el este del país.Le puede interesar:Escuche el podcast ¿Cómo es vivir en Corea?
Un investigador colombiano murió el domingo aplastado por un elefante en el parque nacional de Kibale, en el oeste de Uganda, anunció el lunes la autoridad al cargo de estos parques.Sebastián Amaya Ramírez, investigador de la Universidad del Estado de Arizona (Estados Unidos), se encontraba junto a otro investigador, y un guía, en el parque de Kibale, conocido por su fauna y su centro de investigación."Se encontraron con un elefante solitario que los embistió, obligándoles a huir en diferentes direcciones. El elefante siguió a Sebastián y lo pisoteó, provocándole la muerte", declaró el lunes la autoridad ugandesa que gestiona los parques nacionales en un comunicado."No hubo incidentes parecidos en los últimos 50 años en el parque nacional de Kibale", añadieron.A finales de enero, un elefante mató a un turista de Arabia Saudita cuando este abandonó el vehículo en el que viajaba con sus amigos por el parque Murchison Falls
En redes sociales se hizo viral un video en el que un operador de excavadora encuentra un extraño animal bajo la tierra. El hecho se presentó en la ciudad de Masindi, Uganda, país africano.En el video se ve cómo el hombre está operando la excavadora hasta que ve un objeto extraño. Con la pala de la maquina trata de averiguar qué es y descubre que se trata de un ser vivo desconocido.El operador, incluso, al ver que el animal se mueve, grita por temor y sorpresa.En principio el animal desenterrado parecía una anguila, pero luego de que varios expertos revisaran el video se pudo concluir que el extraño ser vivo es un pez pulmonado, una especie que puede respirar por fuera del agua.Estos animales viven en el hemisferio sur del planeta, en países de África, Sudamérica y en Australia.