Lograron una fortuna de millones de euros con mapas del tesoro para que turistas pudieran hacerse millonarios. Pero un detalle hizo que sus operaciones cayeran.
Cayó una peligrosa banda de trata de personas, dedicada a engañar a jóvenes bailarines con jugosas promesas laborales. Una vez llegaban a Turquía, eran sometidos a tratos inhumanos.
La polémica se dio cuando el árbitro central pitó una falta, concedió el penalti y el equipo Adana alegó que era una simulación del jugador. Después, todos se fueron.
Tanju Ozcan, alcalde de Bolu, la capital provincial, elevó en tres el número de 66 fallecidos que había facilitado previamente el Ministerio del Interior.
La explosión se produjo sobre las 08.25 hora local en unas instalaciones en la provincia occidental de Balikesir, en las que se desató posteriormente un incendio.
El alcalde de Demre, Fahri Duran, por su parte, se mostró este viernes, en declaraciones telefónicas, más cauteloso con respecto al espectacular anuncio.