Kelly, de 52 años, se unió a la NASA en 1996. El astronauta tiene el récord de tiempo pasado por un estadounidense en el espacio, con cuatro viajes que suman en total 520 días. El director de la NASA, Charles Bolden, quien también fue astronauta, elogió la carrera realizada por Kelly. "Cuando los primeros estadounidenses lleguen a pisar por primera vez el suelo de Marte, seguirán el ejemplo de uno de los mejores astronautas en la historia del programa espacial, mi amigo y comandante Scott Kelly ", dijo. Después de su partida, Kelly seguirá participando en algunas de las investigaciones científicas que llevó a cabo durante su permanencia en el espacio con su colega ruso Mijail Kornienko. Esta experiencia tiene como objetivo estudiar los efectos fisiológicos y psicológicos de las largas permanencias en el espacio, lo que servirá para diseñar una misión tripulada a Marte que se estima se convertirá en realidad en 2030. Kelly proporcionará muestras de fluidos corporales y otras muestras para el equipo médico y científico de la NASA, al igual que su hermano gemelo Mark, que permaneció en Tierra. "Esta misión de casi un año en el espacio fue un gran reto para todos los que participaron, una experiencia que personalmente me dio una perspectiva única y un largo tiempo de reflexión sobre lo que debería ser el siguiente paso en nuestros esfuerzos en curso para fortalecer nuestra capacidad no solo de vivir en el espacio, sino también en la Tierra ", dijo el astronauta. (Vea también: Marte, el próximo reto de la NASA tras el regreso del astronauta Scott Kelly) Brian Kelly, director de operaciones de vuelo en el Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston (Texas), donde tiene su sede el cuerpo de astronautas, dijo que "las experiencias en las que participó Scott Kelly tendrán grandes beneficios para preparar una misión que va a poner al hombre en Marte". Poco después de regresar a la Tierra en una nave rusa Soyuz el 1 de marzo, Kelly se había quejado de dolor en todo el cuerpo y había encontrado mucho más difícil readaptarse a la gravedad de la Tierra que adaptarse a la microgravedad en el espacio.
La espina dorsal de Kelly, que regresó el miércoles de esta semana a la Tierra, tras completar con éxito la misión espacial, se alargó por la falta de gravedad. En la Tierra, la fuerza gravitatoria comprime los huesos pero, en el espacio exterior, su ausencia permite la expansión de los discos de la columna vertebral, según relata la cadena CNBC. Sin embargo, al cabo de unas horas de volver a la Tierra, Kelly recuperó su forma original y volvió a ser exactamente igual de alto que su hermano gemelo, Mark, astronauta retirado, según confirmó CNN con los hermanos. (Vea también: Astronautas vuelven a la Tierra tras 340 días en Estación Espacial Internacional). El astronauta estuvo en el espacio durante 340 días con el objetivo de estudiar los cambios fisiológicos que el cuerpo humano experimenta en el espacio. Las averiguaciones se aplicarán en futuras misiones de exploración del Universo, especialmente en posibles expediciones a Marte, señalaron ayer el director de la NASA, Charles Borden, y el director de la Oficina de Ciencia y Tecnología de la Casa Blanca, John Holdren. Kelly, de 52 años, participa junto a su hermano gemelo en diez investigaciones sobre psicología humana, salud, microbiología y estudio molecular en las que se comparan sus datos, uno en el espacio y otro en la Tierra.
Scott Kelly pisó suelo estadounidense en Houston (Texas) al finalizar esta semana su misión de 340 días en la Estación Espacial Internacional (EEI), el periodo más largo que un astronauta de ese país ha permanecido en órbita. Sólo le supera el cosmonauta ruso Valeri Polyakov, que entre 1994 y 1995 pasó 437 días en la desaparecida estación soviética MIR. "Esta misión representa el último hito del programa aeroespacial de nuestro país, pero no será el último, habrá más. Explorar está en el ADN de nuestro país y nunca nos tenemos que detener", afirmó Kelly a pie de pista tras aterrizar en Houston, donde reside y se encuentran las instalaciones de la NASA. El saludo del astronauta dio paso a las palabras del director de la Nasa, Charles Borden, y el director de la Oficina de Ciencia y Tecnología de la Casa Blanca, John Holdren, quienes pusieron el punto de mira en Marte. "Tu misión nos ayudará a lidiar con los cambios fisiológicos a los que la gente está expuesta en el espacio para misiones venideras y aún más largas. También para cuando vayamos a Marte, que lo vamos a hacer, de eso no hay duda", afirmó Holdren. El consejero de Barack Obama para ciencia y tecnología dijo, además, que Kelly "ha establecido el último hito en ese difícil camino" hacia Marte. Kelly participaba junto a su hermano gemelo Mark, un astronauta retirado, en diez investigaciones sobre psicología humana, salud, microbiología y estudio molecular en las que se comparan sus datos, uno en el espacio y otro en la Tierra. Uno de los principales objetivos de la misión de Kelly era analizar los cambios en el metabolismo que experimentan los humanos en el espacio. El director de la Nasa, por su lado, fue más conciso que Holdren pero también reconoció que la misión del astronauta estadounidense representa "un pasó más en el camino hacia Marte". Procedente de Kazajistán, Kelly aterrizó poco después de la 01.15 hora local (07.45 GMT) en Houston, donde se reunió con sus hijas, su pareja y su hermano gemelo, entre otros, tras un año en el espacio. "Ha sido un viaje muy largo. Cuando me fui de aquí en febrero de 2015, no recuerdo que día era, tenía 50 años. Ahora tengo 52", dijo el astronauta, nacido el 21 de febrero de 1964 en Nueva Jersey. Su comisión de bienvenida la encabezaba la esposa del vicepresidente de Estados Unidos, Jill Biden, a la que pidió disculpas, con humor, por el retraso de casi tres horas sobre el horario previsto: "Estaba acostumbrado a ir a 17.500 millas (unos 28.000 kilómetros) por hora pero este avión no va tan rápido", afirmó. Biden le dijo que su logro "es una inspiración para muchos jóvenes estadounidenses" y le hizo dos regalos: cerveza y pastel de manzana. "No hay nada más americano que eso", bromeó. "El presidente te manda la cerveza, es de nuestro jardín, y el pastel de manzana de parte de todos los estadounidenses", dijo la segunda dama del país. La cerveza que Biden le regaló a Kelly es la White House Honey Ale, la primera fabricada en la Casa Blanca y creada a petición de Obama en 2011, con miel obtenida en el jardín de la residencia presidencial y sede del Ejecutivo estadounidense. El astronauta comparecerá el viernes ante los medios de comunicación para explicar su experiencia en la EEI, cuando también darán detalles sobre su salud los médicos de la NASA. Kelly se dio a conocer durante el año que pasó en la EEI por compartir a diario las fotografías que hacía desde el espacio de todos los rincones de la Tierra, lo que le convirtió en el primer astronauta 2.0 de la historia.
Junto con los participantes en la expedición de mayor duración jamás llevada a cabo en la plataforma espacial (340 días) retornó a la Tierra el cosmonauta ruso Serguéi Volkov, quien estuvo en el espacio un total de 182 días. (Lea también: Astronauta presenta la primera flor espacial) Tal y como estaba previsto, el módulo de descenso aterrizó en las estepas de la centroasiática Kazajistán a las 04.26 GMT, pocas horas después de separarse del ingenio orbital. Doce helicópteros Mi-8, cuatro aviones, una veintena de todoterrenos y cerca de 200 militares participaron en las labores de seguimiento del descenso de la cápsula y luego en la evacuación de sus tripulantes, informó Roscosmos, la agencia espacial rusa. Inicialmente se anunció que los viajeros espaciales saldrían por su propio pie de la nave, en un simulacro de lo que podría ser un desembarco en Marte. Sin embargo, los tres ocupantes del módulo de descenso fueron asistidos para bajar a tierra, como pudo observarse en las imágenes de televisión transmitidas desde el lugar del aterrizaje. "Me siento muy bien. Un buen baño ruso y puedo volver a volar al espacio", dijo sonriente Kornienko ante las cámaras, cuando era acomodado en la butaca en la que fue trasladado, al igual que sus compañeros de misión, a una enfermería habilitada en la estepa para pasar los primeros reconocimiento médicos. Un portavoz del Centro de Control de Vuelos Espaciales confirmó a la agencia oficial rusa RIA Nóvosti que el estado de salud de los tres tripulantes de la Soyuz es "satisfactorio". Desde el lugar del aterrizaje, los cosmonautas fueron trasladados a la ciudad kazaja de Zheskazgán, desde donde Kornienko y Volkov volarán a la Ciudad de la Estrellas, en las afueras de Moscú, y Kelly, de regreso a Estados Unidos. El astronauta de la NASA es el primer estadounidense que realiza un vuelo espacial de tanta duración. El récord absoluto pertenece al cosmonauta ruso Valeri Poliakov, que permaneció 437 días a bordo de la estación espacial Mir, odisea efectuada entre enero de 1994 y marzo de 1995. El objetivo de la expedición anual a la EEI es comprobar los efectos de los vuelos de larga duración en el organismo humano con la vista puesta en los viajes interplanetarios. La NASA tiene intención de comparar los cambios físicos y psicológicos experimentados en el cuerpo de Kelly con los resultados de los análisis realizados a su hermano gemelo, Mark, un astronauta retirado. Durante su permanencia en la EEI, los miembros de la expedición realizaron más de 50 experimentos en diversos ámbitos científicos. "En estos momentos en que hay divergencias en las relaciones bilaterales entre Rusia y Estados Unidos, me siento orgulloso de que rusos y estadounidenses trabajen codo con codo en misiones importantes", comentó el embajador de EEUU en Moscú, John Tefft, según la agencia Tass. Permanecen en la estación espacial el ruso Yuri Malenchenko, el estadounidense Tim Kopra y Team Peake, el primer británico que viaja a la plataforma, adonde llegaron en diciembre de 2015. A ellos se sumarán los cosmonautas rusos Alexéi Ovchinin y Oleg Skripochka y el estadounidense Jeffrey Williams, quienes el próximo día 19 despegarán desde el cosmódromo de Baikonur rumbo a la EEI. La Estación Espacial Internacional, un proyecto de más de 100.000 millones de dólares en el que participan 16 naciones, orbita a una velocidad de más de 27.000 kilómetros por hora a una distancia de 400 kilómetros de la Tierra.