La decisión se adoptó en una asamblea general en la que los accionistas apoyaron la fusión con la firma británica, "mediante la adopción de todas las resoluciones propuestas", indicó la multinacional en un comunicado. El consejero delegado de AB InBEv, Carlos Brito, se mostró satisfecho con la decisión de los accionistas e indicó que el voto "permite avanzar hacia la reagrupación de nuestras empresas, de nuestros equipos, de nuestra fuerte herencia y de nuestra pasión por la fabricación de cerveza". Añadió que el grupo está comprometido a estimular un crecimiento a largo plazo y a crear valor para el conjunto de sus socios. AB InBev anunció asimismo que la firma resultante de la combinación de los dos negocios conservará el nombre de Anheuser-Busch Inbev SA cuando concluya la fusión, aunque el logotipo sufrirá un ligero cambio ya que está previsto que el águila ahora presente desaparezca en el futuro, informa el diario "L'Echo". La firma resultante producirá un 30 % de la cerveza que se consume en todo el mundo, con presencia en más de ochenta países y una fuerza laboral conjunta de unas 225.000 personas.Los accionistas de SAB Miller se pronunciarán también hoy sobre la operación. En caso de recibir la aprobación, la empresa belgo-brasileña AB InBev y sus marcas Corona, Stella Artois, Leffe o Budweiser absorberán a SABMiller, propietaria de marcas como Foster's o Coors.
El Consejo de administración de SABMiller indicó en un comunicado que "prevé por unanimidad" recomendar a sus accionistas aceptar la transacción, que confiere a SABMiller una valoración bursátil de 79.000 millones de libras (103.000 millones de dólares). La propuesta, anunciada el martes, es de 45 libras por acción, una más que en la propuesta anterior, para compensar la devaluación de la libra esterlina provocada por el Brexit, la decisión del Reino Unido de salir de la Unión Europea (UE). AB Inveb, primera cervecera mundial, se congratuló por la decisión de su hasta ahora principal rival y expresó su voluntad de concluir "cuanto antes" la operación. Varios accionistas de SABMiller se oponían al acuerdo, que resultaba menos interesante a causa de las perturbaciones en el mercado cambiario. Desde el primer acercamiento en el pasado otoño boreal, "numerosos factores afectaron el valor de la propuesta, y sobre todo el impacto del voto a favor del Brexit sobre la libra esterlina", admitió el presidente de SABMiller, Jan du Plessis, citado en el comunicado. "Esto dificultó la decisión del Consejo de Administración, y pensamos que la oferta final de 45 libras por acción se sitúa en el abanico que consideramos aceptable", agregó. Esa mejora representa de todos modos una valoración de la empresa inferior a la de la propuesta efectuada en noviembre, que alcanzaba los 121.000 millones de dólares, contra 103.000 millones en la actualidad. AB InBev comercializa entre otras las marcas Corona, Budweiser y Stella Artois, en tanto que SABMiller tiene en su jirón a la checa Pilsner Urquell y a la italiana Peroni. La fusión dará nacimiento a un mastodonte, que podría abrirle a ABInbev las puertas del mercado africano, y sobre todo de Sudáfrica, su tierra de origen. Las ventas totales cuadruplicarán las del holandés Heineken, tercer grupo mundial del sector. La operación ya recibió el visto bueno de las autoridades de la competencia de la UE, así como de las de Estados Unidos, Canadá, Australia, India, Corea del Sur, Sudáfrica y, este mismo viernes, la de China. AB InBev aceptó una serie de concesiones para obtener esas autorizaciones, entre ellas la cesión de los activos e intereses de SABMiller en Estados Unidos y la renuncia a derechos de la marca Miller en el mundo. En China, prometió vender la participación de 49% que SABMiller tiene en el capital de Snow Brasseries, el mayor productor de cervezas del gigante asiático.
La autoridad de la competencia de Sudáfrica aprobó el jueves bajo ciertas condiciones la fusión de la cervecera belgo-brasileña AB InBev y la británica SABMiller, allanando así el camino a una de las mayores operaciones de este tipo de la historia. Entre esas condiciones figura la venta por SAB Miller de su participación en Distell Group, una multinacional del sector con sede en Sudáfrica, para prevenir una posible pérdida de puestos de trabajo en una economía sudafricana que afronta ya numerosos problemas. "El tribunal de la competencia aprobó la fusión de los gigantes de la cerveza Anheuser-Busch InBev (AB InBev) y SABMiller bajo condiciones destinadas a tomar en cuenta a la vez el interés general y las normas de la competencia", indica un comunicado de la justicia sudafricana. La fusión de AB InBev y de SABMIller, anunciada a finales del año pasado, ya recibió la luz verde de las autoridades de la competencia europeas, así como de una quincena de autoridades equivalentes en todo el mundo. África, un continente en el que SABMiller está muy bien implantada, es un mercado codiciado por AB InBev debido a su población joven. Esta fusión entre la primera y la segunda cervecera mundiales está destinada a crear un líder mundial del sector. Entre las marcas de AB InBev figuran Corona, Stella Artois o Budweiser. SABMiller posee marcas como Miller, Peroni, Pilsner Urquell y Grolsh. La megafusión mediante la compra de SABMiller por AB InBev había sido anunciada en noviembre pasado, por un importe de 126.500 millones dólares, una de las mayores adquisiciones de la historia. Sin embargo el valor actual es considerablemente menor debido a la caída de la libra tras el voto en Reino Unido en favor de abandonar la Unión Europea, y puede situarse en torno a los 106.500 millones. Juntos, AB InBev y SABMiller elaboran cerca de 60.000 millones de litros por año, es decir el triple que el actual número tres del sector, el holandés Heineken. "Estamos muy satisfechos con esta decisión" de las autoridades de la competencia sudafricanas, comentó el presidente de AB InBev, Carlos Brito, en un comunicado. "Reconocemos el importante rol de las cervecerías sudafricanas en la economía del país y para la sociedad, y estamos impacientes de contribuir a ello al respectar nuestros compromisos en términos de empleo, apoyo a abastecedores y promoción de la emancipación económica de los negros", añade, en alusión a la discriminación positiva prevista por la ley sudafricana. La Comisión Europea, al aprobar en mayo pasado la compra de SAB Miller por AB INbev, aseguró entonces que la entidad que naciera con la fusión venderá a nivel mundial "dos veces más de cerveza y obtendrá beneficios cuatro veces más elevados que Heineken", el número tres. En relación a Carlsberg, actual número cuatro mundial, las ventas del nuevo grupo "serán cinco veces superiores y sus beneficios se multiplicarán por doce", añadía la Comisión. La fusión, que ha recibido entre otros la luz verde de las autoridades de India, Corea del Sur, México o Chile, está aún pendiente de la aprobación del Departamento de Justicia de Estados Unidos y del Ministerio de Comercio de China, según Bloomberg.
Es una de las mayores emisiones de todos los tiempos. La operación de compra de SABMiller está evaluada en 117.400 millones de dólares, un monto que la convierte en la cuarta adquisición de la historia.