Acevedo aseguró que se inclinó por el deporte porque no quería trabajar y algo que lo motivó fue el poder montar bicicleta, su mayor pasión. Uno de sus primeros viajes fue al Cabo de la Vela y al Amazonas, excursiones que terminaron por enamorarlo del ‘caballito de acero’ y en el cual encontró la excusa perfecta para dedicarse al triatlón. Sobre este deporte poco conocido en el país, Acevedo señaló que a la hora de entrenarse no se puede dedicar a una sola disciplina pues se corre el riesgo de fortalecer una y debilitar otra. “Todo se entrena al tiempo y la gran diferencia es porque el volumen de horas a la semana es mucho más alto de lo que hace es un deportista normal, dependiendo el tiempo del año se pueden trabajar bloques de una disciplina, pero no se puede dejar de lado las otras dos”, dijo el deportista. Rodrigo, quien se prepara para sus próximas competencias en junio, indicó que “el cansancio siempre está presente”, sin embargo, aclaró que para poder tener éxito en este deporte tan exigente hay que conocer el límite que el cuerpo puede resistir. “El cansancio siempre está, en este nivel estás jugando en una línea roja, vas a lo que te dan las piernas y si explotas hasta ahí llegas, si llegas sabes hasta donde puedes ir, hay que conocer el límite que te permita saber que puedes sobrevivir”, agregó.