El primer ministro de Ambiente que tuvo Colombia, Manuel Rodríguez Becerra, en 1993, respaldó la postura y las decisiones de la actual ministra Susana Muhamad sobre la protección de la reserva Thomas Van Der Hammen, en relación con la ampliación de la avenida Boyacá y por la que se creó una discusión entre el presidente Gustavo Petro y el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán.Y es que la ministra Muhamad demandó ante el Consejo de Estado la licencia que otorgó la CAR para la ampliación de dicha avenida, por considerar que causaría un daño irremediable a la reserva Thomas Van Der Hammen.>>> Lea también: Galán a Petro por Av.Boyacá: "Discusión sobre Van Der Hammen debe ir más allá de un trino"Mañanas Blu 10AM conversó con el exministro Becerra, quien está en la COP16 en Cali, sobre este tema. Hubo un respaldo hacia la ministra y se reiteró la importancia de proteger este espacio natural.“El ministro de Ambiente Juan Mayer fue quien ordenó la creación de la reserva Thomas Van Der Hammen. Y en un momento dado, el alcalde Enrique Peñalosa demandó ante el Consejo de Estado la decisión de Juan Mayer, alegando la extralimitación de funciones y el Consejo de Estado falló en contra de la demanda de Peñaloza, lo que muestra que la ministra Muhamad está actuando en forma coherente”, dijo Becerra en Mañanas Blu 10AM.El exfuncionario también insistió en que “la Sabana de Bogotá tiene en la Ley 99 una prioridad nacional, en el artículo 61, y al tener una prioridad nacional de protección y restauración, es natural que el Ministerio del Medio Ambiente pueda intervenir una mala decisión de este alcalde, que es el de construir la Avenida Boyacá, haciendo un enorme daño”, agregó.
En medio de la controversia por la ampliación de la Avenida Boyacá en Bogotá, el alcalde Carlos Fernando Galán aclara las implicaciones de esta obra sobre la reserva Van der Hammen y subraya que el debate debe ir más allá de una postura simplificada en redes sociales. La obra, autorizada bajo una licencia ambiental, busca mejorar la movilidad sin comprometer el medioambiente, según el alcalde.La Avenida Boyacá ha sido una arteria planeada para Bogotá desde hace más de 60 años. Su ampliación en el tramo norte, que incluye el cruce por la reserva Van der Hammen, fue contemplada en la administración de Gustavo Petro como alcalde en 2013, dentro de su propuesta de Plan de Ordenamiento Territorial (POT), bajo el nombre de Avenida Lou Murtra. Según Galán, Petro y la entonces alcaldesa encargada, Susana Muhamad, defendieron la necesidad de esa vía. Sin embargo, ahora el presidente Petro y la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, cuestionan la ampliación, argumentando que afectaría el ecosistema de la reserva.En entrevista con Blu Radio, Galán expuso que la ampliación no tiene el impacto negativo que se le atribuye y que, además, se han considerado medidas de compensación ambiental. “La licencia se tramitó cumpliendo todos los criterios de ley. Implica la sustracción de cerca de 20 hectáreas de las 1,395 que tiene la Van der Hammen y no afecta el bosque de Las Mercedes”, explicó el alcalde. Asimismo, detalló que la obra incluye pasos especiales para la fauna y la preservación de conexiones hídricas, además de una compensación de 120 hectáreas destinadas a restauración.Restauración de la reserva Van der HammenGalán puntualizó que, a pesar de los años de discusión en torno a la Van der Hammen, la mayoría de los terrenos en la reserva siguen siendo privados, con un avance mínimo en su restauración. Con el objetivo de hacer públicos estos terrenos, Bogotá ha implementado un mecanismo de “transferencia de derechos de construcción”, mediante el cual los dueños pueden ceder sus terrenos en la reserva a cambio de derechos de edificabilidad en otras zonas de la ciudad. “Vamos a arrancar con 60 hectáreas este año, y la proyección es llegar a 2,300 hectáreas que se harán públicas para restaurarlas, no para construirlas”, detalló Galán, subrayando que su administración está comprometida con la restauración y protección de la reserva.Galán también adelantó que Bogotá contará con un proyecto en colaboración con el Fondo Verde del Clima, que proporcionará $90 millones para invertir en la cuenca media y alta del río Bogotá, junto con otros $24,000 millones de fondos locales. Este proyecto se enfocará en la restauración de 5,000 hectáreas y en la reconversión de prácticas productivas en 10,500 hectáreas, trabajando con familias campesinas para reducir el impacto ambiental en la región.“Esta discusión no se debe dar de manera limitada, con un trino, sino a fondo sobre lo que se está haciendo verdaderamente para preservar la estructura ecológica de Bogotá”, enfatizó el alcalde Galán.En cuanto a la zona de Lagos de Torca, un proyecto de desarrollo urbano ubicado al norte de Bogotá, Galán señaló que la ampliación de la Avenida Boyacá es fundamental para su viabilidad. Este proyecto, que incluye cerca de 800 hectáreas de terreno, requiere infraestructura vial para garantizar su desarrollo ordenado. “La Avenida Boyacá es una carga que deben asumir quienes desarrollan Lagos de Torca, no es solo un proyecto particular, sino una necesidad para Bogotá. Más de 20,000 viviendas de interés social y prioritario se construirán en esta área, y necesitamos garantizar un desarrollo organizado”, aseguró Galán.Para el alcalde, un desarrollo bien planificado liderado por el Estado es la mejor forma de evitar el crecimiento desordenado de la ciudad y el surgimiento de asentamientos ilegales, una problemática que ha afectado históricamente las zonas de Usme, Ciudad Bolívar y Rafael Uribe Uribe. “Un desarrollo mal planeado afecta los recursos hídricos y promueve invasiones ilegales. Este proyecto de ampliación busca precisamente proteger los corredores hídricos y el espacio público, evitando que el crecimiento urbano se dé de manera no controlada”, argumentó.“Yo creo que nos quieren encasillar en una discusión diciendo que unos quieren construir una vía para destruir una reserva y otros quieren protegerla. Eso es equivocado. Todos queremos trabajar para proteger el medio ambiente. La pregunta es cómo”, aseveró Galán.Posturas enfrentadas: impacto ambiental vs. necesidad de infraestructuraMientras que la ministra Muhamad alerta sobre el riesgo que representa la obra para la sabana de Bogotá en el contexto del cambio climático, Galán defiende que el impacto ambiental sería mayor si no se realiza la ampliación. Según el alcalde, no realizar esta obra incentivaría el crecimiento descontrolado de la ciudad en zonas vulnerables y afectaría a los ecosistemas de manera indirecta.“El peor impacto sería dejar que el desarrollo urbano se dé sin regulación, promoviendo asentamientos que terminan afectando las fuentes hídricas”, comentó Galán, en referencia a zonas de alto valor ambiental como los Cerros Orientales y los corredores hídricos en el borde norte de la ciudad.Galán cerró su intervención llamando a que el Gobierno nacional y las autoridades locales trabajen juntos en una discusión a fondo, basada en datos y análisis técnicos, para alcanzar soluciones viables que beneficien tanto al medioambiente como al desarrollo de la ciudad. En su opinión, el Estado debe tomar un rol activo en la planificación urbana para evitar que el crecimiento de Bogotá ocurra de manera caótica.“Tenemos en espíritu el mismo objetivo: preservar el medioambiente y garantizar que el desarrollo sea sostenible. Pero creemos que es el Estado quien debe liderar, organizar y proteger, para que no sean los ilegales quienes terminen ocupando estas zonas de forma desordenada”, concluyó Galán.
La ampliación de la avenida Boyacá en Bogotá ha generado una intensa controversia debido a su impacto ambiental y a la confrontación política que ha suscitado entre el presidente Gustavo Petro y el alcalde de la capital, Carlos Fernando Galán.Este proyecto, cuya ejecución se ubica en el tramo que va desde la calle 183 hasta la avenida Guaymaral (calle 235), para conectar con la autopista Norte, promete una mejora significativa en la infraestructura vial de la ciudad. Sin embargo, la licencia ambiental que permite su desarrollo fue objeto de una demanda por parte del Ministerio de Ambiente, que busca anular esta aprobación por parte de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR).Características de la ampliación de la avenida BoyacáLa ampliación de la avenida Boyacá cubrirá un tramo de 4,9 km en el norte de Bogotá y se desarrollará en una franja de terreno de 69 metros de ancho, con variaciones que van de 79 a 300 metros en algunas intersecciones.La extensión incluye un área vial total de 44,54 hectáreas. Para su desarrollo, la obra requerirá la intervención de 20,87 hectáreas de la reserva Thomas Van Der Hammen, lo cual ha sido el principal punto de discordia.Por eso, la CAR, que otorgó la licencia ambiental para esta ampliación, estableció medidas compensatorias que buscan minimizar el impacto ambiental de la obra. Entre estas medidas se encuentran:La restauración de 62,49 hectáreas adicionales en la misma zona de la reserva como compensación ambiental.La plantación de más de 12,500 árboles en áreas afectadas y en zonas aledañas, con el fin de preservar la conectividad ecológica en la región.La implementación de un plan de recuperación para el humedal Torca Guaymaral.Petro vs. GalánEl proyecto ha desatado un intercambio de opiniones entre Gustavo Petro y Carlos Fernando Galán, con posturas opuestas sobre la gestión ambiental en Bogotá. Petro ha expresado su preocupación por el impacto de la obra sobre la reserva Thomas Van Der Hammen, argumentando que esta zona es esencial para el suministro de agua en la ciudad. El presidente señaló que en una ciudad que enfrenta desafíos hídricos graves, urbanizar la reserva es una amenaza para la sostenibilidad ecológica. Petro enfatizó que los árboles centenarios de la reserva, así como la biodiversidad local, están en riesgo, al tiempo que reafirmó que “es más importante el agua que el cemento y el carro”.Por su parte, Galán defendió el proyecto de ampliación de la avenida Boyacá, subrayando que la intervención afectará solo 20 hectáreas de las 1.395 de la reserva. Además, aseguró que el proyecto no solo no compromete los recursos naturales, sino que prevé un aumento de la restauración ambiental en la zona, con cerca de 120 hectáreas destinadas a la conservación. El alcalde también destacó la creación de pasos para fauna y la protección de la conectividad hídrica, argumentando que esta expansión es parte de un desarrollo urbano bien planeado, necesario para controlar el crecimiento desbordado de Bogotá y su periferia.
La ampliación de la Avenida Boyacá en Bogotá ha desatado un nuevo enfrentamiento entre el presidente Gustavo Petro y el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán. En un cruce de trinos, ambos líderes se han manifestado en torno al impacto ambiental de esta obra sobre la reserva forestal Thomas Van Der Hammen, un proyecto que el Gobierno nacional busca frenar.En su primer trino, Petro expresó su preocupación por la afectación de la reserva forestal, un área que, según el mandatario, es crucial para garantizar el agua en una ciudad que enfrenta graves desafíos hídricos. “En una ciudad que se queda sin agua, cómo se puede pensar en destruir la Reserva Forestal Thomas Van Der Hammen”, señaló Petro, advirtiendo sobre los riesgos de urbanizar esta zona protegida.Galán respondió a Petro, asegurando que la obra de ampliación de la Avenida Boyacá no destruirá la reserva. Según el alcalde, de las 1.395 hectáreas de la reserva solo se utilizarán 20, y esta intervención será compensada con cerca de 120 hectáreas adicionales destinadas a restauración y conservación ambiental. Galán subrayó la inclusión de pasos para fauna y conexión hídrica en el proyecto, argumentando que la expansión vial no compromete los recursos naturales de la ciudad. “El camino para contener el crecimiento desbordado en la sabana de Bogotá es un desarrollo urbano bien planeado”, añadió.>>> Lea también: Consejo de Estado revisará demanda para anular licencia ambiental de Av. Boyacá en BogotáEl intercambio de opiniones continuó con un segundo trino de Petro, quien describió el valor ecológico de la reserva y del “Bosque de Las Mercedes”, un área de vegetación nativa que alberga especies centenarias. Petro aseguró que urbanizar la reserva implicaría la desaparición de árboles con más de 200 años, poniendo en riesgo la estabilidad hídrica de la capital. “Hoy la primera necesidad de Bogotá se llama agua… Es más importante el agua que el cemento y el carro”, afirmó Petro, recalcando que la urbanización de estos espacios iría en detrimento del desarrollo sostenible.Galán respondió nuevamente destacando los esfuerzos de su administración por aumentar la restauración en la reserva, un aspecto que, según él, había quedado rezagado desde su declaración en 2011. El alcalde enfatizó que el 95.6 % de la reserva aún está en manos de propietarios privados y que solo un 3 % ha sido restaurado. Para abordar esta situación, la Alcaldía lanzó el mecanismo de Transferencia de Derechos de Construcción, una estrategia que permite que los propietarios de predios de alto valor ambiental puedan transferir voluntariamente sus terrenos a la Secretaría de Ambiente a cambio de beneficios en áreas urbanizables de la ciudad, especialmente para la construcción de Vivienda de Interés Social.Este intercambio fue catalizado por la reciente demanda de la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, contra la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), lo cual, según Galán, representa una “intromisión del Gobierno Nacional en decisiones que Bogotá ya ha definido”. Para el alcalde, esta acción judicial es un intento del Gobierno para bloquear una obra que considera estratégica para la movilidad en la ciudad.
La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) expidió una resolución de 330 páginas, en la que le da vida a uno de los proyectos viales más polémicos que se han discutido en la ciudad; se trata de la licencia ambiental que permite la ampliación de la Avenida Boyacá desde la calle 170 hasta la 125, tomando una fracción de la reserva forestal Thomas Van der Hammen.Esta decisión parte de un insumo, una audiencia pública que se llevó a cabo hace tres meses en la Escuela de Ingenieros, en la que la CAR escuchó a todas las partes involucradas en el proyecto. La resolución determina que la ampliación de la Av. Boyacá tendrá cinco kilómetros.Además, tomará 44 hectáreas de la reserva Van der Hammen y tendrá cuatro carriles, dos en el sentido norte-sur y dos sur-norte.“(…) Realizó la revisión de información preliminar de la solicitud de licencia ambiental del proyecto determinando que la información presentada se encuentra completa, por lo que se recomienda continuar con el trámite de solicitud de licencia ambiental”, dice el documento.Cabe recordar que hace unos meses, la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, había hecho llamado para que se respetara el Plan de Manejo Ambiental definido en 2014 y se adelantara el estudio respectivo de alternativas que garantizaran la movilidad con un uso racional del suelo y sin fragmentar más este ecosistema estratégico de la ciudad.“Garantizar los derechos a la participación no es frenar a Bogotá, garantizar los derechos es que Bogotá avance y por eso hemos solicitado audiencia pública. Lo que nosotros estamos diciendo es que debe respetarse el plan de manejo ambiental y buscar una alternativa que no termine generando una autopista de 12 carriles, fragmentando aún más la reserva Thomas Van Der Hammen que, recuerden, tiene importancia regional para garantizar la estabilidad climática de la ciudad”, fueron las palabras de la ministra Muhamad.Conéctese a la señal en vivo de Blu Radio:
El juzgado 4 administrativo de Bogotá declaró este jueves, 14 de diciembre, como nulos los artículos 21 y 129 del decreto 088 de 2017 del proyecto Lagos de Torca de la Alcaldía Mayor. Dichas iniciativas permitían que se pudiera urbanizar en el área entre la Autopista Norte y la franja de conexión ambiental, que conecta la Van Der Hammen y los cerros orientales.La demanda en contra de este articulado la interpuso María Fernanda Rojas, concejal de Alianza Verde, en 2019. Ella argumentó que en el proyecto Lagos de Torca, al permitir nuevos desarrollos urbanísticos en la franja de conexión ambiental AP-2, se violaba las resoluciones 475 y 621 de 2000 del entonces Ministerio de Medio Ambiente; además el POT de Bogotá y la ley 388 de 1997.Sin embargo, cabe aclarar, que pese a esto el proyecto Lagos de Torca no va a parar, pues la obra contempla la expansión del norte de Bogotá por lo que dicha solución solo recae en la conexión ambiental. Por lo que el Distrito y sus promotores deberán replantear lo que se haga para conectar, restaurar y proteger los sistemas hídricos y corredores biológicos de la capital.Según el juez, el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de Bogotá vigente al momento de expedir el acto demandado señaló que todas las áreas comprendidas dentro del Sistema de Áreas Protegidas del Distrito Capital constituyen suelo de protección, y la prioridad es la preservación y conservación de la zona, por lo que, tienen restringida la posibilidad de urbanizarse en ese tramo.Además, la decisión señaló que el Ministerio de Ambiente determinó que la zona coincidente entre la Autopista Norte; la franja de conexión y protección ambiental del norte conservaría la denominación de suelo urbano, pero simultáneamente, constituirían un área protegida, denominada AP-2.Esta es la sentencia del juzgadoLe puede interesar
En medio de la polémica que ha suscitado el futuro de la ampliación de la avenida Boyacá en Bogotá, en la que la alcaldesa Claudia López criticó al presidente Petro luego de que se opusiera al proyecto, la ministra de ambiente, Susana Muhammad, respaldó la idea del primer mandatario de que la construcción tendría consecuencias ambientales.“Hay alternativas. Lo que el Ministerio dice es: garanticen el derecho a la participación, sean serios en la publicación de los estudios, dónde están los estudios de tránsito, por qué no se hizo un diagnóstico de alternativas y por qué la primera opción es pasar por encima de la reserva”, dijo.La ministra fue enfática en decir que la ampliación de la avenida Boyacá con 12 carriles causaría una fragmentación irremediable de la Reserva Thomas Van Der Hammen.Muhamad también dijo que la ciudadanía tiene el derecho de tener un debate informado, poniendo todos los elementos sobre la mesa porque está en juego una reserva regional, que necesita una franja continua de conexión entre el río Bogotá y los cerros orientales para garantizar la estabilidad climática de la sabana.“Como rectora del Sistema Nacional Ambiental, con funciones de vigilancia y control sobre las corporaciones, lo que queremos es ponerle foco y luz a la transparencia y las decisiones técnicas”, afirmó.Muhamad aseguró que en los últimos años se han perdido 36.000 hectáreas de suelo agroecológico.Trabajo conjunto por la sabanaLa Asamblea Ambiental de la Sabana de Bogotá, que se adelantó hoy en el Instituto Distrital de Recreación y Deporte, convocó a diferentes actores de la región para construir una hoja de ruta para la protección y conservación de este ecosistema clave.Vea también
El presidente Gustavo Petro le respondió a la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, sobre la ampliación en la avenida Boyacá, en el norte de la ciudad, y que afectaría la reserva Thomas Van der Hammen. El mandatario destacó que acabar con los árboles es “sabotear la vida”.En su cuenta de X, el presidente Petro le respondió a la alcaldesa López que “a nadie se le ocurre que impedir que se acabe una reserva forestal sea saboteo”. Señaló que, por el contrario, “quienes acaban las reservas forestales y los árboles sabotean la vida”.Y es que, según la alcaldesa, cuando Petro fue alcalde de Bogotá contemplaba en su POT la ampliación de la Boyacá y en esa época “no le pareció que fragmentaba la reserva”, pero “hoy en época electoral le parece que sí”.López, además, afirmó que la extensión de la Boyacá y la autonorte se harán con los más altos estándares ambientales y, en vez de fragmentar la reserva, restaurará la conexión hídrica y ecosistémica entre los cerros orientales.Pero esto que dijo la alcaldesa Claudia López fue, precisamente, como respuesta a otro trino del presidente Petro en el que manifestó: “Si prolongan la avenida Boyacá a través de la reserva forestal del norte que este gobierno piensa consolidar, acaban la reserva forestas Tbomas Van der Hammen: la reserva forestal del norte. Los árboles producen oxígeno, y eso es fundamental para sostener la vida”.Por lo que la alcaldesa destacó que el trino, además de todo, muestra también una intención de parar el proyecto del Regiotram Norte.“Y con el mismo argumento, supuestamente ambientalista, pero infundado, podrían parar también la ampliación de la autonorte. Es decir, esas tres decisiones nacionales bloquearían del todo el ingreso por el norte de quienes vivimos en la región metropolitana Bogotá-Cundinamarca y, además, bloquearía el ingreso económico del país a la ciudad, región que le aporta un tercio del PIB a Colombia”, enfatizó Claudia López.Puede ver:
No se sustraerán 14 vías de la reserva como estaba planeado en anteriores administraciones distritales en Bogotá, sino cuatro que, según la alcaldesa Claudia López, son las siguientes: la avenida Boyacá y las que la alimentan: la Suba - Cota, Arrayanes y Corpas, corredores que dice la mandataria ya están acordados con la comunidad.¿Qué van a hacer?Se van a sacar las 20 hectáreas de la reserva Van der Hammen y el acuerdo es, según la alcaldesa, reponer al 3x1; es decir, que se sustraen 20 hectáreas y se tienen que comprar y reforestar 62 hectáreas para compensarlas.¿Qué sigue después de la sustracción?Sigue el trámite de la licencia ambiental para poder hacer, destacó la alcaldesa, con los mayores estándares ambientales, el diseño de la futura avenida Boyacá, con pasos de fauna, que preserve la conexión hídrica y la conexión ecosistémica.Para esto, mencionó López, habrá audiencia y otros mecanismos de garantías para la ciudadanía en el trámite de la licencia ambiental.“Contempla pasos de fauna e hídricos para mejorar la función ecológica existente. La vía contribuirá a mejorar la calidad de vida de los habitantes de Bogotá y preservar la Estructura Ecológica Principal, ya que incluye un ambicioso plan para que el borde norte cuente, por primera vez, con el manejo adecuado de las aguas lluvias y residuales, que en este momento se vierten a los cuerpos hídricos y vallados de la zona”, indicó Claudia López.La alcaldesa invitó “a cada bogotano que pone un tweet sobre la reserva Van der Hammen” a que se ponga botas y vaya a la reserva a ver cómo se ha protegido y cómo se protegió el bosque que hubiera sido arrasado por la ALO norte, proyecto que finalmente no se dio.“Nos comprometimos a que la ALO no se haría, pero sí la Boyacá, y estamos cumpliendo lo que dijimos y acordamos en campaña y lo que está en el POT”, agregó López.La ministra de Ambiente, Susana Muhamad, indicó, por su parte, que no quedaron satisfechos con las respuestas de la CAR, sobre dar luz verde al proyecto en la Van der Hammen, por lo que están ya solicitando una audiencia pública ambiental sobre la licencia ambiental otorgada para tratar los temas con la comunidad.Dijo, además, que desde el ministerio se pidió una comisión para que se escuchara a la comunidad, pero que fue negado desde el consejo directivo de la CAR, por lo que es posible que apelen la decisión. “Lo importante es que no hubo participación de la ciudadanía”.Al cuestionamiento de que si esta posición del ministerio es política, la ministra indicó que “su misión es que cumpla con todos los requisitos ambientales”; y agregó: “Voy a estar muy atenta al trámite, ya las interpretaciones políticas de la alcaldesa se las dejo a ella”.Puede ver:
En sesión extraordinaria y tras conocer el concepto técnico presentado por los profesionales de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), el Consejo Directivo de la corporación aprobó la sustracción de 20.87 hectáreas de la Reserva Forestal Protectora del Norte de la Thomas Van der Hammen para la construcción de la ampliación de la Avenida Boyacá, desde la calle 186 hasta la calle 235.De acuerdo con las competencias de la CAR, esta decisión se tomó después de realizar una evaluación y análisis exhaustivo, verificar fuentes primarias y secundarias, confrontar la información aportada por el peticionario, que fue la Sociedad Fiduciaria de Bogotá S.A., y recopilar las evaluaciones emitidas por cada uno de los expertos en las áreas correspondientes. A partir de estos conceptos técnicos, se determinó la viabilidad de dicha sustracción.Los tramos sujetos a la sustracción se encuentran al norte de la ciudad, limitando por ese costado con el municipio de Chía, al oriente con la Autopista Norte, al sur con el cerro y el humedal de La Conejera, y al occidente con el río Bogotá.En el concepto técnico se recomienda que, en caso de llevarse a cabo la sustracción, se le exija al peticionario una compensación de 62.49 hectáreas en el área de la reserva, la cual debe ser presentada y verificada por la CAR.El área total de la reserva Thomas Van der Hammen es de 1,396 hectáreas, de las cuales el 1.49 % corresponde al área a sustraer.Puede ver: