El 5 de enero, la ciudad rusa de San Petersburgo fue testigo de un inusual y emocionante rescate que tuvo lugar en el río Málaya Nevá. Este río, se convirtió en el escenario de un angustioso episodio protagonizado por un perro de raza shiba inu. El animal, sin percatarse del riesgo, decidió explorar el hielo, lo que lo llevó a una situación de peligro inminente. Afortunadamente, la intervención de las autoridades y el trabajo en equipo de diversos rescatistas evitaron una tragedia.El dueño del perro, alarmado por la situación, no dudó en pedir ayuda y rápidamente alertó a los servicios de emergencia, que acudieron al lugar con urgencia. La Policía, ambulancia y bomberos llegaron para coordinar la operación de rescate, mientras el dueño del perro observaba con desesperación desde la orilla. La situación parecía cada vez más compleja, ya que, a pesar de los esfuerzos para atraerlo hacia la seguridad de la tierra firme, el shiba inu se negaba a regresar. Su obstinación lo mantenía alejado de la orilla, lo que complicaba aún más el rescate.Los equipos de rescate desplegaron diferentes métodos para intentar acercarse al perro, incluyendo el uso de un aerodeslizador para desplazarse por el hielo. Sin embargo, las condiciones fueron tan difíciles que un rescatista llegó a caer al agua helada durante el proceso. A pesar de la dedicación y los esfuerzos, parecía que la tarea iba a ser mucho más difícil de lo esperado.La solución al problema llegó de una manera inesperada. En un momento crucial, la voz de una policía que se encontraba en el lugar logró captar la atención del perro. De manera sorprendente, el shiba inu, quien había permanecido firme en su obstinación, comenzó a caminar hacia la orilla, y poco después fue recibido con alegría por su dueño, aliviado de ver que su mascota había regresado sana y salva.Este tipo de rescates de animales, sobre todo perros, se ha vuelto un tema recurrente en las noticias, especialmente en las redes sociales, donde a menudo se viralizan historias de valentía y compasión animal. Existen numerosos casos de rescates en los que los animales han sido salvados de situaciones extremas, como caídas, accidentes en carreteras o situaciones de abandono. Estos relatos a menudo se comparten miles de veces y llegan a captar la atención de miles de personas alrededor del mundo.Cada año, miles de historias similares se publican en medios de comunicación, tanto locales como internacionales, y especialmente en plataformas como YouTube e Instagram, donde los videos de rescates de animales suelen obtener millones de visitas.
Momentos de pánico se vivieron en las últimas horas en las playas de Puerto Colombia, Atlántico, luego de que miembros de una misma familia tuvieran que ser rescatados de las profundidades de las aguas.Al parecer, los familiares disfrutaban un tiempo agradable, cuando la corriente y el fuerte oleaje los hizo protagonizar la emergencia.Linda Goenaga, coordinadora del cuerpo de salvavidas municipal, dio todos los detalles sobre lo sucedido.“En horas de la mañana en el sector de La Plaza se realizó un rescate de dos mujeres, dos niñas y una persona que intentó ayudarlas”, introdujo.“El rescate se realizó y a los afectados se les dio toda la atención pertinente. Una de las niñas tuvo que ser remitida con urgencia hasta el hospital municipal de Puerto Colombia”, agregó.Goenaga hizo una invitación a todos los porteños y turistas que se acercan hasta este punto del Atlántico para que acaten todas las indicaciones del cuerpo de salvavidas. “Los niños son responsabilidad de los adultos y el baño seguro está en la orilla”, mencionó.Hasta el momento se desconocen las identidades de estas personas. Sin embargo, es importante apuntar que más de 11.000 personas asistieron a las playas durante este primero de enero en el famoso desenguayabe, donde se presentaron varias emergencias con bañistas.Esto requirió el rescate de cinco personas, de las que dos tuvieron que ser remitidas a centros asistenciales. Además, otra persona resultó lesionada por una medusaLas playas en Puerto Colombia tienen acceso al público desde las 7:00 de la mañana hasta las 4:00 de la tarde.
En el documental Los Niños Perdidos, estrenado recientemente en Netflix, se explora uno de los rescates más asombrosos en la historia reciente de Colombia y del mundo: el hallazgo con vida de los hermanos Mucutuy en la profundidad de la selva amazónica luego de haber estado 40 días perdidos. Además de narrar la valentía de los equipos de rescate y la colaboración entre indígenas y militares, el documental profundiza en un misterio que aún persiste.¿Qué se sabe del perro Wilson?Wilson, un perro entrenado para operaciones de rescate, fue clave en la búsqueda de los hermanos. Sin embargo, su rastro se perdió durante la operación, y no ha sido encontrado hasta la fecha. Según el mayor indígena Rubio, un miembro de la comunidad uitoto que ayudó a guiar el operativo a través de visiones obtenidas por el consumo de yagé, Wilson sigue vivo. Durante el estreno del documental, Rubio compartió con el periodista Federico Benítez que recientemente tuvo una visión en la que vio al perro en la selva, tal como ocurrió cuando intuyó la ubicación de los niños en la jornada número 40 de la búsqueda. Este relato ha renovado el interés por el destino de Wilson, y alimenta el aura mística que rodea este rescate.Otro misterio recurrente en el operativo fue la aparente alteración de las brújulas y los objetos de los rescatistas. Según Alexander Lali Houghton, codirector del documental, algunos militares y miembros de la comunidad indígena aseguraron que las brújulas giraban sin razón aparente y que los cordones de las botas se desataban espontáneamente. Estas experiencias llevaron al equipo a buscar orientación espiritual y protección de los espíritus de la selva mediante rituales y ofrendas, incluyendo cruces de aguardiente, para obtener el permiso de la naturaleza para seguir en su misión.La participación del mayor Rubio fue fundamental. Este líder indígena, ampliamente respetado por sus conocimientos ancestrales, fue solicitado en la operación por familiares de los hermanos Mucutuy y otros miembros de la comunidad. Gracias a sus experiencias y saberes transmitidos por su abuelo, Rubio fue capaz de guiar la búsqueda en momentos críticos, cuando todo parecía perdido. En sus visiones, aseguraba que los niños seguían con vida y predijo correctamente su hallazgo, algo que muchos interpretaron como un milagro de la selva.Misterios en torno al caso La selva, con su vegetación impenetrable y la presencia de depredadores y fenómenos desconocidos, presentó desafíos que iban más allá de lo que la tecnología y el entrenamiento militar podían abordar. El caso de los hermanos Mucutuy ilustra cómo los conocimientos indígenas y el respeto por el entorno natural fueron elementos clave para el éxito de la operación.Los Niños Perdidos, dirigido por el galardonado director Orlando von Einsie del junto a Jorge Durán y Alexander Lali Houghton, profundiza en este rescate extraordinario que sigue capturando la atención del público. El documental no solo documenta la supervivencia y el heroísmo de los involucrados, sino que también examina la colaboración intercultural que fue necesaria para enfrentar el misterioso y hostil entorno de la selva amazónica.Este rescate, que surgió de un accidente aéreo que cobró la vida de la madre de los niños, resalta la persistencia de los equipos de búsqueda y el poder de la conexión espiritual con la naturaleza. La historia de los hermanos Mucutuy y el destino incierto de Wilson nos recuerda la inmensidad y los secretos que la selva aún guarda.
Un joven de nacionalidad venezolana sufrió un grave accidente cuando transitaba por la vía que de Bucaramanga conduce a San Gil, en el tramo conocido como Curos-Pescadero, a la altura del kilómetro 57. Según los reportes, el joven perdió el control de su motocicleta y cayó al abismo desde una altura de 20 metros.Dudwing Villamizar, de la Defensa Civil Seccional Santander, aseguró que fueron informados de la situación en las cercanías del peaje. “Mediante un trabajo coordinado junto con los bomberos del municipio, se activó el grupo de rescate vertical y el grupo de atención hospitalaria”, afirmó.El joven, identificado como Víctor Martínez, permaneció consciente durante dos horas junto al río Manco mientras los equipos de rescate llegaban al lugar. En primera instancia, arribaron las ambulancias, cuyos paramédicos le lanzaron una manta térmica para protegerlo del frío mientras se organizaba el rescate.“Mediante cuerdas y poleas, logramos extraer al joven que había caído 20 metros al abismo, utilizando una camilla de rescate y arrastre especializada para este tipo de situaciones”, informó Diego Triana, del Cuerpo de Bomberos de Piedecuesta.Testigos que transitaban por la zona aseguraron que una piedra en la vía sería la causante de este aparatoso hecho, donde el joven perdió el control de la motocicleta cayendo al abismo. A pesar del aparatoso accidente, el hombre se recupera de las heridas en un centro asistencial.
En medio del intenso oleaje que afecta las costas de San Andrés por el paso de una onda tropical, rescataron un grupo de ocho personas que estaban viajando ilegalmente desde esta isla hacia Nicaragua, como parte de una ruta irregular que utilizan quienes buscar llegar a Estados Unidos.Entre estas personas había un adulto y tres niños colombianos, así como tres adultos y un menor de edad vietnamita. Además fueron capturados tres tripulantes, que correspondían dos nicaragüenses y un colombiano, quienes deberán responder por el delito de tráfico de migrantes.El capitán de fragata Guillermo Lozano, comandante de guardacostas de San Andrés, establece que estas 11 personas fueron atendidas por un equipo médico una vez tocaron tierra."Logramos detectar un zarpe irregular desde San Andrés hacia la zona sur de la isla. Al realizar el procedimiento de revisión, encontramos ocho migrantes a bordo de esta motonave. Estas personas fueron conducidas a la estación de guarda costas en San Andrés, donde se le prestaron los servicios médicos", indicó. Luego de este rescate, realizado a ocho millas náuticas de la isla de San Andrés, los cuatro menores de edad hallados fueron trasladados al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar para el restablecimiento de sus derechos."La Armada de Colombia, a través del Comando Específico de San Andrés y Providencia, continuará haciendo uso de sus capacidades y del talento humano para salvaguardar la vida humana en el mar. Así mismo, hace un llamado a la comunidad para reportar cualquier novedad presentada en el mar", explicó la Armada a través de un comunicado. Señala la fuerza pública que estos viajes, por los que pueden pagar hasta 5 mil dólares los migrantes, pueden terminar en engaños y en abandonos en altamar.
Una verdadera tragedia está viviendo la familia López Pérez luego de que dos integrantes de su familia fueran arrastrados el pasado lunes por la creciente del río Mutatá cuando disfrutaban de un día de sol. Y aunque uno de los cuerpos ya fue rescatado sin vida de las aguas, sobre el otro aún no hay rastro.Se trata de Nicolás López Pérez, el niño de tan solo cuatro años por el que ahora su abuelo, Manuel Vicente López Moreno, ofrece recompensa por quien pueda ayudar a encontrarlo."Estamos dando una recompensa de 3 millones de pesos para el que lo encuentre y esperamos que encuentren el niño, el cuerpo del niño y le daremos una recompensa", aseguró el abuelo del menor.Las labores de los organismos de rescate que han continuado a lo largo del río Mutatá y afluentes cercanos permitieron que el pasado 5 de junio en horas de la mañana fuera hallado el cuerpo sin vida de la madre de Nicolás, Vanessa Pérez, de 24 años.Además de este menor de edad también buscan a otras dos personas reportadas como desaparecidas y que serían pescadores de esta zona de la subregión del Urabá antioqueño.Encontraron el cuerpo sin vida de la mujer de 23 años que fue arrastrada por el río MutatáEl Cuerpo de Bomberos de Mutatá confirmó que Vanessa Pérez, de 23 años, fue hallada sin vida luego de que el río Mutatá la arrastrara con uno de sus hijos el pasado 3 de mayo. El menor de 4 años permanece desaparecido.De momento, las autoridades continúan buscando al hijo de la primera víctima confirmada de la creciente súbita y a otras dos personas que no serían oriundas de Mutatá y ya se especula que habrían llegado al municipio proveniente de otra región.Pérez se convirtió en la octava víctima mortal a causa de la temporada de lluvias en Antioquia.Mientras tanto las autoridades de gestión del riesgo continúan en las labores de búsqueda para tratar de establecer el paradero del menor y verificar si efectivamente hay otras dos personas desaparecidas y cuáles son sus identidades.
El Área Metropolitana del Valle de Aburrá recató a un mono bebe al que le cortaron los dientes y vivía en los techos de las casas de una zona residencial en el municipio de Barbosa.Se trata de una hembra infantil de mono capuchino, la cual, según la información de la comunidad, había sido traído a este municipio del Valle de Aburrá por un ciudadano que lo recogió herido en una carretera de la ciudad de Barranquilla.Álvaro Andrés Zapata Vélez, Líder de Vigilancia Ambiental del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, señaló que este ejemplar deberá permanecer bajo la protección de la autoridad ambiental hasta que llegue a la edad adulta."Este individuo fue trasladado posteriormente al Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación de Fauna de nuestra entidad, donde entraba un proceso de recuperación para poderlo liberar posteriormente a su medio natural", manifestó Zapata.Además, se determinó que el animal presenta recortes en sus cuatro colmillos, síntomas de una enfermedad parasitaria y una cicatriz en su cuerpo. Con este reciente caso, ya son cuatro los monos de esta especie que el Área Metropolitana del Valle de Aburrá ha rescatado en este 2024.
Utilizando su ingenio y habilidades tácticas, los 11 soldados improvisaron una soga con las camisas de sus uniformes, asegurando al ciclista herido y con una fuerte contusión en la cabeza.Los once uniformados se encontraban en una jornada de peregrinación en el lugar conocido como el “Filo de Hambre”, en el municipio de Mocoa, Putumayo. Una vez terminada la actividad, emprendieron su camino de regreso a la Brigada de Selva N.° 27, momento en el que escucharon unos llamados de auxilio desesperados que provenían de un grupo de personas a la orilla de la vía, pidiendo ayuda para un hombre que había caído.A unos contados 20 metros abajo de su ubicación, malherido y apenas consciente, se encontraba Fredy Buenaventura, un hombre de 62 años entregado al ciclismo que había sufrido un accidente momentos antes y cayó al abismo.“No dudamos ni un momento, descendimos del carro y llegamos hasta el lugar donde se encontraba el señor para auxiliarlo”, comentó el sargento viceprimero Gilberto Devía Guzmán, suboficial del Batallón de Apoyo de Acción Integral y Desarrollo N.°6.Los uniformados relataron que la tarea de ponerlo a salvo no fue fácil, pues tardaron aproximadamente una hora en sacarlo del lugar. Una vez que Fredy fue puesto a salvo, se solicitó la asistencia de una ambulancia para trasladarlo al centro de salud más cercano, donde recibió la atención necesaria.Pero el compromiso de los soldados no terminó ahí; su preocupación por el bienestar de Fredy los llevó a visitar su hogar, asegurándose de que estuviera en compañía de su familia mientras se recuperaba. El hombre, por su parte, en un acto de profunda gratitud, consideró a los soldados como verdaderos ángeles que le salvaron la vida.“Siempre hay ángeles que me protegen y cuidan. Estoy muy agradecido con los soldados, que me recuperaron y sacaron con vida, hicieron todo lo posible con sus camisas y en una cadena humana para sacarme de ese lugar”, relató Fredy Buenaventura.
La llegada de las lluvias nuevamente a buena parte del territorio antioqueño empiezan a generar un aumento en el nivel de los embalses, pero también inestabilidad en terrenos que semanas antes estaban secos por cuenta del intenso verano.Víctima de esta situación fue un hombre de 49 años en el embalse de Guatapé que quedó atrapado en una zona sedimentada cuando pretendía cruzar por esa zona en una bicicleta.El cabo Juan Camilo Sánchez, comandante del Cuerpo de Bomberos de Guatapé, indicó que esta persona llegó a estar cubierto hasta la cintura y requirió de ayuda de personal especializado de la institución para su extracción y posterior traslado a un centro de atención local para ser valorado."Inmediatamente una de nuestras unidades con todas las medidas de precaución ingresa a realizar el respectivo rescate la persona, la encuentran consciente, estable y atrapada a la altura de la cintura manifestando mucho dolor en su miembro inferior izquierdo", relató Sánchez.Desde el Cuerpo de Bomberos de Guatapé recomendaron a la ciudadanía no ingresar a estos afluentes y tener especial precaución con niños y mascotas.Una situación similar ocurrió a finales de marzo cuando un perro quedó atrapado allí mismo cuando perseguía unas aves y también fue socorrido por el Cuerpo de Bomberos.
Los equipos de emergencias continúan este jueves las labores de rescate de más de 600 personas atrapadas tras el fuerte terremoto que sacudió ayer la costa este de Taiwán, el cual dejó nueve muertos y más de 1.000 heridos.Según los últimos datos del Centro de Respuesta a Emergencias citados por la agencia estatal de noticias CNA, el sismo provocó un total de 2.498 incidentes de diversa magnitud por la isla, la mayoría de ellos en el condado oriental de Hualien, la ‘zona cero’ del sismo.Las autoridades trabajan en la búsqueda de 688 personas atrapadas o incomunicadas por los múltiples desprendimientos de roca registrados tras el terremoto, el mayor que ha sufrido Taiwán desde 1999.La mayoría de ellas se encuentra en el centro recreativo de Tianxiang y en los alrededores de una cueva del Parque nacional Taroko, donde cuesta acceder por tierra debido al mal estado de las carreteras.Asimismo, 64 personas varadas en un área minera de Hualien consiguieron escapar sanas y salvas al mediodía.El número de heridos por el terremoto ha ascendido a 1.058 en las últimas horas, mientras que la cifra de fallecidos -cinco mujeres y cuatro hombres- no ha variado por el momento.En total, 961 personas han sido evacuadas en toda la isla y 619 tuvieron que ser reubicadas en 31 alojamientos.El presidente electo y actual vicepresidente de la isla, William Lai (Lai Ching-te), visitó el condado de Hualien este miércoles y señaló que el Gobierno central destinó 300 millones de dólares taiwaneses (9,37 millones de dólares, 8,64 millones de euros) a las autoridades locales para facilitar las labores de reconstrucción y socorro.El seísmo, cuya magnitud fue de 7,2 según la Agencia Meteorológica Central (CWA) de Taiwán y de 7,4 de acuerdo al Servicio Geológico de Estados Unidos, ocurrió a las 7.58 del miércoles (23.58 GMT del martes) en el mar, concretamente 25 kilómetros al sureste de Hualien.Este terremoto es el más intenso que ha sufrido Taiwán desde el 21 de septiembre de 1999, cuando un temblor de magnitud 7,6 acabó con la vida de más de 2.400 personas.Taiwán se asienta en la confluencia de las placas filipina y eurasiática, por lo que los terremotos son frecuentes en la isla.