Estos días de Semana Santa son una oportunidad para abrazar la propia vulnerabilidad con dignidad. Para dejar de actuar como si fuéramos invencibles, y permitirnos llorar, frustrarnos, perdernos por un momento.
En su reflexión dominical, monseñor Rafael de Brigard recuerda que Jesús no condena, sino que salva, perdona y llama a caminar con fe, amor y compromiso.
El pastor César Castellanos invita a agradecer a Dios por sus beneficios y enseña cómo la gratitud, el perdón y la obediencia traen sanidad y bendición.
Solo hace falta un giro del destino, un golpe inesperado, para entender que lo que llamamos banal y pequeño, era en realidad lo más valioso que teníamos.
Rafael de Brigard invita a disfrutar la palabra de Dios que, a lo largo de la historia, ha dejado mensajes importantes y permite la alimentación del espíritu y la salud.
Tal vez hoy nos hace falta más silencio y menos ruido. Más pausa y menos estímulo. Porque el exceso de información y movimiento a veces nos desconecta de lo esencial.