El término 'culé' es ampliamente conocido y utilizado para referirse tanto a los jugadores como a los aficionados del FC Barcelona, pero pocos conocen el verdadero origen de este peculiar apodo.'Culé' según la RAESegún la Real Academia de la Lengua, el término culé proviene del catalán y significa "trasero". La historia de este original nombre se remonta a los inicios del club catalán. Los significados proporcionados son perteneciente o relativo al FC Barcelona o jugador del Fútbol Club Barcelona.Historia del apodo 'culé' para los hinchas del BarcelonaPara entender cómo surgió el apodo es necesario retroceder en el tiempo hasta la segunda década del siglo XX. Entre 1909 y 1922, el FC Barcelona disputaba sus partidos en un estadio mucho más pequeño que el imponente Camp Nou que conocemos hoy.Este campo, conocido popularmente como "La Escopidora" debido a sus reducidas dimensiones, estaba ubicado en la calle Industria, hoy llamada calle París, y tenía una capacidad para 6.000 espectadores.La pasión por el conjunto catalán era tan grande que cada domingo el estadio se llenaba hasta el tope. La gran demanda de aficionados superaba la capacidad del recinto, lo que obligaba a algunos asistentes a sentarse en los bordes de la tribuna más alta para poder disfrutar del espectáculo futbolístico.Desde la perspectiva de quienes caminaban por las inmediaciones del estadio, lo primero que se veía eran los traseros de los aficionados que sobresalían de la parte superior del muro de la tribuna.Este curioso panorama dio origen al apodo 'culers', que en catalán significa 'los que muestran sus traseros'. Con el tiempo, la palabra fue castellanizada a 'culés', convirtiéndose en una etiqueta cariñosa y ampliamente aceptada para referirse a los seguidores del FC Barcelona.El uso de 'culé' no solo se limitó a los aficionados, sino que también se extendió a los jugadores del club, fortaleciendo el vínculo entre el equipo y su hinchada. Este apodo refleja la historia y la cultura del club, además de subrayar la lealtad y el entusiasmo de sus seguidores a lo largo de los años.Hoy en día, el término 'culé' sigue siendo un emblema de identidad para el FC Barcelona y sus fans, simbolizando una tradición que ha perdurado a lo largo del tiempo. Cada vez que el equipo juega en el Camp Nou, el espíritu de 'los culés' se hace presente, recordando aquellos días en los que el amor por el fútbol llenaba hasta el más pequeño rincón de "La Escopidora".
La Fundación del Español Urgente (FundéuRAE) ha reiterado su postura sobre el uso del verbo "aperturar", desaconsejando su empleo y recomendando el uso del verbo "abrir" en su lugar.Según la FundéuRAE, "aperturar" se considera un verbo innecesario, ya que el verbo correspondiente al sustantivo "apertura" es "abrir". Si bien reconoce que "aperturar" se ha extendido en los últimos años, especialmente en el lenguaje bancario con expresiones como "aperturar una cuenta", la Fundación insiste en que su uso no está justificado y debe evitarse.La FundéuRAE explica que "aperturar" se formó a partir del sustantivo "apertura" ('acción de abrir') y se ha utilizado como equivalente de "abrir" en diversos contextos, como se evidencia en ejemplos como: «Ordeno que esos contenedores sean aperturados y revisados» o «Ayer domingo la Cooperativa Agraria de Producción Casa Grande aperturó sus Terceros Juegos de Verano».A pesar de su uso extendido, la FundéuRAE mantiene su recomendación de preferir el verbo "abrir", considerando "aperturar" un vicio del lenguaje que empobrece la comunicación. Por lo tanto, se aconseja utilizar expresiones como "abrir una cuenta" en lugar de "aperturar una cuenta", o "abrir los contenedores" en vez de "aperturar los contenedores".En resumen, la FundéuRAE considera que el uso de "aperturar" es redundante e innecesario, recomendando el uso del verbo "abrir" como la opción correcta y preferible en todos los casos.
El español es un idioma que se encuentra en constante transformación y varía dependiendo de la región en la que se use, es decir, depende del contexto. Cada año, se emplean nuevas palabras y caen en desuso otras. Por esto, es común que surjan dudas sobre la correcta forma de escribir ciertas palabras, teniendo en cuenta la importancia de la ortografía a la hora de producir un texto, o enviar un simple mensaje. Según la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, en su investigación La importancia de la Ortografía en la Producción de Textos, "El idioma requiere buena ortografía y gramática, por eso, escribir correctamente debe ser una prioridad al redactar. La mala ortografía disminuye la calidad del contenido y afecta la credibilidad del escritor".Algo que suele suceder, es la confusión a la hora de conjugar algunos verbos, especialmente aquellas que se conjugan de manera irregular. Uno de los ejemplos más frecuentes es el uso del gerundio del verbo "ir". Muchas personas se preguntan si deben escribir "yendo", "llendo" o "iendo". Para resolver esta duda, es fundamental acudir a las normas establecidas por la Real Academia Española (RAE), la autoridad en cuanto a la normativa del idioma.Yendo o llendo o iendoSegún la RAE, la forma correcta del gerundio del verbo "ir" es "yendo". Este verbo es irregular, y su conjugación no sigue el patrón regular que otros verbos del idioma español pueden tener. En este caso, "yendo" es la única forma aceptada y utilizada en el español estándar. Se utiliza para indicar una acción en progreso, equivalente a "estar yendo" en la construcción de tiempos continuos.Por ejemplo:Estoy yendo a la tienda.Nos encontramos yendo al cine cuando empezó a llover.Errores Comunes: "Llendo" o "Iendo"¿Cómo se dice hiendo o yendo?Las formas "llendo" o "iendo" no son correctas y no están aceptadas por la RAE. El error de escribir "llendo" probablemente proviene de una confusión con el sonido de la "y" en ciertas variantes del español, donde esta puede sonar similar a la "ll". Sin embargo, aunque la pronunciación pueda inducir a error, la ortografía correcta es "yendo".Por otro lado, "iendo" podría parecer lógica para algunos hablantes que intentan aplicar una regla de conjugación regular. Sin embargo, "ir" es un verbo irregular, y no sigue las mismas reglas de conjugación que los verbos regulares terminados en "-er" o "-ir".Utilizar la forma correcta de las palabras en la escritura y el habla es esencial para mantener la claridad y la coherencia en la comunicación. La RAE proporciona una guía clara sobre el uso correcto del idioma, ayudando a los hablantes a evitar errores comunes y a comunicarse de manera más efectiva.¿Qué significa yendo?Yendo es el gerundio de ir y se escribe yendo, no 'llendo' ni 'iendo'. Junto al infinitivo y el participio, el gerundio es la forma no personal o impersonal de un verbo y que indica que la acción (de ir, en este caso) está pasando, realizando o llevando a cabo.¿Por qué es importante la ortografía?Los errores ortográficos son índice de distracción, poca lectura y la causan daño al lenguaje. Leer ayuda a memorizar la ortografía de las palabras. La ortografía no es solo un asunto escolar, afecta todo tipo de documentos escritos, como cartas y hojas de vida. También es importante el uso correcto de los signos de puntuación para dar sentido al texto.¿Qué es la RAE y cuál es su función?La Real Academia Española (RAE) es una institución cultural fundada en 1713, dedicada a la regulación y preservación del idioma español. Su función principal es velar por la pureza, propiedad y evolución de la lengua, adaptándola a las necesidades comunicativas de los hablantes sin perder su esencia. Para ello, la RAE elabora y actualiza el Diccionario de la lengua española, la Gramática y la Ortografía, obras normativas que establecen las reglas y usos correctos del idioma. Su objetivo es fomentar la unidad del español en todos los países hispanohablantes, garantizando una comunicación clara y efectiva.
La Real Academia Española (RAE), en las últimos días del año, suele presentar las nuevas palabras que son incorporadas para el año que se viene. Presentó su actualización 23.8 del Diccionario de la lengua española (DLE).Esta nueva versión trae consigo 4.074 novedades, que incluyen nuevos términos, nuevas acepciones de palabras ya existentes, enmiendas a definiciones previas y algunas supresiones. Además, la RAE ha renovado la interfaz electrónica de su diccionario, proporcionando a los usuarios una experiencia de consulta más intuitiva y moderna.Uno de los aspectos más destacados de esta actualización es la incorporación de palabras de uso cotidiano, que abarcan desde términos de la ciencia, como aerotermia y microbioma, hasta voces relacionadas con la gastronomía, como umami, tabulé o barista. También se añadieron términos que reflejan fenómenos actuales en la sociedad y la tecnología, como teletrabajar, desarrollador y escalabilidad, y nuevas acepciones de palabras ya conocidas, como temporada en su uso relacionado con series o programas de televisión.La actualización incluye, además, nuevos extranjerismos, como funk, groupie e indie, y otras palabras propias del deporte, como bicicross, capoeira y curling. También se incorporan términos de uso coloquial, como chorreo, que hace referencia a una reprimenda, y voces propias de América, como azotehuela y parrillar.Palabras más raras admitidas por la RAE en esta actualizaciónAzotehuela.Tabulé.Parrillar.Indie.Musealizar.Dramaturgista.Aerotermia.
La palabra funar se ha convertido en una palabra común, utilizada en las redes sociales, especialmente en contexto de denuncias públicas contra personas o entidades. Sin embargo, su significado exacto genera confusión, ya que la Real Academia Española (RAE) reconoce la palabra con una definición que no precisa con claridad de la misma. A pesar de esto, la palabra ha ganado fuerza debido a su creciente uso en plataformas digitales, lo que ha generado una discusión sobre su significado y origen.¿Qué significa la palabra funar?Según la Real Academia de la Lengua, la palabra funar tiene estos significados: Frustrarse por algo, no llegar al fin deseado. Hacer que algo disminuya su calidad. Mirar algo o a alguien. Identificar algo o a alguien. Organizar actor públicos de denuncia contra organismos o personas relacionados con actos de represión delante de su sede o domicilio. Aunque, esta ultima definición: "Organizar actor públicos de denuncia contra organismos o personas relacionados con actos de represión delante de su sede o domicilio", recoge la idea principal de lo que significa esta palabra, no especifica que este término solo puede ser usado en un contexto digital, es decir, en redes sociales. Usado en otro contexto, perdería su sentido. De acuerdo al uso que se le da a esta palabra en Colombia y algunos países de Latinoamérica, la última parte de esta definición tampoco tendría lugar en el término, pues, no tiene que ver con "actos de represión delante de su sede o domicilio". La difusión de la palabra funar se ha visto facilitada principalmente por las redes sociales, donde los usuarios comparten rápidamente información, opiniones y denuncias en tiempo real. En muchos casos, las funas no solo buscan visibilizar un hecho negativo, sino también ejercer presión social para que la persona o entidad involucrada sea responsabilizada por sus acciones.Esta palabra, es un ejemplo de cómo las palabras evolucionan y se adaptan a las nuevas formas de comunicación, especialmente en un entorno tan influenciado por las redes sociales.
'Dana' ha sido elegida palabra del año 2024 por la FundéuRAE, tras el fuerte temporal que a últimos de octubre pasado causó graves inundaciones en el este y el sur de España, y su uso se disparó en los medios de comunicación durante el último trimestre.Según explicó este jueves en un comunicado la FundéuRAE, fundación promovida por la Real Academia Española y la Agencia EFE, 'dana' se ha impuesto a otras once palabras, entre las que figuraban 'gordofobia', 'narcolancha' y 'woke'.La elección de 'dana', según la FundéuRAE, se debe también a su interés lingüístico y la dudas que aún genera en su escritura entre los hablantes.La FundéuRAE subraya que lo ocurrido en España, con al menos 231 muertos y pérdidas materiales multimillonarias, "se suma a otras fuertes catástrofes climáticas que han tenido lugar este año, como las inundaciones en Perú, Europa central, Estados Unidos o Brasil".'Dana' (escrita con minúsculas) es la palabra en que se ha transformado DANA, sigla de "depresión aislada en niveles altos"; y ha sido incorporada al Diccionario de la Lengua Española en su última actualización, publicada el pasado 10 de diciembre.Si se usa como sigla se escribirá enteramente con mayúsculas, pero ya se emplea como sustantivo común lexicalizado escrito en minúsculas: 'la dana'.Si se opta por la sigla, el plural es 'las DANA', no 'las DANAs' ni 'las DANAS', y no resulta apropiada la grafía 'Dana', solo con mayúscula inicial, salvo que sea la primera palabra de un enunciado.Dónde se usa danaEs una voz que, según se puede observar en los corpus académicos, se emplea principalmente en España. Desde el ámbito técnico en el que nació este vocablo, dio el salto a los medios de comunicación y, finalmente, llegó a la lengua general y al diccionario académico.'Dana' ya fue candidata a palabra del año de la FundéuRAE en 2019, sin conseguirlo, pero la intensidad y la frecuencia con la que se repite este fenómeno meteorológico, la misma con la que se recoge en los medios de comunicación, ha vuelto a poner su nombre en las portadas.Cada año, la Fundación escoge la palabra del año tras seleccionar doce términos en función de su presencia en los medios de comunicación, así como en el debate social en el mundo hispanohablante.Y valora también que estas voces tengan algún interés desde el punto de vista lingüístico: Una formación curiosa, un significado o una escritura que genera dudas entre los hablantes.La FundéuRAE dio a conocer la elección de este año en un comunicado y proporcionará imágenes que ilustran la palabra del año que han sido cedidas por la Agencia EFE.La ganadora de este año fue escogida entre otras once candidatas: 'alucinación', 'fango', 'gordofobia', 'inquiokupa', 'mena', 'micropiso', 'narcolancha', 'pellet', 'reduflación', 'turistificación' y 'woke'.Esta es la duodécima ocasión en la que la Fundación escoge su palabra del año. Las anteriores ganadoras fueron 'escrache' (2013), 'selfi' (2014), 'refugiado' (2015), 'populismo' (2016), 'aporofobia' (2017), 'microplástico' (2018), 'emojis' (2019), 'confinamiento' (2020), 'vacuna' (2021), 'inteligencia artificial' (2022) y 'polarización' (2023).
Este mes de diciembre, ha traído consigo cambios de clima drásticos, especialmente en la capital del país. Mañanas soleadas, tardes con vientos fuertes y noches con neblina, son los cambios en la temperatura que suelen acompañar los días decembrinos de este año. Ante el aumento de aglomeraciones, viajes y reuniones familiares, se incrementaron los casos de gripa o influenza en el país desde el 18 de noviembre. De hecho, se registraron 6.674.307 atenciones por infección respiratoria aguda, según informó la INS.Cuando llegan los cambios de clima, no falta quien comente: “Me dio gripa” o “Estoy con gripe”. Aunque ambas formas son usadas cotidianamente, es común que surja la duda: ¿cuál es la correcta según la Real Academia Española?La palabra “gripe” es reconocida como la forma oficial y estándar en el idioma español para referirse a esta infección viral. Su origen proviene del francés “grippe”, que a su vez se derivó del alemán “gripen”, que significa “apretar” o “agarrar”, haciendo alusión a la sensación que produce esta enfermedad. Por esta razón, en la mayoría de los países de habla hispana se utiliza “gripe” como el término oficial.Sin embargo, en países como Colombia, México y algunas regiones de América Latina, la palabra “gripa” se ha convertido en un vocablo coloquial muy extendido. La RAE, aunque reconoce su uso en estos lugares, la clasifica como un regionalismo. Esto significa que “gripa” es una variante aceptada en el habla popular, pero no es la forma formal o recomendada en contextos académicos o escritos formales.Gripa o gripeSegún la RAE, ambas palabras son comprensibles y válidas dentro de su respectivo contexto, pero subraya que “gripe” es el término preferido y correcto dentro del español general.En su Diccionario de la lengua española, “gripe” aparece definida como una “enfermedad infecciosa causada por un virus que afecta principalmente las vías respiratorias”. Por otro lado, “gripa” también está incluida, pero con la aclaración de que es un uso propio de determinadas regiones de América Latina.Es importante destacar que el idioma evoluciona según el uso de sus hablantes. Términos como “gripa” reflejan la riqueza y diversidad del español en diferentes países. Aunque “gripe” sea el término oficial, “gripa” continuará siendo parte del lenguaje cotidiano de millones de personas, especialmente en Colombia, donde se ha arraigado profundamente en la cultura popular.Entonces, si bien “gripe” es la forma correcta según la RAE, usar “gripa” no es un error en contextos informales o coloquiales. Lo más importante es que ambas palabras nos entienden y nos conectan con nuestra identidad lingüística. El Instituto Nacional de salud recomienda tener medidas de autocuidado como lavado de manos, ventilación, uso de tapabocas si hay síntomas y evitar multitudes.
El director de la Real Academia Española (RAE) y presidente de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), Santiago Muñoz Machado; y la responsable del Instituto de Lexicografía, Elena Zamora (d), presentaron este martes la actualización 23.8 del diccionario de la lengua española en Madrid.Allí, expusieron las nuevas palabras que se incorporaron al diccionario en esta edición, las cuales venían siendo consideradas y evaluadas. Entre estas, está Dana, sérum, barista, teletrabajar e, incluso, espóiler, que, según la RAE, es una adaptación documentada y válida para el anglicismo spoiler, usado con el sentido de “revelación de detalles de la trama de una obra de ficción”.De acuerdo con el observatorio de las palabras de Academia, hay expresiones que no aparecen oficialmente en el diccionario, hasta ahora, que generan dudas y por eso son evaluadas para hacer parte. Muchas de estas son algunos neologismos recientes, extranjerismos, tecnicismos o regionalismos.En esta actualización aparecen novedades sobre ciencia, tecnología, también medioambiente, deporte, música, gastronomía y más.Por ejemplo, sérum ahora está definido en el diccionario como un líquido más o menos denso, de efecto reparador, revitalizador, hidratante, etc., usado como cosmético.En el caso de la incorporación de la palabra barista, se refiere a la persona experta en la preparación y presentación del café u otras bebidas elaboradas con el mismo. También lo explica como la persona que tiene o atiende un bar o una cafetería.La palabra del díaEste martes, 10 de diciembre, la RAE escogió como palabra del día: civilización.La define como el conjunto de costumbres, saberes y artes propio de una sociedad humana. Sus sinónimos o afines son: cultura, mundo, también se considera como progreso, adelanto o perfección.La importancia del diccionario de la lengua españolaEs el resultado de la colaboración de todas las academias, “cuyo propósito es recoger el léxico general utilizado en España y en los países hispánicos”. Fue y está hecho, fundamentalmente, para hablantes cuya lengua materna sea el español, “quienes encontrarán en este recursos suficientes para descifrar textos escritos y orales”.
En el español, la denominación correcta del dígrafo "ll" ha generado dudas y confusión, especialmente en contextos donde se busca precisión lingüística.Según la Real Academia Española (RAE), el término correcto para referirse a este dígrafo es "elle". Aunque fue considerada una letra independiente del abecedario español desde 1803, en 2010 dejó de ocupar un lugar propio en el abecedario y se integró al orden alfabético general, manteniendo, sin embargo, su identidad como dígrafo indivisible.La expresión "doble ele", aunque común en el habla coloquial, no es la forma adecuada para referirse a este dígrafo. Su uso probablemente surge de la interpretación gráfica de "ll" como dos letras "l".¿Se dice doble ele o elle?Sin embargo, la RAE enfatiza que los dígrafos como "ll" y "ch" funcionan como unidades gráficas únicas que no deben dividirse ni confundirse con letras repetidas. Por ello, la denominación correcta, "elle", es fundamental para diferenciarlo de la "l" simple, tanto en el nombre como en su función dentro de las palabras.El dígrafo "ll" tiene una rica historia en el español. Originalmente, representaba el sonido lateral palatal sonoro "ie", aún presente en regiones donde se practica el lleísmo, como ciertas zonas rurales de Bolivia, Paraguay y los Andes.Sin embargo, en la mayoría de los países hispanohablantes, el yeísmo, fenómeno en el que la "ll" y la "y" se pronuncian como el mismo sonido, ha prevalecido. Este cambio fonético ha contribuido a que muchas personas perciban a la "ll" y la "y" como intercambiables, lo que podría explicar parte de la falta de claridad sobre su denominación correcta.A pesar de estos cambios en la pronunciación, el nombre "elle" permanece como un distintivo que reconoce la singularidad de este dígrafo en la lengua española. Además, utilizarlo correctamente es una forma de preservar la riqueza lingüística del idioma y de respetar las normas académicas que rigen su uso.Aunque "doble ele" puede ser entendible en contextos informales, el término correcto para referirse al dígrafo "ll" es "elle", tal como lo establece la RAE. Este reconocimiento no solo refuerza la precisión en el uso del idioma, sino que también valora la tradición y evolución del español, reflejando la importancia de cada elemento gráfico y fonético en su estructura.
En la cotidianidad, las personas suelen usar entre 300 y 500 palabras en conversaciones diarias, dependiendo de factores como el nivel educativo. Algunas palabras, con el tiempo, se vuelven desusadas. Esto no las hace incorrectas, sino menos comunes, aunque podrían reaparecer si el uso colectivo las trae de vuelta.Un claro ejemplo es la relación entre "escampar" y "descampar". Estos términos son la diferencia entre una palabra vigente y otra en desuso. Según la RAE, “escampar” significa “dejar de llover” y es un verbo intransitivo impersonal, lo que implica que no requiere un sujeto ni un objeto específicos. Esta palabra está presente en ocho países de América: Nicaragua, Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Puerto Rico, Colombia, Venezuela y Ecuador. Además, en el Diccionario de Americanismos, se le atribuye el significado adicional de “guarecerse de la lluvia”.¿Cómo se dice escampar o descampar?Las palabras desusadas como "descampar" también ponen en evidencia cómo ciertos términos desaparecen no porque sean menos precisos o útiles, sino porque son reemplazados por otros más populares. En el caso de "escampar", su presencia en diversos países de América Latina y su significado claro han garantizado su permanencia, mientras que "descampar" se ha visto relegado a un papel secundario.Aun así, existe la posibilidad de que términos en desuso vuelvan a ganar relevancia, ya sea por su reintroducción en contextos literarios, académicos o culturales. La propia RAE, al interactuar con los hablantes a través de plataformas como X (antes Twitter), reconoce la importancia de escuchar a la comunidad para documentar cambios y mantener vivo el idioma.A través de su departamento de consultas lingüísticas, ‘Español al Día’, ha señalado que no puede determinar con exactitud la conjugación o el uso de verbos desusados. Sin embargo, reconoce que una palabra catalogada como tal podría volver a integrarse en el lenguaje activo si los hablantes la retoman de manera natural.El caso de estas palabras subraya cómo el idioma refleja la historia, las costumbres y la interacción social, siempre en movimiento.La evolución del lenguaje es un proceso natural y constante, pero constantemente despierta preguntas sobre qué palabras son consideradas "correctas" o "incorrectas". Sin embargo, este enfoque puede ser problemático, especialmente en casos como el de los verbos "escampar" y "descampar", donde uno se mantiene vigente y el otro ha caído en desuso.En términos lingüísticos, el desuso no implica error. Según la Real Academia Española (RAE), el hecho de que una palabra sea menos común no la convierte en incorrecta, sino que refleja una transformación en las necesidades comunicativas de los hablantes.Por ejemplo, aunque "descampar" está registrado en el Diccionario de la Lengua Española (DLE) como sinónimo de "escampar", su uso es poco frecuente, lo que llevó a catalogarlo como un término "poco usado". Esto no significa que quienes lo utilicen estén empleando un término erróneo, sino que están utilizando una palabra que ha perdido vigencia en el habla cotidiana.¿Qué son las palabras desuso?Las palabras en desuso son términos que, aunque alguna vez fueron comunes o ampliamente utilizados, han perdido popularidad con el tiempo y ya no forman parte del habla cotidiana de la mayoría de los hablantes. Esto no significa que sean incorrectas o carezcan de significado, sino que han quedado relegadas debido a cambios culturales, sociales o lingüísticos.El debate sobre qué es correcto o incorrecto está influido por factores como la educación, el contexto geográfico y los prejuicios lingüísticos. Muchas veces, los hablantes tienden a descalificar expresiones consideradas antiguas o regionales, sin comprender que estas forman parte del patrimonio lingüístico del idioma.