En medio de la polémica por el nivel de los embalses en Bogotá, el alcalde Carlos Fernando Galán aseguró que la advertencia de la Personería no coincide con las cifras que tienen en el Distrito. Según el mandatario, la capital del país está mucho mejor preparada que hace un año, cuando había incertidumbre por el nivel de Chuza y San Rafael.“Los estimados que tiene la Personería sobre el riesgo de que el Sistema Chingaza llegue a un nivel crítico en el mes de marzo, alrededor de 22 %, según lo que informaban, no coinciden para nada con los estimados que tiene el equipo técnico del Acueducto, que proyecta que en el peor de los casos estaríamos en el 30 %”, dijo Galán en un video publicado en sus redes sociales.Cabe recordar que la Personería de Bogotá había alertado, el pasado 13 de enero, que “de mantenerse la tasa de descenso del volumen de los embalses de Chuza y San Rafael, se estima que para el próximo 30 de marzo sus niveles llegarían al 19,78 % y 30,16 %, respectivamente”. La entidad calificaba la situación como un nivel crítico, pues el Sistema surte prácticamente a toda la capital del país.El informe mostró que, durante el mes de diciembre, Chuza descendió un 3,3 % (0,09 %, en promedio por día), mientras que San Rafael bajó un 16,4 % (0,5 % por día). Según estimaciones de la Defensoría, estos descensos equivalen a un volumen de agua de 19,2 millones de metros cúbicos (todo el líquido que se consume en Bogotá durante dos semanas).A todo esto, el alcalde Galán aseguró, incluso, que la capital está mucho mejor preparada que hace un año.“Hemos aumentado la capacidad de producir agua potable, de tratarla, de Tibitoc. Eso nos ha permitido reducir el agua que traemos de Chingaza. Esta temporada, de diciembre a marzo, en la que es normal que caiga el nivel de los embalses está cayendo a un ritmo mucho menor que el año pasado”, continuó Galán.El mandatario finalizó su pronunciamiento asegurando que actualmente Chingaza tiene cerca de 23 millones de metros cúbicos que el 15 de enero de 2024. En últimas, reiteró la necesidad de mantener el esfuerzo y las medidas de racionamiento que se han tomado.
Tras el incendio ocurrido en el Parque Natural Nacional Chingaza, desde el Acueducto de Bogotá aseguraron que el abastecimiento de agua en la capital no se vio afectado, pues ninguna estructura resultó críticamente dañada. De acuerdo con la gerente de la entidad, Natasha Avendaño, pese a que los predios afectados pertenecen al Distrito, no hay muestras de que esta conflagración haya impactado significativamente en el funcionamiento del servicio.“Tenemos el registro fotográfico aéreo del área que fue impactada por este incendio. Afortunadamente, ninguna estructura crítica para el abastecimiento de la ciudad se vio afectada. Sí podemos confirmar que la mayor parte de la zona es propiedad de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá y, obviamente, en conjunto con el cuerpo de Bomberos, con el Idiger, con el Ejército Nacional y con la Policía, es que logramos sacar adelante esta situación”, dijo Avendaño.Cabe recordar que, según la ministra de Ambiente, Susana Muhammad, la afectación total del incendio en Chingaza asciende a 147 hectáreas aproximadamente. Sin una respuesta adecuada, esta emergencia hubiera impactado en un total de 688 hectáreas. Desde el Gobierno nacional resaltaron la importancia de articularse con todas las entidades posibles.Muhammad destacó también la labor del equipo de guardaparques, que actuó como primer respondiente y ejecutó las acciones iniciales para contener el incendio. Debido a la intervención del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, la Gobernación de Cundinamarca , la Alcaldía de Bogotá, la Alcaldía municipal de Fómeque, el Consejo Departamental de Gestión del Riesgo, el Cuerpo de Bomberos de Fómeque y Bogotá, la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, el Ejército, la Fuerza Aérea, el Acueducto de Bogotá y brigadas forestales de Cundinamarca y Villavicencio se evitó la expansión de la emergencia.Bajo este panorama, las autoridades aún mantienen vigilancia en aquellos puntos calientes de la conflagración para evitar que se reactive. Asimismo, el Parque Nacional Natural Chingaza permanecerá cerrado al público mientras se recupera el terreno perdido y se confirma que la zona está fuera de peligro.
La ciudad de Bogotá enfrenta un escenario alarmante debido al descenso crítico en los niveles de los embalses que abastecen de agua a la capital. Según un reciente comunicado de la Personería de Bogotá, de mantenerse la actual tasa de descenso en los embalses de Chuza y San Rafael, se estima que para el 30 de marzo sus niveles llegarán a un preocupante 19,78 % y 30,16 %, respectivamente. Este fenómeno, que solo en diciembre representó una pérdida de 19,2 millones de metros cúbicos de agua, equivale al consumo de la ciudad durante dos semanas completas.Sin embargo, en medio de esta preocupante coyuntura, el anuncio de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá trae una luz de esperanza. Natasha Avendaño, gerente de la empresa, oficializó la puesta en marcha del sexto tren de tratamiento en la Planta de Tratamiento de Agua Potable Tibitoc. Planta de Tibitoc le dará más agua a Bogotá Esta obra, parte de un ambicioso proyecto de modernización, incrementará la capacidad de tratamiento de agua de 8 a 9 m³/s, lo que permitirá reducir la presión sobre el Sistema Chingaza, mientras los embalses recuperan su nivel de llenado.La optimización de los trenes de tratamiento en Tibitoc incluye tecnologías avanzadas en floculación y sedimentación, motores de alta eficiencia y sedimentadores que mejoran la eliminación de materiales suspendidos en el agua. Estos avances son clave para garantizar la continuidad del suministro en momentos de alta demanda y mitigar los efectos de eventos climáticos extremos, como el aumento de turbiedad en el agua.Cuando los siete trenes de tratamiento estén en operación —algo proyectado para junio de 2025—, Tibitoc podrá alcanzar una capacidad de tratamiento de hasta 10,5 m³/s, beneficiando a más del 53 % de la población de Bogotá, especialmente en las zonas norte y occidental, así como a municipios de la sabana como Chía, Cajicá, Zipaquirá, Funza y Soacha.Un esfuerzo multimillonario con impacto regionalEl ambicioso proyecto, que busca modernizar y optimizar Tibitoc, avanza rápidamente: las obras de optimización registran un avance del 82 %, mientras que las de modernización alcanzan el 74 %. Con una inversión total superior a los $428.000 millones, se espera que estas mejoras no solo garanticen el suministro de agua potable en el corto plazo, sino que también fortalezcan la capacidad del sistema para responder a los retos de una ciudad en constante crecimiento.“La entrada en operación de este nuevo tren es un paso importante para asegurar que Bogotá y los municipios vecinos cuenten con un suministro de agua confiable y sostenible, incluso en medio de crisis hídricas”, afirmó Avendaño.A pesar de estos avances, la situación actual requiere del compromiso de todos los ciudadanos. Las autoridades hacen un llamado al uso racional del agua mientras continúan trabajando para superar la emergencia y garantizar el abastecimiento sostenible a futuro.
En Mañanas Blu, con Camila Zuluaga, habló Virginia Mendoza, periodista y antropóloga, sobre su ensayo 'La sed', que examina la compleja relación de la humanidad con el agua y la crisis actual de escasez. Además contó que se presentará en el Hay Festival en ColombiaEn un mundo donde la escasez de agua se convierte en una crisis apremiante, el ensayo 'La sed' de Virginia Mendoza emerge como una obra crucial que no solo revela las realidades contemporáneas, sino que también nos lleva a reflexionar sobre nuestra historia colectiva con este recurso vital."Nos hemos desconectado de la naturaleza en general, y del agua de manera particular", señaló Mendoza, refiriéndose a la desconexión que ha marcado la relación del ser humano con la naturaleza. Esta frase resuena profundamente en un contexto global donde muchas personas siguen sin apreciar la severidad de la crisis hídrica, a pesar de haber vivido períodos de sequía significativos tanto en España como en otros países.Un análisis históricoMendoza nos recuerda que la crisis actual no es un fenómeno nuevo. Desde tiempos prehistóricos, las comunidades han tenido que desplazarse en busca de fuentes de agua, muchas veces enfrentando desafíos extremos. "Siempre ha habido desplazados climáticos", afirmó. La autora destaca que las grandes transformaciones en la historia de la humanidad han estado intrínsecamente ligadas a la disponibilidad de agua, ya sea por exceso o por escasez.Una particularidad del ensayo 'La sed' es su enfoque no sólo en la historia, sino también en cómo diversas culturas han sacralizado el agua. Mendoza menciona la magia y los mitos asociados al agua, recordándonos que no solo es un recurso, sino también un elemento de conexión espiritual y cultural que ha influido en el desarrollo de las sociedades a lo largo de la historia.Necesidad de una nueva concienciaLa autora propone una reflexión crítica sobre la necesidad de reconsiderar nuestra relación con el agua."Hoy más que nunca, debemos cuestionar nuestra percepción del agua como un recurso de desecho", enfatizó. La visión de Mendoza invita a generar una conciencia colectiva sobre la importancia del agua, no sólo como un recurso físico, sino como un componente esencial en nuestras vidas.Finalmente, 'La sed' de Virginia Mendoza es un ensayo que ofrece una mirada profunda y crítica sobre el agua y su lugar en nuestras vidas. Al abordar la desconexión histórica y contemporánea que hemos tenido con este recurso, la autora nos invita a reconectar, a valorar y a proteger ese elemento vital para la supervivencia. En un contexto donde el cambio climático amenaza nuestra disponibilidad de agua, este mensaje es más relevante que nunca.Escuche la entrevista completa acá:
La Personería de Bogotá está alertando sobre lo que califican un nivel crítico en el descenso del sistema de embalses que nutren a la capital del país, según expresaron a través de un comunicado “de mantenerse la tasa de descenso del volumen de los embalses de Chuza y San Rafael, se estima que para el próximo 30 de marzo sus niveles llegarían al 19,78 % y 30,16 %, respectivamente”.El informe además muestra que durante el mes de diciembre, Chuza descendió un 3,35 % (0,09 %, en promedio, cada día), mientras que San Rafael bajó un 16,46 % (0,5 % por día). Estos descensos equivalen a un volumen de agua de 19,2 millones de metros cúbicos, es decir, a todo el líquido que se consume en Bogotá durante dos semanas, según las estimaciones de la Defensoría.Sin embargo, en la última semana, la empresa de Acueducto de Bogotá, manifestó que el descenso en los sistemas de embalses de final de año, fue el normal y que incluso los bogotanos cumplieron la meta de consumo, registrando cifras por debajo del consumo para el 1 y 2 de enero.Además de manifestar que durante el 2024 se adelantaron labores de aumento de la capacidad de tratamiento de la planta de agua de Tibitoc, que pasó de suministrar cerca del 30% del agua de la ciudad a un 50%, restándole presión al sistema Chingaza que tenía la función de satisfacer la mayor parte de la demanda de agua en Bogotá.El acueducto está a la espera de que la Corporación Autónoma de Cundinamarca, CAR, entregue la autorización del aumento de captación de agua en Tibitoc. De esta forma, podrían empezar a tratar cerca de 10 m3 de agua por segundo, aumentando su capacidad y restándole estrés al resto del sistema.Alerta por fenómeno de la ÑiñaEsta advertencia de la Personería de Bogotá, llega al tiempo que el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, afirma que el fenómeno de La Niña, podría consolidarse en las próximas semanas y llegaría a extenderse con sus lluvias hasta el mes de abril.La alerta llegó con la información de las regiones dónde más podría sentirse la llegada de la temporada de lluvias, tocando especialmente a las regiones Andina, Pacífica y Caribe, lo que abriría una luz de esperanza de posibles lluvias en las zonas dónde están ubicados los embalses y las fuentes hídricas que los alimentan.Para este lunes 13 de enero, el sistema de embalses de Chingaza, reporta un descenso del -0,930, llegando a un nivel del 46,32 %.
Vuelve el racionamiento de agua en Bogotá, la medida se reanuda para el turno 5 este martes 7 de enero. Natasha Avendaño, gerente del Acueducto, informó que durante las últimas dos semanas sin restricciones, el consumo de agua se ha mantenido en cifras históricas, a 15.99 metros cúbicos. "Esto ha sido posible en gran medida por la salida de muchos bogotanos de la ciudad durante esta temporada", comentó Avendaño, enfatizando los resultados positivos debido al comportamiento ciudadano. Estado actual de los embalsesA pesar de las lluvias recientes, el nivel de llenado de los embalses se acerca al 47 %. Avendaño agregó que, aunque ha habido precipitaciones, "no se han registrado suficientes afluencias para un aumento significativo". Día cero y medidas de racionamientoLa posibilidad del ‘día cero’, donde los embalses alcancen su mínima capacidad, ha sido un tema recurrente. El ‘día cero’ está definido en 36 % de llenado, y actualmente estamos alejándonos de esta situación crítica. Los ciudadanos han respondido positivamente a las medidas restrictivas que se implementaron desde abril 2023 y que están en vigencia nuevamente. Ahorro de agua en BogotáDurante el periodo reciente de racionamiento, se logró un notable ahorro de 1.6 metros cúbicos por segundo en toda la ciudad. Esta cifra es considerablemente superior al promedio anterior. Avendaño destacó que el comportamiento colectivo de los bogotanos ha sido fundamental para evitar una situación más crítica. Escuche aquí la entrevista:
A mediados de diciembre de 2024, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, anunció la suspensión parcial de la medida de racionamiento de agua en la ciudad en el marco de la celebración de Navidad y Año Nuevo que tuvo la ciudad, pero, finalmente, volverá a la normalidad de este 6 de enero, según dio a conocer en un comunicado la Alcaldía."El domingo 22 de diciembre de 2024 fue el último día del año con racionamiento de agua y le correspondió al turno cuatro. Ten en cuenta que el esquema de racionamiento de agua reiniciará este martes 7 de enero de 2025 con el turno cinco. Y de ahí en adelante se continuará con la secuencia por turnos diarios tal como se ha aplicado hasta el turno nueve, y se reinicia nuevamente los turnos", indicaron.Así es el turno 5 de racionamiento de agua en BogotáCalendario de enero de racionamiento de agua en BogotáMartes, 7 de enero: turno 5.Miércoles, 8 de enero: turno 6.Jueves, 9 de enero: turno 7.Viernes, 10 de enero: turno 8.Sábado, 11 de enero: turno 9.Domingo, 12 de enero: turno 1.Lunes, 13 de enero: turno 2.Martes, 14 de enero: turno 3.Miércoles, 15 de enero: turno 4.Jueves, 16 de enero: turno 5.Viernes, 17 de enero: turno 6.Sábado, 18 de enero: turno 7.Domingo, 19 de enero: turno 8.Lunes, 20 de enero: turno 9.Martes, 21 de enero: turno 1.Miércoles, 22 de enero: turno 2.Jueves, 23 de enero: turno 3.Viernes, 24 de enero: turno 4.Sábado, 25 de enero: turno 5.Domingo, 26 de enero: turno 6.Lunes, 27 de enero: turno 7.Martes, 28 de enero: turno 8.Miércoles, 29 de enero: turno 9.Jueves, 30 de enero: turno 1.Viernes, 31 de enero: turno 2.¿Cómo funcionará la medida en 2025?Al igual que en 2024, la medida irá 24 horas desde las 8:00 de la mañana hasta el día siguiente. Allí, comenzará el turno para los siguientes barrios en la lista. Las recomendaciones son las mismas; de hecho, desde la Alcaldía de Bogotá han alertado de la posibilidad de poner más rigurosa la medida en caso de que no mejore la situación.
Basados en el bajo consumo de agua potable que hay en Bogotá durante la última semana del año y la primera de enero, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, suspendió temporalmente la medida de racionamiento de agua para la ciudad y los municipios que se surten de agua del mismo sistema hídrico.Desde el 23 de diciembre y hasta este 6 de enero, los bogotanos descansaron de los cortes de agua que llegaron en abril del 2024 en medio de la fuerte sequía que vivía la mayor parte del país y que afectaba de forma grave los niveles de llenado de los embalses que abastecen a la región.Sin embargo, este 7 de enero, la medida volverá a regir de la misma forma con la que venía aplicándose antes de la suspensión temporal, con los cortes programados por día para cada una de las nueve zonas de la capital del país.De acuerdo a los registro de la Empresa de Acueducto, los consumos de agua de los hogares bogotanos estuvieron dentro de lo estimado en esta temporada, incluso, para los días 1 y 2 de enero reportaron consumos por debajo de la meta de consumo con 14,26 m3 para el 1 de enero y 14,98m3 para el 2 de enero.Además, según el último informe de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca, CAR, después de caso un mes con tendencia a la baja, ayer el sistema de embalses de Chingaza, reportó cifras de aumento de caudal, llegando a un nivel de llenado del 46.67% de su capacidad.Entre las buenas noticias frente a la situación del agua en la ciudad, en los últimos días de diciembre pasado, la gerente del acueducto, Natasha Avendaño, informó que el sistema Chingaza logró iniciar el 2025 con un nivel de agua superior al de 2024, con 15,84 millones de metros cúbicos adicionales.
Quienes viven en Bogotá podrían seguir bajo racionamiento de agua por un periodo más prolongado de lo esperado, según advirtió Alfred Ballesteros, director de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR). Cabe recordar que, desde este 23 de diciembre y hasta el próximo 6 de enero de 2025, la medida queda suspendida.Sin embargo, Ballesteros indicó en diálogo con Mañanas Blu que es fundamental convertir las estrategias de ahorro de agua, que se han manejado hasta ahora, en hábitos permanentes.¿Hasta cuándo irá racionamiento de agua en Bogotá?“Es muy difícil dar fechas porque no tenemos, desafortunadamente, una información de pronósticos y predicciones de mediano y largo plazo consistente. El Ideam no nos la puede suministrar, porque los escenarios de cambio climático a veces no se lo permiten. A veces también porque en el país adolecemos de la tecnología propia para hacer estas predicciones”, enfatizó.En cuanto a cifras de los niveles de los embalses, mencionó que, por ejemplo, Chingaza está un un 48 % y el sistema norte en un 55 %. Esto es una alerta, especialmente con la llegada de una temporada seca que podría extenderse, incluso, hasta marzo.Por eso, recalcó que la ciudadanía debe prepararse para los meses de enero y febrero el año que viene, que, precisó, “históricamente han sido secos”.Medidas para evitar mayores dificultadesAl ser cuestionado sobre qué hacer después de esta pausa en el racionamiento, Ballesteros enfatizó que se deben continuar las medidas de ahorro y adoptar nuevas acciones.“Nosotros hemos venido insistiendo que en las construcciones nuevas debe ser obligatorio tener sistemas de captación, almacenamiento y ojalá potabilización de aguas lluvias”, explicó.Asimismo, habló de convenios para construir pozos profundos en varios municipios, lo que evitaría depender en exclusiva de los embalses. Señaló que la creación de infraestructura para el reúso de aguas ya es una realidad en varias ciudades del mundo y Bogotá debe” replantear su administración del agua”.Racionamiento como una medida coyunturalExpresó que el racionamiento es un plan de contingencia, más no una solución definitiva.
La temporada de sequía ya empieza a causar estragos en la región turística de Santander, afectando municipios como Barichara, San Gil, Guane, Vélez, entre otros. Las autoridades han encendido las alarmas ante la disminución de los caudales de las fuentes hídricas y la falta de infraestructura para el manejo adecuado del recurso hídrico.Eymar Báez, funcionario de la Corporación Autónoma Regional de Santander (CAS), advirtió sobre la necesidad de mejorar la gestión del agua en la región.“En muchas viviendas y en muchos sectores, pues, se desperdicia este recurso cuando se tiene abundancia. No se cuentan con los sistemas de almacenamientos individuales en las viviendas, no existen las represas significativas en aquellos municipios que lo requieren y, pues, por supuesto que se requiere disminuir las pérdidas en los sistemas de acueductos urbanos”, señaló.El funcionario también enfatizó en la importancia de implementar medidas como la macro y micromedición en los sistemas de acueductos para controlar las pérdidas de agua. Estas acciones son fundamentales para garantizar el suministro en épocas críticas.En Vélez, la situación es particularmente delicada. Según Báez, el municipio depende de fuentes hídricas como Pozo Verde, ubicada en Bolívar, y algunas corrientes menores locales, las cuales no logran abastecer a la población durante la sequía. “En épocas de sequía colapsan o terminan su caudal”, explicó.Las autoridades han instado a los habitantes y visitantes de estos municipios a adoptar medidas de ahorro y uso eficiente del agua, mientras se evalúan soluciones estructurales que permitan enfrentar futuros periodos de sequía de manera más eficaz.