Los restos mortales de Isabel II salieron este domingo del castillo escocés de Balmoral, donde falleció el jueves a los 96 años, rumbo a Edimburgo, el inicio de un periplo que permitirá a los británicos despedirse de su reina.El negro coche fúnebre atravesó pasadas las 10:00 el portal del castillo, con el féretro de roble cubierto con el estandarte real escocés y una corona de flores blancas en su interior, para un viaje de seis horas hasta la capital de Escocia."Su majestad nos dio su vida y su tiempo de manera desinteresada. Rendirle homenaje de una manera tradicional era una forma de agradecerle todo lo que hizo", explicó en Balmoral Mark Lindley-Highfield, de 47 años, vestido con un frac negro y sombrero de copa.Miles de personas contemplaban el paso del cortejo fúnebre a través de la verde campiña escocesa. En Ballater, la primera localidad atravesada y donde la reina era muy conocida, la gente estaba apostada en la calle principal y algunos lanzaron flores.Aunque el protagonismo vuelve a la difunta soberana tras la proclamación de su hijo como el nuevo rey Carlos III, la reaparición juntos de los príncipes Guillermo y Enrique, al lado de sus esposas Catalina y Meghan, coparon la portada de los diarios dominicales."Reunidos por la pena", tituló el Sunday Telegraph, junto a una imagen de las dos parejas caminando juntos en Windsor. El Sunday Times precisó que se necesitaron "largas negociaciones" entre ambas parejas, a las que se considera distanciadas, para ese mediático momento.- "Momento histórico" -Desde la muerte de la soberana el jueves cuando veraneaba en su residencia privada, los preparativos para recibir su féretro no cesaron en Escocia, una de las cuatros naciones del Reino Unido junto a Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte."Es realmente emotivo. Es genial que venga aquí para que todo el mundo pueda presentar sus respetos (...), para que los escoceses puedan despedirse y dar un último adiós a su reina", dijo la víspera a la AFP Paloma en la capital de Escocia.Tras un largo viaje por carretera que pasará por Dundee y Aberdeen, el féretro llegará hacia las 16:00 a la capital escocesa, donde permanecerá hasta el martes, cuando un avión lo transporte a Londres. Su funeral tendrá lugar el 19 de septiembre.Al protocolo oficial para el momento de su muerte, cuidadosamente elaborado durante años bajo el nombre en clave de "London Bridge", hubo que agregar disposiciones especiales dado que falleció en Escocia, la conocida como "Operación Unicornio".En Edimburgo, las aceras a lo largo del recorrido fueron protegidas con barreras para que escoceses y visitantes puedan ver pasar el cortejo. "Es muy loco poder vivir este momento histórico", dijo Jake, de 22 años.El féretro reposará en la sala del trono del palacio, antes de ser trasladado el lunes en procesión a la cercana catedral de Saint Giles, donde se celebrará un oficio religioso en presencia del rey Carlos III y donde la gente podrá despedir a su "amada mamá".- "Isabel la Grande" -El fallecimiento de Isabel II tras siete décadas en el trono conmocionó al Reino Unido, a la Commonwealth (Mancomunidad de Naciones) y al mundo. Su hijo Carlos III fue proclamado rey del Reino Unido el sábado y, este domingo, de Australia y Nueva Zelanda.El presidente chino, Xi Jinping, felicitó el domingo a Carlos III, en un mensaje en el que expresó su deseo "ampliar los intercambios amistosos y la cooperación mutuamente beneficiosa y fortalecer la comunicación sobre cuestiones globales", según la agencia Xinhua.En Londres, los restos de la reina serán llevados el miércoles en procesión del Palacio de Buckingham al de Westminster, donde permanecerá sobre un catafalco color púrpura para permitir a los británicos despedirse hasta el día del funeral de Estado.Le puede interesar:El primer funeral de Estado desde el del ex primer ministro Winston Churchill en 1965 tendrá lugar el 19 de septiembre ante decenas de líderes mundiales, como el presidente estadounidense, Joe Biden, y atraerá a millones de personas.El nuevo monarca de 73 años iniciará el lunes en Escocia su gira por el Reino Unido para asistir también a una sesión de condolencias en el Parlamento escocés, uno de los emotivos tributos que los políticos pronuncian en los últimos días.Isabel II "no sólo mostró al mundo cómo reinar un pueblo, sino también cómo dar, cómo amar y cómo servir", dijo el ex primer ministro Boris Johnson, para quien "fue esa indomabilidad, ese humor, esa ética del trabajo, ese sentido de la historia lo que la convirtió en Isabel la Grande".Escuche el podcast “Zorros y Erizos” y conozca cómo funcionará la ‘aplanadora’ de Petro en el Congreso. La adhesión de los partidos tradicionales ¿a cambio de qué?
El rasgo que convierte a Isabel II en uno de los personajes vivos de mayor relevancia histórica es su continuidad en el tiempo, su participación desde la primera fila en los mayores acontecimientos de la Humanidad desde hace casi un siglo.En un país en que la reforma prima sobre la revolución, donde la costumbre crea la ley y la tradición impone sus reglas a la modernidad, la reina encarna la esencia inmutable de la monarquía, para generaciones enteras de británicos una constante en sus vidas.Su trabajo ha consistido ante todo en ser y estar. Como escribe el periodista Andrew Marr en su biografía de referencia "The Diamond Queen", la suya "ha sido una vida de aparecer. Pero aparecer no debe subestimarse".Y aunque Isabel apenas aparece últimamente por sus problemas de salud y su avanzada edad -96 años-, su rostro es tan universal que ni siquiera necesita hacerse presente para que el Reino Unido le profese devoción inquebrantable.Isabel II ha hecho del silencio y el hieratismo la mejor forma de blindarse ante cualquier polémica "terrenal".Entrar en el barro, como le sucedió en su convulsa relación con la difunta Diana de Gales, solo le ha servido para ensuciar una reputación que ni las dudas sobre la financiación palaciega o sobre el presunto racismo en el seno de la institución han logrado mancillar.Desaparecido el imperio, emancipadas las colonias, consumado el Brexit (todo esto en una sola vida), el Reino Unido se ha transformado de cabo a rabo a lo largo de los 70 años de reinado de la monarca, que se celebran por todo lo alto esta semana en el Jubileo de Platino.Hace tiempo que la reina no atraviesa su mejor momento. La muerte en abril de 2021 de su marido Felipe, duque de Edimburgo, provocó un vacío en palacio que nada ha conseguido llenar.Fue ingresada en un hospital el pasado octubre para ser sometida a exámenes por una dolencia nunca del todo explicada. En febrero contrajo la covid. Y se cuentan con los dedos de la mano los actos públicos a los que la soberana ha asistido en el último año, casi siempre vinculados con los caballos, su gran pasión.La situación dentro de la familia Windsor dista de ser idílica: el príncipe Andrés -considerado su hijo favorito- está proscrito socialmente por sus vínculos con el delincuente sexual Jeffrey Epstein y los díscolos duques de Sussex, Enrique y Meghan, no dejan de procurarle dolores de cabeza.Pero ella sigue ahí. En el mismo sitio en el que ha estado desde que su marido Felipe la invitó a dar un paseo por el jardín del hotel Sagana, en Kenia, a las 14.45 del 6 de febrero de 1952 para informarle de que su padre, el rey Jorge VI, había muerto y que ella se convertía así, a sus 25 años, en soberana del Reino Unido y cabeza de la Commonwealth.Cuentan sus hagiógrafos que Isabel recibió la noticia con el aplomo y la serenidad que siempre ha exhibido en público. De hecho, si hay una cualidad que los británicos han apreciado en su reinado, según todas las encuestas, es la "dignidad" con la que ha soportado el peso de la corona.Y ello pese a haber llegado al trono de rebote. Nacida en Londres el 21 de abril de 1926, solo supo que algún día reinaría a los diez años de edad, cuando la abdicación de su tío Eduardo VIII dejó la corona en manos de su padre, Jorge VI, convirtiéndola automáticamente en heredera.Su vida se ha relatado hasta la saciedad, hasta el punto de generar en el ciudadano la extraña sensación de creer saberlo todo sobre ella pero al mismo tiempo ignorarlo todo.Sus encuentros con el primer ministro Winston Churchill, su boda con Felipe de Mountbatten en 1947, sus desavenencias con Margaret Thatcher, su "annus horribilis" de 1992, la muerte de Diana de Gales... pocas veces una figura ha sido escrutada con mayor detalle por parte del público y los temibles tabloides británicos.En sus 96 años de vida, 70 de reinado, en el mundo ha pasado de todo. Apenas una cosa no cambia: la reina Isabel II.Escuche aquí el podcast de Cómo como:
La reina Isabel II le dio el último adiós este sábado al hombre con quien estuvo casada 73 años, su "fuerza y apoyo", el príncipe Felipe, en un sobrio funeral de estilo militar con mascarillas y pocos invitados debido a la pandemia.La ceremonia religiosa comenzó a las 15h00 (14h00 GMT) en San Jorge, la capilla gótica del siglo XV situada en el casi milenario castillo de Windsor, unos 50 km al oeste de Londres.Debido al coronavirus se pidió a los británicos que no se desplazaran hasta esta pequeña localidad. Aún así las terrazas de sus pubs deberían llenarse de partidarios de la corona para seguir el evento por televisión como otros millones de personas."Se supone que la gente no debe venir, pero este es un gran evento, único en una generación, el duque era especial así que esperamos a mucha gente", aseguró Mark, de 57 años, a la AFP en las calles de Windsor, donde a primera hora se veía ya a decenas de agentes de seguridad vestidos con chalecos violetas.Cubierto con su espada, su gorra naval y su estandarte personal, el féretro del duque fue trasladado de mañana por portadores del Primer Batallón de Granaderos -de los que Felipe fue coronel durante 42 años- desde la capilla privada de la familia real a otro salón del castillo.Al comienzo del oficio, el país guardó un minuto de silencio, como Kaya Mar, pintor de 65 años que llegó en el primer tren desde Londres con un gran retrato de Felipe bajo el brazo."Era muy importante para mí estar hoy aquí", aseguró, considerando que "era un buen hombre" y "el país lo echará de menos".- Conmovedoras fotografías personales -La ceremonia comenzó tras el almuerzo con un breve cortejo fúnebre por los jardines del castillo en que participarán los cuatro hijos y varios de los nietos de la pareja real.Fue la primera aparición pública del príncipe Enrique, de 36 años, con la realeza desde que él y su esposa Meghan, que no viajó al Reino Unido por estar embarazada, abandonaron sus funciones reales y se fueron a vivir a California.Enrique no caminó junto a Guillermo, de 38 años, con quien las relaciones son tensas. Entre ellos se situará su primo Peter Phillips, alimentando las especulaciones sobre una persistente disputa entre los dos hermanos.El príncipe consorte, que falleció en Windson el 9 de abril, dos meses antes de cumplir 100 años, fue una presencia constante junto a Isabel II desde que, con solo 25 años, fue coronada en 1952, cuando el Reino Unido se reconstruía tras la Segunda Guerra Mundial y su imperio empezaba a desmoronarse.La monarca publicó el sábado una conmovedora fotografía personal en la que se los ve relajados y sonrientes en 2003 en el Parque Nacional de Cairngorms, en Escocia.Y en las redes sociales de la familia real se difundieron imágenes de momentos clave del matrimonio."La reina da el adiós", decía en portada el diario The Times.- Sin pompa y con mascarillas -Las exequias de la realeza británica suelen ser de gran envergadura, perfeccionadas durante años y concurridas por monarcas y mandatarios de todo el mundo.Pero las restricciones impuestas por el coronavirus obligaron a modificar los planes para el entierro de Felipe, que se limitará a 30 invitados íntimos con mascarillas y distancias de seguridad, y respetará el marcado estilo militar deseado por el duque, que era oficial de la Marina.El féretro fue recibido por representantes de los tres ejércitos para una corta procesión y llevado en un Land Rover verde militar diseñado siguiendo instrucciones aportadas por él mismo.La reina, que el 21 de abril cumple 95 años, llegó a bordo de un Bentley oficial junto a una dama de compañía.Se sentó sola para despedir a quien ella llamaba "su fuerza y su apoyo", el hombre con quien se casó siendo aún princesa en 1947 y cuya muerte la deja sola en el ocaso de su reinado.Numerosos expertos reales aseguran que era Felipe quien manejaba con mano de hierro una familia marcada por las crisis, ayudando a la reina a capear los escándalos.Todas las miradas estarán puestas en Enrique y Guillermo, en busca de alguna señal de reconciliación entre el dolor por la pérdida de su abuelo.Era un "hombre de servicio, honor y gran sentido del humor", dijo de él Enrique tras llegar de Los Angeles para el entierro."Echaré de menos a mi abuelo, pero sé que hubiese querido que siguiéramos adelante con nuestro trabajo", afirmó Guillermo esta semana.Tras el funeral, presidido por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, líder espiritual de los anglicanos, el duque será enterrado en privado en la bóveda real de la capilla San Jorge.Si se perdió el funeral del príncipe Felipe vea el video completo:
El funeral del príncipe Felipe, fallecido el viernes a los 99 años, tendrá lugar el próximo sábado17 de abril, en la capilla de San Jorge, adyacente al castillo de Windsor, anunció hoy el Palacio de Buckingham.La ceremonia comenzará a las 2:00 de la tarde hora local, cuando se pedirá a la nación que guarde un minuto de silencio en tributo al esposo de la reina Isabel II.El féretro con el cuerpo del duque de Edimburgo permanecerá una capilla privada del castillo hasta la mañana del sábado 17, cuando será trasladado en una procesión ceremonial, acompañado por el príncipe Carlos, su primogénito, y otros miembros de la familia real.El estandarte personal del príncipe, una corona de flores, su espada y su gorra de la Marina Real británica decorarán el ataúd de Felipe, cuyo funeral no será precedido por un velorio público, tal como fue su deseo.Las exequias estarán limitadas por las restricciones en vigor contra la pandemia de coronavirus, que restringen los asistentes a funerales en Inglaterra a 30 personas. El deán de Windsor, el arzobispo de Canterbury y ocho portadores del féretro estarán también presentes en la capilla.Un portavoz del Palacio detalló a los medios que la duquesa de Sussex, Meghan, que está embarazada, ha recibido la recomendación médica de no viajar al Reino Unido para asistir a la ceremonia junto a su esposo, el príncipe Harry, quien sí estará presente.El Reino Unido mantendrá el luto oficial hasta el día del funeral, un periodo que la familia real británica concibe como una ocasión para celebrar la "extraordinaria vida" del duque."Su influencia es mayor de lo que muchos podrían imaginar que era su papel de consorte", subrayó.
José Mourinho, entrenador del Tottenham Hotspur, interrumpió su rueda de prensa previa al partido contra el Manchester United para expresar sus condolencias a la familia real por la muerte del duque de Edimburgo, el príncipe Felipe, marido de la reina Isabel II."Quiero expresar mis condolencias a la familia real", dijo el técnico portugués en la conferencia de prensa."Para ser sincero, tengo un profundo, profundo, profundo respeto por la familia real. Todo mi apoyo. No es solo este país el que siente su fallecimiento", añadió Mourinho."Me da mucha pena su muerte porque solo puedo decir cosas positivas del significado de familia. Lo siento mucho, pero así es la vida y tenemos que mirar hacia adelante", apuntó el técnico portugués.
Andrés Barreto, superintendente de Industria y Comercio, llamó la atención nuevamente en Twitter con un curioso pésame en inglés al príncipe Felipe de Edimburgo, esposo de la reina Isabel II de Inglaterra.Los tuiteros llamaron la atención por el uso de las abreviaturas HM y HRH (su majestad y alteza real), donde la rimbombante redacción llamó la atención y causó curiosidad.Hace dos semanas, Barreto insultó a las personas de apellido Samper al arremeter contra el periodista Daniel Samper Pizano que criticó en una columna de opinión al presidente Duque, al fiscal Francisco Barbosa y a la revista Semana.El funcionario tuvo que pedir perdón esta semana por su desencajada crítica en la que insultó a todas las personas de apellido Samper en Colombia.Escuche esta información en Mañanas BLU, cuando Colombia está al aire:
El primer ministro británico, Boris Johnson, encabezó el viernes el homenaje de toda una nación al príncipe Felipe, marido de la reina Isabel II fallecido a los 99 años, alabando su "vida y trabajo extraordinarios".El duque de Edimburgo "se ganó el afecto de generaciones" en su país y en toda la Mancomunidad británica, formada por decenas de países, tras servir durante casi siete décadas como el consorte real más longevo del Reino Unido, afirmó Johnson."Damos gracias, como nación y como reino, por la vida y el trabajo extraordinarios del príncipe Felipe, duque de Edimburgo", dijo a las puertas del número 10 de Downing Street."Como el experto conductor de carruajes que era, ayudó a conducir la familia real y a la monarquía para que siga siendo una institución indiscutiblemente vital para el equilibrio y la felicidad de nuestra vida nacional", afirmó.Líderes de todo el espectro político británico se unieron a Johnson en los homenajes a Felipe, fallecido en el castillo de Windsor a primera hora del viernes.El líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, lo saludó como "un extraordinario servidor público" y calificó su matrimonio de siete décadas con Isabel II como "un símbolo de fuerza, estabilidad y esperanza"."Fue una asociación que inspiró a millones de personas en Gran Bretaña y más allá", añadió."Profundo dolor"El ex primer ministro laborista Tony Blair considero natural que Felipe "sea más reconocido como un notable y firme apoyo a la reina durante tantos años"."Sin embargo, también debería ser recordado y celebrado por derecho propio como hombre previsor, decidido y valiente", añadió.Los jefes de los gobiernos autónomos del Reino Unido también enviaron públicamente sus condolencias a la monarca.La primera ministra escocesa, la independentista Nicola Sturgeon, afirmó estar "entristecida por la noticia". Y los principales partidos políticos de la región suspendieron la campaña para las legislativas regionales del 6 de mayo, en que los independentistas esperan lograr una mayoría absoluta que respalde su proyecto secesionista.Desde Irlanda del Norte, sacudida en la última semana por una ola de violencia sin precedentes desde hace años, la primera ministra unionista Arlene Foster, presentó sus condolencias a la reina.Y el jefe del ejecutivo galés, Mark Drakeford, subrayó que el príncipe había "servido a la corona con devoción desinteresada"."Sé que puedo decir en nombre de todos los londinenses que estaremos siempre agradecidos por la contribución que su alteza real hizo a nuestra ciudad y a nuestro país", afirmó por su parte el alcalde de Londres, Sadiq Khan, destacando que Felipe luchó "por las libertades que hoy apreciamos" durante la Segunda Guerra Mundial como oficial de la Marina.Justin Welby, arzobispo de Canterbury, líder espiritual de la Iglesia anglicana, dijo rezar para que Dios consolara a la reina, que es la jefa de la Iglesia de Inglaterra."Cuánto echaremos de menos la presencia y el carácter del príncipe Felipe, tan lleno de vida y vigor", afirmó el cardenal Vincent Nichols, máximo responsable de la Iglesia católica en Inglaterra y Gales, asegurando rezar por la familia real y "el descanso del alma" del duque "en este momento de tristeza y pérdida".El primer ministro irlandés, Micheal Martin, encabezó la reacción internacional: "nuestros pensamientos y oraciones están con la reina Isabel y el pueblo del Reino Unido en estos momentos".
El duque Felipe de Edimburgo, que acaba de fallecer a los 99 años de edad en Inglaterra, quien es el esposo de la Reina Isabel II, estuvo en el año 1962, en febrero, de visita en Colombia. Durante su recorrido en nuestro país, que se unió a una visita también por Venezuela, el Duque recorrió una planta de ensamblaje de carros e incluso visitó al colegio Anglo Colombiano, según recuerdan algunas personas en redes sociales. En la agenda de la visita de Felipe de Edimburgo a Colombia, que ocurrió sin la presencia de la reina Isabel II del Reino Unido, se reunió con el presidente Alberto Lleras quien le ofreció honores de Estado. Según el archivo de la agencia de noticias Associated Press, durante su estadía visitó la planta de 'Colmotores Austin' en donde revisó el proceso de fabricación y ensamblaje de carros y camiones. El archivo British Pathé también ofrece un corto video en Youtube con algunos aspectos de la vista de Felipe de Edimburgo a Colombia en febrero de 1962: También viajó a Cartagena durante su recorrido en Colombia. El duque de Edimburgo, murió en el Castillo de Windsor, confirmó la Familia Real Británica.En el 2017, el esposo de la reina Isabel II se retiró de la actividad pública. El príncipe Felpe apoyó e impulsó bastantes organizaciones benéficas, como por ejemplo el Fondo Mundial para la Naturaleza.
El 6 de febrero de 1952, en una cabaña en lo alto de un árbol en Kenia, la vida del duque de Edimburgo dio un giro cuando su esposa, Isabel y heredera al trono británico, iniciaba el reinado más largo de la historia del Reino Unido.Con 25 años, la entonces duquesa de Edimburgo había subido al refugio Sagana Lodge, en la localidad keniana de Kiganjo, como princesa y bajó como reina del Reino Unido y de varios países de la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth).En esa jornada de febrero de 1952, al duque de Edimburgo le tocó la misión más delicada de sus cuatro años de matrimonio: comunicar a su mujer que su padre -el rey Jorge VI (1895-1952)- había muerto mientras dormía en la residencia de Sandringham (en el este de Inglaterra) y que ella ya era la jefa de Estado.La noticia obligó a la pareja a regresar inmediatamente a Londres, donde le esperaba, al pie de la escalerilla del avión y vestido de riguroso luto, Winston Churchill, el primero de los 14 primeros ministros con los que a Isabel II le ha tocado departir durante sus casi setenta años de reinado.LA PAREJA REAL CONSOLIDA LA MONARQUÍAA partir de ahí, la pareja real iniciaba un delicado proceso para consolidar la monarquía y adaptarla a los cambios que iba a experimentar el Reino Unido a lo largo de las décadas.Atrás había quedado el escándalo por la abdicación del rey Eduardo VIII, tío de Isabel II, en diciembre de 1936, y las supuestas simpatías de éste hacia el dictador alemán Adolf Hitler, a quien Eduardo -que ostentaba el título de duque de Windsor- visitó en su residencia de los Alpes, en Baviera, en 1937, después de su enlace con la divorciada estadounidense Wallis Simpson.Cuando Isabel II llegó al trono, el Reino Unido aún atravesaba las dificultades económicas de la posguerra y había un profundo sentimiento anti-alemán entre la población.En este ambiente, Isabel II tuvo la difícil misión de fijar el nombre de la Casa real británica y sopesar si era conveniente que llevase el apellido alemán de su marido, Mountbatten.El duque de Edimburgo, descontento en un principio, cedió a las presiones y descartó el nombre de Casa de Mountbatten, pero su propuesta para una Casa de Edimburgo llegó a oídos de Churchill, que aconsejó a Isabel II sobre la imperiosa necesidad de que la familia real mantuviera la denominación Casa de Windsor.EL DUQUE JUNTO A LA REINA EN LAS CEREMONIASA pesar de su fuerte personalidad, el duque de Edimburgo aceptó las reglas que imponía el servicio público y no dejó de acompañar a la reina en cenas de Estado, ceremonias de apertura del Parlamento, compromisos en su país o viajes al extranjero."La labor del duque ha sido de enorme importancia a lo largo del reinado de la Reina, como constante compañero y apoyo de la Reina, cuya función es solitaria -algo que los que respaldan la monarquía no reconocen lo suficiente- y una figura importante por derecho propio", dijo a Efe el historiador y experto constitucional Robert Hazell, del University College London (UCL).Según explicó Hazell, el duque de Edimburgo presidió el comité que planificó la coronación de la reina en 1953 y fue sugerencia suya que esa ceremonia -en la Abadía de Westminster- fuese televisada."Desde entonces, (el duque) ha sido un defensor de la modernización de la monarquía (...) es solo a través de una continua evolución y adaptación que la monarquía puede sobrevivir", agregó.La reina encontró en su esposo, según los medios, el apoyo que necesitó durante las peores crisis, como la separación de los príncipes de Gales en 1992 o la muerte de Lady Di en París en 1997.Además de la separación y divorcio del heredero de la corona británica, la soberana afrontó la ruptura matrimonial del duque de York, Andrés, de Sarah Ferguson, eventos que, sumados al incendio del castillo de Windsor, a las afueras de Londres, llevaron a la misma reina Isabel II a calificar 1992 como el "annus horribilis".SUPUESTAS FRICCIONES MATRIMONIALESLas malas lenguas se han referido en alguna ocasión a fricciones en el matrimonio de la reina y Felipe de Edimburgo a finales de los años cincuenta, pero desmentidas en su día. Isabel II acalló los rumores concediendo a su esposo el título de príncipe en 1957 y, tres años después, dispuso que sus descendientes por línea masculina que no fuesen príncipes u ostentasen el trato de Alteza Real llevasen el apellido Mountbatten-Windsor.Este ha sido el caso del hijo del duque de Sussex, Archie, que no es príncipe y lleva el apellido Mountbatten-Windsor.La reina también dispuso que el príncipe Felipe tuviera "preeminencia" cuando le acompañase en sus funciones como soberana, por delante del príncipe Carlos, heredero al trono.Los expertos han insistido en que la pareja ha disfrutado de una "fuerte relación". Con motivo del Jubileo de Diamantes en 2012 (los 60 años del trono de la reina), Isabel II llegó a referirse al duque de Edimburgo como su "constante fortaleza y guía".
El príncipe Felipe, Duque de Edimburgo, murió en el Castillo de Windsor, confirmó la Familia Real Británica. En el 2017, el esposo de la reina Isabel II se retiró de la actividad pública. El príncipe Felpe apoyó e impulsó bastantes organizaciones benéficas, como por ejemplo el Fondo Mundial para la Naturaleza.El 16 de febrero pasado, el consorte de Isabel II fue recluido en un hospital tras manifestar problemas de salud. La realeza británica negó que tuviese COVID-19. A principios de marzo fue dado de alta tras una intervención quirúrgica de corazón. "Su alteza real ha fallecido en paz esta mañana en el Castillo de Windsor", anunció la monarquía inglesa."Con profundo dolor, su majestad la reina anuncia la muerte de su amado esposo, su alteza real el príncipe Felipe, duque de Edimburgo", agregó la comunicación.