Trabajadores que extraían arena encontraron restos de un mastodonte en el río Cauca. Se trata de una especie prehistórica que pisó la tierra hace más de 10.000 años y que pudo llegar a pesar cerca de 40 toneladas, con un tamaño superior al de un elefante, pero inferior a la de un mamut.Según habló el director del Instituto para la Investigación y la Preservación del Patrimonio Cultural y Natural del Valle del Cauca, Jonathan Velásquez, en Noticias Caracol, sobre los restos hallados “se puede evidenciar que es una de las vértebras de un mastodonte y también se puede hablar que hay otra pieza que podría ser parte de la dentadura de este".El experto señaló que varios miles de años antes, las calles como se conocen actualmente, eran el escenario de diferentes especies prehistóricas como los mastodontes, quienes recorrían el valle geográfico en manada.Los restos del gigantesco animal se encontraron en el río Cauca, a la altura del Paso de la Torre, en el municipio de Yumbo, Valle del Cauca.Todo gracias a que una parte de la peña del río se desprendió como consecuencia de la fuertes lluvias que se presentan en todo el país.Por su valor histórico y cultural, son restos que no pueden ser comercializados. De igual forma se analiza si las piezas del mastodonte son propias de este territorio o si con el paso de los siglos fueron desplazadas hasta allí.Escuche el podcast El Camerino:
Sorprendidos se encuentran los investigadores y arqueólogos del Valle del Cauca, luego de encontrar un cementerio humano con más de 2.000 años de antigüedad.El importante hallazgo se realizó durante las obras de ampliación de la vía Cali – Yumbo y, al parecer, hacen parte de un cementerio prehispánico.Según estudios realizados por el Instituto para la Investigación y la Preservación del Patrimonio Cultural y Natural del Valle del Cauca, INCIVA, estos restos son de gran importancia para la histori arqueológica del país.Jonathan Velásquez, director de la entidad, precisó que se trata de un conjunto de entierros caracterizados por la disposición de cuerpos humanos en diferentes posiciones acompañados de vasijas y elementos en piedra de más de 20 siglos de haber sido sepultados.Convierta a BLU Radio en su fuente de información preferida en Google Noticias.“Los restos óseos tienen un regular estado de conservación debido a factores como la humedad, el impacto generado por la construcción inicial de la vía y la instalación de redes de servicios, entre otros aspectos”, preciso Velásquez.El funcionario indicó también que el acompañamiento de las obras, por parte de los arqueólogos de INCIVA, es financiado por la Secretaria de Infraestructura de la Gobernación del Valle del Cauca.No deje de leer: Conozca el ‘Roncador’ uno de los mejores buques de investigación marítima de Colombia “Esto ha evitado la destrucción del patrimonio arqueológico y posibilitara la reconstrucción de las condiciones de vida de los antiguos pobladores del sector”, puntualizó Velásquez.Finalmente, cabe resaltar que la zona del histórico hallazgo corresponde al límite cultural entre la región Calima y el valle geográfico del río Cauca.La información recolectada por la investigación será clave para el conocimiento de las dinámicas de intercambio y transformaciones socioculturales de los primeros habitantes de este sector del Valle del Cauca.Encuentre en BLU Pacífico las principales noticias de la región y los hechos que son relevantes. Información actualizada en video, imágenes y artículos periodísticos de toda la región pacífica
Un modesto aviso con el nombre Fundación Aburrá es lo único que distingue la fachada de la casa de las otras que ocupan una calle donde predominan talleres, en el barrio Florida Nueva, a pocas cuadras del estadio Atanasio Girardot.Para un observador curioso, la sala, llena de poporos –piezas de arte precolombino utilizadas en el acto de mambeo (masticar coca)- invita a entrar. El anfitrión y custodio del incalculable tesoro prehispánico albergado en este espacio es Gabriel Monsalve, un imaginero apasionado por las obras artísticas de ese lejano momento y del presente.Por eso, aunque a simple vista pareciera, aclara que la casa de la Fundación Aburrá no tiene como objetivo ser un museo arqueológico, pues las cinco mil piezas que allí se encuentran son considerados elementos de arte de las culturas milenarias que habitaron nuestro territorio.Le puede interesar: Aparecen restos indígenas de la etnia mokaná en Tubará, AtlánticoDe ahí que se puedan apreciar figuras talladas en colmillos de animales, deidades de grandes volúmenes en cerámica y obras de pueblos que se asentaron en diferentes zonas de la geografía nacional, desde los Tayrona hasta los Pastos, en Nariño.“No coleccionamos todo, ni momias, piedras o restos, enfatizamos en la parte artística, la iconografía e iconología. Tratamos de buscar el significado de las imágenes”. La vivienda convertida en museo se queda pequeña para las numerosas colecciones que cada día se suman, la más importante de ellas, la del antropólogo Ricardo Saldarriaga, un investigador que levantó ampolla en el mundo académico por su controversial teoría acerca de cómo se pobló nuestro territorio con migraciones de pueblos de orígenes diversos. Todo quedó consignado en su obra inconclusa Los orígenes del paisa.“Ricardo habla del difusionismo, diferente al autoctonismo, hasta ahora no se ha probado que el hombre sea autóctono de América. Hubo migraciones a través de muchas vías, la más común, el Pacífico: por allí llegaron pueblos de la Polinesia, Milanesia, sureste asiático, pero también de India y Europa”, explica el guía.Como prueba de ese sincretismo cultural que propone, se toman las piezas que ocupan las cinco salas de la colección museal. La primera es la sala Poporo-Catíos; en las obras que allí se exponen según explica Gabriel Monsalve, se observan detalles similares a los del arte jónico. La sala más importante es en homenaje a Rodrigo Saldarriaga. En ella se encuentran piezas provenientes de todos los rincones del país a los que viajó para dar con las huellas de civilizaciones ancestrales, entre las cuales destacó la cultura Ilama, que habitó en territorios del actual Valle del Cauca.En una colección itinerante se aprecian deidades femeninas que en el recorrido, explica el guía, se asemejan a la diosa Astarté, y a deidades egipcias y aztecas. Y es que para todas las culturas, según Monsalve, primaba la figura de una diosa madre.“La Diosa Madre es una arquetipo universal y se encuentra en todas las culturas de todos los tiempos. En el paleolítico, preguntándose el hombre por las causas de los fenómenos, dedujo que el principio del universo debía ser una mujer con la capacidad de crearse a sí misma y engendrar todas las cosas", dice una inscripción en la sala itinerante.Al fondo de la casa se avanza en el tiempo y se encuentra la sala Gamma, con las iniciales de su impulsor, el anfitrión que atiende las visitas. De gran tamaño se pueden apreciar figuras religiosas: el Divino Niño, vírgenes o crucifijos y adentrándose hacia la parte final de la vivienda está el taller para la creación de estas imágenes. Pero cada vez este lugar va dejando de ser un taller, principalmente, desde que se constituyó la Fundación Aburrá hace casi 12 años con más de 70 personas, entre ellos, varios coleccionistas quienes han donado las miles piezas de yamesíes, ilamas, caramantas, pastos, tayronas, catíos, muiscas y demás culturas que terminaron reunidas en una casa ya pequeña para esta numerosa colección y que podría convertirse en el primer museo de arte prehispánico del país. Por ahora, el lugar, aunque ya ingresó a la Red de Museos del departamento y está por ser incluido en una lista internacional, sigue escondido en una calle como uno de los secretos mejor guardados de la ciudad.
Expertos del instituto humbolt y universidad nacional de Colombia hallaron restos óseos de grande animales en el municipio de El Peñón, Santander en la provincia de Vélez. Los restos corresponden a vertebras, huesos largos y dientes de grandes mamíferos como mamuts de la edad del plio-pleistoceno fueron encontrados en cuevas y cavernas de la localidad. Este seria el primer cementerio fosil registrado en una caverna colombiana. El alcalde de el peñón Francisco jesus cruz. El hallazgo fue notificado al servicio geológico colombiano y al gobierno departamental para continuar los estudios. El alcalde del peñón reforzó la seguridad en el lugar para evitar que espectadores acudan mientras se adelanta el protocolo necesario para recuperar los restos. BLU RADIO BUCARAMANGA 960AM
La Royal Collection Trust, organización de la monarquía del Reino Unido, confirmó que el Gobierno colombiano le regaló a la familia real una colección de 12 reproducciones conmemorativas de piezas precolombinas. Dichas piezas fueron elaboradas por el Museo del Oro, entre las que se destacan la famosa balsa de El Dorado y máscaras como la de Inzá. Sophie Lawrenson, oficial de Prensa, envió un correo en el que manifiesta que “los medallones fueron presentados a la reina el 4 de julio de 1979 por el presidente Turbay Ayala de Colombia cuando fue invitado a almorzar en el Palacio de Holyroodhouse”.
En este contexto se tejió un sinfín de enigmas que el paso del tiempo se ha encargado de olvidar y que el escritor José Luis Cardero se ha encarado de traer al siglo XXI en su libro 50 grandes enigmas de la Prehistoria, cuyos detalles desentrañó en Luna BLU. (Lea también: "De ellos": El milenario secreto de los símbolos bereberer tallados en piedra) “La prehistoria es un concepto vago, genérico y occidentalizado. Investigadores e historiadores han explicado que la prehistoria es un concepto por el cual algunos pueblos no habían salido de la prehistoria mientras otros habían salido hacen miles de años”, este, sin embargo, es un concepto necesario pues “la gente por prehistoria la gente entiende gente cavernícola, ese concepto rocambolesco anecdótico es menos real”. Magia y pinturas sagradas: Este mundo guarda mucho más que la imagen generalmente asociada a él, pues el hombre convivía con la magia y conocimiento ancestral en gran medida ya olvidado. “Los chamanes son la fuente y el inicio del conocimiento, ancestral que nos viene de no se sabe dónde, de qué espacio-tiempo, pero es un conocimiento tan importante que fue controlado inmediatamente por algunos sabios que hoy llamamos chamanes”. En cuanto a las pinturas rupestres, Cardero indica que “no han sido pintadas una sola vez, las pinturas han sido repasadas por miles de años a lo largo del tiempo una y otra vez, por lo que yo creo que son pinturas sagradas en una especie de acto ceremonial que se celebraba en la oscuridad en remotos lugares de las cavernas”. “Los chamanes y sus iniciados repasaban una y otra vez los rasgos de los animales espíritu para que esas fuerzas salieran de la pared, la roca, la frontera entre dos mundos (…) Ese conocimiento no era repartido a cualquiera, era reservado, en uso y monopolio de algunos grupos”. El escritor agrega que los chamanes tenían una etapa de aprendizaje muy larga: “A lo mejor un chamán terminaba siendo maestro cuando tenía 50 o 70 años, empezando a los 12. El conocimiento chamánico es tremendamente complejo e importante”. A los futuros chamanes se les escogía por ciertas peculiaridades físicas, psíquicas y el grado de atención a lo misterioso, lo extraño, lo que está más allá de la vista”, el mundo invisible. Escuche en este audio más sobre los secretos de la prehistoria y la entrevista completa a José Luis Cardero.