Ubicado en la ciudad de Katowice, Polonia, el primer y único salón de abrazos profesional se ha convertido en un refugio para muchas personas que buscan aliviar su soledad o superar dificultades emocionales. Este singular negocio, dirigido por Anna Kasperek, se ha hecho tan popular que actualmente existe una lista de espera para quienes desean experimentar la terapia de abrazos. La iniciativa comenzó en enero de 2023, cuando Anna, licenciada en fisioterapia, leyó un artículo sobre las terapias de abrazos que están ganando terreno en el extranjero. Intrigada, investigó si había algo similar en Polonia, pero al descubrir que los dos lugares existentes ya habían cerrado, decidió embarcarse en la apertura de su propio salón. "No esperaba que hubiera tanta gente interesada, aunque es triste cuántas personas se sienten solas", confesó Kasperek en una entrevista reciente con Jam Press, citada por el New York Post. El funcionamiento del servicio es simple pero reconfortante. Las sesiones pueden durar entre 30 minutos y 2 horas, y antes de comenzar, Anna pregunta a cada cliente sobre su estado de salud y si está bajo la influencia de alcohol o drogas. También deja en claro que el servicio es estrictamente platónico: cualquier comportamiento que cruce los límites sexuales dará lugar a la terminación inmediata de la sesión. En su página web, se especifica: "¡El servicio es platónico, sin matices sexuales!". Los abrazos se realizan en un entorno cómodo, rodeado de almohadones y mantas perfumadas, con música tranquila y la calidez de una chimenea encendida. La oferta de Kasperek no se limita solo a abrazar: cada sesión incluye también una especie de "coaching" profesional, en el que se escucha al cliente y se le ofrece apoyo emocional. "Las personas buscan comprensión, apoyo y un espacio donde puedan sentirse aceptadas", explica Kasperek. El público objetivo ha sido especialmente la población de entre 40 y 60 años, quienes acuden semanalmente a la terapia para combatir la soledad y otros problemas emocionales. Además de su experiencia como fisioterapeuta, Kasperek es también masajista profesional, y entiende profundamente el impacto positivo que el contacto físico tiene sobre el cuerpo y la mente. "Cuando nos abrazamos, nuestro cerebro libera endorfinas, responsables del bienestar y la satisfacción. Estas sustancias tienen efectos analgésicos y reducen la ansiedad", explica. De acuerdo con la terapeuta, los mayores beneficios los obtienen aquellos que han vivido experiencias traumáticas o que se sienten especialmente aislados. Las víctimas de abuso sexual o violencia física, o quienes simplemente buscan comprensión, son los más propensos a beneficiarse de esta terapia. Este tipo de servicio se ha vuelto esencial en momentos de crisis, y Kasperek ha destacado que en ciertos casos, la intervención temprana, como un simple abrazo o una escucha activa, puede ser crucial para prevenir tragedias. "Si las víctimas recibieran ayuda a tiempo, podríamos evitar hasta el 80% de los suicidios. A menudo, basta con un abrazo, escuchar o simplemente tomar la mano", subraya. A pesar de la particularidad del negocio, la dueña asegura sentirse orgullosa de poder ayudar a sus clientes de esta manera. "Estoy feliz de poder brindar apoyo emocional de forma tan directa y efectiva. La gente viene buscando ayuda, y es maravilloso ver los resultados positivos que podemos lograr", concluye.Hoy en día, el salón de abrazos se ha convertido en un santuario para muchos, y la historia de Kasperek es un testimonio de cómo un gesto simple, pero lleno de significado, puede transformar vidas y ofrecer consuelo a quienes más lo necesitan.
Grupos extremistas de neonazis estarían haciendo convocatorias a través de redes sociales para, según denuncias, atacar a colombianos que han viajado a Polonia en busca de oportunidades laborales y un mejor futuro. Sin embargo, es el comportamiento de algunos desadaptados el que está provocando la ira de los locales, lo que termina afectando a toda la población. Los atacantes buscan a los colombianos con piedras y palos para obligarlos a regresar a su país.“Eso está generando problemas con la Policía, con grupos neonazis y otros de partidos nacionalistas que quieren expulsar ya a los colombianos de las ciudades y pueblos donde se encuentran. Se están organizando en Facebook y salen en grupos de 40 o 50 personas. Ellos saben que, por lo general, los colombianos viven todos juntos en una casa, sobre todo en los pueblos”, indicó un colombiano en Polonia, quien conoce de cerca lo que está ocurriendo.>>> Lea también: Colombiano trabajó en Polonia y vivió un infierno: abuso, intimidación y falsas promesasAl saber dónde están ubicados los colombianos, los grupos llegan con perros, piedras o machetes a exigirles, según las denuncias, que salgan de las casas, amenazando con quemarlas. “Hasta que no maten a un colombiano, como mataron a un polaco, no van a detenerse”, agregó el colombiano.Un hecho que desató la ira de los grupos neonazis en Polonia fue el asesinato, al parecer cometido por un grupo de colombianos y un argentino, de un ciudadano local que los habría confrontado por insultar a su pareja. A raíz de esto, se generó una pelea que terminó en la muerte del polaco, hecho que fue grabado en video.Lo que preocupa a la mayoría de los colombianos en Polonia es que, aunque son pocos los que están causando estos actos de intolerancia y violencia, todos están pagando los platos rotos. Incluso, hay exigencias por parte de los residentes locales para que las empresas que han contratado a extranjeros los despidan de inmediato, con el fin de facilitar su deportación.“Ayer hablé con un compañero de allá, y me dijo que la misma gerente de la empresa le había comunicado que supuestamente ya no podrán seguir trabajando por problemas con los papeles. Pero en realidad no es por eso; el dueño de la empresa, que posee la mitad del pueblo, está siendo presionado por los otros propietarios, y por eso van a terminar sacando a los colombianos del trabajo”, añadió el denunciante.
Cada vez más, los países europeos se han convertido en el destino de cientos de colombianos que buscan una vida mejor fuera del país. Sin embargo, muchos de estos migrantes terminan siendo víctimas de explotación laboral, humillaciones motivadas por la xenofobia y falsas promesas de sueldos elevados, cuando en realidad reciben salarios muy inferiores a los de los trabajadores locales.Según Migración Colombia 3.204 colombianos viajaron a Polonia y en lo que va de 2024 esa cifra ya va en 3.867. Eso sin contar los ciudadanos que ingresan de manera ilegal a ese país. Blu Radio conoció el caso de uno de estos colombianos que durante seis meses vivió un infierno junto a su pareja. Se trata de un expolicía, a quien llamaremos Andrés, quien reveló cómo funcionaría lo que para él es un esquema de abuso sistemático, intermediado por supuestas agencias de empleo y reclutadores (también colombianos) que engañan a través de redes sociales con promesas de sueldos elevados y condiciones de vida dignas. "Trabajar en Polonia fue un infierno"Andrés decidió viajar a Polonia motivado por la curiosidad de conocer Europa y la posibilidad de utilizar a ese país como plataforma para conseguir un mejor trabajo junto a su pareja sentimental.Un amigo suyo que estaba en Polonia le habló sobre las oportunidades laborales en el país, lo que lo impulsó a tomar la decisión de ir. Sin embargo, desde el principio, las expectativas que le habían creado no se ajustaron a la realidad.El viaje inició a finales de marzo. Después de una breve estancia en España, llegó a Cracovia (ciudad del sur de Polonia), donde esperaba encontrarse con su contacto que supuestamente le ayudaría a conseguir ese añorado trabajo. Finalmente llegaron a Kórnik, un pueblo al sur de Poznán, allí empezaría el sufrimiento."Las empresas no contratan directamente a los inmigrantes; lo hacen a través de agencias que se quedan con una parte de tu salario", explicó. Este sistema, según su testimonio, es una forma de explotar a los trabajadores, ya que las agencias reciben pagos de las empresas, pero entregan a los trabajadores un salario muy reducido. A través de este sistema, los trabajadores colombianos y de otros países terminan siendo explotados, con largas jornadas laborales y condiciones inhumanas. "Nos pagaban 21 zlotys (moneda polaca) que al cambio son unos 22.000 pesos por hora, pero la agencia se quedaba con una tajada. Trabajábamos 12 horas al día, de pie, sin apenas descanso", agregó. "Vivíamos hacinados con otros colombianos"Las condiciones de alojamiento también fueron descritas como infernales. Los trabajadores eran hacinados en pequeñas casas, con hasta 10 personas compartiendo un solo baño y espacio reducido. Lo más impactante es que estas agencias también eran las encargadas de controlar esas casas, en este caso a un colombiano con el nombre de Antonio Pérez."Nos metían en casas con seis, ocho personas, a veces incluso más. Un solo baño para todos, una cocina diminuta, y teníamos que hacer mercado entre nosotros para sobrevivir", comentó.El hacinamiento, la falta de higiene y la escasez de alimentos eran el pan de cada día para estos trabajadores. "Muchos no tenían tiempo ni para comer porque trabajaban desde las 4 de la mañana hasta las 6 de la tarde", relató la pareja de Andrés, una enfermera de profesión que incluso ayudaba con los dolores que sufrían sus compañeros de casa por el trabajo que tenían. Violencia psicológica y amenazasUno de los aspectos más alarmantes fue el maltrato psicológico que sufrían los trabajadores. El colombiano denunció que los intermediarios como Antonio Pérez, trataban a los trabajadores con desprecio, imponiendo multas por todo tipo de razones absurdas: "Nos multaban por caminar, por respirar, por hacer ruido", afirmó. Estas multas se sumaban a las ya precarias condiciones salariales.También mencionó que en algunas ocasiones fue amenazado por los responsables de las agencias y que las promesas de sueldos altos y buenas condiciones laborales nunca se cumplieron. "Nos decían que íbamos a ganar entre 6 y 8 millones de pesos colombianos, pero lo que recibíamos apenas alcanzaba los 3 millones", aseguró.Trabajo extremo y condiciones laborales inhumanasLas jornadas laborales en las empresas polacas eran agotadoras. Andrés contó cómo trabajaban en la recolección y empaquetado de alimentos, especialmente en la manipulación de repollo y pepinos en la empresa Grzeskowiak "Swieze Produkty. "Teníamos que mover grandes contenedores de pepinos y repollo, y la columna y los brazos quedaban destrozados", afirmó.Además, los trabajadores no tenían derecho a tomar descansos prolongados ni a hidratarse adecuadamente durante el turno, tampoco los dejaban ingresar sus teléfonos: "Solo nos daban 20 minutos para descansar en toda la jornada, y teníamos que decidir si comer o descansar".Contó la humillación que vivió por parte de la dueña de la empresa polaca con la que trabajó porque hablaban en español. "Un día porque no le entendí una instrucción que me daba en polaco, me lanzó unas flores a la cara".Andrés continuó por 6 meses junto a su pareja viviendo hacinado con más colombianos, trabajando hasta que su cuerpo caía rendido, hasta que un día lo obligaron en la empresa ha rellenar tanque tras tanque de repollo sin descanso. "El subconsciente que dijo: no más, su columna se va a volver mier#$ y me subí y le dije no voy más, ahora les toca a ustedes, yo no trabajo más", llamó a su pareja, quien trabajaba en esa misma planta, y se fueron. Andrés, hizo un llamado a quienes están considerando emigrar a Polonia o a otros países europeos bajo promesas de sueldos elevados y buenas condiciones de vida. "Les diría que no se dejen engañar. Las condiciones para los inmigrantes son inhumanas, no se van a volver millonarios, van a vivir mal y ser tratados como sardinas en una lata", advirtió.Según datos de la La Strada, una organización no gubernamental que trabaja para combatir la trata de personas, decenas de miles de trabajadores inmigrantes trabajan en granjas, fábricas e industrias en Europa sometidos a trabajos forzados.
La Guardia Civil española, en colaboración con Eurojust y Europol, desarticuló una red internacional dedicada al robo y venta de carros híbridos de alta gama, que eran vendidos en otros países del viejo continente o Africa.Esta organización, responsable del robo de 217 coches en varios países, incluyendo España, operaba con un esquema bien planificado que involucraba la exportación de los vehículos robados a destinos como Polonia, Mauritania, Senegal y Ucrania.El golpe a la organización se dio tras la detención de 25 personas: 19 en España, 4 en Francia y 2 en Polonia. La investigación comenzó en noviembre de 2021 cuando se detectaron vehículos robados en Madrid siendo enviados a un puerto francés a través de una empresa de transporte. Los carros, que no presentaban signos de forzamiento, llevaban matrículas francesas falsificadas y habían sido robados en localidades cercanas a Madrid.La red operaba principalmente desde Francia y Bélgica, con miembros en España que seleccionaban las marcas y modelos más demandados. Estos miembros también falsificaban documentos y matrículas, alteraban las medidas de seguridad de los carros y utilizaban empresas de transporte para enviar los vehículos a puertos franceses, desde donde eran embarcados hacia África. Otros eran llevados a Polonia para ser vendidos en el mercado de segunda mano.La operación conjunta permitió un intercambio de información crucial entre los países afectados, logrando identificar a un ciudadano mauritano residente en Francia como el principal coordinador de la documentación falsificada y el transporte de los vehículos. Otro miembro clave era un ciudadano marroquí en Bruselas, quien coordinaba las operaciones de la red en varios países.Le puede interesar:
Sin despejar dudas, tirando más de épica que de fútbol en los últimos compases y cediendo ante una selección inferior, Francia no hizo bueno el tanto inicial desde los once metros de Kylian Mbappé y acabó empatando, y accediendo a octavos como segunda del Grupo D, ante la eliminada Polonia (1-1) de Robert Lewandowski, autor del tanto del empate, también desde los once metros.En un duelo desde el punto de penalti, fue Lewandowski el que amargó la fiesta de Mbappé. Ambos en su regreso al once por lesión, fueron los líderes del ataque de sus combinados, pero fue el jugador del Barcelona el que, en el regreso a la que un día fue su casa, acabó más feliz. Despidió a su selección de la Eurocopa con un punto y la dotó de dignidad tras un torneo nefasto. Además, agrandó el nubarrón que se cierne sobre una Francia con más dudas que certezas.Desesperante en el inicio del partido, por momentos a merced de una Polonia eliminada que llegó al duelo sin haber puntuado y que no le quitó la cara al partido en momento alguno, pero cada vez más incisiva con el paso de los minutos, desgastando poco a poco la resistencia de los polacos, pero de nuevo incapaz de cerrar su victoria.Encajando en los compases finales, Francia volvió a depender en exceso, especialmente en la primera mitad, de los chispazos individuales para generar peligro. Y esta vez, no fue suficiente.En un once sin Thuram y sin Griezmann, suplente en Francia por primera vez tras 18 partidos y un año y medio en la selección, fue Kylian Mbappé el líder absoluto del ataque de los de Didier Deschamps, pastosos en el inicio y mucho más sueltos en el ocaso del primer acto, en el que se sucedieron las ocasiones de 'Les Bleus'.Enmascarado para proteger su nariz fracturada, Mbappé formó en la punta de ataque con Dembélé en el perfil diestro y Barcola, la gran novedad, inédito hasta la fecha en la Eurocopa, por el zurdo.Con una circulación lenta, algo previsible, en ocasiones errática, demasiado estática, fácil de defender para los polacos, no fue capaz Francia de superar con claridad a un rival claramente inferior que buscó hacer daño a la contra. Solo Dembélé, por la derecha, a ratos, conseguía llegar a la línea de fondo.De hecho, el primer disparo a puerta del partido llegó desde el lado de Polonia, con una medio volea de Zielinski que recogió sin peligro Maignan.El avisó de los eliminados puso a funcionar a la velocidad punta de los tres de arriba, en especial a un Dembélé que, aunque protagonista por algún que otro centro desmedido y algún intento de control que provocó las risas en las gradas del Signal Iduna Park, teñido de blanco y rojo como la bandera polaca, consiguió dar esa profundidad necesaria para generar las primeras ocasiones.La primera llegó tras un centro raso suyo al corazón del área al que no llegó Mbappé, pero que recogió Theo Hernández en el segundo palo. Con un disparo potente dio rienda suelta a la exhibición de Skorupski.Fue la primera de las cuatro grandes que rubricó. La segunda, al propio Dembélé, que finalizó la contra conducida por un Kanté lejos del nivel mostrado en el anterior encuentro, en el que fue elegido MVP.Y la tercera y la cuarta, a Mbappé, que se sumó en los últimos minutos al carrusel de ocasiones galas con dos disparos desde casi el área pequeña que obligaron a emplearse a fondo al meta del Bolonia.El inicio de la segunda mitad llegó de la mano de la lógica, que se impuso en los primeros minutos del estadio alemán. A Mbappé pareció que se le acabó la paciencia y empezó a jugar él solo. Los cuatro primeros disparos de la segunda mitad fueron suyos. Todos peligrosos, generando el 'runrún' en la grada. Uno de ellos, con jugada personal incluida, una 'delicatessen' en forma de túnel que levantó a la grada francesa.Pero el peligro volvió a llegar a través del desborde de Dembélé. Ingresó en el área a toda velocidad y su marca cayó en la trampa. Le trastabilló y provocó el penalti. Desde los once metros, Mbappé marcó su primer gol en la Eurocopa. Le costó 536 minutos.Perdió toda atadura Francia y mantuvo a Polonia encerrada. Barcola rozó el segundo antes de que Deschamps moviera el banquillo y le sustituyera por Giroud, dando entrada también a Griezmann y Camavinga para dar oxígeno. Algo que no evitó algún arreón de Polonia, que probó suerte con un disparo lejano de Lewandowski que reanimó a la desconsolada afición polaca.Tuvo en sus botas el segundo Mbappé, pero no acertó ante Skorupski. Tampoco hubiera valido porque justo en la jugada precedente Upamecano había cometido un penalti sobre Swiderski que el colegiado, VAR mediante, señaló.Se desató entonces la locura en el Signal Iduna Park. Lewandoswki fue el encargado de lanzar. Erró, pero Maignan se había adelantado para hacer su parada. Y en la repetición, eligiendo el mismo lado, Lewandoswski marcó en el regreso a la que un día fue su casa.Cambió por completo el partido. Polonia empezó a creer en la victoria. Quería despedirse con 3 puntos. y Francia, noqueada, no pudo reaccionar. Lewandowski atormentó a Mbappe y Francia, una e las teóricas favoritas, pasó a octavos como segunda de grupo, en lo que es una de las sorpresas y de las decepciones de lo que va de Eurocopa.
Una verdadera tragedia vive la familia González Muñoz del municipio de La Argentina, Huila, tras la muerte de los hermanos Mario Alexis y Diego Fernando González, quienes fallecieron ahogados en un lago en Polonia, en Europa.Según información de la familia, los dos jóvenes huilenses de 19 y 28 años, mientras jugaban voleibol, el balón les cayó a un lago y cuando se lanzaron para rescatarlo, perdieron el control de sus cuerpos y fallecieron al parecer por hipotermia por las bajas temperaturas del agua.“Cuando celebraban el día del Trabajo, mis hermanos disfrutaban con sus compañeros en una playa, la pelota con la que jugaban cayó a lago cercano y cuando uno de mis hermanos quiso ir a recuperarla sufrió un colapso y mi otro hermano al ver que se estaba ahogando se lanzó a intentar salvarlo y desafortunadamente juntos perdieron la vida”, narró con tristeza Carlos Alfredo González, hermano de las dos víctimas.Disidencias habrían hurtado camioneta de una empresa de insumos agrícolas en el HuilaAnte esta situación y por las dificultades económicas, la familia pide apoyo al Gobierno nacional y a la cancillería para poder repatriar los cuerpos de dos jóvenes a Colombia y sepultarlos en su natal municipio de La Argentina, en el occidente del Huila.“Queremos hacerle el llamado al gobierno nacional y a la cancillería que nos colaboren en todo lo que más podamos para poder repatriar a los cuerpos de mis hermanos y también pedimos el apoyo de los huilenses y de los colombianos, ya que estos procesos son muy costosos” expresó Carlos González.Los dos hermanos Mario Alexis y Diego Fernando González habían viajado a principios de febrero del presente año en busca de mejores oportunidades laborales en el continente europeo.
El canciller alemán, Olaf Scholz, anunció que Alemania, Francia y Polonia acordaron hoy adquirir inmediatamente más armas para Ucrania en el mercado mundial, además de crear una nueva coalición de cohetes de largo alcance. "No cejaremos en nuestro apoyo", recalcó Scholz al término de su reunión con el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro polaco, Donald Tusk, en el formato del Triángulo de Weimar. Indicó que los tres acordaron entre otras medidas "adquirir inmediatamente más armas para Ucrania en todo el mercado mundial", la ampliación de la producción de equipo militar, también con socios en Ucrania, y la creación en el Grupo Ramstein "de una nueva coalición para una artillería de cohetes de largo alcance". El anuncio se da luego de que la ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock y su homólogo noruego, Espen Barth Eide, advirtieron este viernes sobre la amenaza de los planes de Putin, y afirmaron que representan una amenaza para toda Europa."Los planes imperialistas de Putin no se limitan a Ucrania. Si los ucranianos no logran detener a Putin tendremos la guerra en las puertas de nuestra casa", dijo Baerbock en una comparecencia conjunta en Berlín."Ucrania no sólo está defendiendo su propia libertad. Está defendiendo la libertad de Polonia, de los Países Bálticos, de Finlandia y de Noruega", agregaron.Espen Barth Eide dijo que la guerra está en "un momento decisivo" y aseguró que la lucha de Ucrania es también la lucha de los europeos.
La ministra polaca de Sanidad, Izabela Leszczyna, advirtió este miércoles a los directores de los hospitales que se nieguen a autorizar abortos permitidos por la ley que se arriesgan a quedarse sin fondos públicos.En una conferencia de prensa en Varsovia, la ministra recordó a todos los médicos que, cuando está amenazada la salud o la vida de una mujer, "no pueden invocar la llamada cláusula de conciencia".Leszczyna anunció que los responsables de los departamentos de ginecología y obstetricia de todos los hospitales públicos deberán firmar un contrato que "establecerá de forma muy clara y precisa (...) que garantizan la interrupción de embarazos de acuerdo con la ley polaca"."Si tienes un contrato con el Fondo Nacional de Sanidad, tienes que proporcionar un paquete de beneficios por el cual recibes dinero. De lo contrario, simplemente no tendrás contrato ni por lo tanto fondos", enfatizó la ministra.Ya "no habrá una lista de hospitales donde sí se practican interrupciones de embarazos y otra de aquellos donde no se realizan", declaró al responsable de la Sanidad polaca.En Polonia, que tiene una de las legislaciones sobre el aborto más restrictivas del mundo, solo se permite interrumpir un embarazo cuando exista una amenaza para la vida o la salud de la madre o cuando sea resultado de un delito (violación o incesto).Desde que, en octubre de 2020, una sentencia del Tribunal Constitucional polaco eliminó varios de los supuestos que hasta entonces permitían el aborto, varias mujeres han muerto en hospitales cuando estaban ingresadas por complicaciones en la gestación.La asociación polaca de Defensa de la Mujer "Federa" impulsa la investigación de los casos de cuatro mujeres fallecidas en estas circunstancias y a las que solo se les practicó un aborto cuando los médicos certificaron la muerte del feto, lo que produjo complicaciones con un desenlace fatal.El Gobierno polaco está dirigido actualmente por el liberal Donald Tusk, después de años de dominio del ultraconservador Ley y Justicia (PiS), y recientemente anunció que cambiará la legislación para legalizar la interrupción del embarazo hasta la semana 12 de gestación.Por otra parte, la ministra de Sanidad anunció la creación de un "equipo coordinador para la seguridad sanitaria de las mujeres, del que formarán parte facultativos, expertos y "cualquier ciudadano que quiera aportar sus propuestas, reflexiones y quejas".Le puede interesar:
Un sacerdote católico polaco que organizó una orgía y negó el auxilio al prostituto que había contratado y que enfermó tras haber ingerido drogas fue acusado hoy por la fiscalía de delitos que suman ocho años de cárcel.Tomasz Z., cuyo nombre se oculta por razones legales, se enfrentará a un juicio por "crímenes contra la libertad sexual y la decencia", "denegación de auxilio" y por "proporcionar drogas" a una persona cuyos servicios sexuales fueron contratados para celebrar una orgía en la casa parroquial de Dąbrowa Górnicza (sur) en agosto del año pasado.El sacerdote, que poco después de los hechos decidió instalarse unas semanas en Turquía para eludir la atención pública, deberá permanecer durante al menos los dos próximos meses en arresto, a la espera de que comience el juicio.Los hechos se remontan a finales de agosto, cuando el padre Tomasz, párroco del santuario de la Virgen de los Ángeles de Dąbrowa Górnicza, organizó una fiesta en la residencia parroquial en la que participaron varios sacerdotes y un prostituto.Según fuentes policiales, los asistentes ingirieron drogas de varios tipos y el hombre que estaba contratado para prestar servicios sexuales perdió el conocimiento, tras lo cual una ambulancia acudió al domicilio, pero una vez allí, los curas impidieron a los enfermeros entrar y pidieron sacar ellos mismos al enfermo.Finalmente, la policía se personó en el lugar de los hechos, se pudo dar asistencia médica al hombre que estaba inconsciente y el incidente recibió un amplio eco en los medios, lo que finalmente provocó el relevo del obispo de la diócesis de Sosnowiec (sur), Grzegorz Kaszak.La investigación llevada a cabo por la fiscalía trata aún de esclarecer si el hombre que perdió el conocimiento por la ingestión de drogas, y que en el proceso tiene la consideración de víctima, era o no un trabajador sexual y cobró por asistir a la fiesta o lo hizo gratis.En declaraciones posteriores a los hechos, Tomasz Z. remitió una carta a los medios de comunicación en la que declaró que "si algo similar le hubiera sucedido a una persona cualquiera, que tuviera una profesión diferente, y no a un clérigo, no habría habido ningún problema".Le puede interesar: