El portero del París Saint Germain (PSG) Gianluigi Donnarumma sufre un traumatismo "facial" con "múltiples heridas", según el primer diagnóstico de los servicios médicos del club, tras ser golpeado con un 'plantillazo' en la cara por parte de Wilfried Singo en el partido disputado este miércoles contra el Mónaco.El guardameta internacional italiano, que debió ser sustituido por ese motivo en el minuto 20 del encuentro en el estadio Luis II de Mónaco, regresa esta noche a París con todo el equipo, según añadió el PSG en el parte médico publicado en su página web oficial.Este jueves está previsto que Donnarumma, que abandonó el campo por su propio pie, se someta a "exámenes médicos" para evaluar el alcance del golpe y de las visibles heridas en el rostro."Tendrá que permanecer inactivo durante varios días", añadió el París Saint Germain en su comunicación. El percance ocurrió en el minuto 17. El guardameta internacional italiano quedó tendido en el suelo, fue atendido durante unos tres minutos, mientras Achraf Hakimi ya comunicó al banquillo dirigido por Luis Enrique Martínez de la obligación de la sustitución del portero, que instantes después abandonó el terreno de juego por su propio pie junto a los médicos del club parisino.En su lugar entró Matvey Safonov, que calentó a toda velocidad para estar cuanto antes listo para ingresar en el terreno de juego del estadio Luis II de Mónaco.
El París Saint Germain (PSG) y Kylian Mbappé están en un rifirrafe, a través de sus abogados, sobre el equivalente de unos 80 millones de euros que le han sido retenidos al jugador por el club con el argumento de que así se cumpliría su compromiso para no irse gratis, según L'Équipe.El periódico deportivo explica este miércoles que desde hace varios días los abogados de las dos partes están discutiendo sobre este contencioso y los del PSG querrían poner por escrito el acuerdo del compromiso de Mbappé el pasado verano de que no se iría de París sin que el equipo recibiera una compensación económica.Para tratar de forzarlo, el club no le ha pagado el salario de abril ni una prima que estaba prevista en febrero y que, de acuerdo con una fuente próxima a la entidad parisina citada por L'Équipe, representa un ahorro de 80 millones de euros.Una cifra que se corresponde con la famosa prima de "fidelidad" a la que Mbappé supuestamente aceptó renunciar el pasado mes de agosto para el caso de que no prolongara su contrato con el PSG, de forma que el club no se sintiera perjudicado con su marcha.Esa prima no se le pagó en octubre, cuando estaba inicialmente prevista, pero sí en febrero, algo que no se esperaba y que el presidente del PSG, Nasser al Khelaïfi, justificaba por la voluntad de que finalmente fuera el Real Madrid el que pusiera el dinero encima de la mesa.Pero -siempre según el diario económico francés- el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, se negó en redondo a la idea de pagar por un jugador que iba a estar libre al término de la actual temporada.El enfado de Al Khelaïfi, que entonces ya no tenía como medio de presión la prima de "fidelidad", se tradujo en una cierta exclusión de Mbappé, que a partir de entonces ha estado disputando muchos menos minutos que en el pasado, y sobre todo en la retención del citado salario mensual y de una prima.El internacional francés considera que las razones que llevaron al entrenador, Luis Enrique, a dejarlo en el banquillo con mucha más frecuencia en la última parte de la temporada no fueron deportivas y que en la práctica el presidente no cumplió su parte del compromiso del pasado verano.Es decir, el compromiso de reintegrarlo en el grupo profesional del que había sido descartado entonces por orden de Al Khelaïfi y que por su parte suponía renunciar a los 80 millones.Le puede interesar:
Kylian Mbappé se despidió este domingo del Parque de los Príncipes, que ha sido su casa deportiva en los últimos siete años, con el cariño de los aficionados y sin un homenaje del club, tras las diferencias que ha tenido con el presidente Nasser al Khelaifi.Los ruidosos aficionados radicales del fondo Auteuil desplegaron un enorme tifo con Mbappé de medio cuerpo rodeado de unos laureles y encendieron bengalas rojas, y el jugador fue a saludarles y agradecerles el gesto.Pero el club no organizó nada de forma oficial. Muy lejos en las formas queda el festejo que organizó el PSG hace dos años cuando, en vísperas de acabar su anterior contrato y cuando muchos creían que iba a dejar París para ir al Real Madrid, se anunció por sorpresa una renovación por dos temporadas y una opcional.Fuegos artificiales, abrazos con el presidente Nasser al Khelaifi, camiseta especial con la leyenda 'Mbappé 2025' y una grada en éxtasis contrastaron con el hermetismo mostrado este domingo por el club.De cara a esta despedida, el jugador ya había hecho un par de guiños a los seguidores parisinos en el vídeo en el que el pasado viernes anunció su marcha al vencimiento de su contrato el 30 de junio."Sé que no soy el jugador más expresivo, que no he estado al nivel del cariño que me habéis mostrado durante estos siete años", dijo, consciente de que a veces se le acusa de ser frío. "Pero nunca he querido engañaros, siempre he tratado de ofrecer resultados", aseguró.Y luego se fue a compartir una barbacoa en las afueras del estadio con un millar de seguidores del grupo Colectivo Ultras París, un evento al que acudió con sus padres y su hermano Ethan, también futbolista del PSG.La mención a su expresividad se debía a que algunos aficionados han reprochado a Mbappé un carácter frío, menos carismático con la grada que otros futbolistas volcánicos, de menor calidad pero más queridos por la hinchada, como el brasileño Raí o el portugués Pauleta.La idiosincrasia especial del PSG, con una propiedad catarí que lleva trece años al frente y no conoce el sentimentalismo en el fútbol, hace que las despedidas de las grandes estrellas hayan sido muy desiguales en los últimos años.Si Marco Verratti (2023) o Zlatan Ibrahimovic (2016) fueron despedidos con toda la grandeza posible, Messi o Neymar (2023) no tuvieron homenaje oficial e incluso el argentino recibió los silbidos de los aficionados parisinos, que le achacaban poca implicación.Mbappé llegó a París hace siete años procedente del Mónaco a cambio de 180 millones de euros, en el segundo fichaje más elevado de la historia del fútbol, solo superado por los 222 millones que el club parisino pagó ese mismo año al Barcelona por el brasileño Neymar.A pesar de llegar con solo 18 años, el joven se convirtió rápidamente en el favorito de los aficionados (es de Bondy, una ciudad modesta de la periferia parisina) por su profesionalidad y rendimiento.En marzo del año pasado se consagró como el máximo goleador de la historia del PSG, superando a leyendas del club como Edinson Cavani o Zlatan Ibrahimovic. A día de hoy y a falta de tres encuentros, acumula 255 dianas y 108 asistencias con el equipo.En los siete años que han estado unidos, el PSG y Mbappé han logrado juntos catorce títulos, entre ellos seis ligas y tres Copas de Francia (y podría lograr la cuarta en la final del día 25).Sin embargo, para el club, los aficionados e incluso para el propio Mbappé, falta la Liga de Campeones, en la que solo llegaron a una final, la de 2020 perdida ante el Bayern de Múnich, mientras que en el resto de temporadas el PSG colecciona una amarga lista de fracasos continentales.Desencuentros con Al KhelaifiLa marcha de Mbappé del Parque de los Príncipes por la puerta de atrás supone el colofón a una temporada llena de desencuentros entre el jugador y Al Khelaifi, que comenzó el pasado verano cuando la estrella del club comunicó que no ejecutaría la temporada opcional de su contrato y se iría el 30 de junio al final de su compromiso.El club le apartó del primer equipo para la pretemporada y solo volvió cuando -según la prensa deportiva francesa- alcanzó un acuerdo verbal por el que compensaría de alguna forma a las arcas del PSG, ya que se marchará gratis, sin traspaso.En febrero, el club filtró que Mbappé ya le había comunicado formalmente que se iría a final de temporada y entonces dejó caer que organizaría una despedida a su máxima estrella.Pero el vídeo de Mbappé del viernes no gustó a la planta noble. En primer lugar porque, según asegura el club, no se le comunicó previamente y sobre todo porque el jugador agradeció uno por uno a todos los entrenadores y directores deportivos con los que ha trabajado en París, pero no mencionó de forma llamativa a Al Khelaifi.De hecho, el PSG no ha hecho ningún comentario sobre Mbappé en redes sociales desde el vídeo que el jugador publicó el viernes y este domingo sí se despidió de su comentarista oficial, Michel Montana, que se jubila.Además de la no mención de Mbappé a Al Khelaifi, la prensa francesa apunta que puede estar pendiente la cuestión de la compensación económica al club, y que cifra en 80/100 millones de euros, sea en forma de renuncia a parte de sus primas de fidelidad o al pago de parte de la prima de fichaje que reciba de su próximo club, previsiblemente el Real Madrid.
El portero costarricense Keylor Navas anunció este sábado su salida del Paris Saint-Germain, un día después de que lo hiciera Kylian Mbappé."Ha sido todo un honor defender este escudo en este increíble estadio", señaló el guardamerta internacional 'tico' en el mensaje de Instagram en el que comunicó su decisión."Quedan objetivos por delante pero no quería dejar pasar la oportunidad de despedirme de la que ha sido mi casa", agregó el jugador, de 37 años.Navas llegó al PSG procedente del Real Madrid en 2019 y disputó la final de la Liga de Campeones de 2020 que el equipo parisino perdió por 1-0 frente al Bayern de Múnich.A partir de 2021, el fichaje del arquero italiano Gianluigi Donnarumma por el PSG le restó protagonismo en la meta parisina y en enero de 2023 marchó cedido al Nottingham Forest inglés hasta el final de la pasada temporada.En la campaña que está a punto de acabar solo ha disputado tres encuentros de liga y dos de copa."Cada segundo que he disfrutado en el Parque de los Príncips ha sido maravilloso", aseguró Navas, que también ha disputado un total de 114 partidos con su selección nacional.
Kylian Mbappé reconoce que en el PSG tienen "mucha, mucha presión" de cara al partido de vuelta del martes frente al Borussia de Dortmund, pero afirma que están "seguros" de clasificarse para la final de la Liga de Campeones.En una entrevista que ha dado este domingo a varios medios franceses, como Radio France o Le Parisien, la estrella del París Saint Germain (PSG) explica que es normal la presión que sienten porque lo que está en juego es una plaza en la final y por "el pasivo" del club en esa competición, que no ha ganado nunca.En definitiva, reitera que hay "presión, pero el grupo está extremadamente sereno. Estamos confiados y seguros de que nos vamos a calificar para la final".El PSG tiene que superar la derrota por 1-0 que sufrió en el partido de ida el pasado 1 de mayo en Alemania.Preguntado por su deseo manifestado ya en el pasado de poder participar con la selección francesa en los Juegos Olímpicos de París este verano, Mbappé explica: "Mi posición no ha cambiado. Pero la verdad ahora es que ésa no es mi actualidad. Mi actualidad es el PSG. Por eso, en este momento no pienso mucho en eso. Pero mi posición oficial sobre los Juegos Olímpicos no ha cambiado".El Real Madrid, que aparece como el destino más que probable del internacional francés la próxima temporada, en una directiva que envió a varias federaciones nacionales, avisó de que no liberará a sus jugadores para los JJ.OO.En unas declaraciones filtradas este fin de semana por la emisora RMC Sport, el presidente francés, Emmanuel Macron, contaba que la semana pasada se cruzó con el padre del jugador y cuando le preguntó si Mbappé quería disputar las Olimpiadas, la respuesta fue afirmativa.
El Borussia Dortmund, con un tanto de Füllkrug en la primera parte, ganó 1-0 al París Saint-Germain en el estadio Signal Iduna Park y tomó ventaja en la segunda eliminatoria de las semifinales de la Liga de Campeones. Fülkrug acertó en el minuto 36 tras batir en un mano a mano ante Donnarumma en un acto inicial en el que el Dortmund fue mejor. El PSG, apagado en la primera parte, despertó en la segunda y desperdició cinco ocasiones claras de gol: dos palos de Mbappé y Achraf, un cabezazo de Fabián Ruiz y dos disparos de Dembélé.Las opciones que erró PSGErrático en ataque, con cinco ocasiones clarísimas desperdiciadas en la segunda parte, el París Saint-Germain desperdició los pocos chispazos de Mbappé y sucumbió ante el acierto del Borussia Dortmund.El PSG pagó cara su ineficacia ante la portería de Kobel y su salida timorata al terreno de juego. Empezó mal y reaccionó bien, pero no dio en la diana con dos lanzamientos al palo de Mbappé y de Achraf, con un cabezazo clarísimo de Fabián Ruiz y con un par de disparos de Dembélé que se fueron al limbo.César Farías deja de ser el entrenador del América de CaliAhora, el PSG, favorito a priori en la eliminatoria, tendrá que remontar la eliminatoria ante su público si no quiere tirar a la basura su enésimo intento de introducir en sus vitrinas su primera Liga de Campeones. El Dortmund, mientras, se frota las manos con la hazaña: nadie le esperaba en la final al inicio del torneo.Y es que, la presión del 'Muro Amarillo' contagió a los hombres de Edin Terzic, que durante toda la competición ha contado con un jugador número doce impagable. Y, ante el París Saint-Germain, conscientes de que había una final en juego, se empleó a fondo para ser aún más fogoso de lo habitual. Con esa actitud, sus jugadores saltaron al césped del Signal Iduna Park prácticamente con un gol de ventaja.Contagiados por la caldera en la que se convirtió su estadio, los mismos once hombres que acabaron con el Atlético de Madrid, iniciaron el choque con una presión asfixiante sobre el equipo de Luis Enrique, que también confió en la misma alineación que asaltó Montjuic para eliminar al Barcelona en los cuartos de final.Ambos técnicos pensaron en aquello de "lo que funciona no se toca" y no dudaron en sacar a los mismos 22 nombres que dieron un salto de calidad hacia las semifinales. Pero, por lo menos en la primera parte, y salvo en un pequeño tramo de un cuarto de hora, los once del Dortmund fueron mucha más intensos, verticales e incisivos.Al PSG no le funcionó casi nada. Tuvo que achicar aguas casi constantemente. Apenas Dembélé, con dos tímidos intentos desde fuera del área, apareció por las inmediaciones de la portería defendida por Kobel. Mbappé, con la lupa encima, estuvo totalmente desaparecido en combate. Y Vitinha, el metrónomo del cuadro parisino, sólo pudo dirigir el juego a su gusto durante quince minutos de liberación en los que el Dortmund no pudo seguir el ritmo.El Dortmund, mientras, asustó con una clara de Sabitzer, que se encontró con una buena intervención de Donnarumma en un mano a mano al cuarto de hora. Después tendría otra clarísima, al filo del descanso con un lanzamiento a bocajarro desde el punto de penalti que salvó con una estirada espectacular el portero italiano.En ese momento, el Dortmund ya ganaba 1-0 porque Füllkrug no falló en la oportunidad más clara del conjunto germano. La defensa, un quebradero de cabeza esta temporada para Luis Enrique, falló en un pase largo de Schlotterbeck, que tomó la espalda de Marquinhos y Lucas Hernández para dejar al delantero alemán solo ante Donnarumma. Un fuerte zurdazo solucionó el mano a mano y el Dortmund se llevó al descanso un premio merecido.Luis Enrique tenía un cuarto de hora para cambiar el partido. Sus jugadores necesitaban cambiar urgentemente. La eliminatoria corría peligro y había que dar un giro de 180 grados que llegó en la reanudación. El PSG cambió su actitud y saltó al terreno de juego enfadado con los arrestos necesarios que no puso al inicio.Como resultado, llegaron los mejores momentos del PSG. Por fin apareció Mbappé, que apenas dejó un par de fogonazos que pudieron ser suficientes para igualar el marcador. Uno de ellos, marca de la casa, acabó estrellándose contra el palo de la portería defendida por Kobel. El rechace lo recogió Achraf Hakimi y de nuevo la madera repelió el empate.Después, fue Fabián Ruiz quien no aprovechó un gran pase de Marquinhos. El central brasileño dejó un balón perfecto al medio español, que no supo rematar la jugada con un cabezazo defectuoso cuando tenía todo para marcar.Con esa ocasión se acabó la reacción del PSG. El Dortmund retomó el mando del partido con media hora para el final del partido. Las figuras de Sancho y de Ayedemi se engrandecieron hacia delante y hacia atrás. El sacrificio de ambos fue inmenso y consiguieron hacer dos cosas muy interesantes: equilibrar y desequilibrar.Y fruto de la insistencia de ambos llegaron dos opciones claras que pudieron dar la puntilla al PSG. Primero, Sancho llegó como un obús hasta la línea de fondo, dio un pase de la muerte a media altura y Füllkrug mandó la pelota por encima del larguero. Después, un centro de Ayedemi desde la izquierda acabó en la cabeza de Füllkrug, que perdió el equilibrio con un empujón de Nuno Mendes que ni pitó el árbitro ni revisó el VAR.Pero al PSG aún le quedaba una última bala. La cargó Mbappé, con un pase sutil dentro del área que filtró a Dembélé, que se encontró con una mano salvadora de Kobe. Luis Enrique, desesperado en la banda, no se podía creer que ninguna de sus ocasiones besará la red de la portería del Dortmund.Al final, ese fue el pecado del PSG, la falta de acierto en el trámite más importante del fútbol: el gol. Pero a Mbappé, el hombre con más galones de las dos plantillas, aún le quedará una oportunidad de irse de París con la 'Champions' bajo el brazo. Deberá derribar a un equipo que se aprovechó de la mala primera parte de su rival, de su acierto ante la portería de Donnarumma y de un remate de Füllkrug que resolvió un partido que permite al Dortmund soñar con la tercera final de su historia.
A la espera de un pinchazo del Mónaco, el París Saint-Germain (PSG) hizo su trabajo y cumplió con la primera premisa para proclamarse campeón de Liga a falta de cuatro jornadas para el final: ganar al Lorient (1-4), al que derribó con la magia de Kylian Mbappé (doblete y asistencia), y esperar una ayuda del Lille para cerrar el segundo título de la era Luis Enrique.Si el PSG no se proclama campeón dentro de unas horas, probablemente lo hará este fin de semana en el Parque de los Príncipes, ante su afición y frente al Le Havre, un rival teóricamente asequible para el cuadro parisino. Sin duda, el deseo de Luis Enrique es cerrar cuanto antes el capítulo de la Ligue 1 para centrarse en el título que realmente importa a Nasser Al-Khelaïfi: la Liga de Campeones.Para el choque de la próxima semana frente al Borussia Dortmund quiere llegar con sus mejores jugadores bien frescos. De momento, tras su gran victoria en el Camp Nou (1-4) con la que accedió a semifinales de la 'Champions', ha ido rotando en los descansos. Frente al Lyon, Luis Enrique reservó a Mbappé, Dembélé y Nuno Mendes. Los tres fueron titulares contra el Lorient.Sin embargo, descansaron Achraf Hakimi, Marquinhos, Warren Zaire-Emery, Vitinha y Bradley Barcola. Ni siquiera entraron en la convocatoria. Probablemente, las rotaciones para tomar fuerzas de cara a la Liga de Campeones sean más radicales ante el Le Havre si el Mónaco no gana al Lille y el título acaba en manos del PSG este mismo miércoles.El Lorient tenía en sus manos evitar esas ensoñaciones del París Saint-Germain. Formaba parte de la ecuación que podía romper la idea del equipo de Luis Enrique de cantar el alirón antes del fin de semana. Pero, pese a sus urgencias por sumar para salir del descenso, nunca fue rival para el conjunto parisino.¡Ferrari vuelve al azul! La escudería celebra sus 70 años con drástico cambio en su monoplazaY es que, en apenas tres minutos el PSG finiquitó cualquier atisbo para la sorpresa en el Stade du Moustoir. Entre el 20 y el 23, Dembélé y Mbappé hundieron por completo a un equipo que, además del gol de Bamba, apenas dispuso de otras dos oportunidades durante los noventa minutos para batir a Donnarumma. Fueron de Louza, con un disparo cruzado que se marchó fuera, y de Bakayoko, que obligó al portero italiano a emplearse a fondo.Esa fue toda la reacción que puso encima de la mesa el Lorient tras los dos primeros tantos de su rival. Muy inocente atrás, concedió el primero a Dembélé tras dejarle avanzar sin oposición varios metros hasta el borde del área, desde donde lanzó un disparo ajustado inapelable.Y después fue incapaz de marcar a Mbappé, que no desaprovechó un centro de Mendes desde la línea de fondo para rematar dentro del área con poca oposición y de una forma poco ortodoxa el segundo tanto que prácticamente selló el duelo.Los dos intentos posteriores de Louza y Bakayoko no tuvieron premio y la segunda aparición de Mbappé, ya en la segunda parte y a falta de media hora para el final, cerró definitivamente el encuentro con una jugada de pura fantasía. En una baldosa, prácticamente en la línea de fondo, quebró a Nathaniel Adjei con caño incluido y sirvió en bandeja a Dembélé el tercero.El 0-3 acabó con cualquier posible reacción del Lorient, que con un cabezazo de Bamba marcó el tanto del honor en el último tramo. No fue suficiente. La magia de Mbappé, que apuró su gran actuación con otro golazo en el minuto 90, y el acierto de Dembélé, bastaron al PSG para firmar una victoria con la que acaricia el título. Un empate o una derrota del Mónaco ante el Lille este mismo miércoles, certificará lo que todos sabían antes del inicio del curso: que el PSG sería campeón por décima vez en los últimos doce años desde que llegada al poder de Nasser Al-Khelaïfi.
Con un doblete de Raphinha y un tanto de Christensen, que supuso la remontada, el Barcelona asaltó el Parque de los Príncipes (2-3), el bastión de un desdibujado Kylian Mbappé, y se hizo con una buena opción de clasificarse para semifinales de la Liga de Campeones.Los de Xavi Hernández firmaron una prestación de altos vuelos, la primera en muchos años en Europa, y con mucha personalidad y su recién estrenada fortaleza defensiva, domesticaron a un PSG que tuvo dos minutos brillantes que a punto estuvieron de desbaratar la buena prestación catalana.Pero reaccionó bien el Barcelona y se llevó un triunfo que frena en 27 la racha de partidos sin derrota de los de Luis Enrique, al tiempo que eleva a doce los de Xavi Hernández, que no pierde desde que anunció el final de su aventura en el banquillo blaugrana cuando acabe esta temporada.En un duelo presenciado por Ronaldinho, el jugador que vistió ambas camisetas, que los aficionados locales presentaron con música de la Guerra de las Galaxias, fueron los barcelonistas los que derrotaron al imperio catarí.La guerra de egos que se había planteado entre dos bandos que pugnaban por ser más apóstoles del juego de posesión, el PSG dio los primeros zarpazos y salió a apabullar a un Barcelona que no perdió la cara y se asentó en la fuerza defensiva que le confiere Pau Cubarsí.Los franceses buscaban a la desesperada a un Mbappé que, una y otra vez, se estrelló contra su compatriota y compañero de selección Jules Koundé, encargado de bailar con la más fea, pero que consiguió secar a la estrella parisiense, que apenas si asomó en una ocasión en un disparo sin peligro.El Barcelona no se amilanó, tiró de paciencia, de oficio, esperando que acabara el chaparrón que escapó por disminuir a medida que los minutos se consumían y que Frenkie de Jong iba tomando la manija del centro del campo y conectaba con un Raphinha que obligaba a la defensa francesa a replegar posiciones.Así fue cambiando el partido, que poco a poco iba tomando el color amarillo que vestían los blaugranas y se fue asentando en el campo de los azulgranas parisienses. Raphinha avisó en el 6 que tenía previsto poner en apuros a su compatriota Marquinhos, exiliado al lateral derecho el día que conseguía el récord de partidos con la camiseta del PSG.El capitán fue el encargado de suplir la ausencia por sanción del marroquí Achraf Hakimi y estuvo falto de velocidad, lo que dejó espacios a un Raphinha que llevó peligro al área rival.Por el otro lado, Lamine Yamal, que a sus 16 años se convirtió en el más joven en jugar unos cuartos de final, tuvo más dificultades contra un Nuno Mendes que, incluso, le obligó a multiplicarse en labores defensivas por una banda en la que también rondaba Mbappé.Pero el joven canterano demostró que su nombre ya pesa y que cuando tiene el balón hace recular a las zagas rivales.El segundo toque de atención llegó en un saque de esquina de Gundogan que Lewandowski cabeceó, superando una mala salida de Donnarumma, pero que Nuno Mendes sacó debajo de palos.Fue un preludio de lo que sucedió en el 37, una combinación entre el veterano polaco y el joven español Yamal, que con el exterior del pie colocó el balón a media altura, un balón mal despejado por el meta transalpino que dejó el balón en los pies de Raphinha que, esta vez, ajustó su disparo a la red, su primer tanto europeo.El tanto dejó de manifiesto las carencias defensivas del conjunto de Luis Enrique, con un Lucas Belardo nervioso.
El Real Madrid se enfrentará al vigente campeón Manchester City, con la ida en el Santiago Bernabéu, en cuartos de la Liga de Campeones, mientras que el FC Barcelona buscará el pase a semifinales ante el París SG de Luis Enrique, según deparó el sorteo realizado este viernes en Nyon.El tercer representante español en cuartos, el Atlético de Madrid, se enfrentará al Borussia Dortmund.Arsenal y Bayern de Múnich protagonizarán el otro duelo de unos cuartos que se disputarán los días 9 y 10 (ida), y 16 y 17 de abril (vuelta).También se sortearon las hipotéticas semifinales, en las que se medirán el ganador del Atético-Borussia con el ganador del PSG-Barcelona por un lado, y el ganador del Arsenal-Bayern con el superviviente del Real Madrid-City.Será la tercera ocasión consecutiva en la que el líder de la Liga y el campeón inglés medirán fuerzas en la máxima competición continental, en un choque que sobre el papel, reunirá a los dos máximos favoritos para levantar la 'Orejona' a tenor de sus plantillas y de su recorrido.El Barça, por su parte, se verá las caras con el París SG de Kylian Mbappé, dirigido por Luis Enrique, el último entrenador con el que el conjunto culé conquistó la Champions (2015). Han pasado siete años desde la famosa remontada del Barça ante los parisinos en el Camp Nou en la vuelta de octavos (6-1, ida 4-0).'A priori' el representante español más favorecido por la mano inocente del exjugador nigeriano John Obi Mikel, que fue el encargado de sacar las bolas, fue el Atlético de Madrid, que viene de eliminar en los penales al Inter, vigente subcampeón y líder de la Serie A, y se enfrentará al actual cuarto clasificado en la Bundesliga.Por último, el 'gigante' Bayern Múnich de Thomas Tuchel impone algo menos que en anteriores temporadas, por lo que el duelo ante el Arsenal de Mikel Arteta, líder de la Premier League, se presenta abierto.Sorteo de los cuartos de Champions:Arsenal (ENG) - Bayern Múnich (GER)Atlético Madrid (ESP) - Borussia Dortmund (GER)Real Madrid (ESP) - Manchester City (ENG)Paris Saint-Germain (FRA) - Barcelona (ESP)Ida los días 9/10 de abril, vuelta los días 16/17 de abrilSemifinales:Atlético Madrid/Borussia Dortmund - París Saint-Germain/FC BarcelonaArsenal/Bayern Munich - Real Madrid/Manchester CityIda los días 30 de abril y 1 de mayo, vuelta los días 7 y 8 de mayo.Le puede interesar:
El futbolista Neymar fue denunciado en Francia por una exempleada del hogar brasileña que asegura que trabajó para él durante dos años cuando estaba en el París Saint-Germain sin haber sido dada de alta, según publica este miércoles el diario Le Parisien.El rotativo asegura que Marcia, brasileña de 35 años que no tiene papeles, reclama al jugador 368.000 euros ante un tribunal de lo laboral de Saint-Germain-en-Laye, a las afueras de París, por haberla empleado entre enero de 2021 y octubre de 2022 sin darla de alta legalmente y otras faltas a la legislación francesa.La denunciante asegura, según el rotativo, que trabajaba todos los días de la semana y que le pagaban en efectivo.Entre los delitos denunciados figuran, además del trabajo no declarado, el ritmo infernal que le imponían, la no remuneración de las horas suplementarias y la ausencia de vacaciones pagadas y de seguro médico.Marcia asegura que la obligaron a trabajar hasta 15 días antes de dar a luz a su cuarto hijo y, tras el nacimiento, no la aceptaron en el puesto.Según la denuncia, la empleada trabajó para Neymar en su fiesta de 27 cumpleaños en febrero de 2019, antes de ser de forma puntual asistente de cocina y, desde enero de 2021, comenzó a estar de forma permanente al servicio del futbolista.Sus tareas, señaló, iban desde la limpieza a hacer las uñas a la pareja del futbolista Bruna Biancardi.La demanda está acompañada de mensajes intercambiados por Marcia y la asistente personal de Neymar que probarían el trabajo de la mujer en casa del jugador brasileño.Agrega que trabajaba 9 horas al día de lunes a jueves, seis los viernes y sábados y 7 los domingos, a razón de 15 euros la hora y el doble los festivos.Aunque no tenía nómina, apuntaba las horas en un cuaderno, también aportado como prueba.Relató que, abandonada tras dar a luz a su cuarto hijo, tuvo que acudir a la caridad de asociaciones humanitarias para alimentar a su familia, hasta que entró en contacto con una asociación que ayuda a mujeres brasileñas con problemas en Francia que la pusieron en contacto con dos abogados.Antes de que Neymar abandonara París para jugar en Arabia Saudí, le enviaron, dijo, un correo para buscar una salida amistosa al contencioso y, ante la ausencia de respuesta, ha decidido acudir a la justicia laboral.