En Barranquilla, habitantes de los barrios Las Cayenas, Ciudadela 20 de julio y Carrizal en la localidad Metropolitana, y Villa Blanca, en la localidad suroriente, dicen estar desesperados por los contantes enfrentamientos de jóvenes y menores de edad que cada vez que llueve salen a tirarse piedras.Las láminas de sus techos están reventadas y como si fuera poco, el comercio en la zona, especialmente en el sector de Villa Blanca, debe cerrar sus puertas porque están aprovechando los enfrentamientos para también cometer atracos, tal como ocurrió la tarde del miércoles en donde un grupo de mototaxistas que se resguardaban de la lluvia fueron las víctimas.El hecho quedó registrado en videos grabados por la comunidad. En ellos se ve al grupo de jóvenes intentar robarse una moto que estaba estacionada."La moto mía estaba parqueada en el área de trabajo mía e intentaron hurtarla reventarle el seguro. En el forcejeo me le partieron la farola, el tanque, los cachos, me lo doblaron lo que es la parte del mofle y la golpearon un poquito, pero bueno gracias a Dios no me la pudieron hurtar”, contó el dueño de la moto, quien pidió reserva de su nombre por seguridad.Luis Carlos Villareal Pertuz, edil de la localidad metropolitana, dice que la situación es preocupante por lo que piden mayor intervención de las autoridades.“Vemos como los comerciantes tienen que cerrar sus negocios, la comunidad se encuentra aterrorizada. El llamado que hacemos es a la Policía Nacional para que esté pendiente cada vez que llueva y se adelanten a estos vándalos a fin de evitar los enfrentamientos, es decir, que hagan presencia la autoridad en estos puntos antes de llover para que esto no se dé”, dijo Villarreal.
Pica y se extiende la batalla al interior de la urbanización Las Gardenias, de Barranquilla, donde siguen fuera de control las peleas de pandillas y los ataques a la Fuerza Pública cada vez que esta intenta recuperar el control en la zona.En uno de los casos más reciente se desató un nuevo enfrentamiento entre varios jóvenes en el conjunto número 10, donde uno de ellos quedó gravemente herido a bala y debió ser remitido al PASO Santa María para recibir atención médica.En medio de la batalla campal, la Policía intervino para capturar al joven señalado de disparar, pero los ánimos se caldearon aún más, porque el presunto agresor intentó saltar por la ventana de un piso alto para intentar escapar, mientras que otro grupo de jóvenes atacó a piedras y disparos a los uniformados.El coronel Dave Figueroa, comandante operativo de la Policía Metropolitana de Barranquilla, informó que después de la persecución este joven finalmente fue capturado."Cabe señalar que durante el operativo de captura, residentes de ese sector agredieron a la Policía Nacional y fue necesario enviar más unidades de apoyo para lograr rodear, cercar el lugar y, de esta manera, dar con la captura de este sujeto al interior de una de las torres", detalló.El oficial explicó que la captura se logró en flagrancia por el delito de porte ilegal de armas de fuego.
Un enfrentamiento a tiros con la Policía Metropolitana, mientras el área metropolitana de Barranquilla era el escenario de un fuerte aguacero, dejó sin vida a Esteven Daniel Salazar Ramos, de 20 años de edad, quien resultó abatido por miembros de la institución armada durante la tarde de este viernes en Soledad, Atlántico. Salazar Ramos, según se indicó en el reporte preliminar, se encontraba junto a otros jóvenes participando de una pelea entre pandillas a la altura de la calle 50B con carrera 2F, en el sector del barrio Villa del Rey cuando, en medio de la intervención que adelantaban los uniformados para evitar las confrontaciones, decidieron dispararles. No obstante, en medio de una rápida reacción de los agentes de la Policía Metropolitana, se logró neutralizar la acción delictiva de los jóvenes, siendo que Esteven Daniel recibió uno de los impactos de bala que acabó con su vida en el lugar de los hechos. "El cuadrante manifiesta que, mientras se encontraban realizando labores de disuasión para evitar enfrentamientos entre las pandillas del sector Villa del Rey, se escucharon unas detonaciones. De inmediato se trasladaron hasta la zona y observan varios sujetos los cuales portaban armas de fuego, al notar la presencia policial accionan sus armas de fuego hacia la integridad de los policiales, por lo cual estos reaccionan con sus armas de dotación oficial, generándose un intercambio de disparos donde uno de los sujetos es abatido", detalla el reporte de la Policía. La Policía Metropolitana de Barranquilla, además, confirmó que el joven de 20 años portaba un revólver calibre 38 con dos cartuchos percutidos, el cual fue decomisado y puesto a disposición de las autoridades competentes.
Es crítica la situación de orden público e inseguridad en el barrio La Arboleda, del municipio de Soledad, Atlántico, por cuenta de las peleas de pandillas que protagonizan jóvenes, en su mayoría niños y adolescentes, que se enfrentan con piedras, machetes y a veces hasta armas de fuego hechizas exponiendo sus vidas y las de los residentes del sector.En la zona, la comunidad sostiene que desde el año pasado han "alertado a la Policía de Infancia y Adolescencia, al ICBF y la Alcaldía, sin que haya solución definitiva" para frenar estos enfrentamientos.Incluso, los habitantes reconocen que entre ellos han conformado un grupo de unos 12 vecinos para hacerles frente a las pandillas y ahuyentarlas cada vez que estas comienzan sus batallas en el barrio.Joven de 15 años fue alcanzada por bala perdida tras pelea de pandillas en Soledad, Atlántico"Nosotros nos oponemos a esos enfrentamientos, por eso hicimos un grupo en Whatsapp y ahí nos llamamos cuando se forman esas peleas para salir a detenerlas", contó Warner Rodas, líder de La Arboleda."Sonamos las alarmas y enseguida salimos con palos para espantarlos y los correteamos para que se vayan del barrio", agregó.Pese a los cuestionamientos por estas reacciones de la comunidad, hay silencio por parte de las autoridades, muy a pesar de que la Defensoría del Pueblo emitió una alerta temprana en la que pide a las instituciones responsables priorizar la intervención de 64 barrios del municipio de Soledad para frenar estas eternas peleas de pandillas.
Una bala perdida tiene entre la vida y la muerte a Saidy Fontalvo, una joven de 15 años que resultó herida en medio de una pelea de pandillas que se dio bajo la lluvia en Soledad, Atlántico, el pasado miércoles 26 de junio, en horas de la tarde. Pese a los controles desplegados para contener estas riñas callejeras en el mencionado municipio cada vez que llueve, no hubo una intervención a tiempo para contener lo que empezó como un intercambio de piedras entre unos jóvenes del barrio La Calendaria y que terminó posteriormente en una balacera que dejó a tres personas heridas, entre esas a Saidy, a quien la bala se le alojó en la medula espinal, lo que requirió su urgente traslado a la Clínica Adelita de Char de Soledad. Una vez fue hospitalizada, la joven tuvo que ser remitida a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), sin embargo, debido a la complejidad del caso, tuvo que ser remitida en horas de la madrugada a la Clínica Internacional La Misericordia de Barranquilla, donde permanece bajo pronóstico reservado y a espera de una cirugía especializada. En el hecho, además, resultaron lesionados Óscar Enrique Cervantes Cantillo, de 69 años, quien resultó con un impacto en su tobillo derecho y Óscar Enrique Cervantes Escorcia, de 38 años, quien recibió la bala perdida en la pierna izquierda.Al parecer, tanto Saidy como los dos hombres lesionados se encontraban en la calle 54h carrera 2e compartiendo, pero fueron alcanzados por los disparos de los jóvenes que iban corriendo. Este lamentable caso se produce luego de que la Defensoría del Pueblo hubiese emitido una alerta temprana para que fueran priorizados 64 barrios de Soledad, en los que se estarían registrando graves enfrentamientos entre jóvenes cada vez que llueve.Entre ellos, se destacan barrios como Los Almendros, Las Gaviotas, Centenario e Hipódromo, solo por mencionar algunos.
El operativo "Recuperación del Infiernito" contó con la participación de unos 400 policías en la madrugada del domingo. Este centro penitenciario albergaba a más de 200 pandilleros de la peligrosa banda delincuencial "Barrio 18".Las imágenes revelaron que los reclusos tenían comodidades inesperadas, en la cárcel ubicada en Escuintla, unos 70 kilómetros al sur de la capital de ese país. El hallazgo de una granja y una piscina con cocodrilos indica un "descontrol total en la cárcel, perdiendo su carácter de máxima seguridad" afirmó el ministro de Gobierno Francisco Jiménez.También atribuyó el descuido a administraciones anteriores y la entrega del control de las prisiones a los criminales, evidenciando una "falta de interés y responsabilidad política y financiera para afrontar la situación". En redadas anteriores, la policía desmanteló un "call center" utilizado por los pandilleros para extorsiones y crímenes.Por otra parte y después de trasladar a 225 miembros de la pandilla "Barrio 18" a otras cárceles para un mejor control, se anunció un proceso de reconstrucción de "El Infiernito". También se propuso la creación de un grupo élite de guardias sin identificación para evitar sobornos y apeló al apoyo del Congreso y la rama judicial para reconstruir el sistema penitenciario.Este operativo ocurre en un contexto donde el presidente declaró que algunas áreas del país estaban bajo control de pandillas, coincidiendo con llamados internacionales para frenar el reclutamiento de menores por grupos criminales.El operativo, que fue calificado por las autoridades como una “jornada dura”, tuvo dos objetivos: uno era la recuperación del centro penitenciario y el otro, el traslado de 225 miembros de la pandilla Barrio 18 a otras cárceles para tener un mejor control sobre la organización criminal. Después de la transferencia de los pandilleros, el ministro anunció un proceso de reconstrucción de “El Infiernito” para darle una estructura de cárcel de máxima seguridad que irá “más allá del simple remozamiento”."No sólo se rasparán los grafitis de la pandilla de las paredes sino se hará un escaneo de los muros y los pisos para identificar actividad ilícita y si es necesario, romperemos paredes, romperemos pisos para descubrir caletas”, expresó Jiménez, añadiendo que se eliminaría el acceso de los reclusos a la energía eléctrica para que no pudieran recargar sus celulares ni ingresar otros enseres como neveras, televisores, equipos de sonido y juegos electrónicos.La cárcel "será completamente desmontada y reconstruida" según Jiménez. El operativo del domingo ocurrió unos días después de que el nuevo presidente Bernardo Arévalo declarara que algunas áreas de Guatemala estaban en manos de pandillas, coincidiendo con un llamado de la ONU para frenar el reclutamiento de menores por los grupos criminales.
Tres jóvenes asesinados, dos de ellos menores de edad, es el saldo de las sangrientas peleas de pandillas registradas en el sur de BarranquillaBarranquilla durante el último mes y la cifra amenaza con seguir elevándose, porque los enfrentamientos no dan tregua.La más reciente víctima fue el adolescente Jeiner Andrés García, de 17 años, quien recibió un disparo con un ‘chopo’ o arma de fuego artesanal durante una de estas peleas de pandillas que se registró la noche del pasado lunes en el barrio Las Cayenas.Casi a diario decenas de jóvenes pandilleros se enfrentan en plena calle con piedras, machetes y armas de fuego artesanal, pero detrás de ellos estaría una disputa de territorios liderada realmente por bandas delincuenciales que buscan controlar el tráfico de estupefacientes y cometer otros delitos.El coronel Dave Figueroa, comandante de operativo de la Policía Metropolitana de Barranquilla, sostuvo que la institución y la Alcaldía están trabajando de manera conjunta en dos grandes líneas y precisamente una de ellas busca evitar que los jóvenes sigan siendo instrumentalizados por las organizaciones delincuenciales."Por un lado, buscamos lograr que estos jóvenes no sean presa fácil de las estructuras criminales, que los utilizan para la distribución de estupefacientes, hurtos, cobros de extorsiones e, incluso, sicariato", manifestó el oficial."Y, de otro lado, trabajamos en cómo orientarlos hacia la construcción de un proyecto de vida lejos del delito", añadió.El pasado 11 de marzo un adolescente de 17 años también fue asesinado en una pelea de pandillas en la urbanización Las Gardenias y, en este mismo sector, dos semanas antes se produjo la muerte de un repartidor de gaseosas que recibió una bala perdida al quedar en la mitad de un enfrentamiento.
Las sangrientas peleas de pandillas que se registran casi a diario se en la urbanización Las Gardenias de Barranquilla, esta vez cobraron la vida de Kevin De Jesús Torres Palmera, un adolescente de 17 años que resultó baleado la noche del lunes en medio de uno de estos enfrentamientos.Esta pelea, protagonizada por pandillas que se disputan el territorio para controlar el tráfico de estupefacientes y cometer otros delitos, también dejó herido al joven Jefry Junior Guete Gómez, quien según el reporte preliminar de las autoridades fue impactado con arma de fuego.Llama la atención que la víctima mortal tenía un pasado delictivo, a pesar de que no alcanzó la mayoría de edad, informó el coronel Dave Figueroa, comandante de operativo de la Policía Metropolitana de Barranquilla."La víctima residía ahí mismo en el sector de Las Gardenias y, pese a su temprana edad, tenía cuatro anotaciones judiciales: dos por porte ilegal de armas de fuego y dos por el delito de hurto", dijo el oficial. "Ya hay una persona señalada por este hecho y lo que podemos decir para no afectar la investigación es que ya tenemos varios testimonios que nos están ayudando a esclarecer este hecho", agregó.Este asesinato ocurre solo dos semanas después de la muerte de un repartidor de gaseosas en este mismo sector del sur de Barranquilla, donde el trabajador recibió una bala perdida cuando ejercía su labor en la zona y quedó en medio de una pelea de pandillas.Por estos casos, el coronel Figueroa sostuvo que la Policía está trabajando en intervenciones conjuntas con la Alcaldía para evitar que los jóvenes sigan siendo instrumentalizados por bandas criminales que los usan para comercializar drogas, robar y hasta cometer sicariatos.
Los jóvenes de Los Rosales, Siete de Agosto y otros barrios vecinos que a diario se enfrentaban como pandillas en el sur de Barranquilla soltaron los palos, machetes y piedras con los que se atacaban, para darse las manos en son de paz y reparar algunos daños que ellos mismos causaron con sus violentas riñas.La comunidad había decidido llenar de vidrios las calles para evitar que ellos siguieran enfrentándose a pies descalzos en plena vía pública, así que la Policía y la Alcaldía intervinieron y convocaron una reunión para hallar una solución realmente pacífica. Tras el encuentro, los jóvenes pintaron las calles, recogieron los vidrios y se establecieron una serie de compromisos por parte de las autoridades.Entre los compromisos están la creación de una escuela de padres para brindarles un acompañamiento psicosocial que ellos puedan replicar con sus hijos, así como la implementación del programa distrital Vuelve y Juega, que promueve la recreación y el deporte entre los jóvenes, y el permanente patrullaje de la Policía.Sin embargo, la comunidad espera que estos acuerdos sean cumplidos y perduren en el tiempo, pues de lo contrario tarde o temprano volverán las peleas de pandillas."Si la Policía y la Alcaldía no cumplen, el problema va a continuar, porque eso requiere un acompañamiento permanente de las autoridades, así que nosotros esperamos que realmente esa voluntad se lleve a la práctica", advirtió Eugenio Begambre, líder de Los Rosales.Otro importante compromiso fijado con la comunidad tiene que ver con la reparación de los techos partidos por la constante tiradera de piedras de los jóvenes. Son alrededor de 50 viviendas afectadas y para ello la comunidad está a la espera de que la Alcaldía haga un censo y determine de qué manera podría contribuir a la reparación o reemplazo de las láminas partidas.
Vidrios afilados y partidos de diferentes tamaños fueron arrojados a lo largo y ancho de las calles del barrio Los Rosales de Barranquilla. Esto, con el fin de alejar a las pandillas que cada tarde se citan en este sector del suroccidente de la ciudad con la única intención de enfrentarse de manera brutal.Esta idea nació de un grupo de vecinos, el cual asegura que estas pandillas son conformadas por niños desde los 8 años y adolescentes que se reúnen descalzos en las calles, armados con toda clase de objetos contundentes para atacarse entre sí.¿Qué dicen los vecinos del barrio Los Rosales de Barranquilla?"La gente está cansada, ya no da para más. No es posible que todos los días esos niños se enfrenten y no pase nada. Ya hasta dos muchachos han perdido la vida en medio de estas peleas", dijo Eugenio Begambre, líder del sector.Los niños y jóvenes son, en su mayoría, habitantes de los barrios 7 de Agosto y Los Rosales, quienes suelen establecer líneas imaginarias en sus sectores y enfrentarse en límites de ambas zonas, protagonizando sangrientas peleas que en más de una ocasión han desencadenado en homicidios.Piden ayuda inmediata de la Policía NacionalLa comunidad clama una intervención inmediata de la Policía y de la administración distrital para frenar esta situación, resocializar a estos jóvenes y brindarles oportunidades de estudio que les permita abandonar las pandillas.