La situación del diálogo de paz en Colombia se encuentra en un punto crítico, según Otty Patiño, Comisionado de Paz del actual gobierno. En entrevista con Camila Zuluaga en Mañanas Blu, Patiño analizó la situación del Ejército de Liberación Nacional ELN y la interrupción de las negociaciones, subrayando la fragilidad de la paz en el país. También dio detalles de un grupo de guerrilleros del ELN, muy entrenados, que salieron de Arauca y llegaron a la región del Catatumbo para liderar acciones armadas. "La paz también significa una depuración al interior de esas organizaciones. Hay quienes quieren la paz y quienes no", explicó Patiño. Esta fragmentación dentro del ELN refleja la complejidad del proceso de paz, donde algunos grupos buscan continuar con la violencia, mientras otros están abiertos al diálogo. La reciente suspensión de los diálogos con el ELN ha sido desencadenada por la falta de acciones concretas hacia la paz por parte del grupo guerrillero. La respuesta del gobierno colombiano debe ser firme, enfocándose en estrategias diplomáticas para abordar el apoyo que el ELN recibe desde el exterior, especialmente desde Venezuela. Patiño enfatizó la necesidad de que el gobierno venezolano tome acciones contra los grupos ilegales que operan en su territorio, destacando que la frontera colombovenezolana debe ser un área de cooperación y seguridad, no de violencia. La situación es particularmente alarmante en regiones como el Catatumbo, donde los enfrentamientos entre el ELN y las disidencias de las Farc han dejado a la población civil en un estado de vulnerabilidad. "Los que padecen son las comunidades", afirmó Patino, haciendo eco del dolor que sienten las familias por la violencia constante. El desafío continúa, pues la percepción acerca de la falta de intención real de paz por parte del ELN persiste. Muchos sostienen que el grupo busca fortalecerse en lugar de avanzar hacia un acuerdo definitivo. Patiño afirmó que el ELN ha logrado ganancias territoriales y financieras durante el tiempo de negociación, lo que plantea serios retos para el futuro de la paz en Colombia. El camino hacia la paz total demanda un enfoque integral y la voluntad de todos los actores involucrados. Las negociaciones no son solo un tema político, sino que también involucran la realidad del pueblo colombiano que quiere vivir en paz y seguridad. La coordinación entre las diferentes entidades y una respuesta contundente ante la violencia son cruciales. Escuche la entrevista completa aquí:
El comisionado de Paz, Otty Patiño, aclaró los alcances de la decisión del presidente Gustavo Petro de suspender los diálogos de paz con la guerrilla del ELN.“Es solo una suspensión, la paz nunca puede cerrar totalmente las puertas, siempre habrá la posibilidad para que la presión internacional, la presión de sus propias bases, generen una nueva reflexión, e incluso el cambio en la dirección de las personas que actualmente comandan a esa organización”, explicó Patiño.Previamente en su cuenta de X, el presidente Petro anunció que suspendería los diálogos de paz con la guerrilla del ELN tras acusarla de cometer "crímenes de guerra" con el asesinato de varios firmantes de paz de las Farc en la región del Catatumbo.Esta nueva suspensión llega después de que en las últimas semanas pareciera que los diálogos podrían volver a reactivarse en una reunión que se iba a producir tras las de noviembre en Caracas cuando Vera Grabe y el jefe negociador del ELN, 'Pablo Beltrán', se vieron, algo que no hacían desde el 26 de mayo y de un año tormentoso.“Toca de alguna manera también hacer una gestión internacional muy fuerte con el país vecino, eso ya es del resorte del propio presidente y de la cancillería, para que desde luego el cuidado de la frontera tanto desde el lado de allá se fortalezca institucionalmente”, precisó el comisionado.Las dos partes tenían planteado reunirse la próxima semana para reactivar la mesa de diálogos, que el Gobierno de Petro retomó en noviembre de 2022 y está congelada desde hace meses por las desavenencias entre las partes.“Yo creo que en las filas del ELN, en sus bases, en sus mandos medios, debe haber ciertos niveles de inconformidad", dijo Patiño.“La falta de coherencia es lo peor que le puede ocurrir a una organización que se llama revolucionaria y que quiere ser reconocida como tal por la población y desde luego por el Estado colombiano, entonces es traición contra sus propios principios, contra la palabra empeñada, que digamos es una propia desgracia para el ELN. De todas maneras, eso no significa que la paz total esté quebrantada”, aseguró Patiño.Además, hizo énfasis en que siguen “absolutamente claros en muchos procesos donde lo fundamental es la transformación territorial y el despertar a la acción más activa de las comunidades en regiones duramente castigadas por el conflicto o por el abandono del Estado”.Recalcó que esto continúa siendo su propósito y seguirán concentrados en construir la paz: “En los diálogos hay estructuras armadas que quieren realmente abandonar las armas, abandonar el ejercicio de la violencia y sumarse al cambio transformador y de paz de este Gobierno”.En más de dos años de negociaciones de paz el ELN ha seguido perpetrando ataques: desde el secuestro del padre del futbolista Luis Díaz en octubre de 2023, al ataque en septiembre de 2024 a una base militar en el departamento de Arauca que dejó tres militares muertos y casi una treintena de heridos.
En este momento el proceso de paz entre el Gobierno y el ELN se encuentra en pausa, pues los ciclos de negociaciones no se están adelantando por una crisis que se presentó tras varios ataques terroristas por parte de ese grupo. Además, la guerrilla ha insistido en que el Gobierno, supuestamente, incumple algunos acuerdos pactados y rechazan los diálogos que se adelantan con el frente Comuneros del Sur, en Nariño, que es una estructura que se apartó del ELN.En este contexto, el Comisionado de Paz, Otty Patiño, le envió una carta de siete páginas al comando central del ELN. En el documento pide avanzar en los diálogos como un homenaje al cura Camilo Torres, quien hizo parte de ese grupo y murió en combate."La historia de la lucha por el cambio en Colombia es una lucha más amplia de la que predican ustedes. El mejor homenaje a Camilo debería ser una profunda reflexión sobre su legado. No reducirlo a ser el ícono de una organización, no ponerlo en el altar del martirologio, no culpar al Ejército Nacional, menos aún cuando las circunstancias ocurrieron en una fatal emboscada que organizó el entonces comandante del ELN y puso a Camilo en la primera línea de combate", señaló Patiño.También aseguró que el proceso con Comuneros del Sur lo hacen porque las comunidades en la zona donde tiene presencia la guerrilla quieren un cambio, y que en el momento en el que el Gobierno decidió avanzar en un diálogo con ese grupo le comunicaron la decisión a alias Pablo Beltrán, el jefe negociador del ELN. También dicen que habría un plan para matar a Álvaro Jiménez, quien hace parte de la Oficina del Comisionado de Paz."Contra toda esperanza de cambio, su sexto Congreso, en lugar de avizorar un cambio fundamental hacia la paz y la democracia, reafirmó la voluntad de continuar en la guerra, a pesar de las condiciones que ofrece el gobierno del presidente Gustavo Petro. No solo no cambiaron un ápice la doctrina, sino que tomaron terribles decisiones como la de asesinar a Gabriel Yepes, a Álvaro Jiménez, vetarme a mí como interlocutor y descartar un acuerdo de paz con el actual Gobierno. La decisión de asesinar a Álvaro Jiménez la hemos sabido por ocho fuentes, todas confiables. Esta historia de Comuneros del Sur me mostró claramente la incapacidad del Coce para entender que la territorialización de la paz es el único camino real de superar los vacíos que han dejado los acuerdos nacionales de paz cuando no cuentan con la voluntad de los frentes ni de la población donde hacen presencia dichos frentes.", agrega Patiño en el documento.Por otro lado, dice que en los próximos días en las reuniones entre el Gobierno y el ELN se busca descongelar las negociaciones de paz, pero advierte que para ello se necesitan hechos concretos."La tremenda paciencia que han tenido los miembros de la delegación del Gobierno nacional en los diálogos con el ELN, pdirigida por Vera Grave, y la generosidad del Presidente Petro quien, pese a las continuas agresiones verbales del ELN contra su dignidad como persona y como Presidente, insiste en buscar caminos de entendimiento. Lastimosamente, desde mi punto de vista, esa generosidad y esa paciencia han sido interpretadas por el Comando Central del ELN como debilidad de nuestro gobierno. Pero la paciencia no es eterna ni la generosidad es infinita. Como ya lo señaló el señor Presidente en este año 2025, los ilegales deben decidir entre la violencia y la paz. Con hechos y manifestaciones concretas. De modo que a finales de este mes de enero sabremos cuál es la definición del Ejército de Liberación Nacional. Si se mantienen en el ejercicio de la violencia o escogen el camino de la paz con hechos ciertos", se lee en el documento.Por último, el Comisionado de Paz le pide al grupo avanzar en algunos compromisos claros."En esta coyuntura, la vigencia del mandato por la paz que votamos los colombianos en 1997 sigue vigente. No más desplazamiento forzado, no más secuestros, no más reclutamiento de menores. Si el Ejército de Liberación Nacional y su comando central, quiere tener un reconocimiento social como actor político, deberían acoger plenamente los dictados del mandato por la paz", pide Otty Patiño a la guerrilla.
Las mesas de diálogos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) están detenidas, así lo confirmó el mismo Alto Comisionado para la Paz, Otty Patiño, luego de su intervención en el Congreso Nacional de Ganaderos que se viene llevando a cabo en Barranquilla.El consejero aseguró a los medios de comunicación que actualmente sólo se adelantan diálogos informales para intentar reiniciarlas y poder llegar a un acuerdo.“No tenemos mesas de diálogos, solo conversaciones informales. Sin embargo, tengo fe de que hay gente dentro del mismo ELN que quiere la paz”, declaró Otty.Lo que sí llena esperanza a Patiño es el buen rumbo que están tomando -según él- los diálogos con algunos frentes de la Segunda Marquetalia, con quienes están pendientes a recibir pruebas contundentes de que Iván Márquez esté vivo.Finalmente, el Alto Comisionado para la Paz confirmó que actualmente no hay conversaciones abiertas con estructuras criminales de Barranquilla, pese a que sí hay voluntad podría iniciarse una.Es importante mencionar que Otty Patiño destacó la importancia de la presencia de José Felix Lafaurie, director de Fedegán, en la mesa de diálogos, pues es la persona que lo motiva en un proceso en el que ha perdido la fe.
Las delegaciones del Gobierno y el ELN se volverán a encontrar en Caracas, Venezuela, para buscar la manera de reactivar las negociaciones de paz, que fueron suspendidas tras algunos ataques terroristas de ese grupo, especialmente en Arauca.El Consejero Comisionado de Paz, Otty Patiño, se refirió al hecho de que esta reunión se dé tras un paro armado de esa guerrilla en el departamento del Chocó.“El presidente mismo ha tomado nota y ha advertido al ELN que todas las cuestiones que ellos plantean, el modelo post capitalista que ellos plantean lo podemos discutir, pero lo podemos discutir en paz; no lo podemos discutir con un fusil en la mano apuntándole a quien sea, de tal manera que el proceso de desmovilización y dejar las armas para poder elevar la política en las relaciones con estos grupos es supremamente importante, es vital”, dijo Patiño.El Consejero Comisionado de Paz también aseguró que en 2025 debería empezar a implementarse lo que se vaya acordando en los diálogos de paz.“El proceso de diálogos puede ser infinito y eso es lo que no quiere este Gobierno, pero por eso hemos dicho que si el proceso de implementación no empieza en 2025 habremos fallado y el proceso de implementación tiene tres componentes: transición a la vida civil, que es un tema muy importante; transformación territorial y desescalamiento del conflicto”, agregó el Comisionado de Paz.
Este martes, el presidente Gustavo Petro nombró como gestores de paz a 17 exmandos paramilitares acusados de crímenes de lesa humanidad, lo que desató una serie de reacciones en contra de la decisión, la cual hace parte del proceso de paz total que adelanta el Gobierno.El alto comisionado para la Paz, Otty Patiño, respondió a las críticas y aseguró que los beneficios que recibirán estos exparamiliares, como servicios de traslado y comunicaciones, son parte de los compromisos para ese aporte de verdad que tendrán que cumplir.Además, aclaró que “no son caramelos”, sino recursos que se usarán de ser necesarios y requeridos en el proceso que ahora se desarrolla. En ese sentido, dijo que “no hay ninguna negociación” y se evaluará caso por caso.“No hay caramelos. De alguna manera toca escucharlos, valorar lo que ellos están haciendo. Valorar cada una de las actitudes de ellos, por eso no podemos meter todo en un mismo costal. Entonces, toca valorar a cada uno de ellos, si su aporte será real y verdadero. No hay ninguna negociación, solamente ellos quieres descargar algunas cosas que no fueron bien oídas, según ellos, en el anterior proceso”, precisó el alto comisionado.Otty Patiño insistió que los beneficios a los que hacen referencia tienen que ver solo con su labor como gestores de paz. Habló de celulares, tablets y otros elementos.“Beneficios en el sentido de que puedan hacer ejercicio de su gestión de paz (…) Que en lugar de sacarlos, de excarcelarlos, puedan ellos comunicarse a través de celular o Tablet para poder indagarles, que cuenten cosas que hasta el momento no han contado o no han sido tenidas en cuenta”, añadió.El alto comisionado para la Paz explicó que esto busca que “haya mayores contribuciones a la verdad, a las víctimas y al proceso”, pero, enfatizó, que, de no funcionar, se suspenderá inmediatamente a decisión del Gobierno.“No es una graduación, es un compromiso y desde luego su eso no funciona, inmediatamente se suspende. El Gobierno tiene toda la potestad de nombrar, pero también de quitarle esa posibilidad de que aporten a la verdad. Hay cimentes que no entran en justicia y paz y son tarea de la justicia ordinaria y tiene que pagar esos delitos”, detalló.
En la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo se lleva a cabo un puesto de mando unificado, liderado por el presidente Gustavo Petro y el director de esa entidad, Carlos Carrillo, para tomar decisiones y ver qué medidas va a tomar el Gobierno nacional frente a la crisis del Chocó por las torrenciales lluvias, que ya dejan miles de dignificados.Quien también asistió a la UNGRD fue el Alto Comisionado para la Paz Otty Patiño, quien criticó al ELN por decretar un paro armado en el Chocó en medio de la crisis, “Es inadmisible, no encuentro explicación y me parece una cuestión medio absurda que en medio de unas conversaciones donde se está restableciendo la mesa y en una situación de tragedia que está viviendo el Chocó ellos planteen un paro armado, que ayuden o por lo menos no estorben”, expresó.Por su parte, el director de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, Carlos Carrillo, anticipó que en el Puesto de Mando Unificado (PMU) le plantearán al presidente Gustavo Petro declarar “desastre nacional” tras la grave crisis que afronta el departamento del Chocó a causa de las lluvias.Además, confirmó que las ayudas humanitarias empezarán a llegar el martes al Chocó, y dice que espera que tras este PMU se logren gestionar los 700.000 millones de pesos que la UNGRD le solicitó al Ministerio de Hacienda para atender las emergencias del país de aquí a finales de este 2024.La emergencia no es menor, pues según la UNGRD, 22 municipios reportan afectaciones por inundaciones, se han visto afectadas 4.337 viviendas, 18 colegios y 1.487 hectáreas de cultivos.Incluso, la entidad confirmó que un equipo técnico se desplazó al Chocó para evaluar las necesidades de las comunidades afectadas.
En Caracas, Venezuela, se encuentran reunidas las delegaciones del Gobierno y el ELN para evaluar la crisis que atraviesa el proceso de paz.Recordemos que en este momento las negociaciones se encuentran suspendidas tras un ataque terrorista de esa guerrilla contra una base militar en Puerto Jordan, Arauca, un hecho que dejó un saldo de tres militares asesinados y más de 20 heridos.El Consejero Comisionado de Paz, Otty Patiño, se refirió a esa reunión que se está desarrollando en Caracas y dice que espera que el proceso se pueda retomar.“Estamos cruzando dedos para que todo salga bien, para que se reanude el proceso no solamente en el tema del cese al fuego, que también es importante, sino también en un cese al fuego que beneficie a la población fundamentalmente”, señaló Patiño.La reunión entre el Gobierno y el ELN será hasta el próximo 7 de noviembre, en el encuentro están presentes los países garantes y acompañantes, también la ONU y la iglesia Católica.
El comisionado para la paz, Otty Patiño, asegura que "la peor agresión contra la paz es el incumplimiento" de lo pactado, mientras defiende que el Gobierno del presidente Gustavo Petro no busca "negociaciones largas" sino "corticas", cuya implementación "pueda incluso trascender a otros gobiernos".El Gobierno colombiano tiene "cerca de nueve" procesos de paz abiertos, "algunos empezando y otros ya en etapa muy avanzada", explica en una entrevista con EFE Patiño, para quien "una de las palabras clave del tema de la paz" es "cumplimiento"."Que hagamos las cosas, las hagamos bien, que las hagamos rápido y que tengamos cumplimiento porque no basta firmar unos papeles o hacer promesas o compromisos, y luego incumplirlos; la peor agresión contra la paz es el incumplimiento", señala el alto funcionario en Cali donde participa en la COP16 de Biodiversidad.A eso añade: "No queremos negociaciones largas, queremos negociaciones corticas, pero una negociación con implementaciones que puedan incluso trascender a otros gobiernos, tanto locales como nacionales".Eso quiere decir, agrega, "que el próximo Gobierno nacional no reciba solamente un mandato escrito sino procesos vivos donde las comunidades estén tan empeñadas, tan adueñadas de esos procesos, que no dejen que los vuelvan trizas".Al respecto, indica que es necesaria "la generación de confianza de que en Colombia sí se puede transitar hacia una vida confiable para todos".Diálogos en marchaPatiño señala la negociación con los Comuneros del Sur, un grupo supuestamente escindido de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el departamento de Nariño, como una de las más avanzadas, a pesar de que fue de las últimas en empezar."Ya estamos en la fase de implementación y pensamos que ojalá (para) todos los procesos 2025 sea el año de la implementación", subraya, al tiempo que destaca algunos avances en los diálogos con la Segunda Marquetalia, una de las disidencias de las FARC.En este sentido, se han hecho reuniones territoriales en Tumaco y en el vecino Putumayoy aunque la Segunda Marquetalia, mayoritariamente, "está por fuera de Colombia", en zonas fronterizas de Venezuela, la negociación de paz se desarrollará en el país, indica.Sin embargo, los dos grandes procesos en los que se embarcó el Gobierno de Petro desde el inicio de su mandato con los principales grupos armados, el ELN y el Estado Mayor Central (EMC), este último la mayor disidencia de las FARC, están estancados.Con el ELN intentarán descongelar los diálogos este viernes en una reunión que celebrarán en Venezuela, mientras que la negociación con el EMC sufrió un golpe fuerte en abril pasado cuando ese grupo se dividió y solo quedó en la mesa una parte.No obstante, Otty Patiño bromea y dice que es: "'ottymista', con doble t" en que llegarán a buen cauce todas las negociaciones.Transformación territorialPara el consejero comisionado de paz, "lo fuerte con los grupos armados hoy es el tema de la transformación" que les permita pasar "de ser actores armados a poder convertirse en ciudadanos libres, ciudadanos activos y en ciudadanos plenos para poder ejercer su liderazgo".Esto porque "algunos de ellos temen que el ejercicio de su liderazgo no pueda hacerse sin armas, que no puedan defenderse o proteger su propia vida y las de sus familias sin armas"."Si hay sabiduría de parte de quienes mandan en esas organizaciones para territorializar la paz" se pueden "desarrollar procesos donde participen las comunidades, participen los frentes que hay allá en los territorios y pueda aparecer también la gente" en las negociaciones.Por eso considera que "una mesa nacional (de diálogos) es una mesa demasiado cuadrada (porque) solamente están el Estado, el actor armado y de pronto algunos países; pero en una mesa pequeña pueden participar con mucha más confianza las comunidades que habitan en los territorios" que es lo que busca el Gobierno.A esto se suma "otra de las palabras clave", que es "paz con naturaleza", lema del Gobierno para la COP16 que se celebra en Cali donde ha sido uno de los puntos destacados de la agenda, y para Patiño es "como un viento fresco" que llega a todos los diálogos de paz en Colombia.
En la Comisión Primera de la Cámara de Representantes fueron citados estos funcionarios para que rindan un informe detallado sobre los gestores de paz designados por el Gobierno.El representante del Centro Democratico, Hernan Cadavid, fue quien solicitó este debate de control político, donde está citando al consejero comisionado de Paz de Colombia, Otty Patiño, y al ministro de Defensa Nacional, Iván Velásquez. Además, también estará invitada la Fiscal General de la Nación, Luz Adriana Camargo.Con esto se busca que se informe detalladamente el impacto y el alcance de las decisiones en las designaciones de los gestores de paz, voceros de paz y facilitadores de paz, así como su impacto en matera de orden público y la seguridad en las regiones de Colombia.Entre el cuestionario que deberán responder se encuentra que deberán dar explicaciones sobre quienes tienen actualmente la calidad de gestores de paz, facilitadores y voceros de paz y cuántas personas se encuentran designadas bajo esta figuras, además de a cuáles grupos armados pertenecen las personas que han sido designadas.Incluso se pide anexar los informes sobre la labor de estos, que tienen que presentar trimestralmente y cuáles serían los criterios específicos que utiliza el Gobierno para elegirlos entre los miembros de grupos armados.