En el Catatumbo, el reconocido líder social José del Carmen Abril, conocido como ‘Carmito’, fue rescatado por el Ejército Nacional tras denunciar que su vida estaba en peligro por el grupo guerrillero ELN. Una prueba más de la complicada situación de violencia en esta región del nororiente colombiano.El pasado jueves 16 de enero, ‘Carmito’ publicó un video en el que manifestó que miembros del ELN habían intentado buscarlo en su casa cuatro veces ese mismo día con intención de asesinarlo. Explicó que se encontraba refugiado en una loma, preocupado por su seguridad, mientras el conflicto armado entre el ELN y disidencias de las FARC escalaba en la zona.“Van muchas personas afectadas, están entrando a las casas y sacando a niños y mujeres. Hoy temo por mi vida”, dijo Abril, quien también pidió ayuda a la comunidad internacional y a las autoridades nacionales para intervenir en la situación. Además, cuestionó a los líderes del ELN, pidiéndoles reflexionar sobre sus acciones.>>> Lea también: Las razones detrás de la escalada violenta entre el ELN y disidencias en CatatumboEjército rescató a líder social en el CatatumboEl viernes 17 de enero, ‘Carmito’ anunció en un nuevo video, y con notable emoción, que había sido rescatado por el Ejército Nacional. Agradeció el esfuerzo realizado por las personas que lo ayudaron y explicó que había estado en manos del ELN, quienes planeaban quitarle la vida.El rescate ocurrió en medio de una escalada de violencia en el Catatumbo, donde los enfrentamientos entre el ELN y disidencias de las FARC han afectado gravemente a la población civil, según informó la Defensoría del Pueblo.El presidente Gustavo Petro, en respuesta a los hechos en esta región, anunció la suspensión de los diálogos de paz con el ELN. “Lo que ha ocurrido en el Catatumbo son crímenes graves. Se suspende el proceso de diálogo con este grupo”, afirmó el mandatario.Esta decisión fue respaldada por Vera Grabe, jefa de la delegación del Gobierno en los diálogos, quien explicó que los obstáculos del ELN para avanzar en la paz llevaron a esta determinación.
La región del Catatumbo, en Norte de Santander, atraviesa una nueva ola de violencia que ha dejado decenas de muertos, desplazados y una comunidad sumida en el dolor. En una entrevista con Mañanas Blu, Carmen García, presidenta de la Asociación de Madres del Catatumbo por la Paz, hizo un llamado urgente al diálogo y denunció las condiciones que han llevado a los jóvenes de la región a empuñar armas, enfrentándose incluso entre familiares y conocidos.El clamor de las madres ante una guerra que no cesaCarmen García, visiblemente afectada, expresó la angustia de las madres de la región, quienes ven a sus hijos siendo arrastrados por el conflicto. “Son nuestros hijos en el territorio. Es el pueblo el que se está matando en este momento”, afirmó durante la entrevista, refiriéndose a los enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias del Estado Mayor Central (EMC), antiguas FARC.La presidenta de la asociación explicó que, detrás de los criminales que hoy protagonizan esta guerra, hay jóvenes que no tuvieron oportunidades educativas ni económicas. “Muchos de esos jóvenes que están allí alzados en armas son jóvenes que los paramilitares les mataron a sus papás, fueron jóvenes que no tuvieron una oportunidad de ir a una universidad y la única oportunidad que tuvieron fue empuñar un arma”, señaló, destacando la falta de alternativas en una región históricamente golpeada por el abandono estatal.García insistió en la importancia de renovar las mesas de diálogo para detener los enfrentamientos. “Lo único que tiene que pasar para que este enfrentamiento cese es apoyarnos todos. Esto es una guerra que nos ha dolido a todos y le duele a Colombia”, dijo con contundencia. Según la lideresa, el conflicto no solo afecta a los combatientes, sino también a civiles inocentes, como quedó demostrado con la muerte reciente de un bebé de apenas nueve meses.Un conflicto arraigado en la disputa por el territorioLos enfrentamientos entre el ELN y las disidencias del EMC tienen su origen en la lucha por el control de los cultivos de coca, el petróleo y las rutas estratégicas para el narcotráfico en el Catatumbo. Según García, esta escalada de violencia era previsible tras los acuerdos de paz firmados en 2016 con las antiguas FARC. “Nosotros veníamos advirtiéndole al Gobierno nacional, no solamente a este, sino al anterior también, que esto se venía viendo”, afirmó, recordando que esta situación no es nueva para la región.En los últimos días, más de 22 personas han sido asesinadas, 70 familias han sido desplazadas y un número indeterminado de habitantes ha resultado herido. Según informes de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), entre las víctimas recientes se encuentran al menos cuatro excombatientes de las FARC, firmantes del Acuerdo de Paz, quienes fueron ejecutados presuntamente por guerrilleros del ELN.Además, imágenes compartidas en redes sociales por habitantes del Catatumbo muestran enfrentamientos armados en las calles y denuncian que guerrilleros del ELN han sacado de sus casas a varias personas, cuya suerte aún se desconoce.El gobierno y la "paz total" en entredichoAnte la gravedad de los hechos, el presidente Gustavo Petro anunció su presencia en la región para liderar un consejo de seguridad. Sin embargo, este gesto ha sido recibido con escepticismo por líderes locales y activistas. “¿Cuántos consejos de seguridad hemos visto en Tibú, en Cauca, en Nariño? Está muy bien que el presidente vaya, pero esto no se soluciona solo con eso”, expresó Carmen García.La propuesta del Gobierno de avanzar hacia la "paz total", que incluye negociaciones con el ELN y otros grupos armados, ha enfrentado críticas debido a la falta de resultados concretos. A pesar de esto, García insiste en que el diálogo es la única salida posible. “Hay que dar un debate sobre la solución. O el Estado somete a estos criminales o los criminales van a terminar sometiendo a los colombianos”, dijo, llamando a un mayor compromiso estatal.El sufrimiento de una región olvidadaEl Catatumbo, conformado por municipios como Tibú, El Tarra y Teorama, es una de las regiones más pobres y violentas de Colombia. La presencia de diversos grupos armados, sumada a la pobreza estructural, ha convertido a esta zona en un escenario constante de conflicto.Las palabras de Carmen García resumen el dolor de las comunidades locales. “Somos las mamás de estos jóvenes que están en la guerra, somos las mamás de los policías y de los soldados. Aquí están muriendo jóvenes civiles que no tienen nada que ver. Esto nos duele como madres y como defensoras de derechos humanos”.“Las que estamos poniendo las lágrimas en nuestro territorio somos nosotras, las madres”, concluyó García, en un llamado al gobierno, los grupos armados y la sociedad en general para buscar soluciones que pongan fin al sufrimiento de una región que lleva décadas clamando por la pa
Los alcaldes de la región del Catatumbo enviaron una carta al presidente colombiano, Gustavo Petro, en la que afirman que los enfrentamientos entre la guerrilla del ELN y una disidencia de las Farc, que dejan un número indeterminado de muertos, eran algo anunciado y le pidieron abrir un corredor humanitario.Según los alcaldes, de la inminencia de "la confrontación armada entre el ELN y las disidencias de las Farc" habían advertido en reuniones con el comisionado consejero de Paz, Otty Patiño; el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, y otros funcionarios "durante los últimos meses de 2024".La violencia en la convulsa región del Catatumbo, en el departamento de Norte de Santander, en el noreste del país, estalló el jueves entre el ELN y el Estado Mayor Central (EMC), una de las disidencias de las antiguas Farc, y se cobró la vida de varias personas, entre ellas al menos cuatro firmantes del acuerdo de paz."El primer día de confrontación armada deja un número considerable de víctimas que destruye el tejido social", agregaron los alcaldes.En un principio, la Misión de la ONU en Colombia informó de cinco firmantes de paz asesinados por el ELN, pero la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN) señaló que son cuatro los excombatientes que, al parecer, fueron "sacados de sus viviendas y ejecutados", mientras que el partido Comunes, surgido de las antiguas FARC, afirmó que son siete las víctimas mortales.Cuatro peticionesAnte esa situación, los alcaldes de los municipios de Ábrego, Convención, El Carmen, El Tarra, Hacarí, La Playa, San Calixto, Sardinata, Teorama y Tibú, que componen el Catatumbo, una región pobre y montañosa limítrofe con Venezuela, le hicieron a Petro cuatro peticiones para llevar paz y estabilidad a la zona.La primera es gestionar ante los grupos enfrentados "la creación de un corredor humanitario que permita a través de las aeronaves de la Fuerza Aérea la evacuación de heridos, la recuperación de cadáveres y el ingreso de la misión médica y humanitaria y alimentos".En segundo lugar piden "garantizar la atención integral a la población víctima" porque "los municipios no cuentan con las capacidades financieras y técnicas para atender la complejidad de la crisis que se presenta".La carta lleva además la firma de los alcaldes de Ocaña, Cáchira, Bucarasica y La Esperanza, todos de Norte de Santander, así como de Rio de Oro y González, en el vecino departamento del Cesar, situados en la área de influencia del Catatumbo.Los alcaldes también proponen al Gobierno que gestione con las delegaciones de paz un acuerdo para bajar la intensidad del conflicto entre el ELN y las disidencias de las FARC, "que excluya a la población civil como condición para mantener las mesas de diálogo entre el Gobierno nacional y los actores armados".Finalmente, piden "agilizar la inversión acordada en el Pacto Social para la Transformación Territorial del Catatumbo (...) pues es necesario pasar de la planeación a la ejecución".Petro, por su parte, dijo hoy que "este Gobierno está con el pueblo del Catatumbo" y señaló: "Mañana se pronunciará la delegación oficial de mi gobierno ante los diálogos de paz con el ELN".
La masacre en Tibú, Norte de Santander, en la que murieron Miguel Ángel López, su esposa y su bebé de seis meses, generó gran consternación en el país, por la forma cómo se cometió el crimen. El presidente Gustavo Petro ofreció millonaria recompensa para dar con el paradero del responsable.Miguel Ángel era dueño de una funeraria en ese municipio y junto con su familia fueron atacados cuando se movilizaban en el coche fúnebre en la vía que comunica a Tibú con Cúcuta. En el vehículo también se transportaba un menor de 10 años, quien logró sobrevivir.Según el coronel Néstor Rodrigo Arévalo, comandante de la Policía de Norte de Santander, en diálogo con Noticias Caracol, el ataque ocurrió alrededor de las 8:20 p. m. en la vereda La Llana, municipio de Tibú. Las víctimas se movilizaban en un vehículo cuando fueron interceptadas por hombres armados. Miguel Ángel, su esposa y su bebé de seis meses fallecieron en el lugar, mientras que el niño mayor resultó ileso.Debido a su profesión, Miguel Ángel López era conocido como ‘El Embalsamador de Guerra en Colombia’, ya que muchas veces tuvo que levantar los cuerpos que dejó el conflicto armado en esta zona del país y que las autoridades no hacían.Recompensa por información de masacre en TibúA través de su cuenta de X, el presidente Petro lamentó lo sucedido y reiteró que las autoridades trabajan para “esclarecer los móviles y autores del hecho”.“Cualquier persona que tenga información del asesinato de la familia nortesantandereana acaecido entre Cúcuta y Tibú, puede recibir cien millones de pesos de recompensa por su información”, publicó el presidente.
La masacre el 15 de enero en Tibú, Norte de Santander, que dejó la muerte de Miguel Ángel López, su esposa y su hijo de tan solo seis meses, sigue dando de qué hablar por el contexto en el cual se desarrolló este lamentable hecho en el norte del país.“Yo recibo la muerte con las manos abiertas”, dijo López en un documental de Realidades, en el cual narró su trabajo en la funeraria en donde se encargaba de levantar los cuerpos que deja el conflicto armado en esta zona del país, que las autoridades no hacían.Es por eso por lo que lo nombraron como ‘El Embalsamador de Guerra en Colombia’ por su labor de ir por los cuerpos que dejaba la crítica situación de orden público en esta zona del país.“Siempre uno se trata de asesorar y coordinar de que cuando se vaya a hacer el levantamiento el cuerpo esté, lo más sano posible. De todos modos, salimos a cumplir una labor humanitaria, si en ocasiones se presentación la situación como tal se debe dialogar con ellos y darán la definitiva”, contaba en ese documental.¿Por qué era ‘El Embalsamador de Guerra en Colombia’?López confesó que uno de sus apodos era ‘Chulo’ por ser el encargado de recuperar cuerpos en la zona. Pero el título de ‘El Embalsamador de Guerra en Colombia’ se dio gracias a su tranquilidad al momento de desarrollar esta actividad, que no cualquiera era capaz de hacer en Tibú, pues el conflicto armado en esta zona se encuentra marcado desde hace años y hacer esto, según algunos, ponía en riesgo la vida.“La verdad no quisiera una preservación ni un entierro. Quisiera una cremación, no importa la forma de mi muerte, sea natural o violenta”, llegó a decir.¿Cómo se dio la masacre de Miguel Ángel López?Fue este 15 de enero cuando López al lado de su familia se movilizaba vía Tibú-Cúcuta y fueron atacados por desconocidos mientras viajaban en el vehículo fúnebre, que era muy famoso en la zona. En este ataque terminó involucrado su esposa e hijo de tan solo seis meses. Todos perdieron la vida en el sitio.“El hecho se habría presentado cuando las víctimas se movilizaban en un vehículo particular, desde la ciudad de Cúcuta hacia Tibú, siendo presuntamente interceptados por sujetos, quienes les habrían disparado. De igual forma, entre las personas asesinadas estaría un bebé de 6 meses. Unidades de Policía se encuentran adelantando actividades de recolección de información y verificación”, dijo el presidente sobre este hecho en X.Escuche el informe completo aquí:
Tibú, un municipio ubicado en el convulso Catatumbo, en Norte de Santander, vuelve a ser escenario de una tragedia que enluta a toda Colombia. La noche del pasado miércoles, un atentado violento dejó sin vida a Miguel Ángel López, su esposa Zulay Durán y su bebé de apenas seis meses. Un cuarto integrante de la familia, un niño de 10 años, sobrevivió al ataque.El alcalde de Tibú, Richard Claro, lamentó profundamente lo sucedido: “Este hecho afecta la moral de todo un pueblo, sobre todo porque incluye la muerte de un bebé. Esto no es solo un acto de violencia, es una barbarie que demuestra lo lejos que estamos de una verdadera paz”, declaró en una entrevista con Néstor Morales en Mañanas Blu.El ataque: ¿emboscada o crimen selectivo?La masacre ocurrió en la vía que conecta la Y de Astilleros con Tibú, una ruta históricamente marcada por la violencia y la presencia de grupos armados ilegales. Según los reportes preliminares, Miguel Ángel López, quien era el dueño de una funeraria, viajaba en su vehículo de trabajo junto a su familia cuando fueron interceptados por hombres armados que abrieron fuego sin mediar palabra.Aunque todavía no se tienen claras las motivaciones detrás del ataque, el alcalde señaló que López, padre de tres hijos, no había recibido amenazas recientes. “Hablé con él hace dos días. Todo parecía estar en calma. Esto nos tomó por sorpresa y deja un vacío enorme en la comunidad”, comentó Claro.Las autoridades han iniciado investigaciones para determinar si el crimen estuvo relacionado con los grupos armados que operan en la zona o si se trató de un acto de delincuencia común. El Catatumbo es conocido por la presencia del ELN, disidencias de las FARC y otros actores criminales, lo que complica aún más esclarecer los hechos.El niño que sobrevivióEn medio de la tragedia, sobrevivió un niño de 10 años que iba en la parte trasera del vehículo. Según testigos, el menor logró escapar del tiroteo y fue protegido por vecinos del sector. Actualmente, se encuentra bajo la custodia de familiares mientras recibe el apoyo necesario por parte del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).“La información que tenemos es que en la parte de atrás iba el hijo de 10 años, No sabemos si estaba el otro todavía, está con los familiares en este momento. (…) Se salvó del ataque. Logró salir del vehículo, el cual fue interceptado sobre la vía”, dijo.El alcalde manifestó que, una vez ocurrida la masacre, el niño salió y fue ayudado por los vecinos de la zona.Un hombre de paz en una tierra de guerraMiguel Ángel López no era un hombre común. Dueño de la única funeraria de Tibú, su trabajo trascendía el simple negocio. En una región donde la muerte violenta es parte del día a día, López realizaba levantamientos de cadáveres en condiciones que muchos temerían enfrentar. Era conocido por su disposición a ayudar a cualquier familia, sin importar el bando del conflicto del cual provinieran las víctimas.“Él no se metía con nadie. Su única misión era responder a las llamadas de las comunidades que necesitaban su servicio. Iba a lugares donde nadie más se atrevía a ir”, recordó el alcalde. Recientemente, López había sido el foco de un documental que resaltaba su valiente labor en una zona asediada por la violencia.De hecho, López había aparecido en un documental en el que narraba en qué consistía su trabajo.La paradoja de su muerte ha conmocionado al pueblo. “Es una ironía cruel. Asesinaron al hombre que recogía los muertos de esta guerra sin sentido. Su ausencia se siente como la pérdida de un pilar en nuestra comunidad”, añadió Claro.Violencia en el Catatumbo: una herida abiertaEl Catatumbo es una de las regiones más afectadas por el conflicto armado en Colombia. Con una mezcla de guerrillas, grupos paramilitares y narcotráfico, la violencia se ha normalizado para sus habitantes, quienes viven en constante temor. Este triple homicidio se suma a una larga lista de masacres que han marcado la zona en los últimos años.Aunque las autoridades aseguran que trabajan para restablecer el orden, los habitantes de Tibú claman por acciones concretas que pongan fin a esta ola de violencia.“No basta con hablar de paz, necesitamos hechos reales que respalden esas palabras. Tibú no puede seguir siendo un lugar donde la vida no tiene valor”, sentenció el alcalde.El llamado a la justiciaLa comunidad de Tibú, junto con las autoridades locales, exige que la Fiscalía General de la Nación esclarezca este crimen y capture a los responsables. Mientras tanto, el niño sobreviviente se convierte en un símbolo de la resiliencia de un pueblo que, a pesar de la tragedia, no pierde la esperanza de un futuro mejor.Detalles de la entrevista con el alcalde de Tibú en Mañanas Blu
La reciente masacre ocurrida en Tibú, Norte de Santander, ha sacudido a toda Colombia. Una familia conformada por Miguel Ángel López Rojas, su esposa Zulay Durán Pacheco y su hijo de tan solo seis meses, Miguel Herney López Durán, fue asesinada a tiros mientras transitaba por una carretera que conecta Tibú con Cúcuta, en el noreste del país.Los hechos: un crimen que deja más preguntas que respuestasEl ataque se produjo el miércoles en una carretera del Catatumbo, una región caracterizada por su complejidad social y la presencia de grupos armados ilegales. Según la Alcaldía de Tibú, los tres miembros de la familia fueron atacados por desconocidos mientras viajaban en su vehículo.Miguel Ángel López era propietario de una funeraria en Tibú, y su familia era conocida en la comunidad. La noticia de su asesinato generó un rechazo unánime entre los habitantes del municipio, quienes lamentaron la pérdida y expresaron su solidaridad con los familiares y amigos de las víctimas.En un comunicado, la Alcaldía expresó su "más profundo pesar y rechazo" ante este lamentable suceso, calificándolo como una tragedia que afecta no solo a la familia, sino a toda la comunidad.Contexto: una región bajo el asedio de la violencia"El alcalde Municipal Richar Claro y la gestora social Lizeth Ortega, en nombre de la administración municipal y de toda la comunidad Tibuyana, expresan su más profundo pesar y rechazo ante el lamentable fallecimiento del señor Miguel Ángel López Rojas, su esposa Zulay Durán Pacheco y su hijo Miguel Herney López Durán, quien apenas contaba con unos meses de nacido y han partido de manera tan trágica. Estos hechos dejan un dolor inmenso en nuestro municipio, afectando el alma de todos los que compartimos el mismo deseo de paz y bienestar en nuestro territorio. En estos momentos tan difíciles, elevamos nuestras oraciones y pedimos a Dios fortaleza y consuelo para sus seres queridos, familiares y amigos. Que encuentren la paz en medio de tan irreparable pérdida. Que sus almas descansen en paz", dice el comunicadoEl presidente Gustavo Petro se refirió al hecho en su cuenta de X, y la calificó como una “noticia lamentable”.“Una noticia lamentable. El día de hoy en horas de la noche, en vereda La Valera del corregimiento La Silla, se registró el homicidio de 3 personas (miembros de una misma familia) con proyectil de arma de fuego, por sujetos sin identificar. El hecho se habría presentado cuando las víctimas se movilizaban en un vehículo particular, desde la ciudad de Cúcuta hacia Tibú, siendo presuntamente interceptados por sujetos, quienes les habrían disparado. De igual forma entre las personas asesinadas estaría un bebé de 6 meses. Unidades de Policía se encuentran adelantando actividades de recolección de información y verificación, para establecer los móviles y autores del hecho”, informó el jefe de Estado.El Catatumbo, donde se encuentra Tibú, es una de las zonas más conflictivas de Colombia. Esta región, de aproximadamente 10.089 kilómetros cuadrados, es conocida por sus vastos cultivos de coca y su importancia estratégica para el narcotráfico. En el área operan varios grupos armados, como ELN, disidencias de las FARC, el EPL y otras organizaciones criminales que luchan por el control del territorio.La disputa entre estos grupos ha convertido al Catatumbo en un escenario de constantes enfrentamientos, desplazamientos forzados y violaciones de derechos humanos. La masacre de Tibú no es un hecho aislado, sino un reflejo de la crisis humanitaria que enfrenta esta región.Reacciones y medidasLas autoridades locales han condenado enérgicamente el crimen y han pedido a las fuerzas de seguridad que intensifiquen las operaciones para garantizar la seguridad de los habitantes de Tibú y sus alrededores. Por su parte, organizaciones defensoras de derechos humanos han instado al Gobierno Nacional a tomar medidas urgentes para proteger a las comunidades vulnerables del Catatumbo. Además, han pedido que se investigue este caso con prontitud y se garantice la justicia para las víctimas.La segunda masacre del año en ColombiaEste trágico evento se convierte en la segunda masacre registrada en Colombia en lo que va del año. La primera ocurrió el 12 de enero en Cali, capital del Valle del Cauca, donde tres personas fueron asesinadas en un ataque indiscriminado. Estos hechos reflejan la preocupante escalada de violencia en el país, a pesar de los esfuerzos por implementar políticas de paz y seguridad.
Desconocidos atacaron a bala y le arrebataron la vida a tres personas. El caso se presentó en la vía que comunica al municipio de Tibú con la ciudad de Cúcuta, en Norte de Santander.La información preliminar indica que Miguel Ángel López, dueño de una funeraria en Tibú; su esposa Zulay Durán Pacheco y su pequeño hijo de tan solo 6 meses fueron atacados a bala en cercanías al sitio conocido como La Llana. El hecho ocurrió cuando se movilizaban en un vehículo fúnebre por esa vía, que hace parte de la zona del Catatumbo.Información de inteligencia señala que en el sitio hay presencia de hombres armados. En esa zona tienen injerencia las guerrillas del ELN y las disidencias de las FARC, pero también han reaparecido las Autodefensas Gaitanistas.Presidente Petro lamenta crimen contra familia en CatatumboA través de su cuenta de X, el presidente Gustavo Petro lamentó este crimen múltiple contra los miembros de esta misma familia. El mandatario también informó que se investigará los móviles de estos asesinatos y, por su puesto, con la presencia de Policía y agentes especializados se recolecta información para encontrar a los responsables."Unidades de Policía se encuentran adelantando actividades de recolección de información y verificación, para establecer los móviles y autores del hecho", afirmó el presidente Petro.
A la cárcel fue enviado Nicolás Mauricio Gutiérrez Rondón, excandidato al Concejo de Bucaramanga, por su presunta responsabilidad en la muerte de Camilo Andrés Carrillo Ortiz, de 26 años.Reporte de la Fiscalía"Los hechos investigados ocurrieron el pasado 6 de enero en Ocaña (Norte de Santander) durante una reunión. Al parecer, el procesado tomó sin autorización una camioneta, de propiedad de uno de los asistentes, con la cual arrolló a varias personas, una de las cuales murió y dos resultaron heridas. La investigación permitió establecer que la reacción del imputado se habría dado en medio de una discusión en la que se vio inmerso con varias personas. La prueba de alcoholemia que le fue practicada arrojó positivo, grado tres. El procesado no aceptó cargos".Durante la audiencia, que se extendió hasta la noche del jueves 9 de enero, la juez explicó lo siguiente:"Con base en lo expuesto y argumentado por este despacho judicial, el Juzgado Primero Penal Municipal de Ocaña, con función de garantías, resuelve: primero, imponer medida de aseguramiento privativo de la libertad en establecimiento de reclusión carcelaria contra el señor Nicolás Mauricio Gutiérrez Rondón. Igualmente, esta agencia judicial ordena el tratado inmediato del imputado a otra ciudad en virtud de resguardar la vida e integridad del procesado, dado a las denuncias allegadas al despacho contra la misma. Contra esta decisión proceden los recursos de Ley".Blu Radio pudo conocer detalles del siniestro ocurrió la madrugada del pasado 6 de enero en la calle 7 con carrera 40 de Ocaña, en medio de los carnavales del municipio.Según el informe oficial, Nicolás Gutiérrez conducía una camioneta BMW en estado de embriaguez grado tres, cuando colisionó contra un taxi estacionado. En el lugar falleció Camilo Carrillo, quien presuntamente viajaba en el mismo vehículo.Durante las audiencias preliminares, la Fiscalía presentó testimonios y pruebas que detallan versiones contradictorias del acusado. Según el ente acusador, Gutiérrez inicialmente afirmó que Carrillo Ortiz no estaba a bordo de la camioneta, pero luego cambió su declaración.Videos de cámaras de seguridad captaron el momento del choque, pero las autoridades investigan si Carrillo Ortiz murió por el impacto del accidente o si había fallecido antes del siniestro.Asimismo, fotografías divulgadas en redes sociales han generado dudas debido a que el cuerpo de la víctima aparece en ropa interior, lo que alimenta sospechas entre sus familiares.“Nos dicen que confiemos en la justicia y como familia queremos creer en la justicia. Reitero mis palabras, como familia, no estamos detrás de nada, nada de represalias ni nada por el estilo, solamente que las cosas queden claras y si no las hay, si no hay una justicia humana, si no actúa de manera correcta, puede pasar como muchos casos en Colombia y de mucho mayor peso que han quedado en la impunidad, pues estamos tranquilos porque nosotros como familia creemos es en Dios, creemos en la justicia divina”, expresó Leonardo Ortiz López, tío de Camilo Ortiz.Las autoridades continúan recopilando evidencias para esclarecer las múltiples interrogantes que rodean la muerte de Camilo Carrillo Ortiz.
En peligro estuvo el suministro de gas en Bucaramanga y Cúcuta tras un incendio que se presentó en planta de Ecopetrol de Gibraltar en Norte de Santander. Se desconoce las causas que provocaron la emergencia y la evacuación de los trabajadores del lugar. En un video que circula en redes sociales se puedo observar una enorme columna de humo negro y llamas en medio de una zona de árboles en un sector de la planta de gas de Gibraltar. En las imágenes se ve corriendo a los trabajadores con sus cascos de seguridad y se escucha el sonido de la alarma de emergencia. "Se prendió esto y nos tocó bajar por un lado", dice la persona que graba con su teléfono celular el incendio en la planta de gas. A través de una carta, las directivas de la planta de Gibraltar le informó a Ecopetrol que la emergencia fue controlada y que no hay personas lesionadas. "Debido al incendio que se presentó en la planta de gas de Gibraltar se informa que se activó el plan de contingencia para superar el incendio que se registro en Toledo, Norte de Santander. La situación no generó afectación al personal, ni al medio ambiente, debido a la activación automática del sistema de seguridad de la planta", dice la carta enviada a Ecopetrol y que esta firmada por Víctor Manuel Madiedo Cepeda, representante legal suplente de Gas Gibraltar S.A.S. Hasta el momento, Ecopetrol no ha informado que clase de daños provocó el incendio en la planta de gas de Gibraltar.