El papa Francisco partió de Irak el lunes por la mañana al término de la primera visita en la historia de un sumo pontífice a este país inmerso desde hace años en la violencia, un viaje en el que defendió la causa de la comunidad cristiana iraquí.La visita del papa de 84 años, que había llegado a Irak el viernes pasado, transcurrió sin incidentes.Durante su estadía, Francisco visitó la capital Bagdad, así como Mosul y Qaraqosh, estos dos últimos en el norte del país que sufrió el terror de los yihadistas del Estado Islámico (EI).En la ciudad santa de Nayaf (sur), el papa se entrevistó con el gran ayatolá Alí Sistani, una referencia religiosa para la mayoría de los musulmanes chiitas del mundo."Irak siempre permanecerá conmigo, en mi corazón", dijo Francisco el domingo por la noche, después de una misa frente a miles de fieles en un estadio de Erbil, en el Kurdistán iraquí.El Papa Francisco estaba ansioso por conocer a los cristianos de Irak (el 1% de la población actualmente, contra el 6% hace 20 años) y dedicó a este país mayoritariamente musulmán su primer viaje al extranjero en 15 meses.Debido a la pandemia de covid-19, salvo el domingo en Erbil, el papa no pudo reunir a multitudes como sucede en cada uno de sus viajes al extranjero.Sin embargo, viajó 1.445 km a través de Irak, la mayor parte del tiempo en avión o helicóptero, sobrevolando zonas donde todavía existen células yihadistas clandestinas, tras la derrota del Estado Islámico a fines de 2017.En Irak, el papa denunció el "terrorismo que abusa de la religión", pidió "paz" y "unidad" en Oriente Medio y lamentó la salida de los cristianos de la región como un "daño incalculable".También participó en una oración ecuménica con las diferentes religiones presentes en Irak desde hace milenios en Ur, lugar natal según la Biblia del patriarca Abraham, padre del monoteísmo.
Las fuerzas iraquíes han descubierto un gran almacén con más de 2.000 toneladas de harina y trigo acumuladas por el grupo terrorista del Estado Islámico (EI) en una escuela en Mosul (norte), mientras muchos ciudadanos pasaban hambre. El almacén se encontraba en el barrio Al Refai, en el oeste de la ciudad de Mosul, y los alimentos eran reservas estratégicas que usaba el EI para distribuir solo entre sus combatientes, familiares y partidarios, según dijo hoy a Efe el líder del regimiento de inteligencia en el Ejército iraquí, el general Murtada Qazim. Centenares de civiles en el oeste de Mosul sufrieron hambre debido a la escasez de productos y el aumento de los precios a causa de la guerra y el asedio impuesto por las fuerzas iraquíes sobre Mosul, capital de la provincia de Nínive y ciudad más poblada de Irak que ha estado en manos del EI. En los registros, las tropas encontraron listas de las familias del EI y sus combatientes, que el grupo terrorista usaba para distribuir esos alimentos gratis. El grupo yihadista prohibió a cualquier otro ciudadano acercarse a los almacenes y estableció una guardia intensiva para proteger la harina y el trigo. Los soldados del Ejército iraquí abrieron las puertas de los almacenes ante los ciudadanos, que formaron largas filas, y dieron a cada familia un saco de harina de 50 kilogramos. Maha Yasin, una mujer viuda de 30 años, madre de cinco niños, dijo que vino desde la zona Uadi al Hayar para conseguir comida tanto para ella como para su familia, después de que acabaran todos los alimentos que tenían. Relató que el EI les impuso un bloqueo que duró más de nueve meses, un periodo en el que ya se les acabó también el dinero, y que los radicales mataron a su tío que le ayudaba a ella y a sus niños y, aun así, se puso "alegre" cuando recibió el saco de harina. Un habitante del barrio de al Oraibi, Sami Mazhar, de 59 años y que trabajaba como guardia de la escuela, dijo que los miembros del EI le expulsaron de allí, le quitaron las llaves de los almacenes, que llenaron con cientos de toneladas de harina y trigo y luego se negaron a darle harina cuando les pidió. Recordó que un combatiente le dijo: "cuando anuncies tu lealtad al califato, te damos lo que quieras de comida, bebida y dinero", pero él les contestó que era un anciano y no era capaz de trabajar con ellos. EFE
El grupo terrorista Estado Islámico (EI) asesinó el pasado día al menos, 170 civiles que intentaban escapar de uno de sus últimos reductos en el oeste de la ciudad iraquí de Mosul (norte), denunciaron hoy autoridades locales y residentes. La masacre tuvo lugar en el barrio de Al Zanyili el pasado día 1 de junio, según el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Consejo de la provincia de Nínive, de la que Mosul es capital, Gazuan al Daudi. El representante provincial detalló que la mayoría de las víctimas son niños, mujeres y ancianos, y que decenas de personas resultaron heridas después de que los yihadistas abrieran fuego contra ellos en frente de la fábrica de Pepsi ubicada en ese distrito. Uno de los supervivientes de la matanza, Ahmad Mahmud al Hamduni, dijo a Efe que los muertos superan los 200, según los cadáveres que vio en el lugar, que se amontonaban junto a los heridos. Al Hamduni detalló que las víctimas habían salido a primera hora de la mañana de sus hogares y recorrieron la calle denominada Pepsi, que conduce a la fábrica de bebidas gaseosas, con el objetivo de huir hacia Al Nayar, controlado por las fuerzas gubernamentales. Los yihadistas empezaron a disparar al grupo de civiles cuando llegaron a un "área abierta, sin edificios en los que poder refugiarse", entre la puerta principal de la fábrica y el hospital Avicena. Los combatientes radicales abrieron fuego indiscriminadamente con metralletas, así como los francotiradores apostados en los tejados, mientras los residentes "comenzaron a huir de esa área abierta hacia los edificios que hay calle arriba". "Más de 200 personas no lo lograron" relató Al Hamduni, el cual detalló que "la mayoría eran niños, mujeres y ancianos, que no podían correr deprisa". Añadió que los francotiradores siguieron disparando a los heridos para acabar con sus vidas y que las tropas iraquíes no llegaron a tiempo para salvar a muchos de ellos. Al Hamduni y otros no pudieron escapar ese día y se escondieron en una de las casas cercanas a la calle principal, desde donde podían escuchar "los gritos de las mujeres y los niños heridos", relató. "Varias personas y yo permanecimos dos días escondidos y la madrugada del sábado logramos huir y alcanzar la zona controlada por las fuerzas iraquíes en Al Nayar", concluyó. Al Hamduni aseguró que uno de sus amigos falleció y otros tres resultaron heridos, al igual que él mismo. Otro superviviente, Saad Amar, se lamenta por la suerte que van a correr los que han perdido a sus familiares: "Nadie llorará su muerte, nadie llorará por ellos, ni responderá a sus llamadas, ni alimentará a sus hijos, ni protegerá a sus mujeres". Amar dijo además que muchos de los supervivientes se han quedado sin identificación, porque cada familia guardaba los documentos todos juntos y estos han sido extraviados, lo cual puede acarrearles problemas legales ante las autoridades iraquíes cuando busquen refugio fuera de Mosul. Por otra parte, el oficial Saad al Muhamadaui de la IX Brigada de Blindados del Ejército no quiso ofrecer una cifra de víctimas y se limitó a asegurar que había un gran número de heridos. Asimismo, aseguró a Efe que las tropas "recibieron a las familias que lograron llegar al barrio Al Nayar, les dieron comida y bebida, así como tratamiento médico". Al Zanyili, barrio popular con muchos habitantes, es uno de los pocos en los que el EI aún tiene presencia, pero hoy mismo las fuerzas iraquíes han conseguido controlar el 60% del distrito, según anunció el comandante de la Policía Federal, Raid Shaker Yaudat. Las fuerzas iraquíes están evacuando a centenares de civiles de la zona, que es uno de los tres barrios de los que no han sido expulsados los radicales, además del casco antiguo de Mosul, donde están atrincherados. Las tropas iraquíes luchan en la parte occidental de la urbe desde el pasado febrero, después de que consiguieran a principios de año hacerse con el control de la mitad oriental de Mosul, dividida en dos por el paso del río Tigris.
El sector oriental de Mosul fue "liberado" en su totalidad por las fuerzas iraquíes, anunció este miércoles el jefe de las unidades de élite antiterroristas, tres meses después del inicio de la ofensiva para arrebatar la segunda ciudad de Irak al grupo Estado Islámico (EI). En rueda de prensa en Bartalla, al este de Mosul, el general Talib al Sheghati anunció "la liberación (...) de la orilla izquierda", en referencia a la zona este de esa gran ciudad del norte del país divida en dos por el río Tigris. El EI sigue controlando la zona oeste.
El periodista británico John Cantlie, rehén del grupo terrorista Estado Islámico (EI), apareció de nuevo en un vídeo propagandístico de la organización yihadista en la ciudad septentrional iraquí de Mosul, mostrando la destrucción de sus infraestructuras por los bombardeos. En la cinta, difundida por la agencia vinculada a los yihadistas Amaq, Cantlie aparece vestido de negro, con barba y detrás de él se pueden ver puentes y tuberías de agua destruidos. El periodista critica en el vídeo los ataques aéreos de la coalición internacional liderada por Estados Unidos contra Mosul que, asegura, afectan a sus residentes y no a los muyahidines (combatientes de la yihad, la guerra santa). "Si la guerra es contra los muyahidines, ¿por qué lucháis contra la gente de Mosul?", pregunta Cantlie y añade: "Los muyahidines no están aquí (en la ciudad), sino en los frentes de batalla a muchos kilómetros de aquí". Según el británico, los cuatro puentes de Mosul han sido destruidos y solo queda uno que puede ser usado por los habitantes, además de escasear el agua y no haber electricidad debido a los bombardeos. "Pero los musulmanes son fuertes y dicen alhamdulilah (gracias a dios)", añade. Además, Cantlie entrevista a algunos habitantes de la ciudad, que critican la situación en Mosul por los bombardeos de "la coalición cruzada". El rehén apareció los pasados 13 de julio y 19 de marzo en vídeos similares, también grabados en Mosul, en los que denunció el riesgo que conlleva para los civiles los ataques contra el principal bastión del EI en Irak. El que fuera periodista "freelance" está en manos del EI desde noviembre de 2012 y ha protagonizado varios vídeos propagandísticos realizados en diferentes localidades conquistadas por los yihadistas, siempre en el papel de reportero. Las fuerzas iraquíes y kurdas lanzaron una gran ofensiva para expulsar al EI de Mosul el pasado 17 de octubre y desde entonces la coalición internacional y la aviación iraquí bombardean intensamente la urbe.
El jefe del Comité de Seguridad del Parlamento provincial de Nínive, Mohamed Ibrahim al Bayati, dijo a Efe que el ataque fue lanzado por un grupo de más de 200 combatientes que atravesaron el río Tigris en pequeñas barcas por la zona de Kanaus, desde donde se dirigieron hacia Al Qayara. Los combatientes yihadistas se enfrentaron a las fuerzas de la policía local y de la milicia progubernamental Multitud de los Clanes, compuesta por árabes-suníes de la región. Según Al Bayati, los choques fueron muy intensos y se prolongaron más de cuatro horas. Durante la batalla, varios suicidas lograron atravesar las líneas iraquíes e irrumpir en un cuartel de la seguridad donde hicieron detonar las cargas explosivas que llevaban adosadas. En el ataque tres policías murieron, entre ellos el coronel Muyabal al Yaburi, del octavo regimiento de la Policía local de Nínive y otros tres agentes resultaron gravemente heridos. Al Bayati explicó que las fuerzas iraquíes no contaron con cobertura aérea para detener el ataque, y agregó que finalmente lograron frustrarlo gracias a la llegada de un gran número de refuerzos de la Policía Federal, la fuerza de combate del Ministerio de Interior. En los choques, once combatientes del EI fueron capturados. El Estado Islámico intenta infructuosamente detener el avance de las fuerzas iraquíes, que el pasado 17 de octubre comenzaron la operación para liberar Mosul, la "capital" de los yihadistas en Irak. Desde entonces, su avance ha sido lento pero continuo, especialmente en el frente oriental, por donde ya han logrado irrumpir en varios barrios del interior de la ciudad.
La tumba fue encontrada en la zona de Hamam al Alil, una posición clave ubicada a unos 15 kilómetros de Mosul, segunda ciudad iraquí en manos de los yihadistas del Estado Islámico (EI) desde junio de 2014. "La policía federal descubrió una fosa común al oeste de Hamam al Alil en una escuela agrícola", informó la policía iraquí en un comunicado, sin dar más detalles. El comando conjunto de operaciones indicó que en la escuela "las fuerzas iraquíes habían encontrado (...) 100 cuerpos de ciudadanos cuyas cabezas habían sido decapitadas" y que van a desplegar a personal especializado para la investigación. Esta zona, forma parte de los territorios que logró controlar el EI en la ofensiva relámpago que lanzó en 2014, con la que se hizo con grandes extensiones en el noroeste de Irak, desde donde proclamó un califato con capital en Raqa, que incluye también territorios en Siria. En los territorios dominados por el grupo están documentadas muchas atrocidades, difundidas por internet por el mismo grupo para alentar a sus simpatizantes. Sin embargo, el número de víctimas que yacen en esta fosa podría ser inferior a la centena, ya que a menudo cuando las autoridades iraquíes anuncian el hallazgo de cadáveres, las primeras cifras son algo exageradas. En Mosul, los yihadistas están asediados por el noreste por las fuerzas kurdas iraquíes, los peshmergas. Ahora se suma una ofensiva por el
Las tropas gubernamentales y las kurdas "peshmergas" establecieron más controles en las carreteras que salen y llevan a la urbe, tal y como pudo constatar EFE. Mohamed al Musali, uno de los dirigentes de los llamados Caballeros de Mosul, grupos de vecinos armados que resisten al EI en el interior de la ciudad, dijo a EFE que algunos yihadistas habían conseguido salir de Mosul en medio de los desplazados que abandonan la ciudad por los combates. Según Al Musali, hay informaciones de que esos combatientes consiguieron llegar al campo de desplazados de Al Jazer, al este de Mosul, donde actualmente se hospedan miles de civiles procedentes de la ciudad y las áreas circundantes. Mientras, en el interior de la urbe, las fuerzas iraquíes tratan de asegurarse el control de los barrios orientales en los que penetraron esta semana, donde todavía hay riesgo de que se infiltren terroristas, que se retiraron en un primer momento ante el avance de las tropas. Los medios de comunicación no pudieron acceder hoy al distrito de Kukyeli, en el extremo este de Mosul y en el que irrumpieron las tropas el pasado martes, debido a que todavía no es seguro, según constató EFE. Las tropas iraquíes y las kurdas "peshmergas" iniciaron el pasado día 17 de octubre la campaña militar para expulsar al EI de Mosul y los territorios que aún controla en la provincia de Nínive, de la que la urbe es capital.
"Hoy el Estado Islámico libra una gran yihad (guerra santa) que solo aumenta nuestra fe", dijo Al Bagdadi en un audio de 31 minutos publicado en foros yihadistas, el primero en un año que difunde y cuya autenticidad no pudo ser comprobada. El autodeclarado califa, que se cree continúa en Mosul y al que varias veces se ha dado por muerto o herido, subrayó que "conservar el territorio con honor es mil veces más fácil que retirarse en la vergüenza". "Esta guerra es vuestra guerra", insistió Al Bagdadi, quien urgió a convertir la vida de sus enemigos en un infierno: "Conviertan su sangre en ríos", dijo. Durante su alocución, el líder yihadista lanzó un mensaje a los suníes de Irak, la misma rama del islam de su grupo, a los que pidió que renuncien a "sus partidos y dirigentes" y se unan al EI. "Los suníes de Irak aún están como espectadores y silenciosos pese al maltrato y la humillación que sufren del Gobierno chií", lamentó Al Bagdadi, en un intento de ganar más adeptos a sus filas. También se dirigió a los musulmanes de países de Asia, Oriente Medio y África en los que hay actividad yihadista, asegurando que ellos son "la base del islam" y alabando que "sorprendieron a los infieles con su yihad". Al Bagdadi no olvidó lanzar sus dardos contra Occidente, en concreto Europa, a la que calificó de "cuna de los cruzados" y acusó de intentar "invadir la tierra del islam y los musulmanes". El máximo dirigente del EI ha difundido pocos mensajes desde que proclamara en junio de 2014 un califato en los territorios bajo el control de su grupo en Irak y Siria. En diciembre de 2015, Al Bagdadi amenazó a Israel, al que advirtió de que sus combatientes se están acercando: "No vais a sentir tranquilidad en Palestina jamás, y Palestina no va a ser vuestra tierra ni vuestra casa", subrayó. Meses antes, en mayo de ese año, aseguró en otro audio que "el islam es la religión de la guerra" y no de la paz, incidiendo en que la guerra actual no es del EI sino de "todos los musulmanes". Destacado fue asimismo su mensaje de noviembre de 2014, cuando aceptó la adhesión de otros grupos extremistas de Arabia Saudí, Yemen, Egipto, Libia y Argelia, y anunció la expansión de su califato a estos países. Su primera aparición pública fue a principio de julio de 2014 en Mosul, donde durante el rezo del viernes en una mezquita urgió a continuar con la yihad. La campaña militar para arrebatar al EI Mosul y los territorios que aún controla en la provincia de Nínive fue lanzada el pasado 17 de octubre por las tropas iraquíes y las kurdas "peshmergas", y recientemente se sumaron a la batalla la milicia chií Multitud Popular.EFE
Uno de los dirigentes de los llamados Caballeros de Mosul, los grupos de vecinos armados que resisten al EI en el interior de la ciudad, Mohamed al Musali, explicó a EFE por teléfono que las víctimas eran antiguos efectivos de las fuerzas de seguridad. Estos jóvenes habían no obstante mostrado su "arrepentimiento" ante el EI por su anterior profesión, lo que no evitó ahora su ejecución, como ocurrió también el pasado 27 de octubre con otro medio centenar de antiguos uniformados. El grupo extremista pidió hoy a los residentes de los barrios de Al Jadraa, Al Samah, Al Karama y Al Qudis, que acudieran al colegio Meca, situado en el primero de los distritos, con sus pertenencias y documentos de identidad. Según Al Musali, los yihadistas amenazaron con atacar las casas de aquellos que no respondieran a la llamada, realizada desde los altavoces de las mezquitas. Cientos de jóvenes se dirigieron por este motivo al colegio Meca de Al Jadraa, en cuyo patio fue perpetrada la ejecución extrajudicial. Las fuerzas de seguridad iraquíes han pedido por su parte a los habitantes de los barrios orientales que permanezcan en sus hogares y no hagan caso a los llamamientos del EI. Acorralados por el avance de la ofensiva militar contra Mosul, los yihadistas han incrementando en las últimas semanas el asesinato de civiles y de antiguos miembros de las fuerzas de seguridad. El pasado 26 de octubre, el Comité de Derechos Humanos del Parlamento iraquí reveló que los radicales ejecutaron a un total de 232 civiles en la zona de Hamam al Alil y en la localidad Al Arich, al sur de Mosul. La campaña militar para arrebatar al EI Mosul y los territorios que aún controla en la provincia de Nínive fue lanzada el pasado día 17 por las tropas iraquíes y las kurdas "peshmergas", y recientemente se sumaron a la batalla las milicias chiíes Multitud Popular. Ayer, las fuerzas iraquíes irrumpieron en Mosul desde el frente oriental, y se situaron en el barrio periférico de Kukyeli, considerado la puerta de entrada a la "capital" del EI en Irak.