Según información del diario italiano ‘La Stampa’, el exnuncio apostólico en Colombia Ettore Balestrero enfrenta una investigación por presunto lavado de activos.De acuerdo con la publicación, en la época en que Balestrero era nuncio en Bogotá hizo una donación a su hermano Guido que, según la Fiscalía de la ciudad de Génova, en realidad era una operación a gran escala de contrabando de carne, que equivaldría a 4 millones de dólares.El diario explica que, a finales de la década de 1990, el padre y hermano de Balestrero quisieron importar carne argentina a Italia pasando el cargamento por España, pero el cargamento superaba los límites establecidos, por lo que, para conseguir su objetivo, habrían sobornado a funcionarios para obtener las licencias necesarias.Las ganancias fueron ocultadas en un paraíso fiscal como Islas Vírgenes británicas y Balestrero sería beneficiario de dichas operaciones.
A cuatro días de la llegada del papa Francisco a Colombia, monseñor Ettore Balestrero, nuncio apostólico en Colombia, reveló en diálogo con El Radar algunos de los temas que podría tratar el sumo pontífice en su visita al país, entre el 6 y 10 de septiembre. Balestreto explicó que ‘Demos el primer paso’, slogan oficial de la visita del Papa, significa dar el primer paso hacia Dios, “porque Dios no está lejos del pueblo colombiano, Dios está cerca de cada uno (…) Y segundo, un paso hacia los demás, porque un paso hacia Dios es un paso hacia los demás. Significa mirarnos con ojos nuevos, ojos de esperanza, con el deseo de construir juntos una realidad nueva”. Señaló que Francisco hablará a los colombianos de temas fundamentales, “como el tema de la verdad y la justicia para mostrarnos, y subrayar que no es cristiana una verdad sin la justicia porque sería una verdad que no tiene en cuenta la realidad existencial de cada persona”. Lea también: Los otros papas que visitaron a Colombia “No es cristiana una verdad sin la misericordia, pero tampoco es cristiana una misericordia sin la verdad, porque cada persona tiene dignidad para buscar y conocer la verdad. El papa nos hablará de este equilibrio entre las dos”, añadió. Balestrero señaló también que el “papa nos hablará de paz, pero la paz del papa es espiritual, religiosa. El viene aquí como un peregrino de reconciliación, esperanza y fe. Para un cristiano la paz es un don de Dios y la plenitud de la paz es Cristo”. “Significa que la paz va más allá del proceso de paz, es un anhelo común de todos y el papa hablará a todos para que este sea un anhelo que se pueda realizar”. Monseñor hizo un llamado a “acabar con la cultura de la trampa, hay que acabar con la inequidad, hay que dar oportunidad de educación (…) Hay que mirar a los otros con ojos de esperanza porque es solo el bien el que nos hace cambiar”. En ese sentido, no descartó que el papa se pueda “referir a la corrupción en Colombia. Todo lo que es contrario a la verdad, a la transparencia, para el papa es corrupción”. Explicó que “la corrupción es hipocresía, es como un cáncer que carcome la sociedad, y para el papa la corrupción no es un acto, es un estado personal y un estado social. Donde la vida se acaba allá hay corrupción”. “Algo que está muy en su corazón es que el pecador puede pecar, pero se puede arrepentir porque se da cuenta que se equivocó. Generalmente el corrupto está muy satisfecho con él mismo y que lo ha hecho bien, entonces le sale mucho más difícil (…) El papa va a animar a todos a tener una cultura de la trasparencia y a creer que se puede tener un país así, finalizó Balestrero.
A su llegada a Mocoa, el nuncio apostólico, monseñor Ettore Balestrero, compartió un mensaje de aliento que el papa Francisco envió a las víctimas de la tragedia que golpeó a la capital del Putumayo y que de momento deja 306 fallecidos. “El papa, vivamente apenado al conocer la dolorosa noticia de la avalancha por las fuertes lluvias en la zona de Mocoa que ha ocasionado numerosas víctimas, heridos y desaparecidos, ofrece sufragio por el eterno descanso de los difuntos”, leyó Balestrero. Asimismo, el papa transmitió “su sentido pésame a los familiares de los fallecidos junto con expresiones de consuelo (…) y deseo de pronto restablecimiento de los heridos, y de cuantos se han visto afectados por estas dramáticas circunstancias”. La carta enviada por el sumo pontífice, que visitará el país el próximo mes de septiembre, finaliza de la siguiente manera: “Con estos sentimientos, el papa Francisco, mientras pide al Señor que sostenga el ánimo de las autoridades y de cuantos están colaborando en los trabajos de socorro, imparte a todos los hijos de ese amado pueblo y de la nación, la bendición apostólica”.