El Concejo de Medellín reveló un preocupante panorama, en el que indicó que, de los 785 menores de edad que viven en las calles de Medellín, el 58 % son niños y el 42 % niñas. Además, la Unidad de Niñez de Medellín ha atendido a 109 menores de edad en situación de mendicidad.En medio de la plenaria, los concejales expusieron que las acciones no han sido las suficientes para poder acabar con esta problemática. La concejal Camila Gaviria fue una de las funcionarias que se refirió sobre la situación actual de estos menores, e indicó que la cobertura de parte del ICBF, al parecer, ha disminuido."El ICBF ha disminuido esa cobertura que tiene en la ciudad de Medellín y es evidente. Vemos que los niños están en riesgo y somos nosotros los que tenemos que alzar la voz por ellos. No queremos llegar a más acuerdos, queremos acción, queremos que los niños de Medellín ya no estén en la calle, no necesitamos y no queremos verlos más ahí, ni en condición de mendicidad con sus padres", explicó la concejal.Blu Radio consultó con Sandra Sánchez, secretaria de Inclusión Social y Familia, quien explicó lo que significa que estos niños, niñas y adolescentes estén en situación de y en calle.“Es muy importante precisar que para el Distrito de Medellín cualquier aparición de una niña niño adolescente en el contexto de calle representa una alerta. Teniendo en cuenta si es una persona mayor de 18 años podemos hablar de la situación de y en calle, en donde la situación de calle está marcada porque llevan muchísimos años viviendo en la calle, habitando la calle, en donde el deterioro es muy marcado, se ve este deterioro a nivel mental, a nivel físico", explicó la funcionaria."Normalmente, son personas que llevan más de 5 años habitando la calle con una periodicidad constante en donde realmente todo el tema del consumo de sustancias psicoactivas, todo el tema de situaciones de trastorno mental, de alguna discapacidad mental, psicosocial, de alguna situación de conducta es lo que marca este patrón de estas personas y realmente se ve el deterioro”, añadió.“Cuando hablamos de las personas en situación en calle es porque todavía mantienen alguna red vincular, alguna red familiar que les permite de una u otra manera alguna itinerancia con estas redes, son las personas que en algún momento aparecen en sus casas, vuelven a la calle, normalmente está marcado por un tema de consumo de sustancias psicoactivas que los arraigan a buscar alternativas en la calle”, completó.¿Cuál es la situación actual de estos menores?"Es muy importante tener presente que desde el Distrito se han implementado unas estrategias puntuales, territoriales, para que los equipos que se encuentren sobre todo en unas comunas que tenemos identificadas donde pueden representar mayores riesgos para las niñas, niños y adolescentes de Medellín puedan estar haciendo unos recorridos puntuales y activando rutas correspondientes", mencionó la secretaria."De ahí es donde surge una cifra de cerca de 700 niñas y niños y adolescentes, sobre todo identificados en la Comuna 10, en la Comuna 11, en la Comuna 14, donde con ellos hemos activado rutas de protección. No estamos hablando de una niñez que está en la habitanza, en calle, con un deterioro marcado, sino que están en contextos", añadió."Porque, por ejemplo, pertenecen a la comunidad Emberá Katío, que aún persiste en asuntos como la mendicidad u otras poblaciones que aprovechan este ciclo de edad para exponer a la niñez y a la adolescencia a la calle y aprovecharse de esta etapa para buscar fines económicos y otras situaciones, lo cual no está permitido en el distrito, por lo que a través de diferentes recorridos y activaciones de ruta hemos derivado un poco más de 700 niñas y niños a las diferentes alternativas de protección", completó.Rutas y acciones interpuestas por las autoridades para abordar la problemáticaDebido a esta situación, las autoridades han intensificado acciones en la ciudad, específicamente en las Terminales del Norte y Sur, donde se emprenderá la búsqueda activa de menores de edad en riesgo de vulneración de derechos para activar las rutas pertinentes. El 21 y 23 de diciembre, las acciones estarán centradas en las Terminales del Norte y Sur, respectivamente. Mientras que el 24 de diciembre los esfuerzos se enfocarán en la avenida 33, la carrera 70 y la avenida Regional entre la Universidad de Antioquia y el sector conocido como Mano de Dios. Así mismo, se continuarán redoblando esfuerzos en Provenza, la calle 10 y el Parque Lleras.Adicionalmente, para alegrar la navidad a los menores, el Distrito habilitó un punto de donación de obsequios en la Secretaría de Inclusión Social y Familia, esto con el objetivo de que los turistas y ciudadanos no fomenten la mendicidad infantil a través de regalos o dineros a los niños en semáforos y espacios públicos.“La mendicidad pone en situación de riesgo a nuestras niñas y niños. No debemos hacer entrega de regalos en sitios públicos, en semáforos, en avenidas y en otros lugares de la ciudad”, explicó la subsecretaria de Grupos Poblacionales de la Secretaría de Inclusión Social y Familia, Clara Vélez.Vale la pena recalcar, que se han identificado más 3 mil niños en Medellín con diferentes de vulnerabilidades tanto de mendicidad, como en situaciones de calle y trabajo infantil.
Una red criminal estaría instrumentalizando a mujeres y niños indígenas para pedir dinero en las calles de Medellín. Los menores son traídos desde estas comunidades, incluso en otros departamentos y cada persona llega a recoger hasta 400 mil pesos diariamente.En las calles de Medellín es fácil encontrarse a mujeres indígenas acompañadas de niños en condición de mendicidad. Ubicadas en las zonas más turísticas como Laureles y El Poblado especialmente, utilizando a los menores, en algunos casos bebés, para pedir dinero. Solo en la comuna 14, El Poblado, han identificado al menos 30 puntos donde se está asentando está problemática.El alcalde de Medellín señaló que es una problemática que han identificado dónde estás mujeres instrumentalizan a los niños que a veces ni siquiera son hijos de ellas, sino que son traídos de comunidades indígenas Embera de diferentes regiones del país y se dedican a pedir dinero."Personas de comunidades indígenas, está demostrado, han instrumentalizado a los niños, inclusive recién nacidos en brazos. No pueden seguir expuestos a estar en la calle y que sean utilizados en mendicidad o hasta en cosas peores. Cada que una persona da una moneda está perpetuando esas prácticas", indicó el alcalde Federico Gutiérrez.El mandatario fue enfático en su negativa ante la limosna, señalando que este dinero se ha convertido en una fuente de ingresos para estas personas, lo que hace que traigan más niños para usarlos con este fin.La secretaria de Inclusión Social y Familia, Sandra Sánchez, dijo que estas mujeres Embera estarían detrás de una red criminal que se lucra de la mendicidad y se encarga de llevar a las supuestas madres con los niños a los diferentes puntos donde piden dinero y hasta deben cumplir turnos."En especial es población indígena Embera que se asienta en ciertos puntos e incluso están organizados por turnos en los cuales pueden devengar entre 200 a 400 mil pesos", detalló la funcionaria.En lo que va de este año se han realizado 5 mil recorridos desde la Secretaría de Inclusión Social y Familia de Medellín como parte de la estrategia para atender a los menores de edad cuyos derechos se pueden ver vulnerados y han logrado rescatar de las calles a aproximadamente 800 de ellos.
En el transcurso del año se han realizado 5 mil recorridos desde la Secretaría de Inclusión Social y Familia de Medellín como parte de la estrategia para atender a los menores de edad cuyos derechos se pueden ver vulnerados.Es así como en estos recorridos territoriales que se han adelantado en las diferentes comunas de la ciudad, se han logrado rescatar a aproximadamente 800 niños de los flagelos de la explotación sexual y comercial, el trabajo infantil y en condiciones de mendicidad, abandono y consumo de drogas."Contamos con un equipo profesional experto en la calle, precisamente porque es allí en donde podemos evidenciar las problemáticas, interactuar con las diferentes situaciones y encontrar alternativas rápidas para poder proteger a los niños, niñas y adolescentes", destacó la secretaria de Inclusión Social y Familia, Sandra Sánchez Álvarez.Las comunas en donde más se han rescatado niños en el Distrito son la 14, El Poblado, la 11, Laureles y la 10, La Candelaria, el Centro. En estos sectores hay atención permanente por parte de las gerencias Étnicas y de Diversidades Sexuales e Identidades de Género.
Acciones desplegadas por la Policía Nacional y la Secretaría de Seguridad de Medellín permitieron capturar a una persona que estaría instrumentalizando a menores de edad por medio de la mendicidad en la capital antioqueña.Los hechos ocurrieron en inmediaciones de un semáforo de la carrera 67B con la transversal 51A, cerca al estadio Atanasio Girardot, occidente de la ciudad, donde cámaras de seguridad evidenciaron la forma en que una mujer enviaba a algunos niños que la acompañaban a pedir dinero a transeúntes para que luego le llevaran lo recaudado."Estos menores se le acercaban a los vehículos que transitaban por las calles, los ciudadanos les daban dinero y luego se determina cómo estos menores iban a donde la mujer y le entregaban lo recibido. Fue así como se alertó a la policía, llega al lugar de los hechos y captura a esta mujer", explicó el secretario de Seguridad de la ciudad, Manuel Villa.Alerta por mendicidad de venezolanos en Urabá que no lograron cruzar el Tapón del DariénTras el procedimiento de la Policía de Infancia y Adolescencia que llegó hasta el lugar, los niños fueron llevados al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar para el restablecimiento de sus derechos.
Según Inclusión Social, en tres años, la Alcaldía de Medellín ha tenido 4.000 atenciones a extranjeros que cayeron en la mendicidad. Carlos Calle, director del observatorio de turismo de la Personería, aseguró que solo en 2023 identificaron 40.“Hemos identificado que dentro de las nacionalidades hay: europeos, norteamericanos, centroamericanos y también de otros países de Suramérica”, puntualizó.Rogert Urbina es un vivo testimonio. Llegó desde Venezuela a trabajar como chef, pero la presión laboral lo llevó a la calle del Bronx. Estuvo dos años como habitante de calle.“Yo llegué a consumir varias sustancias, la que más me dio impacto, pues, la que me llevó a mi a la calle fue el bazuco. Eso tiene una proximidad de 1.000 a 1.500 pesos la dosis mínima (…) Yo llegaba a veces a gastarme 60.000, 70.000 pesos en el transcurso de un día completo”, contó Urbina.Pero, detrás de todo este consumo hay todo un negocio montado; una renta ilegal que tiene que ver con turistas, rumba y las drogas. Como lo explicó Fernando Quijano, defensor de los derechos humanos en Medellín, asegurando que “se podría estar hablando de entre 6.000 a 9.000 personas, habitantes de calle (…) Estamos hablando de que la mayoría consumirían drogas y estamos hablando de un promedio de unos 50, 70 mil pesos diarios (…) Eso nos da una proporción de consumo y de dineros que ingresan a las plazas de vicio, estaríamos hablando de unos 300 millones de pesos. Al mes, ustedes podrían hacer cuánto es la proporción”.El Bronx, la avenida de Greiff y los bajos del puente de la minorista; estos tres lugares, ubicados en el centro de Medellín y separados por algunas calles, podrían considerarse como el “Triángulo de las Bermudas”; lugares en los que el abandono, la falta de institucionalidad y, sobre todo, las drogas, literalmente se consumen a los seres humanos.Le puede interesar (“Se jodió el turismo”: el duro reclamo de la chef Leo Espinosa al Gobierno):
Después de recibir atención por parte de la Personería, Secretaría de Salud y Bienestar Familiar, entre otras instituciones, las familias indígenas que protagonizaron la toma, sin precedentes de la Alcaldía de Medellín, fueron trasladadas en vehículos de la Administración Distrital hasta el coliseo Carlos mauro Hoyos mientras se adelantan las mesas de diálogo con las autoridades.Los indígenas, provenientes del alto Andágueda, en el Chocó, buscan, entre otras cosas, que les permitan a las mujeres "trabajar" en compañía de sus niños, además de ser reconocidos como víctimas del conflicto armado."Los acuerdos a los que se llegaron fue de trasladarlos a ellos, a todas las comunidades indígenas, a un coliseo de la ciudad donde estarán mientras se desarrolla la Mesa de Concertación donde está Alcaldía, la Unidad de Víctimas, está Bienestar Familiar y acompaña Procuraduría, Defensoría y Personería como garantes", explicó el personero de Medellín, William Yeffer Vivas.Las solicitudes acerca de albergue, alimentación, ser reconocidos como víctimas del conflicto armado, el retorno a sus territorios y que se cumplan los compromisos que se han pactado antes con ellos en esos aspectos serán varios de los temas que se analizarán con los delegados de las familias indígenas.Según el personero, se espera que durante los próximos días se haga el censo completo de los cerca de 800 indígenas y se llegue a acuerdos con ellos, pero hay un punto en el que ninguna autoridad u organismo de control piensan ceder."Existe una postura por parte de todas las instituciones y es que los niños no pueden ser instrumentalizados. Eso es de los temas que van a ser producto de conversaciones en la mesa de concertación. Aquí siempre hay un interés superior, hay un derecho que requiere y merece toda la atención por parte del Estado, de todas las instituciones y es la protección de los niños y niñas", añadió Vivas.Y es que, según el alcalde de Medellín, detrás de la utilización de los menores indígenas existe una red grande: “Detrás de esto hay unos jefes, unos taitas, unos caciques que son los que los mandan a pedir plata, a bailar hasta altas horas con los extranjeros, los dejan en camionetas de alta gama en varios puntos. Eso no son personas humildes (o) sencillas, sino una red que está utilizando a los menores”, sostuvo Daniel Quintero.Las negociaciones apenas comienzan, pero lo que sí está claro es que por parte de las autoridades el autorizarlos para estar en el espacio público trabajando, vendiendo, bailando o pidiendo dinero con los menores de edad es innegociable.Escuche el podcast Emprender, fallar y triunfar:
Llevando a niños y niñas de las manos y hasta cargados, un grupo de cerca de 800 indígenas se tomó la plaza de la Alpujarra, entró a la fuerza a la Alcaldía de Medellín y destruyeron el hall y las oficinas de los primeros pisos, como acto de protesta ante los constantes operativos de la Administración Distrital para prevenir la mendicidad e instrumentalización de los menores de edad.Ante esta situación, el Cabildo Mayor Indígena Emberá de Medellín emitió un comunicado en el que explica que las familias que protagonizan la incursión que obligó el desalojo del centro administrativo no pertenecen al cabildo urbano de Medellín, que son indígenas que llegan esporádicamente a la ciudad desde sus territorios.En el documento, también explican que estas personas nunca coordinaron sus acciones con el cabildo, por lo que no tenían conocimiento de sus planes.Del mismo modo, rechazan el empleo de la fuerza por parte de las autoridades e instan al diálogo que permita que las autoridades escuchen las necesidades de los pueblos indígenas desde sus territorios, tal como lo ha expresado la Corte Constitucional.Escuche el podcast Emprender, fallar y triunfar:
Turistas, comerciantes y empleados de Provenza y Parque Lleras en Medellín insisten en que persiste la mendicidad de comunidades indígenas, con menores de edad, a pesar de los operativos adelantados por las autoridades.Aunque en las últimas horas la Alcaldía de Medellín, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y la Policía Nacional han hecho operativos la comunidad, los turistas y los comerciantes de la zona exclusiva de la ciudad advierten que por cada esquina o aceras que se pase, se observa una mujer indígena con un niño en brazos con fines lucrativos, por lo que advierten que la problemática está lejos de terminar, según relató Marcela Velázquez, una de las comerciantes del sector.“La verdad todos los días es frecuente ver a las indígenas pidiendo con los niños, a los venezolanos, eso se ve sobre todo con los extranjeros por acá pidiendo plata”, relató.Gloria Garzón, turista bogotana que está de visita por la ciudad también ha sido testigo de la problemática: “Pues si, muchos niños en las calles con su mamá, están viviendo, durmiendo y los por ahí en abandono”.En el último operativo realizado para combatir y controlar la mendicidad, el equipo interdisciplinario identificó un total de 26 menores de edad en posible estado de vulneración, varios de ellos pertenecientes a la población indígena que frecuenta El Poblado.Ante estos resultados, el alcalde de Medellín, Daniel Quintero fue enfático en catalogar el uso de los menores de edad para pedir dinero como un delito.“Las personas que utilicen niños para pedir plata eso es instrumentalización de menores, esos niños que deberían estar en los colegios y que estas personas así sean indígenas los utilizan para pedir plata, deben pasar a buen manejo del Icbf”, aseguró el mandatario local.Por último, el alcalde Quintero pidió a los adultos responsables de estos niños que acaten las normas, incluyendo la que prohíbe la instrumentalización de las niñas, niños y jóvenes.Le puede interesar:
La problemática de mendicidad en Medellín no para y sobretodo, como se evidencia por medio de diferentes videos precisamente de el sector Provenza, porque como dice la canción de la Bichota "nos damo' un rosecito por Provenza, y si la cosa se pone tensa", pues tensa está la situación por esta razón en la comuna 14 - El Poblado.Ante el problema, se estableció un toque de queda con el fin de controlar esta situación y de proteger los derechos de los menores en cuanto a la explotación comercial de niños, niñas y adolescentes, pero, según la Personería, esto no ha dado resultados porque no hay información de fondo sobre esta estrategia en este y otros puntos de la ciudad.Como nada ha funcionado, la preocupación ronda aún más en las personas que visitan o viven cerca a este sector, ya que esta situación no solo la viven un total de 582 indígenas con sus hijos, sino también otras poblaciones, que diariamente se ubican en diferentes puntos de la ciudad. Blu Radio estuvo en las calles hablando con los ciudadanos y esto fue lo que nos dijeron."Es un problema que hay que resolver, es la calidad de vida de muchos niños de personas mayores de distintas personas las que están involucrada", comentó Adriana Muñoz."Desafortunadamente es donde no más personas de este tipo ve", afirmó Simón Pérez."Que operen a todas esas viejas, es que se ponen a tener hijos e hijas y mas hijos, como para producir mas mendicidad", concluyó Mónica Arango.Por otro lado, Carlos Calle, líder del Observatorio de Turismo Personería de Medellín, explicó que la información que les suministra la Secretaría de Seguridad y Convivencia, no coincide con los avistamientos que realizan desde el ente de control."La población indígena inmigrante que en altas horas de la noche están en situación de mendicidad y no vemos controles efectivos por parte de las instituciones encargadas en esta zona", afirmó el líder.Otros sectores afectados son La Candelaria, Guayabal y La América, por lo que según la Personería, las instituciones encargadas deben activar los protocolos de emergencia y control para que la presencia de estas personas sea totalmente regulada y se puedan proteger los derechos de esta población.Le puede interesar: 'Los cuentos de Mabel Cartagena'
Dos hermanas menores de edad de Medellín se escapaban de su casa en la capital antioqueña y viajaban hasta La Ceja, en el oriente Antioquia, donde pedían plata utilizando un bebé falso.La Policía de Infancia y Adolescencia atendió el caso en el que dos menores, entre los 14 y 16 años, estaban pidiendo limosna en diferentes calles del municipio usando un bebe falso, con lo que le hacían creer a los transeúntes que se trataba de uno real que estaba pasando por hambre.Las autoridades pudieron conocer que los menores no eran del municipio, sino que viajaban desde Medellín cada determinado tiempo para realizar este engaño con el muñeco, ya que esta conducta, al parecer, era reiterada y estaban identificados por la comunidad de la ‘Eterna Primavera’ que dio aviso a las autoridades.Paola Andrea Ocampo Pérez, subsecretaria de Familia y Entornos Protectores de La Ceja, explicó cómo fue el proceso con estas dos hermanas que, al parecer, no les falta nada en su hogar en Medellín."En conversaciones con la mamá manifiesta que las menores en la casa no les faltan nada. La Comisaría de Familia procede, entonces, a realizar el proceso o a iniciar el proceso de restablecimiento de derecho de estas dos menores", señaló Pérez.Por otro lado, Sandra Llano, psicóloga de la Comisaría de Familia de La Ceja, afirmó que se dio trámite con la comisaría más cercana para iniciar el restablecimiento de los derechos de las niñas, que viven precisamente en el barrio Moravia de la comuna 4 (Aranjuez) de Medellín.Así mismo, la subsecretaria Ocampo solicitó a todos los padres de familia que sean más atentos con sus hijos y que verifiquen cuando salgan de sus casas hacia otros lugares para evitar más situaciones parecidas a esta.Escuche el podcast Emprender, fallar y triunfar: