Continúan las investigaciones para esclarecer el asesinato de la joven universitaria Ana María Castro, hecho que se registró en la madrugada del 5 de marzo de 2020 en Bogotá.Mateo Reyes, uno de los jóvenes que viajaba en el carro con Castro, rompió su silencio y apareció en estrados judiciales donde fue interrogado como testigo y narró como vio caer a la joven sobre calle 80 de la capital del país.Afirma que no sabe por qué terminó esa noche yéndose con ella porque no recuerda mucho de lo que sucedió.“Lo único que se me puede ocurrir por la cabeza es que haya pasado algo con Ana, que me haya besado con ella o algo así, y que por ese motivo me haya tenido que bajar porque no se me ocurre nada por lo cual me dijeron que no podía ir a la casa”, precisó Reyes.El joven, quien se encuentra en Miami, respondió a varios interrogantes por parte de investigadores de la Fiscalía.Ante los cuestionamientos aseguró que los ocupantes del vehículo, en este caso Paul Naranjo y Julián Ortegón, lo obligaron a bajarse del vehículo y que más adelante vio cómo cayó la joven y se golpeó en la cabeza.Investigadores: “¿Con usted no bajaron a la señorita Ana María?”Mateo Reyes (M.R): “No lo recuerdo, lo único que le puedo decir es que cuando el carro arranca la veo caer a ella”Investigadores: “De eso se acuerda? ¿Ella se encontraba de pie, sentada o cómo se encontraba”MR: No sé doctor, yo veo el carro arrancar y la veo a ella caer. No sé decir en qué posición estaba antes de caer.Luego de las preguntas, relató que pidió ayuda a los vehículos que pasaban por el lugar, incluso, precisó que se abalanzó sobre uno de esos carros.MR: “Yo traté de parar a todo el mundo”Investigadores: “¿Se acercó a algún vehículo a pedir ayuda?MR: “Doctora, me tiré a los carros, o sea, sé que en uno no sé si me golpea, pero sé que yo termino en el capó de un vehículo, es decir, solo me acuerdo que terminé recostado sobre un carro pidiendo ayuda”.Ante las preguntas de los abogados defensores de Naranjo y Ortegón, Mateo asegura que no recuerda casi nada de lo que ocurrió esa noche.Escuche el informe completo sobre este caso aquí:
Mateo Reyes, de quién aún no se conoce su paradero, pasó de ser uno de los sospechosos en la muerte de la joven Ana María Castro a convertirse en testigo de la Fiscalía, según reveló Noticias Caracol
Mateo Reyes, uno de los tres jóvenes que se encontraban con Ana María Castro la noche de su muerte y el único que no es investigado por la Fiscalía, solicitó medidas de protección ante las autoridades.Según la Fiscalía, el joven solicitó esta medida por seguridad y fue negada porque no se encontró relación entre el pedido y la muerte de Ana María Castro, pero según el abogado de Mateo Reyes, fue la propia Fiscalía la que ofreció la protección al conocer de las supuestas amenazas.Sin embargo, Mateo Reyes permanece fuera del país mientras se aclaran las amenazas que supuestamente ha recibido. Por otro lado, un juez cuestionó las actuaciones de la Fiscalía en el caso de Castro, pues hizo un llamado para que se sustente mejor su argumento para acusar a Julián Ortegón y a Paul Naranjo de feminicidio.Además cuestionó que la Fiscalía no ha podido demostrar que Naranjo y Ortegón hayan querido ocultar el celular de Ana María Castro y así evadir a la justicia. El próximo 5 de abril, se espera que se defina si se mantiene la medida de aseguramiento contra Julián Ortegón o si se le otorga la libertad.
A un año de la muerte de la joven Ana María Castro, quien habría sido arrojada de un vehículo en Bogotá el 5 de marzo de 2020, su madre, Nidia Romero, la recuerda como una persona soñadora que tenía planes de salir del país.“Quería ser una buena psicóloga y quería salir de Colombia, siempre me decía que me llevaba después”, contó en diálogo con Noticias Caracol.Sobre lo que sucedió aquel trágico día, Romero señaló que aún se mantiene en la lucha por saber lo que pasó y que así, los culpables respondan.“Yo quiero conocer la verdad de lo que pasó con mi hija y que los culpables de su crimen, por su puesto, que paguen”.Ante la pregunta de si Mateo Reyes, Paul Naranjo o Julián Ortegón, implicados e investigados en el caso, se han acercado a ella para darle alguna explicación o pedir perdón por el caso, aseguró que ninguno lo ha hecho.“Yo nunca he hablado con ellos, excepto con uno el día que ella muere, pero no me han buscado. Más que perdón, quisiera conocer la verdad, ojalá de su propia boca, no se puede vivir con una carga como esa toda la vida”, expresó en Noticias Caracol.Nidia Romero agregó que a pesar del sufrimiento y de un año sin concluir la investigación “uno aprende a vivir con ese dolor”.
Mateo Reyes Gómez, el tercer implicado en el caso de Ana María Castro, salió del país el pasado 8 de febrero, según revelaron fuentes cercanas al proceso.De acuerdo con la información entregada, Mateo Reyes viajó a Miami y, hasta el momento, no se tiene registro de su regreso al país.Mateo Reyes es el hombre que, al parecer, iba en la parte trasera del vehículo con Ana María Castro.Por el caso ya han sido judicializados Paul Naranjo y Julián Ortegón por el delito de feminicidio.Hasta el momento, Mateo Reyes no tiene requerimiento judicial, pero ya se cuestiona su salida del país.El pasado 1 de febrero BLU Radio conoció la primera entrevista que rindió en la Fiscalía Mateo Reyes, uno de los tres acompañantes de la joven Ana María Castro el día que perdió la vida y hoy testigo de los hechos.Según su relato, la joven se habría bajado con él de la camioneta KIA negra, sobre la calle 80, y, al parecer, en el arranque del auto se habría caído y golpeado en la cabeza.Mateo Reyes aseguró que estaban en un establecimiento comercial en la 116, en el norte de Bogotá, que habían tomado whisky, aguardiente y cerveza y que los amigos de Ana María, Paul Naranjo y Julián Ortegón, a quienes no conocía, dijeron que fueran a la casa de “no sé quién”, dijo el joven. Según la Fiscalía, habrían quedado de ir a la casa de Ortegón, en el sector de Pontevedra.Mateo Reyes recalcó que “se sentía muy mal y no se acuerda de la salida del bar”.Sin embargo, relató que él sí estuvo en el momento en el que Ana María cayó al suelo y se golpeó en la cabeza.
Mateo Reyes Gómez , Paul Naranjo Calvo y Julián Ortegón Mosquera fueron las últimas personas que vieron con vida a la joven Ana María Castro , el 4 de marzo del año pasado, tras salir de un bar ubicado en el norte de Bogotá. Estas son las versiones entregadas a las autoridades por los implicados en el hecho.
Mateo Reyes Gómez, Paul Naranjo Calvo y Julián Ortegón Mosquera fueron las últimas personas que vieron con vida a la joven Ana María Castro, el 4 de marzo del año pasado, tras salir de un bar ubicado en el norte de Bogotá.Aunque se han conocido múltiples versiones de lo que supuestamente sucedió esa noche, y que han sido reveladas por el programa Séptimo Día, se conocieron las declaraciones que los tres jóvenes dieron a los investigadores del CTI que coinciden en varios aspectos, pero difieren en otros.El primero en dar su versión fue Mateo Reyes, el joven universitario de 24 años, que cursaba decimo semestre para la época y contó que conocía a Ana María hace un año y solo eran amigos de fiesta.Según Mateo, él fue el que invitó a Ana María Castro por WhatsApp a tomar unas cervezas ese día y se encontraron en el lugar conocido como zona 116 hacia las 6:00 de la tarde, en donde estuvieron hasta las 8:30 de la noche, momento en el que se trasladaron a un bar conocido como 'El Chupe' y después se encontraron con Paul Naranjo y Julián Ortegón.De acuerdo con la versión del universitario, no recuerda muy bien lo que sucedió debido a que habían ingerido mucho licor, pero sí recuerda haber subido a la camioneta de Paul Naranjo, de la que, según él, fue bajado en la calle 80.En la versión de Paul Naranjo, hacia las 11:00 de la noche entró con Julián Ortegón al bar conocido como 'Cantina' y al ver el comportamiento de Ana María con Mateo decide irse. Sin embargo, algo lo hace cambiar su decisión."Vi que Ana María como que quería irse y Mateo la halaba, no sé si estaban discutiendo, pero vi eso, yo le dije a Julián que se bajara y que le dijera Ana María que si la acercábamos a la casa para no dejarla por ahí volando (...) Yo le pregunté a Ana María que qué era lo que quería y ella me dijo que quería seguir tomando", afirmó Naranjo.Paul les dijo a los investigadores que ante la petición de Ana María se bajaron del vehículo y volvieron a ingresa a uno de los bares de la 116, primero ingresa Mateo y Ana María, mientras él sacaba nuevamente la tarjeta del parqueadero y siguen tomando por algunas horas más.Cuando salen de los bares de la 116, Mateo Reyes les propone venir a este sitio conocido como 'Secret' para seguir tomando, según Paul. Sin embargo, no quisieron ir porque supuestamente Julián Ortegón no tenía más dinero y prefirieron ir a la casa de Julián y seguir tomando.Tanto Julián Ortegón como Paul Naranjo coinciden en que iban camino a la casa de Julián para seguir tomando, pero que por el comportamiento de Mateo y Ana María al interior de la camioneta les piden bajarse insistentemente.Julián Ortegón también le contó a la Fiscalía que habría evidenciado una pelea entre Mateo Reyes con Ana María a la salida de uno de los bares y dijo que, al parecer, el universitario habría tenido algún comportamiento agresivo con la joven. Sin embargo, esto todavía es objeto de investigación de las autoridades.
La vicepresidenta Marta Lucía Ramírez hizo referencia al caso de la joven Ana María Castro a través de su cuenta de Twitter en la que arremetió contra los tres jóvenes implicados y los bares en los que estuvieron los jóvenes.Ramírez aseguró que “es evidente” que había mala intención de parte de Paul Naranjo, Mateo Reyes y Julián Ortegón.Agregó que bares “como Cantina y El Chupe tienen también responsabilidad”.Ana María Castro murió el pasado 5 de marzo de 2020 en extrañas circunstancias.Según la narración del fiscal del caso, los hechos ocurrieron entre 1:30 y la 1:45 de la mañana del 5 de marzo, en la calle 80 con carrera 69, en el occidente de Bogotá.“Cuando la joven Ana María Castro, de 21 años, que se encontraba en alto grado de alicoramiento fue privada de su libertad de locomoción y golpeada al interior de un vehículo tipo camioneta, Kia Sportage, color negro, posteriormente arrojada en vía pública donde sufrió politraumatismo, lo cual dio lugar a que su causa principal de muerte fuera por trauma craneoencefálico, falleciendo en el hospital Simón Bolívar”, dijo el fiscal.Por el caso, Paul Naranjo y Julián Ortegón están imputados con el delito de feminicidio agravado.
Se trata de las declaraciones de Jhoan Sebastián Sánchez y Maira Ariza, los dos uniformados de la Policía que llegaron a atender la escena del crimen de Ana María Castro, ese 5 de marzo del 2020.Según el patrullero Sánchez, cuando llegaron al lugar de los hechos encontraron a una persona en “alto grado de exaltación”, quién sería Mateo Reyes.Dijo que de inmediato brindó los primeros auxilios a Ana María Castro, que estaba tirada en la vía pública y con gran cantidad de sangre que salía por el oído izquierdo y por la boca. En ese momento, como le dijeron que se trató de un accidente de tránsito, el patrullero decidió no intervenir o tocarla más.El uniformado narró que en ese momento Ana María tenía los ojos entreabiertos y respiraba con gran dificultad, por lo tanto, solicitó por radio un vehículo policial para hacer el traslado, el cual llegó en tres minutos, pero en seguida llegó una ambulancia.El patrullero dijo que cuando levantaron a Ana María para montarla a la camilla, vieron “un lago hemático abundante”.Además, los dos patrulleros coinciden en que Mateo Reyes, al ser entrevistado, cambió varias veces la versión de los hechos.Al parecer, Reyes dijo que él venía en otro vehículo y que por la ventanilla observó cuando Ana María se bajó de un vehículo oscuro se agarró de la ventanilla y que el vehículo arrancó y ella se cayó. También que inicialmente le preguntaron si la conocía y decía que sí, pero que otras veces decía que no.Luego, Reyes cambió su testimonio y dijo que iban en tres vehículos de Uber “a rematar” en el apartamento de un amigo y que había conocido a Ana María en el lugar en el que se encontraban en el norte de Bogotá.Ambas versiones serían falsas teniendo en cuenta que, según la investigación, iba en el mismo automóvil. Incluso, en una declaración formal ante la Fiscalía, Reyes dio su versión final y explicó que sí iba en el mismo vehículo.Dice el patrullero que, en ese momento, Reyes estaba en alto grado de embriaguez, que estaba nervioso, en descontento por la llegada tarde de la ambulancia, que manifestaba controversias y que tenía base de maquillaje en la cara.Otra de las declaraciones que vale la pena resaltar es la de Nidia Romero, madre de Ana María Castro, quien cuenta que su hija estaba diagnosticada con depresión y ansiedad y que tomaba un medicamento psiquiátrico. Incluso que Ana María, supuestamente, le dijo que Mateo Reyes, hoy testigo de la Fiscalía de los hechos, era distribuidor de drogas.Estos son algunos de los testimonios que reposan en las 196 páginas que tiene el expediente de Ana María Castro y que están en poder de BLU Radio, con los cuales, la Fiscalía intenta probar su teoría de que Paul Naranjo y Julián Ortegón serían los responsables del feminicidio de la joven.