El caso de Sara Sharif, una niña anglopakistaní de 10 años que falleció en 2023 como resultado de maltratos brutales, ha causado conmoción en la sociedad británica. La reciente condena a cadena perpetua de su padre, Urfan Sharif, y de su madrastra, Beinash Batool, generó un intenso debate sobre la protección de los menores y el papel de los servicios sociales en evitar tragedias como esta. Detalles del caso: una tortura sistemáticaEl 10 de agosto de 2023, el cuerpo de Sara Sharif fue encontrado en su hogar familiar en Woking, Inglaterra. El hallazgo ocurrió después de que su padre, Urfan Sharif, huyera a Pakistán con su pareja y sus otros cinco hijos, y llamara a la policía británica desde Islamabad, confesando haber golpeado "demasiado" a su hija. La autopsia reveló una serie de hallazgos escalofriantes:25 fracturas distribuidas en diferentes partes del cuerpo, causadas por golpes violentos y repetidos.70 marcas de heridas y golpes, evidencias de un abuso sistemático.Un historial de maltratos prolongados, descritos por el juez como "viles" y comparables a la torturaSentencias ejemplaresEl Tribunal Penal Central de Inglaterra y Gales, conocido como Old Bailey, condenó a cadena perpetua a los principales responsables:Urfan Sharif, de 43 años, no podrá solicitar libertad condicional antes de cumplir 40 años en prisión.Beinash Batoo, de 30 años, deberá pasar al menos 33 años tras las rejas.Faisal Malik, hermano del padre y cómplice en el crimen, fue sentenciado a 16 años por su papel en facilitar la muerte de Sara.El juicio, seguido con gran atención mediática, expuso la brutalidad de los actos cometidos y la negligencia sistemática que permitió que ocurrieran.El fracaso de los servicios socialesUno de los aspectos más alarmantes de este caso fue el evidente fracaso de los servicios sociales y educativos para identificar y actuar ante las señales de abuso: En 2019, la custodia de Sara fue transferida de su madre biológica, Olga, a su padre, a pesar de antecedentes de comportamientos preocupantes.La escuela de la niña había emitido varios reportes sobre posibles señales de maltrato, que aparentemente no fueron investigados a fondo.Este caso subraya la necesidad urgente de reformar los sistemas de protección infantil para garantizar que ninguna advertencia pase desapercibida.Repercusiones y medidas futurasEl impacto de este caso ha llevado al gobierno británico a comprometerse con la presentación de un proyecto de ley que refuerce la protección de menores en situaciones de riesgo. Entre las medidas propuestas se incluyen:Revisión de los procesos de custodia para priorizar la seguridad del menor.Mayor supervisión de los servicios sociales para garantizar respuestas rápidas y efectivas ante señales de peligro.Capacitación obligatoria para educadores y trabajadores sociales en la detección de abusos.
Por haber dicho una mala palabra, una madre en Soledad, Atlántico, decidió aplicar un radical castigo a su hija de cuatro años, a quien dejó llorando en su habitación. El llanto alertó a una tía de la mujer, quien al preguntar a su sobrina por lo sucedido, escuchó una dolorosa confesión: "Quemé a la niña... para asustarla". La tía, sorprendida por lo que había escuchado, buscó a la menor y le observó varias lesiones en su piel. "La niña me dijo que la mamá la había quemado con una cuchara. Me llené de ira y llamé a la Policía", contó Martha, mientras espera a las afueras de un hospital por la recuperación de la niña. Cuando los uniformados llegaron tras el llamado de Martha, notaron las múltiples heridas que tenía la niña en diferentes partes del cuerpo. Al entrevistarla, conocieron que se trataba de lesiones causadas con una cuchara de metal caliente, la cual su misma madre habría puesto en contacto con su piel. "La menor fue trasladada a un centro asistencial donde, de acuerdo con el parte médico, es atendida por quemaduras de segundo grado en su rostro, mano y brazo izquierdo. Unidades del Grupo de Infancia y Adolescencia iniciaron las investigaciones correspondientes y pusieron en conocimiento del caso a la Comisaría de Familia", indicó la Policía en un comunicado. De inmediato, la menor fue resguardada por los uniformados, quienes pidieron la intervención del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, mientras que la madre fue capturada por el delito de violencia intrafamiliar. Sobre la madre se sabe que es una ciudadana venezolana, quien llevaba varios años viviendo en Colombia, quien había incurrido en el pasado en maltrato intrafamiliar con sus dos hijos, por lo que había sido reprendida por sus familiares, quienes le advertían que iban a llamar a la Policía. Además, por los hechos le fue retirada la custodia a la mujer sobre otro menor, que sería hermano de la víctima de quemaduras, para luego ambos ser puestos bajo un hogar sustituto. Mientras tanto, la agresora aguarda por su judicialización.
Después de casi 4 años, las autoridades condenaron a una mujer de 25 años por los hechos ocurridos en 2019, cuando llevó a su hija de urgencias a un hospital de Medellín, donde ofreció diversas versiones sobre el crìtico estado de salud que tenía la menor y los hematomas que reportaba en su cuerpo.Según las investigaciones, a pesar de que la madre fue informada en horas de la tarde sobre el estado de salud de su hija, solo decidió llevarla a un centro asistencial después de las 9 y 30 de la noche, en las pruebas en su contra, también se evidenció que el estado de la menor, se debía a que la niña había sido golpeada brutalmente por parte de su padrastro en una vivienda ubicada en el barrio Belén Miraflores, quien le rompió una costilla, le perforó los intestinos, y le causó diversos traumatismos.Un día después de haber sido ingresada a urgencias y debido a un trauma cerrado de abdomen producido por los múltiples golpes, la menor falleció. Las autoridades, también determinaron que la niña era víctima constante de maltrato por parte de su padrastro de 27 años, pues las investigaciones arrojaron que días antes de estos hechos, la niña fue lanzada contra una motocicleta por este hombre, incidente que le generó heridas en uno de sus ojos. Además, la Fiscalía probó que la menor permanecía casi siempre sola y en pésimas condiciones de higiene.La condena de 37 años y seis meses a esta mujer, también fue impuesta para el padrastro de la menor, el cual era un patrullero de la Policía Nacional.
Este 19 de noviembre, día en que se cumple un año del asesinato del pequeño Samuel Eduardo Cárcamo, de 6 años, en su casa del barrio Ciudadela 20 de julio, sur de Barranquilla, una juez condenó a 45 años y 10 meses de cárcel a su padrastro Elio Enrique Bracho Briceño, quien con sus puños propinó golpes en todo el cuerpo del niño hasta quitarle la vida.Previo a dictar la sentencia, la juez indicó que el dictamen de la médico forense da cuenta que el niño tenía lesiones en todo su cuerpo producto de golpes ocasionados por su padrastro, quien el día de los hechos lo estaba cuidando mientras la madre del menor trabajaba.“Ante pregunta hecha por la Fiscalía, la médico forense resaltó que las únicas partes en las que no se evidenció en el examen externo hallazgo en el cuerpo del menor fue en el cuello y en genitales exteriores, de resto, afirmó, abro comillas: de manera general en la parte externa encontré equimosis, encontré hematomas, escoriaciones y laceraciones, cierro comillas. Dice además que pudo establecer por el aspecto que alguna de esas lesiones algunas no eran recientes”, expresó la togada.La juez resaltó que Elio Braco causó un daño potencial a la madre del niño, a quién también sometía a actos de violencia, incluso a los abuelos del pequeño y a la propia maestra del menor, quienes se culpan por no haberse dado cuenta de lo que ocurría para detenerlo a tiempo.“De los testimonios de cada una de las personas que se escuchó en el juicio oral, se puede fácilmente deducir que no solo fue la muerte del menor, sino también el daño potencial a la mamá que tuvo que irse inclusive de este país precisamente por esos hechos y se sentía amenazada, la profesora del menor que recibió señalamientos porque al parecer no pudo ver el maltrato del que había sido víctima ese niño, las cuidadoras, el abuelo materno que además se dolía de que lo habían aislado y que no pudo hacer nada precisamente por esa situación, todo eso precisamente sustenta ese daño potencial que fue creado”, puntualizó la juez.Los hechos en los que perdió la vida Samuel ocurrieron entre la noche del 18 y la madrugada del 19 de noviembre de 2023 luego de que la mamá del niño saliera a trabajar y lo dejara a solas con Elio, su padrastro.La madre de Samuel afirma que a la 1:00 de la madrugada recibió una llamada de su pareja diciéndole que el niño estaba inconsciente y no reaccionaba. Desesperada llegó a su casa encontrando a Elio con su hijo en brazos. La juez leyó el testimonio de la madre.“Cuando él abre la puerta está el niño en su brazo cargado, mojado, completamente desnudo. El rostro que él tenía no lo puedo olvidar. Le quito al niño de los brazos y me voy corriendo. Bajo las escaleras y yo movía Samu y le decía a Samuel despiértate, levántate, vamos no dejes sola mamá. Cuando llegamos al hospital los doctores en ningún momento me dijeron el niño murió, sino que lo colocan en la camilla y lo arropan completamente. Para mí, expresó la testigo, eso fue entendí todo no hacían falta palabras”, leyó la juez.Entre los testigos de la Fiscalía también estuvieron los abuelos maternos del niño víctima del homicidio. Esos afirmaron que el padrastro del pequeño les prohibió que se acercaran a él y a su propia hija, pues los tenía sometidos.Las declaraciones de la maestra de Samuel también fueron relevantes, pues afirma que un día el menor llegó con una mano inflamada producto de un golpe, que la madre argumentó había sido ocasionado en un parque y que le menor incluso se abstenía de jugar para no ensuciar su uniforme, pues luego su padrastro le pegaba.
El trabajo infantil es uno de los delitos más presentes a nivel nacional y departamental, es por eso que en ciudades como Medellín, donde este flagelo se ha normalizado según la institucionalidad, se realizaron entre enero y septiembre de este año más de 3 mil recorridos en todo territorio para determinar la problemática, donde se identificó a 107 niñas, niños y adolescentes como presuntas víctimas de trabajo infantil, de ellos cinco se encuentran en proceso de restablecimiento de derechos. Así mismo, se identificaron 192 menores de edad en riesgo que han sido direccionados a la oferta institucional.Debido a estas vulneraciones de derechos que se reportaron en la ciudad, la Administración Distrital adelanta diferentes estrategias en el territorio para combatir este delito, como el mejoramiento de las capacidades institucionales y los profesionales para los procesos de prevención, detección y atención de niñas, niños y adolescentes en riesgo o situación de trabajo infantil y la consolidación del foro ‘Estudiamos y Jugamos, No Trabajamos’ con diferentes entidades del país como el Ministerio de Trabajo y el Bienestar Familia. Además, según la directora técnica de la Unidad de Niñez, Paola Andrea Giraldo, en los diferentes recorridos, los puntos de riesgo donde se reporta el trabajo infantil y de cuidado son la Comuna 10, Comuna 14, Comuna 11 y Comuna 5."Encontramos entonces que hay problemáticas como el trabajo infantil que evidenciamos y es la mendicidad, que la vemos en las calles, pero hay otra que está soterrada en este momento que es el trabajo infantil ampliado, donde niños, niñas y adolescentes permanecen al cuidado de adultos mayores, de personas con discapacidad", manifestó la directora.A su vez, la referente nacional del trabajo infantil y alta permanencia en calle del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), Marta Yolanda Bustos, mencionó que es una problemática invisible en la sociedad, donde es complejo que la institucionalidad llegue hasta estos hogares."Es el trabajo infantil, doméstico y de cuidado, que las niñas y las adolescentes mujeres desarrollan al interior de las familias, en su propio hogar, por 15 horas o más. Es una problemática que es invisible porque está al interior de las familias, en el ámbito privado de las familias. Es complejo que las instituciones lleguemos hasta allí para lograrlo visibilizar", recalcó la funcionaria.Desde el Instituto de Bienestar Familiar, se realizó una petición a la ciudadanía y a las entidades públicas para identificar, buscar estrategias y realizar pedagogía en derechos de niños y niñas para abordar esta problemática y reducir estas cifras de trabajo infantil y de cuidado.
Conmocionados amanecieron los habitantes del barrio Las Ferias en Bogotá, por cuenta del asesinato de dos niños de cuatro y siete años a manos de su padre, motivado por el odio contra la madre de los pequeños.Las autoridades detuvieron al hombre, tras quitárselo a los vecinos que los estaban linchando frente a la vivienda donde encontraron los cadáveres de los menores."Dos menores de edad pierden la vida (...) recibimos una llamada, inicialmente por una riña en vía pública, al llegar los policías capturan a una persona que cometió el homicidio de dos menores de edad, de cuatro y siete años", expresó el comandante operativo de la Policía de Bogotá, Pedro Saavedra, a periodistas.El oficial señaló que la Unidad de Laboratorio de Criminalística de la Policía fue al lugar del crimen, perpetrado en el barrio las Ferias, para recoger las pruebas que entregará a la Fiscalía para que investigue el caso.Así amaneció la casa donde se perpetró el atroz crimen contra los dos menoresAnte lo ocurrido, los vecinos de las víctimas salieron a la calle a manifestar su rechazo por el doble filicidio y pedir justicia. "Me duele profundamente la noticia del asesinato de dos niños de 4 y 7 años por parte de su padre. Toda mi solidaridad con la familia. ¿Qué nos pasa como sociedad?", expresó el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, en la red social X.Los vecinos del sector están consternados por el hecho y piden justicia contra el hombre que llegó a su vivienda a asesinar a los menores. Él es Darwin Felipe BeltránLos celos habrían llevado a Darwin Felipe Beltrán, un hombre de 31 años, a asesinar a sus dos hijos en Bogotá. Ocurrió en la tarde de este 28 de octubre, en la localidad de Engativá, en el noroccidente de la ciudad. El hombre, quien tiene antecedentes por hurto y al parecer problemas de drogas, llegó a su casa y les quitó a la vida a sus hijos, una niña y un niño, de 4 y siete años.Beltrán habría cometido el crimen por una supuesta infidelidad de su pareja sentimental, madre de los niños.
Un bebé de seis meses fue rescatado en Bucaramanga tras denuncias de presunto maltrato. La situación, que causó consternación entre la comunidad, fue denunciada a través de redes sociales, donde se acusó a la madre del niño de enviar videos a su expareja en los que maltrataba al menor, aparentemente, como una forma de venganza por el fin de la relación.Según la información difundida en redes, familiares del bebé revelaron que la madre enviaba estos videos exclusivamente por WhatsApp al padre del niño, limitando su visualización a una sola vez. El caso ocurrió en el barrio Villas de Girardot, donde, según la denuncia, la madre habría estado usando al niño como instrumento para infligir dolor emocional a su expareja.El alcalde de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán, se pronunció en la red social X, asegurando que la Alcaldía y la Policía de Infancia y Adolescencia, en colaboración con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), iniciaron las acciones necesarias para identificar el lugar donde se estaban grabando los videos y proceder al rescate del menor."Con nuestros funcionarios de la Alcaldía de Bucaramanga reportamos este caso a la Policía de Infancia y Adolescencia, junto al Bienestar Familiar, para ubicar el lugar exacto donde se grabó el video y proteger la vida del menor", expresó el mandatario local.Horas después, el alcalde confirmó el rescate y la puesta en custodia del bebé."El niño ya se encuentra bajo protección de la Policía de Infancia y Adolescencia y está siendo valorado físicamente para restablecer sus derechos. Agradecemos a los familiares y vecinos del menor que denunciaron a tiempo este caso de maltrato. #ConLosNiñosNo", escribió.Actualmente, el niño se encuentra bajo evaluación médica para determinar su estado físico y emocional, mientras que el ICBF y la Fiscalía iniciarán las investigaciones pertinentes para establecer las responsabilidades del caso y tomar las medidas necesarias que garanticen la protección integral del menor.
La reciente serie de crímenes violentos contra niños en Colombia ha sacudido a la sociedad, despertando profundas reflexiones sobre los males que afectan al país. Esta semana, un nuevo caso estremeció al país cuando se descubrió el asesinato de Alexis Delgado, un niño de dos años en San Cayetano, apenas días después del trágico caso de Sofía Delgado. Ante esta crisis, el psiquiatra forense Gustavo Ballesteros aportó, en entrevista en Sala de Prensa, de Blu Radio, una perspectiva crucial sobre las razones detrás de estos actos y los desafíos que enfrenta la sociedad para proteger a los más vulnerables.“Estos casos son un cáncer de nuestra sociedad”, afirmó el doctor Ballesteros, explicando que el problema trasciende la patología mental. “Es importante entender que la mayoría de los agresores no cumplen criterios para una enfermedad mental. Al pensar que estas atrocidades provienen de una patología, se estigmatiza injustamente a quienes realmente padecen enfermedades mentales”. La aclaración del especialista apunta a que estos criminales no actúan por padecimientos psicológicos, sino por una “maldad construida con múltiples factores”, que no responde a un perfil específico, lo que dificulta su identificación.El análisis de Ballesteros destaca la “impunidad generalizada” como un factor que facilita estos actos. Al respecto, señaló que “estos individuos sienten que, pase lo que pase, pueden quedar cubiertos por la falta de justicia”, señalando que muchos agresores actúan con premeditación, sabiendo que las consecuencias podrían no ser proporcionales a sus crímenes. Esto sucede en parte porque, según el doctor, “aumentar las penas no resuelve el problema de la criminalidad, sino que debemos enfocarnos en reducir la impunidad”.Las redes sociales también juegan un papel crucial en este contexto, tanto positivo como negativo. Mientras estas plataformas permiten que se visibilicen denuncias y se activen procesos judiciales, también ofrecen a estos “monstruos”, como Ballesteros los describe, un espacio para conectarse, compartir material ilegal y fortalecer sus lazos delictivos. “Es fundamental que los padres vigilen el uso de las redes por parte de los menores, dado que los niños, al ser vulnerables, pueden ser fácilmente manipulados en estos entornos digitales”, explicó el psiquiatra.Para Ballesteros, la verdadera solución implica un esfuerzo colectivo de la sociedad y el Estado. Es necesario que el sistema de justicia actúe de manera eficiente, que la sociedad tome conciencia de la importancia de la protección infantil y que las familias se involucren en la vigilancia y el apoyo a sus hijos en el entorno digital. En palabras del doctor Ballesteros: “Estamos en una sociedad enferma; necesitamos un cambio profundo para proteger lo más preciado que tenemos: nuestros niños”.
Este violento hecho ocurrió en el barrio El Picacho, noroccidente de Medellín, donde después de siete llamadas efectuadas por la ciudadanía a la línea 123, la Policía llegó hasta esta zona de la ciudad donde presenciaron la situación en la que este hombre, presuntamente su padrastro, atacó a la menor de 13 años, a quien tenía retenida en esta casa, con un machete en la cara y posteriormente, intentó agredir a los uniformados, quienes lo abatieron en el acto.Según el coronel Javier Castellanos, subcomandante de la Policía Metropolitana, debido al estado de exaltación y agresión del hombre, los uniformados solicitaron apoyo de más patrullas, pero debido a que el señalado intentó agredir a uno de los policías fue abatido en el instante: "Los uniformados solicitan el apoyo de más patrullas para controlar la situación. De repente, el agresor se abalanza contra los policías, quienes en una rápida reacción usaron su arma de dotación para repeler el ataque, lesionando al victimario en pecho, quien fallece en el lugar", explicó el coronel.Por otra parte, según informó Manuel Villa, Secretario de Seguridad de Medellín, la menor logró ser salvada por la Policía, quienes la trasladaron de manera urgente a un centro asistencial."Un sujeto, presuntamente el padrastro de la menor, la tenía retenida y ya la había lesionado con un machete en su rostro. El policía reacciona, neutraliza a este desgraciado y entonces logra así, insisto, salvar la vida de la menor y también salvar la integridad del uniformado. La menor fue llevada a un centro asistencial donde se le prestó toda la atención médica. Luego es dada de alta y en este momento se encuentra en acompañamiento con la Secretaría de Inclusión Social", indicó el secretario.Cabe recalcar que, con este caso, las muertes violentas en Medellín relacionadas con hechos de convivencia ascienden a 61, además, según las autoridades, el 48 % de los homicidios en el Valle de Aburrá son por hechos de intolerancia.
Uno de los crímenes que ha causado más conmoción en Colombia fue el del pequeño Alexis Delgado, de tan solo dos años, quien fue encontrado sin vida en una finca del municipio de San Cayetano, Cundinamarca. Tras el hallazgo del cuerpo del menor, el tío político de Alexis contó una versión de los hechos que, después de conocerse el informe de Medicina Legal, hizo que la primera declaración de la muerte del pequeño quedara prácticamente descartada.Las diferentes versiones de Carlos Steven Herrán, presunto asesino de AlexisEn la primera versión compartida con el gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, el hombre relató que llevó al niño a una zona cercana montado a caballo, actividad que fue autorizada por la tía de Alexis. Sin embargo, señaló que en medio del trayecto, el caballo se desbocó y el menor cayó dos veces, impactándose de manera severa.No obstante, la historia dio un giro cuando el alcalde de San Cayetano, Luis Alejandro Roncancio, reveló una segunda versión entregada por el presunto autor de los hechos. En esa declaración, el acusado afirmó que después de la caída del niño lo había recostado en una cama para que descansara, y que fue durante la noche cuando Alexis falleció. En un aparente momento de desesperación, el hombre habría decidido enterrar el cuerpo en una zona boscosa de la vereda Los Ríos, donde fue hallado dos días después.Por si fuera poco, una tercera versión surgió luego de que la madre del menor mencionara en una entrevista que el hombre también afirmó que el niño había sido secuestrado, en un intento adicional por desviar la atención de las autoridades y eludir su responsabilidad.Sin embargo, estas versiones quedaron atrás luego de que en la tarde de este jueves, 24 de octubre, salieron a la luz el informe de Medicina Legal que reveló lo que en realidad le pasó al menor cuando al parecer se encontraba en compañía de su tío político.Fue así como el documentó reveló signos de estrangulamiento y abuso sexual contra el menor.En una rueda de prensa, el gobernador Rey expresó su indignación y el dolor de la comunidad: "Me entristece contarles que Alexis Ramírez, el niño de tan solo dos años que fue encontrado sin vida en una vereda del municipio de San Cayetano hace tan solo unos días, no murió a causa de los hechos, comentados inicialmente por la presunta caída de un caballo, se pudo establecer, según el informe de Medicina Legal, que el menor tenía marcas de abuso carnal y estrangulamiento en su cuello", afirmó Rey."Carlos Steven Herrán Rodríguez es el culpable de estos hechos. Esta escoria humana será procesada por tortura, homicidio y acceso carnal violento. Necesitamos Colombia penas más severas de manera urgente para este tipo de irresponsables insensatos delincuentes", añadió el gobernador.