El Juzgado 30 Civil del Circuito de Bogotá ordenó al congresista Miguel Polo Polo pedir disculpas públicas a las madres de las víctimas de los falsos positivos, tras una acción de tutela presentada por Daniel David Martínez Avilez y Raymundo Francisco Marenco Boekhoudt. Según el fallo, Polo Polo vulneró derechos fundamentales como el buen nombre, la honra, la dignidad humana y la verdad judicial e histórica, entre otros.Los hechos que llevaron a esta decisión ocurrieron el pasado 6 de noviembre, cuando, durante una manifestación en la Plaza Núñez de Bogotá, Polo Polo arrojó a la basura una obra de arte titulada Mujeres con las botas bien puestas. Esta obra, compuesta por botas que representaban a las víctimas de ejecuciones extrajudiciales, fue interpretada por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) como un acto de odio y estigmatización. En un video que el congresista publicó en sus redes sociales, aseguró que las madres de las víctimas habían sido pagadas para “ensuciar la plaza”. También cuestionó el número de víctimas reportado por la JEP, que asciende a 6.402 entre 2002 y 2008.El fallo del juzgado otorga tres días a Polo Polo para cumplir con varias órdenes: ofrecer disculpas públicas a las madres integrantes de la Asociación Mafapo y al país mediante un medio de comunicación nacional; restituir la obra artística en las mismas condiciones en la Plaza Núñez; y abstenerse de incurrir en conductas similares en el futuro.“Conceder el amparo deprecado (…) contra el congresista Miguel Abraham Polo Polo, por la vulneración de derechos fundamentales al buen nombre, honra, dignidad humana, verdad judicial e histórica, reparación integral, entre otros”, dice la sentencia.Además, se fundamenta en normas de la Constitución colombiana y la Convención Americana sobre Derechos Humanos, garantizando que acciones como las realizadas por el congresista no se repitan.La restitución de la obra y la disculpa pública serán supervisadas por el juzgado, que conminó a Polo Polo a informar sobre el cumplimiento de la decisión judicial.
Un grupo de madres de Soacha llevó al Capitolio de Colombia una serie de botas pintadas, cada una representando a un joven asesinado en los denominados falsos positivos. Esta manifestación fue parte de una invitación hecha por la congresista Dorina Hernández, quien propone modificar la inscripción en el escudo de Colombia. De acuerdo con Jacqueline Castillo, representante de las madres de Soacha, el objetivo es agregar la palabra 'justo' a la frase que actualmente dice 'libertad y orden', resaltando la necesidad de justicia que han clamado durante 16 años.“Nosotros fuimos invitadas y llevar estas botas de la memoria, porque son 16 años que llevamos de lucha y no ha habido justicia total; no ha habido verdad plena, entonces el hacer el cambio y agregar esta palabra de justo que significa justicia, pues era acorde a las reclamaciones que hemos venido haciendo. Por eso fuimos invitadas a ese foro y a la radicación de ese proyecto de la congresista", dijo Castillo en Mañanas Blu.Lo polémica en este evento nació porque Miguel Polo Polo desestimó la importancia de estas botas y botó algunas a la basura.“Bastante triste. Doloroso. Vuelve a revictimizarnos. Le decía: sí, tiene total razón, no son 6.402, son muchos más. Y a todos ellos que siguen negando estos crímenes de Estado, decirles que esta cifra viene de una sumatoria de investigación que hizo la Fiscalía, la Corporación Colombia, Europa, Estados Unidos, el Centro Nacional de Memoria Histórica y la Justicia Especial para la Paz y a todos aquellos interesados, que vayan y busquen todos los reportes que piden direcciones, teléfonos, nombres completos de las víctimas. No podemos seguir negando estos hechos que fueron reales”, agregó.
En el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes y las Madres de Falsos Positivos (Mafapo)presentaron el diseño final de la propuesta ‘Un monumento posible: 6.402 razones para no olvidar', un homenaje a las víctimas de las ejecuciones extrajudiciales.Durante el segundo semestre de este año, las madres participaron en diez laboratorios de investigación y creación con artistas y arquitectos para conceptualizar y diseñar esta obra. El propósito es contribuir a la reparación y dignificación de las víctimas desde una dimensión simbólica, como medida de satisfacción y no repetición.Juan David Correa, ministro de las Culturas, dijo: “si las imágenes han sido formas de poder, hoy tenemos una oportunidad histórica para traer esos símbolos de resistencia. Las nuevas sensibilidades son las que debemos reivindicar, no es un proceso inmediato, las transformaciones suceden a lo largo del tiempo y hoy podemos verlas y pedirles perdón como estado”.El monumento se conceptualiza en torno a los conceptos de camino, vientre, desenterrar, arraigo, desarraigo, memoria y esperanza. Las madres de Mafapo decidieron construir la propuesta a partir del cuerpo de la mujer, del nacimiento y de la relación con sus hijos. Este monumento, pensado como un parque en Soacha, rodeado de árboles y caminos, se concibe como una especie de reserva de la memoria.Vea también
El Estado pidió perdón por uno de los capítulos más oscuros de su historia: los conocidos como "falsos positivos", las ejecuciones extrajudiciales cometidas por el Ejército de jóvenes inocentes que hicieron pasar por guerrilleros para inflar los logros contra la guerrilla de las Farc.Fueron 6.402, según los números de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), pero este martes, en la céntrica Plaza Bolívar de Bogotá, el Gobierno, encabezado por el ministro de Defensa, Iván Velásquez, pidió perdón por 19 falsos positivos cometidos en 2008 en el departamento de Norte de Santander.En medio del acto, que estuvo cargado de sentimientos de dolor, un joven, hijo de un hombre, víctima de falsos positivos, descargó su rabia por la ausencia de su padre, quien fue asesinado a manos de militares.“En el 2006, los perros hps del Ejército, que no tenían que matar a mi papá, son 16 años que no tengo a mi papá y ellos son muy relajados, mataron a una persona que no tenían que matar, no tenían que matar a mi viejo, era lo más importante que tenía en mi vida. No tienen perdón, son asesinos. Que los perdone su madre”, dijo el hombre mientras se dirigía hacia el Ejército.Las palabras el hombre, son prácticamente la imagen del sufrimiento que han vivido las familias de las víctimas de falsos positivos, que manchó a la institución y que a la fecha, piden la verdad de los hechos.Quién dio la ordenLa JEP, el tribunal especial creado por el acuerdo de paz, que es el que más lejos ha llegado juzgando este episodio ha determinado que las fuerzas armadas desarrollaron un "patrón macrocriminal" en el que participaron también los paramilitares y que acabaron con la vida de 6.402 jóvenes, sobre todo de bajos recursos.Desde entonces, madres como las de Soacha han emprendido una búsqueda por sus hijos, por recuperar los cuerpos que fueron desaparecidos, pero también por exigir justicia y saber "quién dio la orden" para que los asesinaran.Le podría interesar: